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04

Despertó alrededor de las 11 AM porque sintió un líquido tibio que empapaba las sábanas. Abrió sus ojos mientras arrugaba su nariz, preguntándose que carajos era eso.

Levantó las sábanas y se dió cuenta que era Jungwon quien se había orinado, el pequeño se le quedó mirando para luego comenzar a llorar.

Jungkook se sorprendió e intento acercarse para calmarlo, pero este comenzó a llorar aún más fuerte, asustando al mayor, no sabía que pasaba y se sentía muy nervioso. En pocos segundos Minho llegó a la habitación mirando la escena.

-Uh, el a veces tienes estos accidentes- habló avergonzado tomando a su hermano en brazos que no paraba de llorar.

-¿Por qué llora?- preguntó Jungkook apunto del colapso. No podía soportar ver al niño llorar y no poder hacer nada para ayudarlo.

-Es que mis padres solían pegarle cuando esto pasaba, está asustado- respondió Minho mirando al suelo.

Jungkook casi rompe en llanto ahí mismo, de impotencia, de rabia y de profunda pena.

-Hey, Jungwon- le habló. El niño se aferró aún más a su hermano.

-Jungwon, es Jungkook, él no te hará nada- susurró el hermano mayor. El pequeño levantó su vista con lágrimas cayendo por sus mejillas.

-No te haré nada, tranquilo- le hablo calmadamente. El niño estiró sus brazos a lo que Jungkook lo cargo gustoso, sin importarle ensuciarse- Tranquilo, bebé. Esto le pasa a cualquiera.

Se quedó un rato abrazando al niño, sintiendo sus ojos aguarse. Eran unos pequeños niños ¿Cómo alguien pudo hacerles tanto daño?

-Minho, ¿Podrías darle un baño? Mientras yo cambio las sábanas y me ducho- propuso Jungkook.

Minho asintió y aunque el pequeño no quería separarse de Jungkook este término cediendo dejándose cargar por su hermano. Cuando Jungkook quedó solo dejo fluir las lágrimas que tenía acumuladas, él era un persona un poco sensible y cuando alguien lloraba solía hacerlo de igual manera.

Aunque ver a Jungwon tan asustado por solo mojar la cama le hizo sentir como mierda, más no poder calmarlo lo hizo desesperarse que estuvo a punto de llamar a Yugyeom. Sabía que debía controlar sus emociones y ser más fuerte por los niños, pero había sido una situación difícil para él.

Cambio las sábanas mientras sollozaba y su cuerpo daba pequeños espasmos por el llanto. Sintió su celular sonar, lo levantó y se dió cuenta que era Yugyeom. Intento calmar sus lágrimas para contestar.

-¿Si?- preguntó en un sollozo.

"¿Jungkook? ¿Estás llorando?"

¿Como mierda sabía que estaba llorando solo con una palabra?

"¿Que pasó? ¿Estás bien? ¿Los niños están bien? Voy a la casa inmediatamente."

-No, no, no. Es...espera, solo tuvimos un pequeño accidente- sollozo sentándose en la cama.

"¿Que accidente? ¿Que pasó? ¿Están bien?"

-Es que...Jungwon orinó la cama y él pensó que yo lo golpearía y comenzó a llorar. Huyó de mi...- su llanto se hizo más fuerte.

"Oh, ya veo. ¿Cómo están las cosas ahora?"

-Minho lo calmo y luego dejo que lo cargará. ¿Te das cuenta? ¿Todo lo que debieron pasar como para que el piense que lo golpearía?- intento secar sus lágrimas.

"Son unos malditos imbéciles. ¿Estás bien? ¿Estás más calmado?"

-Si, un poco- susurró. Escuchar la voz de Yugyeom lo había calmado, pero no iba a decírselo.

"Eso, mantente tranquilo, yo llegaré pronto. Si Jungwon ya se calmó tu también tienes que hacerlo ¿Si? No es bueno que los niños te vean llorar, se que no estás llorando frente a ellos, pero debemos ser fuertes para ellos ¿Okay?

-Lo sé, lo estoy intentando, pero soy un maldito sensible- arrugó su nariz mientras hablaba.

"No es cierto. Solo tienes un corazón muy grande que siente mucho."

Buenos quizás eso era lo más lindo que le había dicho en mucho tiempo.

"En primer lugar te estaba llamando porque estoy en la tienda y no se que vaso llevar. Hay de Avengers pero no sé si a los niños les gustará...¡No espera! Acabo de ver los vasos perfectos."

