Capítulo 35.
Alya miro con curiosidad a su vieja amiga quien cargaba a la pequeña niña sonriente. Había tantas preguntas que la morena tenía en su mente, había tantas dudas que se habían acumulado con el paso del tiempo pero ahora que su amiga se encontraba frente a ella, todas esas preguntas parecían no querer salir.
Marinette por su parte sentía una gran incomodidad por la presencia de Alya, si era verdad que la había extrañado y mucho, eso no quitaba su miedo a su desprecio o cualquier rencor hacia ella. No quería sentir aquellos negativos sentimientos, tal vez no podría soportarlos.
Con cautela la azabache volteó su rostro para mirar a su amiga quien parecía muy confundida al verla.
Marinette suspiro sabiendo que la causante de aquellas dudas sería su pequeña hija, por lo que sonrió débilmente y se encargó de colocar a Denisse en uno de los sillones de su sala.
-Quedate quieta.... Por favor.. -pidio la azabache a la bebé quien sonrió alegre ante la voz de su madre.
-¿Quien es ella? -pregunto Alya sabiendo que era lo menos indicado para preguntar si sus sospechas eran correctas...
Esperaba estar completamente equivocada.
-Ella... -Marinette sintió un gran nudo en la garganta y suspiro intentando así encontrar algo de valor. -Es mi hija, Denisse. -respondió bajando la mirada.
Alya cerró los ojos un momento antes de sentir una rabia en su interior, varias posibilidades se hayan pasado por su mente y una sobresale de entre todas.
-¿Encontraste a alguien en tu viaje a quien sabe dónde y tuvieron una hija? -pregunto Alya con dolor.
Si la respuesta era afirmativa ella golpearía a la azabache por esa estupidez.
Lastimosamente Marinette bajo la mirada con una tristeza reflejada en sus ojos.
-Lamento mucho haberte dejado de esa manera. -dijo Marinette, obviamente evadiendo la pregunta. -Todo paso tan rápido, cuando ustedes entraron a mi cuarto... Y me vieron de esa manera... - dijo recordando aquel episodio que había tenido en su baño. -en ese momento supe que no podía con todo eso... -dijo mirando su mano donde aún se podía ver una gran cicatriz.
-me dejaste botada sin decirme nada, pensé que éramos amigas... Sin secretos, apoyándonos... -dijo con dolor Alya sabiendo que era ridículo reclamarle a Marinette por aquello, lo peor lo había pasado la azabache.
-Lo siento...
-¡UNA DISCULPA NO SOLUCIONA NADA! -aun así aquellos sentimientos que había guardado por años salieron a la luz.
El pequeño llanto de una niña hizo que ambas voltearan su mirada a la menor quien parecía asustada por el repentino estallido de Alya.
-Tranquila amor... Ella no quería gritar... Por favor no llores... O mamá también se pondrá triste.. -decía Marinette mientras se arrodillaba para estar a la altura de su hija.
Alya miro la escena y sintió un nudo en la garganta, había pasado mucho tiempo y al parecer, Marinette había madurado con gran rapidez. Era egoísta de ella querer desquitarse con su amiga quien había pasado por la peor parte y aún así había encontrado en su viaje alguien con quien al parecer tenía una familia.
-lo siento Marinette. -se disculpo Alya con suavidad. -es solo... Perdí el control por un momento.
Marinette volteó a verla y bajo la mirada con tristeza.
-¿Quieres que te cuente que me hizo tomar la inesperada decisión de irme de aquella manera? -pregunto Marinette mientras jugaba con las pequeñas manitas de su hija quien ya había dejado de llorar y ahora reía ante el juego de su madre.
Alya solo asintió y Marinette sabía que esto era algo que ella hubiera deseado contarle a todos los demás también, pero sabía que eso sería un poco más difícil de hacer. No creía tener el valor suficiente para hacerlo, menos si cierta persona escuchará la verdad.
-Cuando fui al hospital el día que tú y Evangeline vinieron a mi casa.... Y me encontraron... Mal. -dijo haciendo una mueca. -me realizaron muchas pruebas mas que nada psicológicos, al parecer... Estaba entrando en una profunda depresión. -dijo y miro a su hija. - Alya... Quise quitarme la vida en dos ocasiones. -confesó Marinette dirigiendo su vista a su amiga quien parecía impactada por la confesión.
Alya intento decir algo pero Marinette negó con su cabeza antes de que ella pudiera decir cualquier cosa.
-En una de esas tantas pruebas, salieron unos resultados que las primeras semanas no habían aparecido. -dijo Marinette levantándose ante la atenta mirada de su mejor amiga. -Yo... Me encontraba en el primer mes de embarazo. -confesó Marinette.
Los ojos de Alya se ampliaron ante la nueva información y su vista se dirigió a la pequeña figura que se encontraba en el sillón. Una pequeña y hermosa niña que había sido concebida de una violenta manera, un pequeño angel que no tenía culpa ni conciencia de lo ocurrido.
-Ella es hija de... -intento decir algo pero Marinette la corto de inmediato.
