Me vesti con una camisa color vino, un pantalón negro, una chamarra igualmente negra y tenis blancos... Pero obvio no lo hice con la intención de combinar mi ropa con la que espero que use Mike, simplemente me gustan esos colores.

Justo ahora me encuentro sentado en el sofá de mi casa esperando a que el pelinegro llegué a buscarme y decir que estoy nervioso quedaría corto a lo que siento en este momento.

Wow te ves muy guapo, bebé -afirmo mi madre observandome atentamente- hace tiempo que no te veía tan entusiasmado por salir de fiesta...

Hace tiempo que no me interesaba hacerlo -admiti nervioso- y... tengo que decirte algo...

Te escucho -se sentó en el sofá frente a mi y sonrió-

Yo... volví a buscar a Mike -dije sin pensarlo demasiado- el está mal, mamá... Se ha estado involucrando con drogas y quiero ayudarlo...

Bueno... No estoy en contra de que estés cerca de el, si quieres darle de nuevo un lugar en tu vida yo lo aceptaré sin problema, pero, ¿Estás consciente de que será difícil ayudarlo, cariño? -asenti lentamente- el mundo de las drogas es turbio, obscuro y muy peligroso... Debes ser consciente de todo lo que puede pasar y de que nada de eso sería culpa tuya

Lo sé -afirme- solo quiero ayudarlo por qué aún le tengo mucho cariño...

Pues entonces todo está bien, ¿Hoy saldrás con el? -asenti- ten mucho cuidado y nada de meter cosas raras en tu cuerpo

Esta bien -rei ligeramente y justo en ese momento tocaron el timbre- ¡Oh, dios! -me levanté de golpe- ¿Podrías abrir la puerta por mi? No quiero que piense que soy un desesperado y que estaba impaciente por verlo...

De acuerdo, iré yo -dijo divertida-

Sin más la vi caminar hacia la puerta, los escuché saludarse, escuché la voz de Mike preguntando por mi y luego mi mamá diciendo que ahora me llamaba.

¡Antony! ¡Te busca Mike! -grito mi mamá como si yo estuviera al otro lado de el mundo-

¡Ya voy! -grite de vuelta-

Abrí y cerré mis puños un par de veces, respire profundamente buscando calmar mis nervios y finalmente caminé hacia la puerta; mi madre y el pelinegro hablaban animadamente cuando llegue a la puerta y juro que casi me desmayo cuando lo vi... Esta usando la sudadera que le regale junto con un pantalón negro y convers negros.... Se ve guapísimo.

Hola -dije tratando de respirar correctamente-

Hola, Tony -sonrio coqueto-

Bueno, chicos... Diviertanse -simplemente asentimos-

Sin más salí de la casa y mi mamá cerró la puerta, empecé a caminar a un lado de el pelinegro quien se mantenía callado, subimos a su auto y sin más empezamos nuestro camino.

¿Es idea mía o estamos combinados de alguna manera? -pregunto con la mirada fija en la calle-

¿Ah? -mire mi ropa fingiendo no saber de qué habla- vaya -rei- no lo había notado

Han cambiado muchas cosas, pero sigues siendo muy malo mintiendo -afirmo divertido-

Yo... no tengo nada que decir al respecto -suspire-

Por qué es cierto -asenti sin tener forma de defenderme-

¿Dónde es la fiesta? -pregunte curioso-

De hecho es en mi calle -afirmo confundiendome-

Pero no estamos camino a tu calle -afirme-

No, decidí que meterte en una casa llena de drogadictos no es una buena idea -afirmo- iremos a otro lugar, ¿Te molesta?

Todo está bien mientras ese lugar no sea una cabaña en medio de un bosque donde puedas asesinarme sin tener testigos -afirme-

Pues no, realmente vamos hacia un lugar muy diferente a un bosque -dijo divertido- vamos a un antro que abrieron hace poco cerca de la academía de baile

¡Ah! ¡Genial!-dije entusiasmado- he querido ir desde que vi que abrieron...

¿Ahora pasas seguido por ahí? -pregunto- antes jamás ibas a esa zona de la cuidad

Pues como voy a la academía paso por ahí casi todos los días -respondi-

¿Vas a la academía? -pregunto sorprendido-

Si, he seguido bailando y la verdad es que ya soy muy bueno, uno de los mejores de la clase -afirme orgulloso de mi logró-

Bueno, me alegra que algo que hice te haya gustado -dijo con un poco de tristeza-

Deberías ir conmigo mañana, la profesora estará feliz de verte y me encantaría presentarte a mis amigos -el pelinegro se detuvo un momento por un semáforo en rojo y me miró-

¿De verdad quieres que vaya? -asenti- está bien... Iré contigo

¡Perfecto! -dije emocionado-

El resto de el caminó transcurrió con una plática muy sencilla, le conté sobre mis nuevos amigos y todo lo que ha pasado en mi vida desde que el salió de ella, quedó asombrado con las cosas que "puede hacer un corazón roto" y a mí me divirtió escucharlo dar sus extrañas y un poco confusas opiniones, la verdad es que extrañaba mucho poder compartir con el de esta forma.

Al llegar al lugar nos costó un mismo poder estacionar el auto, la verdad es que es algo normal al estar en una cuidad algo grande y además por qué hoy es viernes por la noche; en cuanto estacionamos el auto bajamos de el y nos dispusimos a esperar en la fila de el antro, no hay tanta gente lo cuál me alivia enormemente por qué no me apetece esperar una eternidad, finalmente entramos al lugar después de unos minutos y de inmediato nos acercamos a la barra, pedimos dos cervezas y nos dispusimos a disfrutar nuestra noche.

Hace tiempo que no salíamos de fiesta -afirmo el pelinegro cerca de mi oído por el ruido de la música-

¡Lo sé! -le di un trago a mi botella-

¿Quieres bailar? -pregunto con cierta timidez-

Claro -sonrei- pero te advierto que ya no soy más un pésimo bailarín

Y yo estoy bastante oxidado -afirmo divertido-

Terminamos el contenido de las botellas antes de correr hacia la pista de baile, justo en ese momento empezó una canción de The Weeknd que simplemente me encanta; ya hace un par de semanas hice una coreografía con esta canción, pero la verdad es que no quiero pensar demasiado en nada así que solo me deje llevar por el ritmo enérgico de la canción haciendo una completa improvisación, por su parte Mike también empezó a bailar sin saber muy bien que hacer, la verdad es que para estar "oxidado" aún sabe bailar muy bien. Me tomo de las manos mirándome sonriente, nos empezamos a mover juntos de una forma más ridícula que adecuada para una pareja de bailarines con experiencia, pero se sintió tan divertido que ninguno de los dos dijo nada al respecto. El resto de la noche nos dedicamos a tomar y a divertirnos bailando, decir que me divertí mucho con el simplemente no le haría justicia a lo bien que la pasé.