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Capitulo 27.

Los días pasaban y poco a poco las lesiones de Marinette cada vez eran menos visibles. Los moretones iban desapareciendo pero la sonrisa de la azabache no parecía querer volver en un tiempo.

Luego de la pequeña visita de Chloe, Marinette pidió que nadie entrara, solamente su madre, no quería que nadie la viera. Se sentía asquerosa y prefería estar sola antes de que sus amigos la vieran con lastima y pena.

Las terapias y visitas al psicólogo del Hospital ayudaban a Marinette a sobrellevar la situación de una manera, no podía decirse que la chica estaba curada, pero sus ataques de pánico habían disminuido considerablemente.

Lamentablemente la noticia de la muerte del Andrew cambio mucho.

El joven sufrió un derrame cerebral una noche terminando así con su vida y llevando a la joven azabache a una investigación.

La familia del chico exigía justicia y creían que la azabache debía pagar por eso.

-No recuerdo nada... -dijo por cuarta vez.

Desde hace ya unos días unos oficiales habían llegado a su habitación pidiendo información y detalles de lo que había ocurrido aquel día. Pero la mente de la azabache se encontraba en blanco, se negaba a recordar.

-Cualquier cosa sería útil. -dijo el oficial con una sonrisa algo rígida, estaba cansado de lidiar con la joven.

-Solo recuerdo a Andrew tomarme de la mano y obligarme... A... A entrar a la Biblioteca... Corrí, corrí corrí y el me atrapo. Me golpeo, una y otra y otra y otra y otra vez.... Oía sus risas, sus insultos... Y... -su mente quedó en blanco.

Bajo la mirada y comenzó a llorar, siempre pasaba cuando hablaba de eso. No podía entender porque lo hacía ya que no recordaba lo sucedido, pero al parecer subconscientemente si.

El sentimiento de repulsión era grande, y el miedo siempre se apoderaba de ella. Lo odiaba y agradecía que el chico haya muerto.

-bien... Cualquier cosa que recuerde no dudé en informarnos. -dijo el oficial sonriendo y saliendo de la habitación.

La azabache seguía llorando sintiéndose miserable, sucia, estúpida. Quería dejar de sentirse así, quería volver a como era antes....

............

-No por favor sueltame! -grito con desesperación mientras sentía unas manos tocar su cuerpo.

No podía ver, pero lo sentía, sentía aquella horrible sensación de ser tocada en contra de su voluntad.

-Veamos si después de esto ella quiere su juguete devuelta. -dijo una voz ronca y asquerosa cerca de su oído.

-¡¡¡NOOOO!!! -grito al sentir una mano bajar hacia su abdomen y pasar por debajo de su pantalón.

Un nuevo golpe en su rostro provocó que se callara, el sabor a sangre en su boca indicaba que no era una pesadilla.

-Callate perra. -dijo la voz y la azabache sintió unos besos en su cuello.

Asqueroso, rudo, horrible. No quería.

Toques por todo su cuerpo, aquellas manos rasposas tocando su cuerpo, sus pechos, su vientre, sus muslos, piernas, todo.

Los sollozos no paraban al igual que su resistencia.

-Sueltame por favor.. -sollozo y sintió una mano en su cuello apretando fuertemente.

-Dije que te callaras. -su voz sonaba fría y aterradora. -Un simple juguete como tu no debe poner resistencia.. -los ojos de Marinette se encontraban abiertos, buscando desesperadamente a la persona que le hablaba.- Así que solo callate y complaceme como el juguete que eres.

-"No... No... ¡¡NOOOO!! "-era lo que quería salir de su boca pero el miedo la paralizó.

No quería eso, quería que se detuviera, quería que parara.

¿Por que lo hacía? ¿Por que a ella?

Sintió como su pantalón era bajado rápidamente.

-No por favor detente. -otro golpe. -por favor perdoname.. Por favor... No lo hagas... -otro golpe...

