Capítulo 34
Tik Tok, Tik Tok...
Era el sonido de aquel reloj lo que no dejaba que Chloe logrará concentrarse en sus deberes, hoy era el día de la reinauguración de la pastelería y como era de esperarse su orgullo no permitió que ella se permitiera ir.
Estaba enojada con Marinette por haberse ido, pero también deseaba verla, quería saber cómo estaba y que había sucedido en aquellos dos años donde había decidido irse.
¿Se habría enamorado? ¿Habría cambiado?
Eran dos preguntas constante que rondaban por su mente. Deseaba saber de ella pero no le preguntaría a la morena, suficiente tenía con sus reclamos e instancias como para perder su dignidad preguntando por la azabache.
Su mirada se dirigió a el reloj nuevamente, 30 minutos para el evento. Golpeó el escritorio con sus dedos en señal de ansiedad, ¿Sus amigos habrían ido? ¿Estarían ya ahí junto a Marinette?
-maldita sea. -soltó un gruñido y se levantó de su lugar mientras tomaba su bolso y celular para marcar rápidamente a su chófer. - Estevan... Alfred o quien seas, trae el auto a la entrada, voy a un lugar y necesito que me lleves... Rápido. -dijo y colgó.
Tal vez se arrepentiría después de hacer aquello pero debía deshacerse de todas sus inquietudes y la única manera de lograrlo sería ir a la pastelería y ver a la azabache.
Camino con gran rapidez por los pasillos de la empresa, varios trabajadores observando con curiosidad a la joven rubia. Era la primera vez en el tiempo que llevaba laborando que se veía tan.... Ansiosa.
Claro que poco le importaba su imagen a Chloe en ese momento.
-Señorita Chloe... -la voz de Sabrina se escuchó tras ella pero simplemente la ignoro. -Su padre quiere que vaya a una junta con el.
-Dile que no estaré. Tengo algo importante que hacer y no creo que este disponible el día de hoy. -fue lo que dijo y salió del edificio donde su chófer ya se encontraba esperándola con la puerta abierta.
-Buenas tardes señorita.. -saludo el hombre y la rubia simplemente lo ignoro subiendo al coche.
-Llevame a la pastelería Tom & Sabine Boulangerie Patisserie. -dijo con seriedad mientras miraba el reloj de su celular. Faltaba 20 minutos para que el evento comenzará.
Tom & Sabine Boulangerie Patisserie
Dentro del establecimiento una joven de cabello azabache caminaba de un lado a otro mientras terminaba de preparar algunos postres.
- ¿Donde debería colocar está bandejas? - pregunto una mujer mayor con una sonrisa.
-Puedes colocarlo a lado de las tartas de frutillas. -contesto la azabache con una sonrisa y un poco de harina decorando su mejilla.
-Bien, espero que no salga a recibir a los clientes con harina en el rostro. -comentó con cierta gracia la mujer antes de salir de la cocina.
Marinette sonrió un poco y limpio su mejilla con una de las toallas que había por ahí, Amelie era una mujer muy amable y era amiga de su madre por lo que no dudó en venir y ayudarla por este día junto a Mariel su nieta de preparatoria quien parecía muy contenta.
Miro por última vez el lugar para cerciorarse de que todo estuviera en orden y salió hacia el mostrador dejando ver su pastelería nuevamente llena de sus deliciosos panes y pasteles.
Su madre se encontraría orgullosa de ver lo que había hecho con el lugar.
-Bien. -dijo en un susurro. -Amelie por favor coloca el letrero de abierto. -dijo mirando por la ventana del local muchas personas ya haciendo fila para entrar. -ire a ver a Dennise rápido, no creo que siga dormida, a esa niña no se le acaban las baterías. -dijo con una sonrisa mientras la mujer asentía con una sonrisa.
Marinette camino hacia el interior del edificio y entro por una de las puertas que dirigían a su casa, no tardo mucho tiempo y logró escuchar la débil voz de su pequeña.
-Ma... Ma...-su adorable voz sonó fuerte una vez que entro a la habitación de su hija.
-Hola bebé... -sonrió Marinette mirando a su pequeña de año y medio. -Mami tiene que trabajar.. ¿Quieres acompañarme y ayudarme? - pregunto sacándola de la cuna en donde se encontraba.
-Shi. -contesto la pequeña con una risa al final colocando sus pequeños bracitos alrededor del cuello de la azabache.
- Bien, vamos con la señora Amelie, no queremos que ella y su nieta piensen que las estamos utilizando ¿o si? - hablaba como si realmente la pequeña siguiera la conversación.
-Shi. Ma. - dijo la pequeña Dennise y Marinette soltó una pequeña risa.
-Eres mala.. -dijo Marinette besando la mejilla de su hija quien río al contacto.
Era su pequeña hija quien le daba aquella paz que había estado buscando cuando huyó de París, irónicamente también había sido la pequeña la razón por la cual había decidido huir.
