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Especial, YoonMin

—•°✨°•—

Su relación había avanzado. Al menos se mantuvieron como amigos un año, habían varias razones por las cuales su corazón aún no se sentía lo suficientemente preparado para pedirle ser su novio, aún no se sentía lo suficientemente valiente para pedírselo, tampoco sentía que merecía al pelirrojo. A él le costaba poder entregarle el mismo cariño, no quería que Jimin remara solo en su relación, el quería entregarle lo mismo.

Pero el detonante para por fin pedirle que fuera su novio oficial, aunque realmente ellos ya parecían novios, fueron celos, celos de parte de Yoongi.

A mitad de año llegó a su colegio una chica que venía de intercambio, su nombre era Lisa. La chica se le había pegado a su pelirrojo como un parásito y su escusa era que lo encontraba tierno. Se había aguantado bastante tiempo no gritarle para que se alejara de su bolita, pero se había contenido porque por más que ellos fueran muy cercanos aún no eran pareja y el no se sentía en posición de reclamar nada. Pero una tarde que se había puesto tan celoso que se marchó a su casa enojado, luego vio unas fotos donde Jimin y Lisa habían ido a comer juntos.

Pidió permiso a sus padres y salió corriendo hacia la casa del pelirrojo, quería solucionar ese problema o se volvería loco. Tocó la puerta y la madre de Jimin le abrió con una sonrisa indicándole que su hijo se encontraba arriba en su habitación. Subió corriendo, el pelirrojo se encontraba acostado en su cama jugando con su celular. Sin dudarlo dos veces se subió sobre el dejando su cara muy cerca a la del pecoso.

— ¿Qué pasa...? — Pregunto sorprendido por la actitud del pelinegro.

— Sé mi novio — Pidió aunque no parecía una petición.

— ¿Me lo estás pidiendo? — Su boca se abrió en sorpresa. El otro asintió — No puedo creer esto, pensé en pedirtelo yo a ti...

No lo dejo continuar porque juntó sus bocas besándolo dulcemente, saboreando sus pequeños labios rosa que se tardaron en corresponder pero que luego de unos segundos comenzaron a moverse a su ritmo, sus brazos se pasaron por la nuca del más alto para mantenerlo cerca.

Cuando se separaron Yoongi se mantuvo mirándolo fijamente mientras Jimin comenzaba a reír nervioso — ¿Por qué me miras así?

— No quiero que Lisa este cerca tuyo — Soltó las palabras que llevaba atoradas en su garganta durante mucho tiempo.

— No puedes estar celoso de Lisa — Le dijo divertido.

— Si puedo, y ahora que eres mi novio la voy a mantener alejada de ti — Le respondió seguro.

— Ni siquiera te dije que aceptaba — Murmuró.

Yoongi lo miro un momento y volvió acercar su boca para besarlo nuevamente, dándose el tiempo de morder levemente el labio inferior que ya estaba rojizo por los besos — Yoongi, Lisa es mi amiga — Susurró cuando esté se alejo un poco, pero aún podían sentir sus respiraciones juntas.

— Sé mi novio — Volvió a decir mirando intensamente esos ojos azules que lo hacían perderse. Para el Jimin era una mezcla del mar en sus ojos, las estrellas en sus pecas y algodón en su cabello. Su bolita era realmente precioso.

— Ya acepte — Respondió. Yoongi le sonrió comenzando a besar su cara por todas partes haciéndolo sonreír — No quiero que te pongas celoso de Lisa, a mi solo me gustas tú.

— Perdón por ser un celoso, tu puedes tener los amigos que quieras y yo no soy nadie para impedirtelo. Solo te pido que le digas a Lisa que eres mi novio para que pierda las esperanzas — Le pidió casi rogando.

— Yoongi, ella es lesbiana — Le Informó sorprendiendolo.

— Esa maldita — Gruño. Ahora comprendía que Lisa hacia todo eso a proposito para ponerlo celoso, y lo había logrado.

