Entre a mi primera clase de el día, nadie me prestó la más mínima atención a excepción de Danna y Fernanda, mis mejores amigas. Ambas se acercaron de mi y me saludaron sonrientes.

Ayer no contestaste mis llamadas, inútil -dijo Danna con molestia-

Lo lamento, la verdad no tenía ganas de hablar con nadie -suspire mientras me sentaba entre ambas-

¿Por qué no tenías ganas de hablar con nadie? -pregunto la castaña que no estaba enterada de nada-

Fui a buscar a Mike... -ella me miro sorprendida-

¡OMG! ¡No te creo! -grito ganándose la mirada de algunos compañeros-

Por lo que dices supongo que no te fue tan bien -dijo la rubia ignorando la reacción de Fernanda-

A mí mente vinieron las imágenes de lo que pasó ayer... Su habitación destrozada, las jeringas, las bolsas de cocaína, las ojeras bajo sus ojos, su piel pálida, su evidente perdida de peso, los cambios de humor, su dolor por mis acciones y el hecho de que haya rechazado mi ayuda...

No llores, Tony -la castaña puso una de sus manos en mi hombro-

Debieron verlo, chicas -dije tratando de contener las lágrimas- está muy diferente... Se está destruyendo y no quiere dejarme ayudarlo...

Debes tratar de estar tranquilo, sabías que el estaba mal... No puedes decir que nadie te lo advirtió -afirmo la rubia sosteniendo mi mano-

Leandro te dijo que el estaba mal, ya tuvo una sobredosis por lo que me contó -dijo Fer-

Es diferente escucharlo a verlo... -me limpie las lágrimas con mi mano libre-

Lo sé, pero ahora solo debes intentar buscar la forma de ayudarlo, el necesita ayuda... ¿No? -asenti-

Tengo una pregunta para ti... -dijo la castaña a mi lado-

Dime -suspire-

¿Aún estás enamorado de él? -pregunto directamente-

Me paralice al escuchar su pregunta, nadie me la había hecho por qué nadie había tenido el valor de preguntarme que es lo que siento por Mike... Ni siquiera yo me había atrevido a cuestionarme eso por que estaba más ocupado en seguir con mi vida sin tenerlo cerca y jamás me puse a pensar en si lo había olvidado o si mis sentimientos siguen ahí tan nítidos como el día en que me alejé de el, pero ahora que lo pienso...

Tal vez... -susurre, una vez la respuesta vino a mi mente- me preocupa lo que pasa con el, quiero ayudarlo y nada me gustaría más que regresar el tiempo para corregir nuestros errores pasados... hacerlo qie confiara más en mi como para decirme que estaba enamorado de mi o para confiar en que no me alejaría si el no quería decirle al mundo sobre nuestra relación... o ese beso -suspire- además, no quiero un novio... Los chicos que se me han acercado siempre terminan no siendo lo que quiero por qué lo que quiero está en su casa drogándose hasta perder la conciencia... Creo que aún lo amo y sé que suena estúpido después de todo lo que nos ha pasado, pero es lo que siento...

¿Se lo dijiste? -nege ganandome una mirada molesta de ambas- ¡No lo había pensado! Creo que me aferre mucho a la idea de seguir sin el y no me di cuenta de que aún lo quiero...

Bueno, lamentó decirlo, Antony -la castaña suspiro- pero era más que obvio... Solo tú no te dabas cuenta

Si, eso veo -sonrei un poco- hoy iré a verlo...

¿Le dirás? -dijo la rubia en un susurro pues el profesor entro en el aula-

No, primero debo lograr que deje de consumir esas porquerías que lo están destruyendo -ambas asintieron de acuerdo-

El resto de la clase se me fue en tratar de buscar alternativas para que se rehabilite, pero aunque tengo algunas ideas, la realidad es que no puedo hacer absolutamente nada si el no quiere que lo haga así que estoy atado de manos mientras no pueda convercerlo de que necesita ayuda y que yo puedo dársela.

Al día siguió transcurriendo con calma, nos reunimos con Alan y Leandro a la hora del almuerzo, el último se nota muy deprimido y sé que aún es por Larry, pero ya no sé que hacer exactamente para ayudarlo; le conté sobre mi encuentro con Mike, el tampoco lucio sorprendido cuando le dije que el había rechazado mi oferta de ayudarlo, alego que no puedo esperar que el se vuelva a abrir tan pronto después de lo que pasó y lo cierto es que tiene toda la razón, tengo que ganarme de nuevo su confianza como si no nos conociéramos y aunque será difícil, sé que puedo hacerlo. Salí de el colegio, pase a comprar un regalo para el... Elegí comprar una sudadera blanca con unas letras color vino que dicen «sorry», me pareció un regalo adecuado tomando en cuenta toda nuestra historia; después de comprar el regalo me dirigí a su casa, toque la puerta y esta de inmediato se abrió revelando a mi mayor pesadilla... Dara Mayer.

Tenías que ser tú, ¿No? -me miro molesta-

También es un gusto verte, Dara -dije con evidente sarcasmo-

¿Cómo está esa perra que se llamaba mi mejor amiga? -pregunto-

Estudiando, con un novio guapísimo y siendo la más popular de la escuela, ¿Y tú? ¿Que tal el trabajo de niñera? -pregunte sonriente y ella me miro molesta-

¿Quién es, Dara? -se escucho la voz de Mike- ¿Por qué carajos abres la puerta de MI puta casa?

A la oxigenada no le dio tiempo de responder por qué en un segundo ya tenía frente a mi a el pelinegro, me miro con gesto serio y luego miro a Dara, ella le sonrió y el la empujó fuera de la casa sin siquiera avisarle.

¡Oye! -grito molesta-

Ya hiciste lo que debías haber aquí así que ahora lárgate -me tomo de el brazo y me metió en la casa de golpe para luego cerrar la puerta en la cara de la rubia- no es lo que piensas...

No estaba pensando nada -menti-

No me estoy acostando con ella, no es mi novia ni ninguna de esas mierdas -se dejo caer en el sofá-

¿Y entonces? -me senté frente a el-

Ella es la que... -saco una pequeña bolsa con contenido blanco- me alimenta

La que te jode la cabeza -suspire- más te vale no meterte esa mierda enfrente de mi

No lo iba a hacer, esta ya está destinada a una ocasión especial -se la guardo de nuevo en el bolsillo de su pantalón-

¿Que ocasión? -pregunte-

Esta noche hay una fiesta, la organiza una amiga mía y voy a ir -dijo tranquilamente haciéndome saber que está drogado o al menos lo hizo hace poco- ¿Quieres ir?

¿Yo? -asintio divertido- no lo sé... ¿Crees que vaya a mezclarme con tus nuevos amigos?

Honestamente me importa un carajo -afirmo- me gustaría que fueras conmigo...

No quiero ver cómo te drogas con esa porquería -señale su pantalón-

El lo pensó un momento, me observó y me sentí raro bajo su mirada.

Si te prometo no meterme nada por esta noche... ¿Irías? -asenti sorprendido por sus palabras- bien, lo prometo...

De acuerdo -sonrei- ¡Oh! Tengo otra condición...

¿Cuál? -pregunto sonriente-

Abrí mi mochila y busque en ella el paquete bien envuelto en papel negro, me recordó un poco a el ramo de rosas que el me regaló para disculparse conmigo hace un tiempo.

Tienes que usar esto -le tendi el paquete y el lo tomo, lo abrió de prisa y saco la sudadera-

¿Sorry? -asenti- ¿Lo lamentas?

Si, te lastime y jamás quise hacerlo... -sonrio-

También lo siento... Por todo -devolvi la sonrisa-

Todo quedó olvidado -me puse de pie- ¿A qué hora pasas a buscarme?

A las nueve -afirmo sonriente-

De acuerdo, te veo está noche -sin más salí de la casa-

Sin duda tendré una noche interesante...