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08

Después de su hermosa cena volvieron al departamento, los mayores volvieron a dormir con los más pequeños y el adolescente volvió a disfrutar una cama para el solo.

Todos durmieron felices esa noche, incluso podría decirse que durmieron con una leve sonrisa adornando sus rostros.

Jungkook fue el primero en despertar, cosa que lo sorprendió ya que de los dos él era el más flojo. Miró hacia un lado y se encontró con la imágen más hermosa de todo el mundo. Yugyeom tenía sobre su pecho a Jungwon quien dormía con su boquita abierta con un brazo de Yugyeom sobre su espalda, JeongIn estaba siendo abrazado por el brazo restante. Los tres se veían tan tiernos que no pudo evitar tomar su celular y capturar ese hermoso momento en una fotografía, la cuál guardaría para él por siempre.

Le gustaba la nariz respingada de Jungwon, sin duda era el bebé más precioso de todo el mundo. Después miró a JeongIn, él era la definición de alegría, siempre hablando y riendo de cualquier cosa, sin duda el niño tenía un alma llena de luz. Y por último estaba Yugyeom, Yugyeom si dejaba de lado lo irritante que podía ser, llegaba admitir que era el hombre más atractivo que sus ojos hayan visto.

Jungkook había rechazado muchos hombres y mujeres, y no era que él se cayera superior o que nadie estaba a su altura, simplemente nadie había llamado su atención, nadie excepto Yugyeom. No sabía muy bien que era lo que lo cautivaba, pero estaba seguro que el único ser humano en la tierra que podía conquistarlo era él, solo él.

Aunque nunca lo admitiera lo admiraba muchísimo, admiraba que habiera mandado a la mierda a su madre y hubiera luchado por sus sueños, solo, sin ningún apoyo. Jungkook no sabría enfrentar su vida sin el apoyo de sus padres, él admitía que era más sensible que Yugyeom, necesitaba el apoyo de alguien como sus padres para tener ánimos.

Ahora la otra cosa que estaba cautivando aún más a Jungkook era la nueva faceta de Yugyeom padre, era algo fascinante. Le gustaba ver cómo jugaba con JeongIn o como dejaba que Jungwon estuviera mucho tiempo mirando y tocando sus tatuajes.

Nunca había visto a Jungkook como lo estaba la noche de su graduación, los ojos le brillaban y parecía un cachorrito. Eso lo hizo sentirse bien, lo hizo sentir orgulloso por preparar la sorpresa, hizo sentir orgullo por los niños, se habían esforzado tanto por mantener el secreto, sobre todo JeongIn.

Cuando Jungkook les había dicho que tenía planeado inmediatamente se pusieron de acuerdo para hacer una sorpresa, le pidieron hacer pulseras de familia.

Se veían tan ilusionados mientras preparaban todo, le hizo preguntarse si nunca habían tenido un momento así con sus padres biológicos, si nunca pudieron preparar una sorpresa, si nunca pudieron vivir tales emociones. Con tan solo ver a los niños la respuesta llegó, no, nunca habían podido vivir algo así. Todo lo que hacían era nuevo para ellos por su emoción, su corazón se estrujó en ese momento, nadie merecía eso. Nadie merecía haber sudo privado de vivir tales emociones.

Yugyeom se removió un poco lo que lo hizo pegar un brinco, estaba mirándolo tan atento que se asustó que este lo pillara así ¿Yugyeom tendría novia o novio? Aunque para ser sinceros ambos sabían muchas cosas sobre las vidas de su compañero podía este ocultar eso, podía ocultar que estuviera en una relación, más cuando esté suele salir todo el fin de semana y no volver. Suspiró, estaba bien, si Yugyeom tenía pareja estaba bien, él no era de su pertenencia y el tener a los niños a su cuidado no lo limitaba a nada.

Decidió levantarse, ya era tarde así que el desayuno se lo saltarían, aunque eso no fuera muy saludable.

Quería dejar listo el almuerzo y prepararse, debía juntarse con un compañero para terminar un trabajo, para su tranquilidad su compañero era de los poco que nunca le habían dicho algo, de lo que no pasaban rumores sobre él, además de que era agradable.

