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Sus Nuevas Vidas

Narra Mike//

El dolor es una constante en la vida, todos lo sufrimos varias veces en nuestro día a día y es algo tan común que algunas veces ya ni siquiera se siente, pero otras es tan fuerte queo parece que va a matarte; del otro lado de la moneda tenemos al amor, un sentimiento dulce y maravilloso que todas las personas hemos sentido y que parece muy diferente al dolor... Pero apesar de que son dos sentimientos diferentes, eso no representa que no puedan sentirse al mismo tiempo y de ahí es de dónde radica el desamor...

Mike... Debes dejar de meterte esto -dijo Leandro mientras me arrebataba la pequeña bolsita-

No te metas en mis putos asuntos -dije con amargura-

¿De verdad piensas que así vas a resolverlo? ¿Piensas que metiéndote cocaína y heroína hasta morir vas a solucionar las cosas con Antony? -pregunto brusco arrojando la bolsa de contenido blanco en la cama-

Ya ni siquiera es solo por el -admiti- 

Pues da igual por que sea, te estás destrozando la vida por nada -dijo lo que vine repitiendo desde hace meses- aún lo amas ¿No? -no respondí- ¿Que crees que pensaría si te viera?

Me ha visto y le da igual... -respondi serio-

A mi mente vinieron todas las veces que nos hemos visto a lo largo de estos dos años que han pasado desde que terminamos, todas esas veces el me dirigió miradas cargadas de seriedad y ni siquiera una vez se atrevió a siquiera decirme hola... ¿Por qué tendría que importarme lo que el opine si a él no le importa lo que me pasa?

¿No aprendiste nada de la sobredosis? -pregunto decepcionado- ¡Por dios, Mike! ¡Saliste hace una semana de el hospital!

No tienes derecho a opinar sobre mi vida, Leandro -dije de malas- ahora lárgate de mi casa si no quieres que te saque a punta de golpes... -el asintió pareciendo triste, se puso de pie y me miro-

Date cuenta de que hundiendote en las drogas no vas a cambiar nada, eres un jodido cobarde que ha perdido todo por su miedo -declaro antes de salir de la habitación-

De un golpe tire todo lo que había en mi escritorio destrozando el plato con comida que trajo mi mamá para mí hace un rato y grite frustrado dando golpes a la madera de el escritorio, me arrepentí de inmediato en cuando percibí el dolor sólido en mis huesos. Abrí uno de los cajones y ahí encontré mi dulce salvación... La única que me ha acompañado desde que todo se fue desmoronando, si bien, ella me a traído varios problemas, al menos me ayuda a no pensar en lo que me carcome por dentro; prepare todo con cuidado, tome una liga y la ajuste en mi brazo para luego perforar mi piel con la aguja y dejar entrar el alivio a mi cuerpo, solté la liga y bastó un momento para que la euforia se abriera paso en mi cuerpo.

Narra Antony//

No sé que esperas para invitarlo a salir -dije aburrido-

No, el tiene que hacerlo primero -dijo la castaña-

¿En qué siglo vives, Fernanda? -suspire y ella se encogió de hombros- ¡Por dios, niña! -me levanté de golpe de mi asiento-

Con los gritos de la castaña a mis espaldas camine directamente hacia mi objetivo, un chico castaño un año mayor que nosotros del que mi mejor amiga lleva meses enamorada y con el que ni siquiera puede hablar aunque sabe que a él también le gusta ella; llegue hasta el y su mirada de inmediato me enfoco, le sonreí amablemente y entonces inicié.

Hola, Alan -dije con una sonrisa-

Hola, Antony -devolvio la sonrisa y desvío su mirada hacia Fer- ¿Que ocurre?