Jimin le sonrió y luego tiro de él para que pudiera recostarse sobre el — Voy aplastarte — Le dijo el pelinegro cambiando de posición para dejar a su bolita sobre su pecho. Para el era muy fácil mover el cuerpo del pelirrojo ya que era mucho más grande que el, su madre le había dicho que se había pegado un estirón, estirón que Jimin no había tenido porque se mantenía del mismo tamaño.

— Estoy muy feliz — Le dijo escondiendo su cara en el cuello del más alto.

— Debí haberlo hecho más romántico pero los celos me ganaron — Se reprochó a él mismo.

— Para mi todo lo que haces es romántico — Beso su mejilla para animarlo.

— Perdón por interrumpir su momento de amor, pero me tengo que ir y tu padre llegará luego, no querrá encontrarlos así — Dijo su madre parada en la puerta de la habitación. Ambos se pusieron de pie inmediatamente avergonzados por la situación.

— Le pedí que fuera mi novio — Informó Yoongi.

Los dos ya habían hablado con sus padres sobre lo que sentían y ambas familias estaban felices, ambas familias aprobaban su relación. Así que la mujer les sonrió y camino hacia ellos para abrazarlos.

—•°✨°•—

Los padres de Jimin les daban la confianza de estar en su habitación solos con la puerta cerrada, Yoongi siempre intentaba respetar esa confianza y siempre mantenerse a la raya, pero el pelirrojo le hacía difícil esa tarea.

Muy difícil. Le encantaba empezar a besarlo dulcemente para luego intensificar el beso comenzando a jugar con sus lenguas, era tierno pero apasionado y eso lo volvía loco.

— Jimin... detente, tus padres están por llegar — Susurró Yoongi apretando sus caderas. El pelirrojo se encontraba a horcajadas sobre el mientras dejaba mordiscos en su cuello, marcando todo a su paso. El pelinegro solo podía intentar no gemir y mantener su autocontrol. Cómo le gustaba jugar con el.

— Yoongi... no seas aburrido — Hizo un puchero y tiro de su cabeza hacia tras dándole una completa vista de su cuello blanco con algunas marcas de chupones que le había hecho anteriormente, pero ya no eran tan notorias.

A la mierda el autocontrol. Lo tomo fuerte de la nuca y pego su cuello con algunas pecas a sus labios para comenzar a morder y succionar a su gusto, saboreaba su piel disfrutando de su sabor y de los pequeños quejidos que soltaba su tierna boca. Iba a volverlo loco, Jimin definitivamente iba a volverlo loco. Era una mezcla impresionante entre dulzura y sensualidad ¿Cómo podía existir una persona así?.

Cuando sintió que comenzó a mover sus caderas sobre su regazo sintió que su mundo comenzaba a dar vueltas. Se separó de su cuello e intento mantenerlo quieto para que dejara de jugar así.

— No seas aguafiestas — Se quejó Jimin buscando sus labios para besarlo apasionadamente.

— No voy a defraudar la confianza de tus padres — Le dijo intentando controlar sus impulsos.

Jimin iba a ignorar las buenas intenciones de su novio para seguir moviendo sus caderas pero sintió como la puerta de la entrada era abierta y las voces de sus padres se hacían presentes. Se separaron inmediatamente para sentarse en la cama arreglando su ropa, el pelirrojo bajo su mirada y vio que había conseguido crearle una erección al más alto. Quiso acercar su mano pero este no se lo permitió golpeándolo levemente.

— Deja de jugar — Le susurró mirándolo enojado aunque fuera lo que menos sentía en ese momento.

— Yoongi, vimos a tus padres y dijieron que puedes quedarte a dormir hoy — Grito el padre del pelirrojo desde el primer piso.

El pelinegro iba a negar su invitación ya que sabía muy bien que Jimin aprovecharía esa situación para intentar sacarlo de quicio.

