-Soy Marinette. -dijo con una dulce voz mientras extendía su mano en forma de saludo.

Eran los inicios de la preparatoria, Chloe había decidido entrar a una escuela pública en lugar de una privada como sus padres querían, fue en ese lugar donde conocía a la persona más importante para ella.

-No me interesa. -respondió la rubia con indiferencia mientras continuaba con su celular.

-Vamos Chloé no seas grosera. -regaño Nino.

-Te dije que no era una buena idea venir Marinette, mejor vámonos. -dijo una morena quien no se molesto en presentarse.

La azabache solo asintió sin dejar de mirar a la rubia quien nunca levanto la mirada.

Aunque apenas habían comenzado la escuela, los alumnos ya estaban divididos en bandos. Populares, deportistas, nerds, raros, y los invisibles.

Por obvias razones la rubia pertenecía al grupo de los populares junto a sus dos mejores amigos y otros con los que ni siquiera les hablaba. Marinette por su parte pertenecía al grupo de los invisibles pues a pesar de ser muy estudiosa, ella no destacaba tanto ni siquiera en ese grupo.

Chloé iba a fiestas mientras que Marinette prefería quedarse en casa leyendo un libro de misterio o romance, Chloé se escapaba cada noche de su casa para ir a cualquier otro lugar mientras que Marinette se quedaba cada tarde junto a su mamá en su panadería. Chloé era obligada a conocer a los hijos de los socios de su padre para sacar algún beneficio mientras que Marinette imaginaba como sería enamorarse por primera vez.

Ambas chicas eran completamente diferentes, tanto economicamente como en personalidad.

Chloé solía ver a Marinette sentada en una de las bancas de la escuela muy concentrada en su libro, solía pensar en lo aburrida y simple que era la chica, no podía destacar nada bueno de ella que no fuera los estudios.

Pero poco a poco ese pequeño e inocente pasatiempo se hizo más grande aunque la rubia no se diera cuenta, el solo verla en los descansos no era suficiente, aveces la buscaba en las primeras horas o en la salida, no sabía la razón.

Poco a poco comenzó a saludarla pero nada más, no podía hacer otra cosa pues lo sentía raro. Pero su suerte fue cambiando cuando Nino comenzó a juntarse con la morena amiga de Marinette, las dos chicas estuvieron en varias ocasiones junto al pequeño grupo, ahí pudo notar la hermosa sonrisa de la chica, su gran inteligencia, su amabilidad y humildad, conoció su pasado y lo que ella soñaba en su futuro, entendió lo delicada que era y lo rápido que podía romperse su corazón.

Su inocencia la atrapó pero lo que la cautivo fue su gran forma de ver aquel mundo que la rubia veía como basura.

-hoy llegó una nueva estudiante desde Italia. -comentó la azabache con una gran sonrisa. -la he invitado a comer con nosotros no se si los moleste. -dijo haciendo una pequeña mueca.

-nada de eso Mari. -dijo el moreno sonriendo.

Ya había pasado más de un año y ahora se encontraban cursando su segundo año de preparatoria, los chicos habian establecido una sólida amistad y ahora se juntaban todos los días en los descansos, Chloé por su parte se permitió establecer una pequeña comunicación con Marinette quien parecía mujer feliz eso. Aunque ahora Chloé lidiaba con unos nuevos y extraños sentimientos al ver a su moreno amigo acercarse demasiado a la azabache.

-Bien. -dijo sonriente mientras se levantaba. -es hora de ir a la siguiente clase. -dijo y los demás la siguieron.

Alya y Marinette iban hablando de sus cosas de amigas mientras que Nino y Adrien tenían una conversación algo privada que sin querer fue oída por Chloé quien iba hasta atrás.

-Oye amigo creo que Marinette me gusta -dijo el moreno con una sonrisa.

La rubia se sintió levemente irritada por saber aquello pero decidió ignorarlo, debía ser por que era su amigo y eso haria que se distanciaran un poco....

-Pues dale amigo. -ánimo el rubio con una sonrisa y por algún motivo la rubia lo odio por eso.

-Es que no lo se... -confeso el chico algo sonrojado. -ella se ve tan distante... Diferente a mi, ella es muy lista y muy linda.

-y lejos de tu categoría. -dijo Chloé pasando por enmedio de ambos, no sabía la razón pero se había molestado bastante.

-Vamos Chloé Nino es un  gran chico este seguro de que le podrá hacer feliz a Marinette. -dijo Adrien  y Chloé solo bufo.- Se que son amigas pero Nino se enamoró.

La rubia solo bufo y siguió su camino, no sabía la razón por la cual se molestaba a la idea de que la azabache saliera con alguien pero lo hacía y no podía hacer nada al respecto.

Los días continuaron y la cercanía de Nino y Marinette era evidente, el moreno seguía a la azabache a cualquier lado y la chica solo parecía ser amable con el chico pues en muchas ocasiones se mostraba incómoda.

-Hola Chloé. -saludo la azabache, parecía haber corrido pues su respiración era irregular y había rastro de sudor en su frente.

