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Despertó alrededor de las 11 a.m. porque sintió un líquido tibio que empapaba las sábanas. Abrió sus ojos mientras arrugada su nariz, preguntándose qué mierda era eso. Levantó las sábanas y se dio cuenta que era Soobin quien se había orinado, el pequeño lo quedó mirando para luego comenzar a llorar.

Seokjin se sorprendió e intentó acercarse para calmarlo, pero este comenzó a llorar aún más fuerte, asustando al mayor, no sabía que pasaba y se sentía muy nervioso. En pocos segundos Yoongi llego a la habitación mirando la escena.

— Uh, el a veces tiene estos accidentes — Habló avergonzado tomando a su hermano en brazos que no paraba de llorar.

— ¿Por qué llora? — Pregunto Seokjin a punto del colapso. No podía soportar ver al niño llorar y no poder hacer nada para ayudarlo.

— Es que mis padres solían pegarle cuando esto pasaba, está asustado — Respondió Yoongi mirando al suelo. Seokjin casi rompe en llanto ahí mismo, de impotencia, de rabia y una profunda pena.

— Hey, Soobin — Le habló. El niño se aferró aún más a su hermano.

— Soobin, es Seokjin, él no te hará nada — Susurro el hermano mayor. El pequeño levantó su vista con lágrimas cayendo por sus mejillas.

— No te haré nada, tranquilo — Le hablo calmadamente. El niño estiró sus brazos a lo que Seokjin lo cargó gustoso, sin importarle ensuciarse — Tranquilo, bebé. Esto le pasa a cualquiera.

Se quedó un rato abrazando al niño, sintiendo sus ojos aguarse. Eran unos pequeños niños ¿Cómo alguien pudo hacerles tanto daño?

— Yoongi, ¿Podrías darle un baño? Mientras yo cambió las sábanas y me ducho — Propuso Seokjin.

Yoongi asintió y aunque el pequeño no quería separarse de Seokjin este término cediendo dejándose cargar por su hermano. Cuando Seokjin quedó solo dejo fluir las lágrimas que tenía acumuladas, él  era una persona un poco sensible y cuando alguien lloraba, solía hacerlo de igual manera. Aunque ver a Soobin tan asustado por solo mojar la cama le hizo sentir como mierda, más no poder calmarlo lo hizo desesperarse que estuvo a punto de llamar a Taehyung. Sabía que debía controlar sus emociones y ser más fuerte por los niños, pero había sido una situación difícil para él.

Cambio las sábanas mientras sollozaba y su cuerpo daba pequeños espasmos por el llanto. Sintió su celular sonar, lo levantó y se dio cuenta que era Taehyung. Intento calmar sus lágrimas para contestar.

— ¿Sí? — Pregunto en un sollozo.

— ¿Seokjin? ¿Estas llorando?

¿Cómo mierda sabía que estaba llorando solo con una palabra?

— ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Los niños están bien? Voy a la casa inmediatamente.

— No, no, no. Es... espera, solo tuvimos un pequeño accidente — Sollozo sentándose en la cama.

— ¿Qué accidente? ¿Qué pasó? ¿Están bien?

— Es que... Soobin orinó la cama y él pensó que yo lo golpearía y comenzó a llorar. Huyó de mi... — Su llanto se hizo más fuerte.

— Oh, ya veo. ¿Cómo están las cosas ahora?

— Yoongi lo calmó y luego dejó que lo cargará. ¿Te das cuenta? ¿Todo lo que debieron pasar para que el piense que lo golpearía? — Intento secar sus lágrimas.

— Son unos malditos imbéciles. ¿Estás bien? ¿Estás más calmado?

— Si, un poco — Susurro. Escuchar la voz de Taehyung lo había calmado, pero no iba a decírselo.

— Eso, mantente tranquilo, yo llegaré pronto. Si Soobin ya se calmó tú también tienes que hacerlo ¿Sí? No es bueno que los niños te vean llorar, sé que no estás llorando frente a ellos, pero debemos ser fuertes para ellos ¿Okay?

— Lo sé, lo estoy intentando, pero soy un maldito sensible — Arrugo su nariz mientras hablaba.

— No es cierto. Solo tienes un corazón muy grande que siente mucho.

Bueno, quizás eso era lo más lindo que Taehyung la había dicho en mucho tiempo.

— En primer lugar te estaba llamando porque estoy en la tienda y no sé que vaso llevar. Hay de Star Wars pero no se sí a los niños les gustaran... ¡No, espera! Acabo de ver los vasos perfectos.