— ¡Dice que encantando se queda! — Respondió por el mientras sonreía.

— ¡Esta vez no tendrás que dormir en el piso! — Agrego la madre de Jimin. Bien. Estaba muerto.

Claro que lo estaba. Jimin le había rogado que durmieran abrazados haciendo cucharita pero claro que se había aprovechado de la situación para restregarse contra el logrando que su miembro se pusiera erecto por la fricción que generaban sus cuerpos.

— Deja de hacer eso o me iré — Le amenazó susurrando para no meter bulla.

Jimin se giró con un puchero pareciendo el ser más inocente del mundo aunque por dentro fuera el mismísimo Satanás — Yo no estoy haciendo nada — Susurró contra sus labios.

Se acercó a él y dejo un corto beso que envío corrientes eléctricas por todo su cuerpo — Te quiero, Bolita.

— Yo también te quiero, aunque no me dejes hacer lo que quiero hacer — Le reclamó con un puchero.

— ¿Y que se se supone que quieres hacer? — Cambió su tono de voz a uno más duro.

— Esto.

Sintió como la mano de Jimin bajo por su pecho hasta su entrepierna y la dejo ahí. Cerró los ojos por las sensaciones que lo recorrieron.

— Me encanta que seas tan respetuoso, pero yo quiero más... — Le susurró contra sus labios mientras introducía su mano bajo el pijama tomando entre sus manos su miembro.

— Bolita... — Susurró besando sus labios lentamente mientras cerraba los ojos.

Sintió como sacaba su mano dentro de su pijama y se movía hacia abajo, no le dió tiempo de reclamarle nada porque Jimin ya se encontraba dejado de las mantas con su cara peligrosamente cerca de su entrepierna — Bolita... Deja de jugar, tus padres pueden escucharnos.

— Solo tienes que estarte callado — Le susurró bajando su pijama liberando su erección que comenzaba a doler por el estímulo que estaba recibiendo.

Su pequeña mano tomo el miembro y comenzó a moverse de arriba hacia abajo lentamente. Yoongi mordió su labio conteniendo un gemido. Ya se la iba a cobrar después, ahora dejaría que hiciera lo que quisiera. La mano continuo moviéndose jugando con su miembro bajo su atenta mirada hasta que sin avisar saco su lengua rozando la punta, logrando que cerrará sus ojos y apretara más fuerte su boca para no soltar un gemido.

— Siempre quise hacerte esto — Le susurró. Seguido abrió su boquita e introdujo la punta de su miembro mientras comenzaba a succionar. Yoongi sintió como le faltaba el aire, nunca en su vida se había sentido tan excitado, tan necesitado.

La boca de Jimin fue bajando tanto como su garganta se lo permitió y luego subió quedando solo la punta de su miembro entre sus rosaditos labios. No sabía porque se seguía viendo de esa forma tan tierna haciendo algo totalmente contrario. Tuvo el impulso de mover su miembro entre sus labios para jugar con el, y así lo hizo, lo tomo entre sus manos y comenzó a restregarlo contra esos labios que lo volvían loco. El pelirrojo abrió su boca invitándolo a jugar con ella, cosa que no rechazo, levantó sus caderas para introducir la punta de su miembro, el otro comenzó a jugar con su lengua dándole más placer del que ya sentía.

Jimin tomo su miembro desde la base y se dejo de juegos porque introdujo todo lo que podía y empezó a mover su cabeza de abajo hacia arriba rápidamente. Levantó su mirada y sus ojos azules brillaban cosa que lo hizo enloquecer, Jimin seguia viéndose hermoso como cada vez que lo miraba solo que su mirada traviesa y tierna lo volvía loco en ese momento. Tiro de su cabeza hacia a tras disfrutando del inmenso placer que le estaba haciendo sentir. Quería mover sus caderas pero no quería lastimar a Jimin así que se mantuvo quieto dejando que el chico hiciera todo lo que quisiera.