Se levantó sin hacer ruido y se dirigió a la cocina. Le gustaba cocinar porque su mamá le había enseñado todos sus secretos, él era bueno cocinando y era una de las pocas cosas que Yugyeom había destacado de él. No era que Jungkook hubiera cocinado mucho para Yugyeom, pero cuando hacía algo que olía bien el rubio terminaba comiendo aunque él no le ofreciera, también cuando se enfermaba solía cocinar cosas especiales para él.

Mientras cocinaba se puso a pensar que en realidad ambos se preocupaban mucho entre ellos, cuando alguno de enfermaba se cuidan, compraban remedios, eso no significaba que dejarán de insultarse pero al menos se cuidaban.

A veces habían llegado incluso ayudarse en trabajos para la Universidad, o quedarse hasta tarde dándose ánimos para continuar con la maldita vida universitaria. Cuando Yugyeom llegaba con resaca Jungkook siempre lo ayudaba con algún té, el rubio se preocupaba cuando Jungkook debía trabajar hasta más tarde, incluso había días en los que lo iba a buscar a la librería. Eran pequeños detalles que antes le parecían indiferentes, pero ahora cobraban algo importante en su interior, no sabía porque aún no podían dejar sus diferencias de lado y quizás ver otra forma de llevar su relación.

No quería hacerse iluciones, quizás era por los niños que ambos habían comenzado acercarse más y lo había confundido. Pero él no estaba confundido respecto a lo que sentía por Yugyeom, eso lo había aceptado meses atrás confesándose frente a su amiga, lo confundía como Yugyeom se había estado comportando, quizás solo era amabilidad o no quería molestarlo frente a los niños. Él no creía que el rubio sintiera algo como lo que él sentía, eso sería imposible.

—¿Que estás haciendo?— pegó un saltó por la sorpresa. Ni siquiera había notado cuando Yugyeom había entrado a la cocina.

Se giró y lo miró. Vestía solo un buzo cubriendo sus largas piernas dejando todo su dorso al descubierto ¿Porque era tan hermoso? Volvió su vista al almuerzo intentando desviar sus pensamientos de la hermosa vista que tenía.

—Eso huele bien— lo sintió moverse por la cocina, de un momento a otro lo sintió parado justo detrás de él, su respiración chocaba contra su nuca logrando provocarle un escalofrío.

¿Que carajos eran esas cosas dando vueltas en su estómago? Debían detenerse. La mano de Yugyeom tomó su cintura con seguridad, no entendía porque no podía alejarlo como lo hacía siempre, simplemente empujarlo e insultarlo. Pero no podía ¿Le gustaba tenerlo cerca? ¿Y porque las malditas cosas en su estómago no dejaban de dar vueltas?

—Espacio personal— logró murmurar nervioso. La mano libre de Yugyeom lo tomó del otro lado y lo acercó, logró sentir su pecho pegado a su espalda.

—No, me gusta tenerte cerca— sintió la voz ronca justo en su oído enviándole una corriente que le recorrió cada centímetro de su cuerpo.

—Yugyeom...no seas pesado, voy a golpearte— amenazó pensando que así se alejaría, pero no, las manos del rubio fueron a parar al estómago de Jungkook, justo donde sentía esas cosas raras bailar

—¿Te cuento un secreto?— esto sonaba como si fuera hacer una de las muchas bromas que esté le jugaba, pero no había rastros de diversión en su voz, en realidad sonaba serio.

—Si me sales con alguna estupidez voy...

—Quiero poner un bebé aquí.

Jungkook se quedó quieto. Yugyeom se refería a su estómago. Yugyeom quería poner un bebé en su barriga. Yugyeom quería embarazarlo.

¿Cómo respondía a eso? Si claro, si quiero gemelos incluso, o lo golpeaba para que dejara de decir estupideces.

—Huele muy rico— bendito y bonito JeongIn, por eso amaba mucho a JeongIn, porque siempre llegaba cuando más lo necesitaba.

Yugyeom se alejó. Suspiró aliviado, no sabía cómo responder a lo que había dicho, era algo muy raro ¿Yugyeom sabía que para lograr embarazarlo debían tener sexo? ¿Había ignorado esa parte importante? Al parecer sí, porque había soltado eso sin si quiera pensarlo.

—En un momento estará listo el almuerzo, si quieres pueden tomar un yogurt— ofreció sonriéndole al pequeño.

Sintió la mirada de Yugyeom, también sintió sus mejillas rojas, no había notado cuando estás se habían puesto rojas.