-¡Dije que te callaras perra! -grito y su puño se aproximó una vez más a su rostro.

........

Sus ojos se abrieron nuevamente, mientras el sudor frío bajaba por su frente, otra vez aquella pesadilla.

Nuevamente aquel sentimiento de terror vino a ella pero en lugar de entrar en pánico como solía hacerlo, tranquilizó su mente, controló su respiración y su ritmo cardíaco.

Pero las lágrimas siempre caían sin importar si podía controlarse o no, ellas dejaban al descubierto lo frágil que se encontraba.

-¿Que pasa ratón de biblioteca? - esa voz.... -¿Que? ¿Te sorprende verme aquí?

-A...Andrew... -dijo con terror al ver al chico recargado en la pared. -No.. Tu estas... Tu estas muerto... -dijo la chica bajando su cabeza y tomandola entre sus manos, negándose a ver al chico.

-Realmente creíste que podrías deshacerte de mi así? -pregunto el chico con burla.

Los pasos del chico se escucharon y la azabache se estremeció, levantó el rostro aterrada y se encontró con el sonriente rostro del chico cubierto de sangre.

-¡¡¡¡AAAAAAHHHH!!!!

Se levantó abruptamente de su camilla y se alejó lo más posible de el chico. Ella no lo podía diferenciar, pero aquel chico no era real, no era un fantasma.. O al menos no era esa clase de fantasma.

Una enfermera entró rápidamente acompañada del doctor de turno, había pasado un tiempo considerable ante su último ataque pero este parecia completamente diferente, más fuerte, más real.

-Debes entender que tu ahora me perteneces. -no se callaba. -eres mía!!!

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-Entonces ella estará bien? -pregunto Evangeline mirando a la madre de la azabache.

-Con un poco de ayuda y... -pero las palabras de Sabine se vieron opacadas por sollozos.

Evangeline rápidamente fue abrazarla brindandole la fuerza que ambas necesitaba, no podían hacer nada más que esperar a que la chica lograr a salir de esta horrible situación.

La Azabache había sido diagnosticada con estrés postraumático debido a la violación que había sufrido, los doctores aún no podían tranquilizarla sin administrarles tranquilizadores lo cual comenzaba a preocupar las pues los ataques que habían disminuido se habían agravado aún más, era como si la muerte de aquel chico hubiera sido un detonante para ella, arrastrándola hasta lo más profundo de un pozo.

Evangeline sintió un gran dolor en su pecho.  El llanto de la mujer no ayudaba en nada a tranquilizar a la chica quien sentia su mundo caer a pedazos.

-No creo que sea bueno para Marinette permanecer en la ciudad. Al menos no por ahora. -comentó la castaña provocando que la mujer se apartara.

-Que es lo que quieres decir? -pregunto.

-Tal vez Marinette necesite salir de la ciudad, despejarse. Regresar a la Universidad donde todo ocurrió no creo que sea buena idea. -dijo la castaña con la mirada fija en el suelo. -Si me lo permite puedo llevar a Marinette a mi país.

La Sabine miro sorprendida por unos segundos a la castaña antes de finalmente entender la gravedad del estado de su hija.

-Le comentaré.. -dijo la mujer negándose a decidir por su hija.

Evangeline solo asintió antes de despedirse y salir de la casa de las azabaches. Había pasado un gran tiempo sin ver a la chica que tanto queria, y odiaba oir lo delicada que estaba. Estaba segura que cambiar el ambiente que la rodeaba le haria bien, y se aseguraría de ayudarla y apoyarla para salir de la oscuridad que la estaba absorbiendo.

Después de todo prometió amar a Marinette y ayudarla a olvidar todo lo malo. Aunque eso terminara por destruirla a ella.


































Hola he vuelto.

Se que es algo corta a comparación de la anterior pero no tengo tiempo de nada así que aquí tienen.

Diganme que les parece y todo eso.

Nos vemos.

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