Cuando sintió que ya no podía más intento alejar al pelirrojo pero este no se movió ni un segundo y termino corriendose en su boca. Tuvo que apretar fuerte sus labios para no gritar cuando sintió la liberación de su cuerpo.

— Perdón, bebé — Le dijo viendo cómo se limpia rastros de semen que manchaban su carita.

— No te disculpes. Solo te advierto que desde ahora te acostumbres a esto — Susurró con una sonrisa traviesa.

Adolescentes hormonales.

—•°✨°•—

Obviamente sus padres se habían dado cuenta de los chupones que su cuello tenía y eso había hecho que Taehyung le volviera a dar la charla.

— Mira, hemos hablado muchas veces de esto así que ahora solo quiero ir al punto ¿Debo enseñarte a ponerte un condón o enseñarte a obligar al otro a qué utilize condón? — Pregunto sin pelos en la lengua.

— ¡Mierda! ¡Papá! ¿Cómo me preguntas eso? — Se quejó dejándose caer sobre la cama. Taehyung le lanzó un cojín.

— ¡Responde! — Gruño.

Yoongi rodo los ojos, amaba al rubio pero eso no negaba que lo sobreprotegia mucho.

— Supongo que a usarlo — Murmuró avergonzado.

— Voy a enseñarte las dos cosas porque mejor prevenir que lamentar.

¿Y para que le preguntaba tales cosas? ¿Solo para molestarlo? Si no lo amara tanto le hubiera lanzado el cojín de vuelta.

—•°✨°•—

Lisa tenía un hermano mayor que Yoongi realmente odiaba. Con toda su alma odiaba a ese estúpido chico que lo único que había hecho, toda la fiesta de cumpleaños de Lisa, fue mirar descaradamente a su bolita. Quería arrancarle los ojos y dárselos de comer a su gato pachoncito.

— ¿Puedes dejar de mirar a mi novio? — Le dijo cuando ya estaba cansado de su actitud.

— No seas tóxico hombre — Le respondió el chico haciendo que la mandíbula de Yoongi se apretara por el enojo.

— Yoongi, déjalo. Yo ya me quiero ir — Le dijo Jimin tomando su mano para arrastrarlo hacia la salida. Se despidieron de Lisa que pidió disculpas por la actitud de su hermano, Yoongi no era celoso por nada pero sabía que la mirada del tipo había hecho sentir incómodo a Jimin, lo sabía por como se acercaba a él intentando esconderse. Odiaba que su bolita se sintiera intimidado, así que eso lo había hecho enojar demasiado.

— Te dejaré en tu casa y luego me iré a la mía — Le dijo abrazándolo de la cintura para apegarlo a su cuerpo.

— ¿Por qué no te quedas en mi casa?—  Pregunto.

— No puedo, mis papás no están y me pidieron que cuidara la casa, por eso debo volver temprano — Le respondió.

— ¿Puedo quedarme contigo? — Pidió ilusionado.

— Preguntale a tus padres.

Con algunas advertencias los padres de Jimin cedieron a dejarlo dormir en la casa de Yoongi. Sus padres se habían ido a pasar la noche con el abuelo porque no se sentía muy bien de salud, el al otro día iría a visitarlo ya que también quería asistir a la fiesta de Lisa porque a pesar de que la chica lo sacaba de quicio le tenía cariño.

Al llegar a su casa se aseguraron de que todo estuviera bien cerrado y subieron a su habitación. La casa estaba muy silenciosa sin sus hermanos menores, menos sin Jun corriendo por ahí.

— ¿Me prestas alguna polera para dormir? — Yoongi apunto su armario. De todas formas el pelirrojo tomaba su ropa como si fuera suya, siempre se quedaba con sus suéters, igualmente según él le quedaban mejor a su bolita así que nunca le reclamaba por eso.

