Detuve mis pensamientos pesimistas por qué si no voy a volver a hacer algo eso es perder de nuevo a mi mejor amigo... No voy a perderlo ahora que por fin lo recuperé. Encendí el auto de nuevo y me puse en marcha a su casa, tal vez no está ahí, pero lo esperaré el tiempo que sea necesario hasta que me deje hablarle y dejé de creer que mi vida es perfecta sin él en ella por que la verdad es que no es así... Me hace falta, tal vez ya demostré que no lo necesito para estar bien, pero sin duda lo quiero en mi vida, quiero de nuevo estar con él y poder decir que es mi amigo o mi novio... Lo quiero a mi lado y está vez no dejaré que nada me lo quité, está vez ser fuerte para enfrentar lo que sea que venga y sé que si lo hacemos juntos vamos a poder superar esto.

Mi teléfono empezó a sonar, lo observé rápidamente notando que es Leandro, contesté rápidamente y regrese la vista al camino.

¿Que ocurrió, Antony? -pregunto el pelinegro-

¿Sabes algo de Mike? -pregunte sin responderle-

No, la que me llamo fue Fernanda -suspiro- ¿Que fue lo que pasó?

No tengo tiempo para contarte todo, el punto es que necesito hablar con Mike -afirme-

¿Dónde estás? -pregunto serio-

Camino a su casa -respondi-

No vas a encontrarlo... Ve a dos calles de su casa con dirección a la academia de baile, hay una casa donde siempre hay autos afuera... Seguro que está ahí con Dara, ella siempre está ahí de fiesta cuando no está trabajando -dijo rápidamente-

¿Con Dara? -su nombre me causo náuseas-

Es su proveedora, Tony -suspiro- ve ahí, yo también iré, te veo allá -sin más corto la llamada-

Suspire pesadamente al darme cuenta de que una vez más, tengo que lidiar con esa estúpida rubia sin cerebro. No tarde mucho en llegar a la calle donde Leandro me dijo, tampoco tarde en dar con la casa pues el auto de Mike la delató así como el hecho de que parece que hay una enorme fiesta apesar de que es muy temprano para una fiesta; estacione mi auto un poco alejado de el resto de los autos y sin más baje de el para dirigirme a el lugar, nadie me prestó atención y pude respirar tranquilo por eso, la música suena con fuerza y hay chicos tomando, fumando o metiéndose algún tipo de droga por todos lados... Sin duda esto parece el centro de reunión de medía población de adictos a alguna sustancia. No camine mucho hasta ubicar a Mike, para mí desgracia lo encontré con dos mujeres, una rubia a la que conozco de sobra y una castaña a la que realmente no conozco, Dara parece enfadada y la otra chica se aferra a el cuello de él pelinegro mientras esté parece perdido en su mente.

¡Mike! -grite para hacerme escuchar por encima de la música-

Rápidamente me gane la atención de Mike y de las dos chicas, ambas me miraron con fastidió y el pelinegro lo hizo con tristeza. Me acerque a ellos ganandome una mirada envenenada de parte de Dara.

¿Que haces aquí, idiota? -pregunto la rubia-

No vine a verte a ti, Dara -dije son ganas de pelear con ella- Mike... -tome una de sus manos- vámonos de aquí, ¿Si?

No me respondió, solo me observo con una expresión muy triste y mi corazón se oprimió.

Él no quiere irse contigo -dijo la chica castaña-

¿Tú eres? -pregunte molestó-

Me llamó Bárbara -afirmo-

Pues tampoco vine a verte a ti, Bárbara -sonrei- ¿Mike?

De nuevo no respondió, pero está vez se quitó los brazos de la castaña del cuello y se acercó a mi, lo tome deo brazo y sin más ambos nos alejamos de las chicas, de nuevo nadie nos prestó atención mientras salíamos de ese lugar y una vez estuvimos afuera pude respirar tranquilo. Observé a mi acompañante notando su mirada de pupilar dilatadas totalmente perdida, su respiración un poco agitada y su nariz un poco roja.

¿Que te metiste? -pregunte seria-

Cocaína -admitio sonriéndome con diversión- ¿Por qué? ¿Te importa?

¿Por qué crees que vine a buscarte? -me miro sin perder su sonrisa-

¿Y como me encontraste? -se pronto la sonrisa se le borró del rostro-

Leandro me lo dijo -admiti-

Ese hijo de puta... ¡Siempre se mete en mi vida! -grito molesto-

Deja de decir eso, él solo se preocupa por ti... Igual que yo -lo tome de las mejillas y su furia bajo de golpe tal como llegó- solo queremos lo mejor para ti...

Y yo quiero lo mejor para ti -sonrio débilmente- pero yo no soy lo mejor...

Si lo eres, eres lo mejor para mi -cerré los ojos- yo te... quiero... -admiti- solo quiero que estés bien y espero que tal vez cuando vuelvas a ser tu mismo me puedas dar la oportunidad de corregir el error que cometí al alejarte...

¿Me quieres? -abri los ojos nervioso y solo asentí- ¿Cómo puedes querer a este desastre, Antony? Debes estar loco...

Lo estoy -admiti- pero no me importa... Y voy a hacer lo que sea necesario para que estés bien

Nuestra conversación se vio interrumpida por una moto que se estaciono justo a lado de nosotros, de ella bajo Leandro quien sonrío al vernos.

Me alegra que hayas podido sacarlo de ahí -afirmo- ¿Cómo está?

Drogado, pero nada muy grave -suspire-

¿Que quieres hacer? ¿Lo llevamos a su casa? -negue con la cabeza-

No, quiero tenerlo vigilado por hoy... Lo llevaré a mi casa -afirme-

De acuerdo, hay que pasar por algo de ropa de su casa -asenti-

Dejen de hablar de mi como si yo no estuviera aquí -dijo serio-

Nadie está haciendo eso, pero no estás en condiciones de decidir ni una mierda -afirme serio-

Si, deja de comportarte como un niño, Mike -dijo Leandro y el pelinegro lo miro molesto-

De acuerdo... -suspiro-

Después de eso hicimos justamente lo que habíamos planeado, fuimos a casa de Mike a empezar ropa para que se quede conmigo un par de días y luego regresamos a mi casa. Me sentí un poco más tranquilo al tenerlo cerca, pero caí en cuenta de que realmente yo solo no puedo hacer mucho por él... Necesita ayuda profesional y yo voy a dársela.