— No vayas a traer alguna mierda rara — Le advirtió mientras rascaba su nariz.

— Confía en mi. ¿Estás mejor ahora? Tengo que cortar, pero si necesitas que me quedé lo haré.

¿Por qué se había vuelto más considerado y atento ahora?

— Estoy bien, no te preocupes. Ahora ya te dije, nada de vasos raros y trae helado, tengo un antojo — Pidió.

— Ni siquiera te toque anoche ¿Cómo es que te embarace?

Y ahí estaba el descarado maldito que él conocía.

— No seas imbécil — Seokjin pensó unos segundos en si decir lo que había pensado y al final decidió hacerlo — Además yo si recuerdo que anduviste de mano largo.

Taehyung guardó silencio un momento.

— Es un tic nervioso.

— Eres... Dios, me tengo que bañar y no tengo tiempo para tus cosas. Adiós — Dijo avergonzado.

— Adiós, trasero lindo.

A Seokjin no le dio tiempo de insultarlo porque Taehyung ya había cortado la llamada, seguramente para evitarse los insultos del pelinegro.

Seokjin hizo lo que dijo que haría, cambio las sábanas y lavo las sucias, luego se dio una ducha para encontrar a los tres niños sentados en el sofá.

— ¿Pasa algo? — Pregunto al sentir el nerviosismo de los niños.

— Los tres queríamos pedir perdón por lo de recién, Soobin esta trabajando para que no vuelva a pasar — Susurro Yoongi.

Seokjin camino hacia ellos y se inclinó para quedar a su altura.

— Miren, esto que pasó no es un problema, todos mojamos la cama más de una vez cuando niños y estoy seguro que hasta incluso siendo adultos — Los tres rieron — A lo que voy es que no me enfadare, son cosas que pasan y no hay porque hacer un problema por eso.

— ¿No nos abandonaras? — Pregunto Felix mirándolo atentamente.

Seokjin sonrió — Claro que no. Al único que quiero abandonar es a Taehyung, pero no puedo.

Los niños volvieron a reír. Felix fue el primero en abrazarlo para luego hacerlo los demás. El corazón de Seokjin se llenó de una extraña sensación que no había sentido nunca, era tan reconfortante ser abrazado por esos niños.

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— ¡¡Familia, llegué!! — Anunció Taehyung mientras entraba con bolsas en sus manos.
— Éramos felices... — Susurro Seokjin.

— Entonces me llevo de vuelta este delicioso helado de chirimoya alegre — Taehyung lo levanto para que Seokjin viera que era verdad.

— Éramos felices... pero ahora somos más felices — Lo miro con una sonrisa falsa mientras Taehyung hacia lo mismo.

— ¿Cómo están los renacuajos? — Pregunto revolviendo el cabello de Felix quien le sonrió.

— Tuvimos un accidente, pero está todo bien — Respondió Felix.

— Eso está muy bien — Dijo Taehyung sonriendo — Les traje algo...

Saco de una bolsa tres vasos con la forma de los marcianos de Toy Story. Se los entregó a los niños, Felix y Soobin los miraron sonrientes mientras Yoongi los veía divertido.

— También compré dos para Seokjin y para mí — Usó ese tono de voz que Seokjin conocia muy bien cuando haría una broma o comentario sarcástico.

Saco esta vez de la bolsa dos vasos uno con forma de la señora cara de papa y su señor cara de papa. Seokjin lo miró mal pero también debía admitir que le había encantado la idea, aunque ellos dos ya no fueran unos niños.

— Gracias — Dijeron los cuatro al unísono.

— Nos has salvado, estamos agradecidos — Dijo Felix intentando imitar la voz de los marcianos, que lo hizo ver demasiado tierno haciendo que Seokjin apretara sus mejillas.

— Empacare tus ojos furiosos y tus mejillas de ardilla — Dijo Taehyung burlándose de Seokjin.

— Sigue y te dejaré sin almuerzo — Gruño Seokjin mientras cocinaba.

— Si tú haces eso yo no te doy helado — Contra atacó sabiendo que ese sabor era el favorito de Seokjin.

— Okay, paz — Respondió el pelinegro demasiado concentrado para seguir peleando.

— ¿Necesitas ayuda? — Pregunto. Seokjin negó, estaba a punto de terminar.

— Solo pon la mesa.

En unos cuantos minutos los cinco estuvieron almorzando.

— ¿Tienes clases hoy? — Pregunto Taehyung.

— Si — Respondió limpiando la boquita de Soobin que se había ensuciado con la comida.

— ¿Hasta que hora?