Se sacó sus zapatos y su polera para buscar su pijama pero antes de encontrarlo su vista se quedó fija mirando como Jimin se sacaba su sudadera mostrando la blanca piel de su espalda, su pequeña cintura dónde le encantaba poner sus manos. Podía decirse que quedó embobado en ese momento.

Ellos habían seguido con sus jugueteos, roces y una que otra vez habían tenido sexo oral pero nunca habían pasado más haya, porque nunca tuvieron la ocación de estar solos.

Solos como se encontraban en ese momento.

Se acercó a Jimin, lo dió vuelta y lo tomo por los muslos estampandolo contra la pared mientras atacaba sus labios fuertemente. No lo dejo hablar porque sus labios se movieron ágiles dejándolo sin aire. Bajo sus labios por su cuello mordiendo su piel a su antojo, amaba cada parte del cuerpo de su bolita, estaba completamente enamorado de su existencia.

Apego sus caderas y comenzó a simular embestidas logrando que el pelirrojo soltará una gemido de placer — Yoongi...

—  Minnie... — Susurró contra su cuello continuando con su movimiento de caderas.

— Nuevo apodo favorito — Murmuró él pecoso — Sigue haciendo eso.

A su orden quiso responder pero no pudo ya que podía soltar gemidos y gruñidos de placer. Su miembro bajo sus pantalones apretaba pero no le importaba porque sentir como se rozaba contra el trasero de su pelirrojo lo estaba llevando al cielo — Minnie ¿Puedo...?

Jimin lo miro con sus intensos ojos azules y asintió. No podía ser con nadie más, porque ellos estaban hechos el uno para el. Yoongi para Jimin y Jimin para Yoongi, así era y así debía ser.

El pelinegro camino con el en sus brazos hacia la cama y lo recostó acomodándose entre sus piernas mientras lo besa apasionadamente. Se separó para bajar sus besos por su pecho disfrutando de cada porción de piel, succionando y mordiendo logrando volverla roja inmediatamente ya que su piel era muy blanca. Cuando llegó al borde de su pantalón no perdió tiempo y se los saco de un tirón dejándolo completamente desnudo.

Disfruto un momento de su vista y luego se levantó para caminar hacia su velador dónde tenía condones y lubricante, su papá no era tan molestoso después de todo, era de gran ayuda en realidad — Abre las piernas — Ordenó cosa que Jimin hizo inmediatamente mientras su pecho agitado subía y bajaba.

Unto sus dedos con bastante lubricante para no lastimar a su bebé y posicionó uno en su entrada — Me avisas si quieres que pare.

Jimin asintió y cerró sus ojos cuando Yoongi comenzó a hundir su dedo en el, sintió como las paredes lo apretaban y lo único que pudo pensar en ese momento fue en como se sentiría meter su miembro ahí, comenzaba a desesperarse. Cuando sintió que se abría un poco más introdujo un segundo dedo y después un tercero, al menos al pelirrojo parecía no dolerle porque estaba empujando sus caderas contra sus dedos. Su bonita boca soltaba gemidos que lo volvían loco.

Decidió que era suficiente así que retiro sus dedos abriendo el condón que tantas veces le habían enseñado a usar, aunque en otro momento les hubiera reclamado ya que notablemente sus padres no lo habían usado, o si no Jun no estaría corriendo por ahí. Dejo sus pensamientos de lado y se acomodo entre las piernas del pelirrojo. Lo miro a sus ojos azules que tenían las pupilas dilatadas, pequeñas gotas de sudor hacían que su pelo se pegará a su frente mientras su boca estaba abierta respirando agitado. Simplemente una obra de arte.

Se alineó en su entrada y se introdujo lentamente intentando controlar sus ganas de enterrarse duro y sin piedad. Cuando sintió que su pelvis choco contra el trasero del chico supo que ya había entrado completamente. No iba a mentir que tenía unas inmensas ganas de empezar a moverse pero quería que su bebé se acostumbrara a tenerlo dentro, nunca podría dañarlo de ninguna manera. Lo miro pero sus ojos se encontraban cerrados así que comenzó a besar su cara para poder calmarlo ya que sabía que estaba sintiendo dolor.