-No vayas a traer alguna mierda rara- le advirtió mientras rascaba su nariz.

"Confía en mí. ¿Estás mejor ahora? Tengo que cortar, pero si necesitas que me quedé lo haré."

¿Por qué se había vuelto más considerado y atento ahora?

-Estoy bien, no te preocupes. Ahora ya te dije, nada de vasos raros y trae helado, tengo un antojo- pidió.

"Ni siquiera te toque anoche ¿Cómo es que te embarace?"

Y ahí estaba el descarado maldito que él conocía.

-No seas imbécil- Jungkook pensó unos segundos en si decir lo que había pensado y al final decidió hacerlo- Además yo si recuerdo que anduviste de mano larga.

Yugyeom guardo silencio un momento.

"Es un tic nervioso."

-Eres...Dios, me tengo que bañar y no tengo tiempo para tus cosas. Adiós- dijo avergonzado.

"Adiós, trasero lindo."

A Jungkook no le dió tiempo de insultarlo porque Yugyeom ya había cortado la llamada, seguramente para evitarse los insultos del pelinegro.

Jungkook hizo lo que dijo que haría, cambio las sábanas y lavo las sucias, luego se dió una ducha para encontrar a los tres niños sentados en el sillón.

-¿Pasa algo?- preguntó al sentir el nerviosismo de los niños.

-Los tres queríamos pedir perdón por lo de recién, Jungwon está trabajando para que no vuelva a pasar- susurró Minho.

Jungkook caminó hacia ellos y se inclino para quedar a su altura.

-Miren, esto que pasó no es un problema, todos mojamos la cama más de una vez cuando niños y estoy seguro que alguien hasta incluso siendo adultos- los tres rieron- A lo que voy es que no me enfadare, son cosas que pasan y no hay porque hacer problema por eso.

-¿No nos abandonaras?- preguntó JeongIn mirándolo atentamente.

Jungkook sonrió- Claro que no. Al único que quiero abandonar es a Yugyeom, pero no puedo.

Los niños volvieron a reír. JeongIn fue el primero en abrazarlo para luego hacerlo los demás. El corazón de Jungkook se llenó de una extraña sensación que no había sentido nunca, era tan reconfortante ser abrazado por esos niños.

-¡Familia, llegué!- anuncio Yugyeom mientras entraba con bolsas en sus manos.

-Eramos felices...- susurró Jungkook.

-Entonces me llevo de vuelta este delicioso helado de choco menta- Yugyeom lo levantó para que Jungkook viera que era verdad.

-Eramos felices...pero ahora somos más felices- lo miró con una sonrisa falsa mientras Yugyeom hacia lo mismo.

-¿Cómo están los renacuajos?- preguntó revolviendo el pelo de JeongIn quien le sonrió.

-Tuvimos un accidente, pero está todo bien- respondió JeongIn.

-Eso está muy bien- dijo Yugyeom sonriendo- Les traje algo...

Sacó de sus bolsas tres vasos con la forma de los marcianos de Toy Story. Se los entregó a los niños, JeongIn y Jungwon los miraron sonrientes mientras Minho los veía divertido.

-También compré dos para Jungkook y para mí- uso ese tono de voz que Jungkook conocía muy bien cuando haría una broma o comentario sarcástico.

Sacó esta vez de la bolsa dos vasos, uno con forma de la señora cara de papa y su señor cara de papa. Jungkook lo miró mal pero también debía admitir que le había encantado la idea, aunque ellos dos ya no eran unos niños.

-Gracias- dijeron los cuatro al unísono.

-Nos has salvado, estamos agradecidos- dijo JeongIn intentando imitar la voz de los marcianos, que lo hizo ver demaciado tierno haciendo que Jungkook apretara sus mejillas.

-Empacaré tus ojos furiosos y tus dientes de conejo- dijo Yugyeom burlándose de Jungkook.

-Sigue y te dejare sin almuerzo- gruñó Jungkook mientras cocinaba.

-Si tú haces eso yo no te doy helado- contra atacó sabiendo que ese sabor era el favorito de Jungkook.

-Okay, paz- respondió el pelinegro demaciado concentrado para seguir peleando.

-¿Necesitas ayuda?- preguntó.

Jungkook negó, estaba a punto de terminar.

-Solo pon la mesa.

En unos cuantos minutos los cinco estuvieron almorzando.

-¿Tienes clases hoy?- preguntó Yugyeom.

-Si- respondió limpiando la boquita de Jungwon que se había ensuciado con la comida.

-¿Hasta que hora?