— 5 p.m. Pero luego tengo que ir a trabajar a la librería porque me necesitan ahí.

— ¿Hasta qué hora?

Seokjin levantó sus dedos indicando las ocho de la tarde. A Taehyung le molestaba y preocupaba que el trabajo de Seokjin a veces lo mantuviera hasta tan tarde, teniendo este que volver en autobús.

Luego del almuerzo Seokjin se preparó para ir a la universidad. No sé arreglaba mucho para asistir ya que nunca estuvo interesado en atraer a nadie.

— Me voy. Se cuidan y no le hagan mucho caso a Taehyung — Dijo dándole un beso a cada uno.

— ¿Y el besito de Taehyung? — Pregunto este estirando sus labios. Seokjin le hubiera lanzado un golpe si los niños no hubieran estado ahí.

— Adiós.

— ¡Me avisas cuando salgas del trabajo! — Le grito Taehyung antes de que Seokjin desapareciera.

Los cuatro se quedaron en silenció hasta que Soobin hablo.

— ¿Qué es esto? — Pregunto refiriéndose a los tatuajes que decoraban el brazo de Taehyung.

— Son tatuajes ¿Quieres uno? — Pregunto, y Soobin no debió asentir.

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Seokjin amaba su carrera, la literatura era lo que más le apasionaba en su vida, aunque tuviera que aguantarse los comentarios estúpidos de sus compañeros, él no sabía si eran unos niños o gente ya adulta, porque sus burlas y comentarios eran dignos de niños pequeños. Como su amiga Jisoo siempre decía "La gente estúpida dice cosas estúpidas" así que los ignoraba, al menos la mayoría de las veces.

— Que lindos, unos niños, eso es genial. Tu eres su madre y Taehyung es el padre — Al parecer no había sido bueno contarle sobre los niños.

— No hables tonterías.

— No son tonterías, además si por fin sales con Taehyung le puedes pedir que le parta la cara al maldito de Ken.

Ken, era un dolor de culo. El chico era su compañero de trabajo y estaba obsesionado con que Seokjin saliera con él, se lo pedía siempre que tenía oportunidad y aunque lo había rechazado muchas veces, algunas no con buenas palabras, el seguía insistiendo.

— Yo mismo le partiré la cara si intenta besarme otra vez — Gruño recordando el episodio.

— Tu lo golpeas y yo lo pateo — Sonrió por las palabras de su amiga. Jisoo era la única persona en el mundo que consideraba su amiga, además de su padre. Sus padres vivían alejados de la ciudad en un tranquilo pueblo y aunque Seokjin los adoraba, quiso abrir sus alas para cumplir su sueño. Su relación era buena, pero con su padre era superior, ese hombre era lo mejor de su vida.

Amaba tanto sus clases que no tenía tiempo para escuchar los comentarios sobre su cuerpo. Ahora ni siquiera tenía tiempo para bajar su autoestima pensado en todo lo que decían sobre él. Al finalizar se despidió de Jisoo y caminó hacia su trabajo que se encontraba cerca.

Dentro de cinco minutos estaba ahí, al entrar la primera persona que vio en la caja fue a la rata inmunda de Ken.

— Hola, Seokjin — Sonrió.

Dios. No es que le fastidiará que Ken estuviera enamorado de él, eran sus insistencias, a veces se llegaba a sentir acosado por el chico. Además, sus amigos solían decirle a Seokjin que no fuera malo y le dirá una oportunidad, se sentía presionado y eso no le gustaba para nada.

— Hola Ken — Saludo cortésmente. Camino hacia su jefe para que esté le diera indicaciones de lo que debía hacer.

— Caja — Dijo simplemente.

Mierda, mierda, mierda. Este iba a ser un turno demasiado largo.

Decir que había sido un fastidio era poco, el chico prácticamente estaba encima suyo, preguntándole cosas y queriendo coquetear. Cuando había hablado sobre el tema con su jefe la única respuesta que le dio fue que el chico era inofensivo así que no podía hacer nada. Inofensivo sus pelotas, aquí no se tomaba en cuenta su incomodidad, además una persona inofensiva no intentaría besarlo a la fuerza.

Fue un largo turno, pero por fin había llegado al departamento. Abrió la puerta y los encontro haciendo poses raras mientras Yoongi les sacaba fotos.

Y fue cuando se dio cuenta. Los niños estaban solo en bóxer, al igual que Taehyung, con dibujos por todo su cuerpo, dibujos demasiado perfectos para haber sido hechos por ellos mismo.

Taehyung, maldito, Taehyung.

Hola~

Espero les haya gustado ^^

—LaJavii