— ¿Quieres que me salga?— Pregunto.

— No — Respondió — Quiero que te muevas.

Obedeció sus palabras y comenzó a moverse sacando la mitad de su miembro para luego volverse a hundir en el, una y otra vez repitió eso hasta que en la habitación solo se escuchaban el sonido que hacían sus cuerpos al chocar y sus descontrolados gemidos. Bien, había perdido su autocontrol.

Saco su miembro del interior del pelirrojo que iba a comenzar a quejarse pero no lo hizo cuando esté lo tomo por las caderas y lo dió vuelva dejándolo en cuatro, rápidamente volvió alinearse en su entrada y entro fuertemente robándole un gran gemido. Ojalá las paredes fueran lo suficientemente gruesas para que no dejarán escapar ninguno de sus sonidos.

— ¡Yoongi! — Gimió su nombre al sentirlo entrar tan rápidamente. El pelinegro tomaba sus caderas para ayudarse a entrar más rápido, movió su cuerpo a su antojo pero no se quejaba porque lo estaba haciendo muy bien.

Su trasero chocaba fuertemente contra su pelvis mientras su miembro salía y entraba sin control de el. Se estaba volviendo loco por todas las sensaciones que le provocaba estar dentro de su bolita, quería quedarse para siempre ahí. Lo tomo de la cintura para levantarlo haciendo que su espalda chocara contra su cuello, comenzó a morder su cuello mientras una de sus manos apretaba su cadera para mover su cuerpo a su antojo. Mientras que su otra mano bajo por su estómago hasta tomar su miembro mientras lo masturbaba al ritmo de sus embestidas.

— Minnie, bebé, voy a correrme — Le susurró contra su oído disfrutando de los sonidos que escapaban de su boquita.

— Yo i-igual — Respondió el pelirrojo.

Su cadera se movió rápidamente estimulando una y otra vez el punto dulce del pelirrojo. Sentía como su miembro rozaba cada parte de su interior que lo apretaba deliciosamente. Estaba simplemente llegando al límite.

Jimin gimió alto cuando llegó al orgasmo manchando toda la mano de Yoongi que poco le importo mientras seguía penetrandolo rápidamente. Sintió algo en su estómago y no tuvo tiempo de pensar en nada más cuando su orgasmo llego llevándolo al cielo. Siguió moviendo sus caderas, sacudiendo su cuerpo hasta que se fue deteniendo de a poco. Salio de su interior y soltó la cadera del pelirrojo que cayó sobre la cama de boca por lo cansado que se encontraba.

— ¿Estás bien? — Pregunto besando su espalda. Al parecer había sido demasiado rudo ya que sus caderas estaban marcadas por sus manos, eso lo preocupo.

— Ahora si, mañana veremos — Respondió con una sonrisa.

Yoongi sonrío aliviado. Jimin siempre sabía cómo alivianar el ambiente, cómo hacerlo sentir mejor. Jimin era como esas bolitas que puedes apretar para sacar el estrés.

Jimin era su bolita, su bebé, su garrapata, su Minnie, su alma gemela.

Y estaba agradecido de que el amor de su vida fuera totalmente contrario a él, de otra manera nunca habría logrado acercarse a él.

Jimin había logrado romper todas las barreras que había puesto para alejar a las personas.

Y no podía estar más feliz de que hubiera sido el. Su bolita.

Y con este especial esta hermosa adaptación llega a su fin </3

Gracias a todas las personas que quisieron leer esta adaptación ^^

Espero les haya gustado tanto como a mi me gustó en escribirla ♡

Y todos los créditos son de krorel por crear esta bella historia ♡

Bueno, eso xd

¡Nos leemos luego! ^^

—LaJavii

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