-5 pm. Pero luego tengo que ir a la librería porque me necesitan ahí.

-¿Hasta que hora?

Jungkook levantó sus dedos indicando las ocho de la tarde. A Yugyeom le molestaba y preocupaba que el trabajo de Jungkook a veces lo mantuvieras hasta tan tarde, teniendo este que volver en autobús.

Luego del almuerzo Jungkook se preparó para ir a la universidad. No sé arreglaba mucho para asistir ya que nunca estuvo interesado en atrae a nadie.

-Me voy. Se cuidan y no le hagan mucho caso a Yugyeom- dijo dándole un beso a cada uno.

-¿Y el besito de Yugyeom?- preguntó este estirando sus labios. Jungkook le hubiera lanzado un golpe si los niños no hubieran estado ahí.

-Adiós.

-¡Me avisas cuando salgas del trabajo!- le gritó Yuyo después de que Jungkook desapareciera.

Los cuatros se quedaron en silencio hasta que JeongIn habló.

-¿Que es esto?- preguntó refiriéndose a los tatuajes que decoraban el brazo de Yugyeom.

-Son tatuajes ¿Quieres uno?- preguntó y Jungwon no debió asentir.

Jungkook amaba su carrera, la literatura era lo que más le apasionaba en su vida, aunque tuviera que aguantarse los comentarios estúpidos de sus compañeros, el no sabía si eran unos niños o gente ya adulta, porque sus burlas y comentarios eran dignos de niños pequeños. Como su amiga Sumni siempre decía "La gente estúpida dice cosas estúpidas" así que los ignoraba, al menos la mayoría de las veces.

-Que lindos, unos niños, eso es genial. Tu eres su madre y Yugyeom es el padre- al parecer no había sidl bueno contarle sobre los niños.

-No hables tonteras.

-No son tonteras, además si por fin sales con Yugyeom le puedes pedir que le parta la cara al maldito de Mingyu.

Mingyu era un dolor de culo. El chico era su compañero de trabajo y estaba obsesionado con que Jungkook saliera con él, se lo pedía siempre que tenía oportunidad y aunque lo había rechazado muchas veces, algunas no con buenas palabras, el seguía insistiendo.

-Yo mismo le partiré la cara si intenta besarme otra vez- gruñó recordando el episodio.

-Tu lo golpeas y yo lo pateó- sonrió por las palabras de su amiga. Sumni era la única persona en el mundo que consideraba su amiga, ademas de su madre. Sus padre vivían alejados de la ciudad en un tranquilo pueblo y aunque Jungkook los adoraba, quiso abrir sus alas para cumplir su sueño.

Su relación era buena, pero con su padre era superior, ese hombre era lo mejor de su vida.

Amaba tanto sus clases que no tenía tiempo para escuchar los comentarios sobre su cuerpo. Ahora no siquiera tenia tiempo para bajar su autoestima pensando en todo lo que decían sobre él. Al finalizar se despidió de Sumni y caminó hacia su trabajo que se encontraba cerca.

Dentro de cinco minutos estaba ahí, al entrar la primera persona que vio en la caja fue a la rata inmunda de Mingyu.

-Hola, Jungkook- sonrió.

Dios. No es que le fastidiará que Mingyu estuviera enamorado de él, eran sus insistencias, a veces se llegaba a sentir acosado por el chico. Además, sus amigos solían decirle a Jungkook que no fuera malo y le diera una oportunidad, se sentía presionado y eso no le gustaba para nada.

-Hola Mingyu- saludo cortésmente.

Camino hacia su jefe para que esté le diera indicaciones de lo que debía hacer.

-Caja- dijo simplemente.

Mierda, mierda, mierda. Este iba a ser un turno demasiado largo.

Decir que había sido un fastidio era poco, el chico prácticamente estaba encima suyo, preguntándole cosas y queriendo coquetear. Cuando había hablado sobre el tema con su jefe la única respuesta había sudo que el chico era inofensivo así que no podía hacer nada. Inofensivo sus pelotas, aquí no se tomaba en cuanta su incomodidad, además una persona inofensiva no intentaría besarlo a la fuerza.

Fue un largo turno, pero por fin había llegado al departamento. Abrió la puerta y los encontró haciendo poses raras mientras Minho les sacaba fotos.

Y fue cuando se dió cuenta. Los niños estaban solo en boxer, igual que Yugyeom, con dibujos por todo su cuerpo, dibujos demasiado perfectos para haber sido hechos por ellos mismos.

Yugyeom, maldito, Yugyeom.


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