Uh, maldito Yugyeom.

Después de comer, dejo a todos que lavaran los platos mientras el se duchaba. Había acordado juntarse en una cafetería que comúnmente los estudiantes utilizaban para sus trabajos y estudio. No había aceptado ir a la casa del chico ni tampoco que este viniera al departamento, no quería gente extraña cerca de los niños. Se vistió como solía hacerlo, tomó sus cosas y las puso dentro de la mochila. Al salir los encontró jugando vídeo juegos.

—¿Jungkook clases?— preguntó Jungwon caminando hacia él para que lo tomara en brazos, lo hizo y depósito un pequeño beso en su mejilla.

—No, tengo que realizar un trabajo— respondió.

—¿Y porque no lo haces aquí?— preguntó Yugyeom concentrado de que su personaje matará al de JeongIn. Debían hablar de lo violento que eran esos juegos.

—Porque debo hacerlo con un compañero.

De repente los cuatro se le quedaron mirando, sin importar que pasaba en la consola.

—¿Que?— preguntó confundido.

—¿Vas a tener una cita?— preguntó Minho.

—¿Vas a tener una cita con un compañero?— esta vez fue Yugyeom el que preguntó.

—No, les estoy diciendo que debo hacer un trabajo— respondió. ¿Debía comenzar acostumbrarse a los celos de estos?

—¿Y porque no lo hacen aquí?

—Porque no quiero un desconocido aquí— se le hacía tarde así que bajó a Jungwon y le dió un último beso— Nos vemos más tarde, adiós.

Dicho esto, salió del departamento sin dejarlos decir algo más. Tomó un taxi y en media hora estuvo fuera del local, al entrar busco al chico. Al encontrarlo camino hacia él agradeciendo que este fuera puntual.

—Hola— saludo sin sonreír.

—Hola.

Comenzaron hacer el trabajo inmediatamente, agradecía que el chico no comenzará a preguntar cosas sobre su vida o intentar saber si los rumores sobre él eran reales. Solo hablaron cosas del trabajo y de vez en cuando el hacía una broma que Jungkook respondía con una risa falsa, sus chistes no eran para nada divertidos.

En algún momento llego a sentirse observado, pero no le dió importancia y siguió haciendo el trabajo.

—La próxima semana estamos preparando una fiesta de nuestra facultad, deberías ir— le dijo el chico, del cuál ni siquiera recordaba el nombre.

Jungkook hizo una mueca ¿Una fiesta con sus compañeros que les gustaba burlarse y crear rumores sobre él? No gracias, prefería mil veces cortarse la cabeza antes de ir a una fiesta con ellos.

—Uhm, no tengo tiempo— respondió terminado de escribir la parte del trabajo.

El chico hizo una mueca, la que hacían sus compañeros cuando preguntarían algo estúpido

—Si...escuché algo sobre eso— habló, Jungkook apretó su mandíbula, comenzando a enojarse. No iba a comenzar a negar lo que sea que hayan dicho ya que era inútil, aunque los rumores fueran sobre él, nadie le creía cuando decía la verdad— Fuiste inteligente.

Apretó los puños— ¿Inteligente por qué?

—Digo...los arquitectos ganan buen dinero con su trabajo.

¿Ahora que mierda habían dicho?

—Disculpa, pero no sé a qué te refieres— respondió enojado, aunque eso ya le hubiera pasado un millón de veces.

—Ya sabes, de que tú amarraste a un graduado de la facultad de arquitectura esperando un hijo de él.

Eran unos malditos, unos malditos mentirosos. ¿Pero que podía hacer? No pida defenderse, no podía acusarlos y aunque quisiera no podía golpearlos.

—Eso no es verdad— murmuró intentando no soltarle un golpe ahí mismo.

—Vamos, no tienes que mentir conmigo. Todos sabemos que vives con él, además no es como si tuvieras de que quejarte, el tipo tiene plata y además es guapo, mucho más de lo que te merecías— sonrió burlón.

Algo en el interior de Jungkook se contrajo ¿Pero porque le dolía? ¿Porque lo hacía sentir tan miserable? Sería porque él quería a Yugyeom, pero no sé sentía lo suficiente como para enamorarlo.

