Su mente se encontraba sumida en aquel libro que recién había adquirido, no le importaba si era un viernes en la tarde y sus únicos planes fueran leer, ella era feliz con eso.

Pero como ya era costumbre su lectura se vio perturbada por la voz de una persona que la azabache reconoció enseguida.

-Mari, hija estas ahi?- pregunto su madre tocando suavemente la puerta.

-Mandé Mama. - dijo la azabache dejando su libro aun lado no sin antes colocarle un separador indicando la página donde se había quedado su lectura.

-Nesecito que cuides la tienda un rato.- pidió la mayor una vez que su hija le abrió la puerta de la habitación.

-Esta bien.- dijo con una sonrisa y regreso a su habitación para tomar su libro nuevamente.

Aunque sus planes hayan cambiado un poco nada le impediría leer aquel libro.

-Gracias hija, no sabes cuanto aprecio que me ayudes en la panadería.- dijo y Marinette sólo sonrio.

Ella era consciente de la situación en su casa pues su madre era la única que cuidaba de ella cuando su padre falleció en aquel accidente automovilístico. Marinette aun cursaba el primer año de secundaria cuando aquel horrible suceso paso, el crecer sin su padre fue algo muy duro pero su madre jamás se dio por vencida y por más que la situación fuera dura siempre luchó por sacar adelante a su hija.

Marinette aun recuerda a su madre llorar noche tras noche pues el trabajo de la panadería le absorbia demaciado tiempo y sin la ayuda de alguien más no podría más, por eso aun cuando se encontraba en la secundaria a sólo un año de graduarse decidió apoyar a su madre en la tienda aun cuando sólo podía en las tardes debido a la escuela.

Eso la hizo perderse de muchas cosas como salidas con sus amigas, o enamorarse de alguien, experimentar lo que cualquier adolescente vive a esa edad. Pero ella no le dio importancia, pues ayudar a su madre era más importante que esas cosas.

- Gracias por su compra.- dijo la azabache despidiéndose de unos de sus clientes habituales.

-hasta luego Marinette.- se despidió la señora mientras caminaba hacia la puerta con su compra en la mano.

Aún cuando no era mucho la pequeña panadería contaba con una gran cantidad de clientes habituales, en su mayoría jóvenes, y aunque la azabache no tenía la menor idea muchos iban sólo para verla a ella.

-Marinette.- dijo en modo de saludo un chico de cabellera china.-Veo que hoy te tocó ayudar a tu madre.-Dijo colocando su charola con panes en la mesa.

-Hola Héctor.- saludo la azabache amablemente sin levantar la mirada pues ella sólo se contraba en realizar su trabajo y no notaba la mirada que el chico tenía en ella.- si, ella tuvo que salir un momento pero no tarda en volver.- dijo y continuo empacando los panes.

-Ya veo...- dijo mientras recorría el cuerpo de la azabache con la mirada sin descaro.-oye no te gustaría no se, salir un día de estos?- pregunto sin titubeos.

-No tengo tiempo pero gracias.- dijo Marinette alzando su rostro sólo para encontrarse con la mirada de aquel chico que la hizo sentir incómoda.-sería todo?- pregunto algo incómoda con la mirada del chico y este sólo asintió.-Serían...- la chica trató de darle el total a Héctor para que este se fuera pero la voz de el chico la frenó.

-No te hagas la tímida, vamos.- dijo sonriendo coquetamente o al menos eso creía el.-O es que tu quieres algo más..- dijo con una sonrisa que incómodo aun más la azabache que deseaba que su madre llegará de una vez

El chico se acercó pasando levemente sobre el mostrador invadiendo un poco el espacio personal de la azabache.

Era la primera vez que el chico se comportaba de aquella manera y esperaba que fuera una broma de muy mal gusto pues le era imposible tratar de manera grosera a aquel chico solo por que era un cliente del lugar.

-Que dices..?- pregunto el chico sonriendo de una manera que desagrado a la azabache.

-yo.. no..- trato de hablar mientras sentía como sus manos comenzaban a temblar y su vista se comenzaba a tornar borrosa.

¿Cómo es que nadie se le había ocurrido entrar a la panadería ahora?

-Vamos no te hagas la santita.- dijo el chico mientras comenzaba a acercar su mano al rostro de la chica.

Marinette cerró su ojos con fuerza debió a él miedo que sentía en esos momentos, ella no estaba acostumbrada a esto, de hecho ella no era de tener muchos amigos cercanos.

Pronto un ruido se escucho y fue acompañado de un quejido eso hizo que Marinette abriera los ojos encontrándose a el chico en el suelo y a una rubia molesta mirando a dirección del chico.

-¡¿Qué demonios te pasa?!- grito el chico desde el suelo mirando con rabia a la chica que lo tiró.

-Eso debería preguntartelo yo a ti.- dijo tranquilamente aunque podía notarse el enojo en su tono.-  ¿Que le haces a mi novia?- dijo y tanto el chico como Marinette abriera los ojos por la sorpresa.