Al entrar nuevamente a la pastelería se encontró con varias personas comprando o eligiendo un postre. Esto era algo que ella recordaba, su madre seguramente también tenía estos sentimientos de satisfacción y orgullo al ver la tienda llena.
Dejo a su pequeña sentada en una silla cerca de Mariel que encargaba de la caja.
-¿Todo se encuentra en orden? -le pregunto Marinette a la menor.
-Si, han estado llegando varios clientes. Muchos de ellos han preguntado por tu madre. -contesto Mariel con una sonrisa.
Marinette asintió y le sonrió a la menor.
Ella sabía que la gente preguntaría por su madre, todos lo harían. Pero ella no regresaría con Marinette a París, lo haría después de que arreglará unas cosas con respecto a su familia.
-Mamá. -la dulce voz de su hija quien la regreso a su presente. Sonrió con ternura pero antes de que pudiera hacer cualquier cosa una voz sonó detrás de ella captando su atención y al mismo tiempo paralizandola.
-Veo que te has olvidado de mí chica. -solo hacia una persona en París que se dirigía a ella de esa manera, una persona con la que había compartido una larga amistad.
-Alya... -dijo la azabache volteando su cuerpo para encontrarse con su mejor amiga... O tal vez su ex mejor amiga....
Por como había dejado la ciudad no le sorprendería que ella la odiara, incluso ahora mismo esperaba un golpe de su parte aún cuando h aterraba el contacto hostil.
-Veo que estás bien. -la morena vio a su vieja amiga, había pasado tan solo dos años y al parecer en ese poco tiempo la joven se había vuelto más madura y hermosa.
-Si... - contesto Marinette apenada. -¿Vines tu sola? -pregunto sin realmente saber cómo seguir la conversación que parecía querer comenzar.
-Los demás no pudieron venir... Tenían planes. -contesto Alya fijando la vista en la pequeña niña sentada cerca de la cajera.
Ojos azules y grandes, cabello oscuro ondulado, piel ligeramente morena, sonrisa familiar.
-Ya veo.. -contesto Marinette totalmente incómoda. -entremos a mi casa y hablemos un poco... -propuso rápidamente Marinette rogando no ser rechazada. Realmente extrañaba a su mejor amiga.
Alya vio con asombro como Marinette tomaba en sus brazos a la pequeña niña quien sonreía alegremente ante eso y lo supo en el instante en el que los ojos de Marinette brillaron como como antes.
Mientras tanto en otro punto de la ciudad.
-Tal vez no sea buena idea que vayas. -dijo la joven con un tono preocupado.
-Necesito verla. -contesto mientras tomaba una chaqueta y caminaba hacia la puerta. -ya estuviera ahí sino me hubieras ocultado está información Lisbeth.
-Lo hice por tu bien, hace 2 años volviste a mi llorando por qué ella se fue sin decir nada, estabas devastada y parecía no querer hacer nada más que quedarte en casa a llorar. -atacó la rubia teñida.
-Quiero verla, Lisbeth. Quiero saber la razón por la cual se fue de esa manera. -contesto la castaña con dolor al recordar el pasado. -Sabine no hablo mucho de aquel tema mientras aún trabajaba con ella.
- Evangeline, ni siquiera has tenido contacto con los viejos amigos, no sabes si ella se puso en contacto con ellos o si es ella la que volvió y no su madre.
-¡¿Por qué no quieres que vaya?! -grito la castaña enojada. Quería ir a la pastelería, ya había perdido demasiado tiempo en el departamento y no quería perder más.
-¡PORQUE TENGO MIEDO DE QUE SALGAS AUN MAS LASTIMADA! -grito Lisbeth mientras unas cuantas lágrimas se acumulaban en sus ojos.
Se podía ver más que simple preocupación en aquella mirada, había dolor y algo de miedo reflejados también en ellos. Algo que Evangeline no pudo ver.
-No soy una niña a la que tienes que estar cuidando... Eres mi amiga... -dijo Evangeline caminando hacia la salida ignorando el dolor evidente en la cara de su mejor amiga.
Lisbeth solo pudo ver la silueta de la castaña salir del lugar antes de caer de rodillas al suelo mientras lloraba desconsoladamente.
Ni ella misma podía comprender que era lo que le estaba pasando, tenía miedo de los nuevos sentimientos que la estaban albergando y al mismo tiempo no los aceptaba.
Lo único que tenía claro era que todo era culpa de aquella mujer... ¿Por qué tenía que volver? Evangeline había estado meneando muy bien todo, parecía haber superado todo y ahora .... ¿Simplemente volvía sin decir nada nuevamente?
-Estupida Eva... -susurro la rubia teñida mientras sollozaba. -eres realmente una idiota.
Miren quien decidió traerles un capítulo nuevo.
Y si, no me tarde 4 meses esta vez.
Jajaja
Ahora díganme. ¿Que les está pareciendo la historia hasta ahora?
Espero leer sus comentarios.
Oh y una pregunta más.
¿Que creen que ocurra entre Marinette y Alya antes de que ciertas personas lleguen al lugar?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro