-Bueno todo parece estar en orden señorita Cheng.- dijo el doctor mientras revisaba el golpe de la chica.-la inflamación ha bajado y la cicatrización ya ha comenzado, si esto sigue así en unos días podremos retirarle las puntadas.

-Eso es grandioso.- dijo la azabache y el doctor procedió a ponerle nuevamente la Gaza en el rostro.

- Bueno nos vemos en la próxima consulta.- dijo el doctor mientras escribía algunas medicinas que la chica necesitaría pues aunque la inflamación haya bajado el dolor seguía ahí, además del extraño y recurrente mareo de la joven.

Una vez finalizando la chica salió del consultorio y comenzo a caminar hacia la salida, miro su celular, había tardado exactamente 1 hora  en el hospital era temprano pero aun así la joven decidió que lo más conveniente sería regresar a su casa, pues aun no confiaba del todo en la nueva chica que había contratado su madre y quería vigilarla por un poco mas de tiempo.

Marinette miro por los pasillos de aquel hospital, miro familias, gente sola, niños, adultos mayores.. personas de todas la edades y tamaños, cada quien por alguna razón diferente, algunos seguro tendrían una cita médica, otros tendrán un problema el cual apenas se presentó, pero no había mucho de lo cual ver pues ella se encontraba en los consultorios por lo que no había nada grave que ver.

Al bajar las escaleras para llegar al primer piso las cosas fueron diferentes, pues ahí se encontraba la sala de emergencia, ahí si había pacientes con heridas mortales, graves o dolorosas. Ella aun recuerda cuando fue llevada ahí por su ojo, vio a un chico pasa mientras habia un cuchillo clavado en su hombro.

Pero su pequeño silencio del hospital se vio afectado por el singular ruido de las sirenas de las ambulancias, la joven azabache sintió un extraño escalofrío recorrer su espalda y camino más rápido para ver que era lo que estaba pasado.

Su respiración comenzó a ser irregular y con cierto nerviosismo vio la ambulancia estacionarse frente a la instalación, los paramédicos rápidamente bajaron del vehículo junto a una camilla...

La respiración de Marinette se detuvo al igual que el tiempo, su corazón la tío frenéticamente y su cabeza se nublo...

-N-nino....

.............

-¿Que diablos?- dijo el chico al sentir como alguien lo sujetaba de su brazo.- Oh.. sólo es el pobreton.- dijo con burla hacia el moreno.

-¿Que es lo que quieres?- pregunto otro chico un poco más alto que el.

El moreno no hablo, simplemente veía con odio a ambos chicos, quería matarlos.

Había aguantado sus humillaciones desde hace años y no estaba dispuesto a seguir así durante más tiempo. Con rapidez metió su mano a su bolsillo y sacó una navaja provocando que ambos chicos palidecieran.

-¿Pero que demonios..?- dijo el chico que se encontraba más cerca.- Estas loco, i..iras a la cárcel por.. algo así..- dijo asustado mientras trataba de alejarse del moreno.

Nino sólo miraba a sus abusadores con odio y levantó su navaja, el chico miro con terror, suplicó, se disculpó, rogó por su vida, pero el moreno no cedería.

-Muerete bastardo.

-No lo hagas Nino!!!

..........

Adrien corría lo mas rápido que podía, no podía creer lo que había escuchado de Alya.

"-Es Marinette...- dijo mirando el teléfono.-Hola chica que..?- Pero no pido si quiera terminar la frase cuando su actitud cambio.- espera alto.... ¿Nino? ¿Hospital? ¿Calmate Marinette no te entiendo?"

Eso era lo único que había oído el chico cuando salió corriendo, tenía miedo.

-No puedo perderlo a él..- se repetía una y otra vez..- No puedo... no asi..

Corrió tan rápido, aun recordaba las palabras que le dijo a su amigo la última vez que lo vio, como le grito y no trató de entenderlo..

¿Era su culpa? ¿Debió seguirlo ese día? Mierda.. si..

Debió haber insistido no debió haberse ido con una chica para olvidar lo que ocurrió, no debió haber fingido que no sabía nada de su amigo, era su culpa.

No lo ayudó, lo ignoro.

Era su culpa...

.......

-Mama, ¿Ya casi llegamos?- pregunto un pequeño de 6 años.

-Ya casi Adrien, sólo un poco más.- dijo su madre con una voz tranquilizadora mientras conducía aquel auto.

-Félix pretame tu teléfono.- dijo el pequeño a su hermano mayor.

-No puedo pequeño.- dijo el chico alborotando el cabello del pequeño.-Lo estoy ocupando.

-Pero quiero jugar.- dijo el pequeño haciendo un puchero.

-Cuando lleguemos a casa de los abuelos te lo prestare.- dijo el chico pero el pequeño Adrien no estaba muy contento.

-Eso es muy injusto quiero jugar ahora.- se quejó el pequeño.

-Adrien por favor.- pidió el mayor.

-No es justo quiero jugar, eres malo.-dijo y el mayor realizó un pequeña expresión de tristeza.

-Adrien no seas así..

-Adrien, Félix ya te dijo que te lo prestaria en casa de los abuelos.- dijo la madre tratando de que el pequeño no tuviera una rabieta en el auto.

-Pero.. son malos... no los quiero.- dijo el pequeño rubio mientras comenzaba a llorar.

-No llores bebé- dijo la mujer volteando un poco para ver a su retoño.

El mayor sintió tristeza al oír a su hermano decir aquello, pero apenas cuando iba a calmarlo el grito de su madre sonó.

El pequeño Adrien destapó uno de su pequeños ojitos para ver un tráiler dirigirse hacia su carro.

Un fuerte movimiento sacudió el carro, varias sacudidas vinieron después, el pequeño sólo cerró sus ojos y grito con todas sus fuerzas.

Lo último que recuerda fue ver a su hermano fuera del auto cerca de unas rocas y su madre recostada sobre el volante..

...........

El chico al llegar se dirigió rápidamente a recepción y pregunto por su amigo, pero antes de que la enfermera si quiera pudiera hablar la voz de cierta mujer captó la atención del chico.

Eran sollozos. Camino con rapidez encontrándose con una mujer de tez morena mientras lloraba en los brazos de cierta azabache, también se encontraban dos chicos junto a ella que reconoció como sus hijos.

El chico se acercó y llamó la atención de la chica.

-Marinette..- ella volteó y el chico de sorprendió al ver la Gaza que tenía en su ojos.

Puedo ver también una pequeña marca color morada debajo de ella, supuso que había sido un duro golpe pues el había ido a detener la pelea y cuando apartó al chico la azabache sólo cubría su ojos con la mano mientras caía sangre.

"Fue mi culpa.." se dijo el chico pues la azabache se había ido del lugar por el y sus comentarios hacia su desaparecido amigo.

-Adrien..- hablo la chica de ojos azules captando la atención del rubio.-Yo... no se como decirte esto.

-Sólo hazlo.- dijo el chico mientras su corazón latía tan rápido y se imaginaba la causa por la que su amigo se encontraba ahí.

-Nino.. el.. esta en.. el.. drogas... - trataba de explicar la azabache aun que ella aun no comprendía mucho del asunto.- El no despierta... no se que pasa...- dijo mientras rompía en llanto en los brazos de su amigo.

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