¿Desde cuando eran novias? ¡¡Su corazón no esta preparado para estar cerca de ella!! ¡¿Esto era un sueño?! ¡¿SE IBA A MORIR?!

Era todo lo que pasaba por la mente de Marinette al no saber como reaccionar ante esa declaración.

-¿Novia?- dijo con un todo de asco el chico.- Marinette no es una lesbiana.- dijo el chico como si la conociera de toda la vida como para estar seguro de eso.-Vete de aquí.- dijo el chico mientras se levantaba del suelo.

Marinette sintió su corazón latir rápidamente y grito lo primero que se le vino a la cabeza.

-¡¡A MI ME GUSTA CHLOE!!

La cara de la azabache se había tornado de un tono rojizo, mientras que el chico miraba con asco a la chica.

-Que tontería, ni que estuvieras tan buena.- dijo el chico y salió de ahí molesto dejando a las chicas solas.

Chloe miraba a Marinette quien tenía la mirada baja y aun con las mejillas rojas, ¿No podía ser más adorable?

-¿Que demonios te pasa?- pregunto la rubia mirando a Marinette bajar aun más el rostro.

-Tenía miedo.- confesó la azabache mirando sus manos.- el era muy amable conmigo antes pero no se por que hoy se comportó así.- dijo mientras sentía sus manos temblar.

-¿Que hubiera pasado si yo no llegaba y le mentía sobre que eras mi novia?- pregunto la rubia irritada por ver la actitud de Marinette sin saber que aquello hirió a la más baja.

"Mentira... era una mentira..."- fue lo que vino a su mente y sus lagrimas rápidamente aparecieron.

-Pues no te creyó...- dijo la azabache apretando sus manos contra su ropa.- Si no hubiera mentido yo... también...  el no se hubiera ido.- mintió mientras sentía como un nudo en su garganta se formaba.

Marinette había mentido.... pero las palabras dichas anteriormente eran ciertas..

A ella le gustaba Chloe.

-No me importa.- dijo la rubia encogiendo los hombros.

-Dime algo que no sepa..- dijo la azabache en tono bajo ocultando así su fragilidad.

-Que dijiste?-pregunto molesta la rubia.

-que a ti no te importa nada! Jamás te a importado nada.- dijo Marinette mientras sentía como sus ojos comezaban a arder debido a las lagrimas que querían escapar de su ojos.

-En ese caso te hubiera dejado con ese tipo para que te hiciera lo que sea.- dijo molesta, ¿Por que le era tan difícil hablar con Marinette de una manera en la cual no terminarán discutiendo?

Marinette quiso decir algo más, pero sintió que si lo hacía sólo lloraria por lo que apretó los labios y guardo silencio.

-Hija lo siento tarde un poco pero ya estoy aquí.- La voz de su madre sonó y fue ahí cuando el rostro de Marinette fue levantado sólo para mostrar grandes lagrimas bajando por el rostro de la chica.

No había ruidos ni sollozos, era un silencioso llanto que provocó que la rubia se sintiera una idiota por no darse cuenta antes de las lagrimas que bajaban por aquellos hermosos y alegres ojos que ahora reflejaban tristeza y dolor.

-Mama...- dijo la azabache antes de lanzarse a los brazos de su madre quien la miraba con preocupación.

-Que paso hija?- pregunto mientras acariciaba la espalda de su pequeña.

-Nada Mami.- dijo pero sin separarse de los brazos de su madre.

-Chloe podrías colocar el cartel  de cerrado por favor.- pidió la mayor y la rubia sólo asintió aun sintiéndose mal por lo ocurrido.

-lo siento mama..- se disculpó sabiendo que esto afectaba de alguna manera con el trabajo.

-Nada es más importante que mi hija..- dijo tranquiilizando a su pequeña.

Chloe miro toda la escena en silencio sintiendo su pecho doler al no poder hacer nada para calmar las pequeñas lágrimas de la azabache.

-Yo..- Chloe trató de hablar pero fue interrumpida por la azabache.

-Creo que... ya hemos hablado mucho.. por hoy- dijo Marinette mientras secaba sus lagrimas.-te pido que te retires.- dijo mientras se apartaba de su madre y caminaba hacia el interior de su casa.

-Lo siento Chloe, ya sabes como es la niña cuando se pone así.- se disculpó la señora sabiendo la relación que ambas chicas tenían.

- si no hay problema.-dijo Chloe bajando la mirada. Pues aun que lo disimulaba muy bien le dolía el rechazo por parte de la azabache.-Adiós.- se despidió mientras caminaba hacia la salida junto con dos entradas de cine en su bolsillo del pantalón.

Ambas chicas se negaban a creer que sus sentimientos eran correspondidos por la otra y esto sólo traera malentendidos y lagrimas...

Hola a todos.

Bueno aquí les traigo el primer capítulo el cual no esperaba terminarlo tan rápido pero la inspiración me ganó y las ganas de compartirlo también.

Espero que les guste tanto como a mi me gustó escribirlo.

Ya saben voten y comenté que eso me anima a continuar
escribiendo para ustedes.

Bay Bay

...