¿Por qué no invitas a salir a mi amiga? -pregunte directo al punto- 

¿Eh?... Bueno, pues yo... no lo sé -dijo torpemente-

Te pondré las cosas fáciles -lo tome del brazo y lo guíe hasta donde yo estaba sentado hasta hace un momento, en cuanto llegamos las mejillas de mi amiga se pusieron absolutamente rojas y quise reírme en su cara- Alan ya conoces a Fernanda, Fer ya conoces a Alan -afirme-

Si... Yo... Hola -dijo el castaño-

Hola... -dijo Fer-

Bueno, ustedes hablen que yo iré a buscar a Danna -sin dejarlos replicar me alejé de ahí-

Las cosas en mi vida han cambiado un poco desde hace dos años, ahora en vez de mejor amigo tengo una mejor amiga que resulta ser la fastidiosa (que no es tan fastidiosa como yo creía) Fernanda, ella es una gran chica, pero puede llegar a ser un poco torpe; por otro lado empecé a llevar el baile a otro nivel pasando de hacerlo un simple experimento a mi hobby de todas las tardes, me hice bueno con el pasar de las clases y justo ahora soy uno de los mejores de mi grupo cosa de la que estoy muy orgulloso; en cuanto a la escuela, ahora estoy en primer año de universidad, estoy estudiando medicina aunque la verdad es que no creo que vaya a ejercer mi carrera puesto que tengo otras metas, pero lo estoy tomando como una carrera de emergencia si es que mis metas no logran realizarse y bueno, seguramente todos se preguntan cómo va mi vida en el ámbito amoroso, y lamentó decepcionarlos, pero la verdad es que está dejo de existir hace dos años... No por que tenga el corazón roto, simplemente es que he preferido enfocarme en otras cosas antes de poder tener un novio y creo que ha sido lo mejor.

¡Antony! -grito una voz masculina a mis espaldas, me gire justo antes de tenerlo a mi lado-

Hola, Leandro -dije sonriente- ¿Que tal todo?

Pues tan bien como puede ir -afirmo algo decaído-

La verdad es que hace poco que Larry se fue de la cuidad sin avisarle a nadie, desde entonces el pelinegro ha tratado de contactarse con el, pero no lo ha logrado y eso lo tiene deprimido... He de admitir que me causa un poco de pena su situación, peor tomando en cuenta como era la relación qué tenían, creo que fue lo mejor para ambos.

Hablarás con el pronto -afirme-

Si, eso espero -sonrio ligeramente- pero no solo estoy desanimado por eso... -declaro con una mirada que conozco de sobra-

No -me gire y empecé a caminar, pero el vino detrás de mi-

Antony... -suspire y no me quedo más que volver a detenerme-

No quiero que me digas nada -afirme-

Solo escúchame... ¿Puedes? -negue con la cabeza- por favor... Sé que si te importa... ¿No es cierto?

Asentí débilmente confirmando que en efecto aún me importa... ¿Como podría no importarme el chico que fue mi mejor amigo durante años? Sé que no he hablado con él desde ese día en que terminamos, pero eso no representa que haya dejado de importarme... Claro que me preocupa verlo tan decaído, con la piel pálida y las secuelas de las drogas en su semblante, pero ¿Cómo podría acercarme a el cuando cada vez que nos vemos el me observa como si me odiará?

Estuvo en el hospital, Tony... -dijo lo que yo ya sabia-

El lugar donde vivimos es un sitio muy pequeño donde los chismes corren de prisa, la noticia sobre un chico que tuvo una sobredosis en una fiesta se regó por todas partes en menos de un día, pero el nombre de Mike no se mencionó por ningún lado, me tome la tarea de investigar con mi mamá sobre ese tema y ella confirmo mis sospechas sobre que fue el quien ingreso al hospital con una sobredosis por culpa de la cocaína y el alcohol.

Esta cada día peor -una lágrima bajo por mi mejilla y yo la limpie rápidamente- te necesita...

No, el no me necesita... estoy seguro que lo que menos quiere es verme, Leandro... Ya deja de tratar de juntarnos otra vez -segui caminando y está vez el ni fue detrás de mi-

Es obvio que el necesita ayuda... Sus adicciones lo están acabando poco a poco, primero terminaron con su oportunidad en la escuela, luego con su carrera en el baile, luego con la mayor parte de sus relaciones amistosas y ahora poco a poco está terminando con el... Pero yo no puedo ayudarlo si el no me quiere cerca.

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