—Y si está esperando un hijo mío ¿Que te importa a ti pedazo de imbécil?— un grito lo saco de su trance para darse cuenta de que Yugyeom estaba ahí, y estaba enojado, muy enojado, tanto que no dudo en ponerse de pie para detenerlo.

—No te enojes, amigo. Yo solo decía lo que escucho.

—Mira, en primer lugar, no soy tu amigo. Segundo, deberías tener un poco más de cerebro para no decir lo que escuchas ¿Que eres? ¿Un loro? Y tercero, no vuelvas hablar así de él porque si no te parto la cara— le gruñó intentando avanzar, pero Jungkook lo detuvo.

—Jungkook vámonos de aquí.

Tomó sus cosas y lanzó unos cuantos billetes para pagar la estadía, tomó el brazo del más alto y lo empujó hacia la salida sorprendiendose de encontrar a los niños ahí.

—¡Jungkook!— JeongIn corrió a sus brazos y se aferró a su pierna, este le acarició el pelo sonriendo.

—¿Debería volver y romperle la cara?— gruñó Yugyeom que aún no lograba calmarse.

—Deberías— respondió Minho asintiendo.

—No, nada de golpes. Luego me explican porque están aquí pero ahora quiero que nos vayamos— tomó la mano de Yugyeom, pero este seguía enojado— Por favor, Yugyeom.

Lo miró con ojitos de cachorro y este accedió, entrelazó sus dedos y lo guío hacia su auto que estaba estacionado a unos metros del local. Nadie dijo nada en el camino, el ambiente estaba tenso. Quería volver y dejar que Yugyeom lo golpeara, pero eso hubiera sido peor, ahora los rumores debían estar cambiando, diciendo que la pareja de Jungkook era violento, no sé sorprendería que luego dijeran que Yugyeom lo maltrataba.

Al llegar al departamento Yugyeom camino rápidamente a su habitación sin decir ni una palabra.

—Minho esperen aquí, voy hablar con él— el mayor asintió.

Entró a la habitación, el rubio estaba sentado en la cama, aún estaba enojado, lo podía notar por lo tensa que se veía su espalda.

—Ya no estés enojado, es un imbécil, pero puedo manejar ese tipo de cosas— le dijo sentándose a su lado.

—¿Siempre son así?— preguntó mirándolo. Jungkook bajo la vista y asintió avergonzado, se sentía como un niño que le decía a su mamá que le hacían bullying, pero esto no era el colegio y se suponía que sus compañeros debían ser más maduros.

¿Porque eran así? ¿Porque debían inventar rumores sobre él para divertirse? ¿Es que acaso les había hecho algo?

Sin darse cuenta unas silenciosas lágrimas bajaron por sus mejillas haciendo que las limpiará rápidamente tratando de que Yugyeom no lo viera llorar, pero era tarde, lo había hecho.

Rápidamente el rubio lo atrajo hacia su cuerpo abrazándolo, dejando que la cara de Jungkook se pegará a su pecho y pudiera soltar todas las lágrimas que tenía acumuladas.

—Son unos imbéciles, no tienes que hacerles caso. Cuando las palabras vienen de gente que no te conocen no debes hacerles caso, solo debe importarte lo que dicen las personas que quieres y ni siquiera esas personas tienen el poder de hacerte sentir mal. Solo tu tienes poder sobre tí, porque solo tú te conoces de verdad.

Pasó sus brazos por el abdomen del mayor para poder abrazarlo más fuerte— No les hagas caso, no importa lo que digan, y si preguntan dile que vamos a tener quintillizos, que están todos invitados al baby shower.

Jungkook río por la ocurrencia de Yugyeom— Gracias.

—No me agradezcas. Lo único que te pido ahora es que no les hagas caso, a nada de lo que dicen, tu eres maravilloso y te mereces lo mejor de este mundo.

Volvió a sentir cosas raras en su estómago. Cerró sus ojos disfrutando de las caricias que el rubio había comenzado a dar en su cabello, le gustaba el calor de Yugyeom, le gustaban sus brazos, su pecho, su pelo, le gustaban sus palabras. Le gustaba Yugyeom.

Sintió otros bracitos rodearlo y al abrir los ojos se encontró siendo abrazado por todos, incluso por Minho que era el que menos le gustaban las mientras de cariño. Se sentía bien ser reconfortado por su familia.

Si, por su familia.

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