-¿Que quieres? -pregunto un poco más ruda de lo que ella quería pero ya no podía cambiar su tono.

-Nada. -sonrió de manera amable mientras se sentaba a su lado. -solo quería leer mi libro y da la casualidad de que te encuentras en mi lugar favorito. -su sonrisa no desaparecía y a diferencia de la que le daba a Nino esta parecía sincera.

-Entonces me voy. -dijo la rubia pensando erróneamente que su presencia era molesta.

-No por favor. -dijo la azabache un poco nerviosa. -me gustaría hablar contigo.

-bien. -acepto la rubia para sentarse nuevamente.

Pasaron algunos minutos y ninguna de las dos decia alguna palabra, Marinette miraba sus manos buscando una forma de decir lo que quería decirle mientras que Chloé no sabía exactamente que era lo que debía decir pues últimamente evitaba estar a solas con la chica.

-Es sobre Nino. -dijo finalmente Marinette.

Chloé dejo de ver aquellos Pajaritos que volaban por el cielo y volteo a ver a Marinette quien seguía viendo sus manos. No sabía explicarlo pero sentía una gran incomodidad hablar sobre eso y sentía una gran molestia oír cualquier cosa referente a una posible relación de el moreno y la azabache.

-No me interesa. -dijo rápidamente la rubia levantándose para irse.

-Pero.. -trato de detenerla pero fue imposible la chica ya se había ido.

Marinette solo suspiro pensando que había algo en ella que la rubia no soportaba, la sola idea de que la chica de ojos azules la odiara le asustaba más de lo que ella imaginaba.

Poco a poco las lágrimas comenzaron a resbalar por su mejilla pues ella sabía muy bien cuales eran los sentimientos que estaban naciendo en ella.

Ella era diferente, ella no era normal, había algo mal en ella y eso la azabache lo sabía. Era anormal, era rara... Eso era lo que la gente se había encargado de hacerla sentir mientras crecía.

“Mira una lesbiana, que asco.” “El es un puto gay de mierda.” “Es asqueroso que te guste alguien de tu mismo sexo. ” “¿Es que no lo sabes? El es gay.”

Esos y muchos comentarios había escuchado desde pequeña, jamás hacia ella pero eso no evito que el miedo en ella creciera.

Tal vez si fuera normal no se sentiría tan fuera de lugar, tal vez no se sentiría como un extraño en su propio mundo... Tal vez dejaría de tener miedo a los demás.

-¿En que piensas?-pregunta Alya ver a su amiga tan pérdida en su mente.

-Creo que me gusta alguien pero esta mal. -dijo la azabache viendo sus manos. Tenía miedo de saber cómo reaccionaria su amiga al enterarse de su naturaleza.

-Dime que no es Nino. -dijo la morena haciendo una mueca de asco fingida.

-No... -pero la azabache no la vio seguía concentrada en sus manos, como si eso fuera lo más interesante del planeta. -Es alguien más.. -su seriedad al hablar hizo entender a la morena que no había tiempo para bromear.

-Ok. -dijo mostrando un poco de preocupación, su amiga parecía asustada y eso no le gustaba nada. -¿Es algo malo el que te hayas enamorado de aquel chico? -pregunto Alya y Marinette sintió su cuerpo tensarse.

Sus ojos comenzaron a cristalizarse y sintió sus manos temblar débilmente. ¿Como decirle a tu mejor amiga que quien te gusta no es un chico si no una chica rubia?

-Lo siento... -se disculpó rápidamente mientras sentía sus lágrimas caer. -Perdóname... -decía como si en verdad fuera malo el enamorarse.

-Mari.. Calma... Tan malo es....?-pregunto asustada por la reacción de su amiga.

-Yo no.. Quise ser asi... Solo.. Yo... Lo siento por favor no me odies... -decía entre sollozos y eso solo aumentaba el miedo de la morena.

-Marinette.. -dijo en alto la morena causando que la pequeña se estremecieron.-De quien fue...?

-Yo... -“Que asco”.-no.. -“El es gay”-me enamore de un chico.. -“Es pecado y arderas en las llamas del inferno por eso.”-me gusta una chica.

Sus ojos se cerraron en modo de defensa, su respiración se corto y sudo frío al imaginar la reacción de su amiga.

La morena se sorprendió al oír la confesión de su amiga pues no imaginaba lo que le acababa de decir, aun así sonrió y tranquilizó a su asustada amiga.

-Tranquila chica. -dijo con calma. -no veo la razón por la que te pongas asi. -Dijo y Marinette solo la vio con miedo.. -eres mi mejor amiga.. No importa de quien te enamores... O de que jajaja te quiero y eso no cambiará. -dijo para finalmente darle un gran y cálido abrazo que logró tranquilizar la atormentada mente de la azabache.

-Gracias... -susurro...

...........

Un pequeño viaje al pasado de ambas chicas.

¿Que les pareció?

Por cierto un compañero de mi trabajo me hizo llorar... Es un grosero conmigo
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Lo siento me encantan los emoticones.

Bay bay.