-Es mi hija, solo mía. -dijo de manera cortante y Alya supo que el tema con Andrew no había sido superado del todo. -No se como, pero la primera prueba de sangre que me hicieron fallo, y cuando me enteré de que ella se encontraba creciendo en mi vientre... -volteo a ver a su hija. - entre en pánico. No sabía lo que debía hacer, en ese momento me dije que no quería un niño de el, no quería verlo, no quería tenerlo, no quería que fuera igual a el.. -dijo mientras acariciaba la cabeza de su hija.
-¿Quisiste abortarla? -pregunto Alya y miro sorprendida cuando la azabache asintió sin ninguna vacilación.
-Pero no la dejaría morir sola, o al menos esos eran mis pensamientos. -prosiguió Marinette. -Quise arrojarme de ventana del tercer piso lo cual no logré gracias a la intervención de dos enfermeras. Y la segunda ocasión fue luego de ser internada en un centro de rehabilitación psiquiátrico.
Alya miro con los ojos abiertos a su amiga.
-No fue mi decisión ir a ese lugar, era lo mejor dado a mi situación... Mental. La segunda vez que intente quitarme la vida...-Marinette se detuvo y alzó una de sus mangas de su camisa. -encontré un pequeño objeto con filo, era suficiente para realizar mi cometido. -dijo revelando una gran cicatriz que recorrí una parte de su brazo. - las enfermeras me encontraron a tiempo y lograron estabilizarme.. nos salvaron. -dijo mirando a su pequeña.
Alya sintió un nudo en la garganta ante todo lo que Marinette estaba contando, fue violada y debido a eso quedó embarazada, entro a un centro psiquiátrico y se intentó suicidar en dos ocasiones. Era estúpido de su parte reclamarle algo a cuando en todo ese tiempo lo había pasado tan mal.
-Cuando nació Denisse... Algo dentro de mi cambio. Era una hermosa niña, tan pequeña y frágil. -dijo mirando a su pequeña quien comenzaba a cabecear. -mi mamá me preguntó si quería darla en adopción... Yo negue esa opción. Era mi hija, no podía hacerle eso, ella no tenía culpa de nada y tal vez... En ese momento quería algo a lo que aferrarme, un motivo para salir de aquel lugar. -Marinette sintió sus ojos llenarse de lágrimas.. -dure 1 año y medio dentro de ese lugar... Mi mamá crío a mi hija durante todo ese tiempo y cuando salí... Fui a China donde ella se la había llevado. No sabía que hacer, no quería verlos por qué temía a sus reacciones, no había tenido contacto con nadie de ustedes y le había pedido a mi madre no comentar nada sobre mi embarazo... Estar unos meses en china y criar a mi hija me hizo un poco más madura. Y sé que todos los demás merecen una explicación de lo sucedido pero..
-No sabes cómo hacerlo..- termino por decir Alya aún sorprendida por saber que aún conocía bien a su amiga.
-No es fácil decirle a tus amigos que luego de dos años fuera, regreso con una niña... -dijo y Alya comprendió la situación. -Se que les debo una disculpa a ellos... Y a ti... -dijo Marinette mientras sentía las lágrimas formarse en sus ojos.. -Por favor.. perdóname por ser tan estúpida. -dijo Marinette mientras las lágrimas comenzaban a caer y su voz se quebraba poco a poco.
Alya camino rápidamente hacia su amiga rodeándola con sus brazos para proporcionarle un abrazo reconfortante. Jamás le había gustado ver a su amiga llorar, y aquello fue solo un reflejo automático de su época de preparatoria cuando la azabache lloraba por su miedo tras descubrir su sexualidad.
Marinette correspondió el abrazo con rapidez, aferrándose a su mejor amiga mientras sus lágrimas caían sin intención de parar, aquel cálido abrazo era lo único que necesito para saber que Alya no la odiaba y la había perdonado. Lo cual solo incrementaba el llanto de alivio.
Alya acarició lentamente el cabello de la azabache en un intento de hacerle saber que se que daría a su lado todo el tiempo que ella ocupará, pero sus ojos se dirigieron hacia la puerta que separaba la el interior de la casa con la pastelería para encontrarse con un par de ojos que las veían fijamente con un claro brillo de asombro y preocupación reflejado en ellos.
Hola.
Woow estoy tardado menos en actualizar, si lo comparamos con que cada mes o cada cuatro meses que actualizaba es un gran avance.
Jajaja
La razón por la cual escribo más últimamente, al menos en esta historia cof cof... Es por qué mi vida es una mierda y odio todo en ello... Pero amo escribir así que...bla mejor manera de escapar de mi vida es escribir ...
Espero que les esté gustado la historia y ahora una pequeña pregunta.
¿Quien es la persona que ha entrado a la casa de Marinette?
Os dejo esa tarea y ahora me estoy preguntando si sería buena idea subir el número de mi teléfono aquí... 🤔🤔 Tengo dos números al fin de cuentas y no tengo amigos con quienes hablar. 🤣🤣🤣
Como sea, nos vemos luego.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro