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☁️7☁️

—🛩️—


—¡Lee Riki ven para acá!— Le habló un poco alto el pelinegro mientras perseguía por todo el supermercado al pequeño niño.


Sunoo le había encargado ir a comprar algunas cosas, así que tomó una lista porque él se solía olvidar de las compras fácilmente.

Resulta que tres pequeños habían estado jugando a las escondidas y cuando había subido a su auto y lo puso en marcha, se dio cuenta que en el asiento trasero descansaba una pequeña bolita cubierta con una mantita de Winnie Poo, como si fuera una mariposa saliendo de su capullo el pequeño se dejó ver y ya era tarde para regresarlo. Así que paró el vehículo, sentó bien al niño y ajustó su cinturón de seguridad.

Cuando llegaron al supermercado, Sunghoon tomaba la pequeña mano de Riki para que no se escapara pero fue cuestión de revisar un rato la lista y el niño había salido corriendo directamente hacia el enorme local.

Entró en pánico, rápidamente le puso el seguro al auto y persiguió al pequeño escurridizo.


—Te atrapé — Alzó al niño por los aires mientras reía—¿Ya está?— Le preguntó y como respuesta obtuvo a un Riki aferrarse a su cuello—Okey, vayamos por un carrito

Agarró un carrito y empezó a conducirlo por cada sección en dónde estaban los comestibles que le pedían en la lista, tenía una pequeña sillita para bebés y después de tanta insistencia, Ki por fin se dignó a sentarse.


De a poco iba llenando el carrito con lácteos, carne, frutas y verduras, lo usual que solían comprar cuando solo eran ellos dos pero como ahora eran más, estaba agregadas varias cosas como cereales de colores y formas llamativas, ramen para Heeseung, galletas de chocolate, vainilla o surtidas y alguna que otra botana pero las escondían hasta el fin de semana que era cuando podían comerlas.

Sinceramente a Sunghoon hacer las compras no era algo que le entusiasmara mucho, se aburría en el momento en el que llegaba hasta en el momento que estaba esperando en la larga fila para pagar pero no se la había hecho tan denso ese momento porque Riki lo estuvo distrayendo con varias tarareadas con su tierna y suave voz, haciendo muecas graciosas y el mayor las imitaba haciéndolo reír.

—Me gustaría venir a hacer las compras contigo más seguido.

—Aaah — Inhaló impresionado mirando hacia un lugar desconocido mientras sus ojitos brillaban por las luces del lugar.

—¿Qué pasa, cariño?— Le preguntó acercándose

—¡Taiyaki!— Apuntó hacia el lugar desconocido y resultó ser una estantería con productos congelados —¡Quiero!


Decidió hacerle caso y se acercó para agarrar un paquete cualquiera pero a cambio de eso recibió un reproche del menor.

—¡No!— Hizo un puchero—Quiero de pez— Señaló entusiasmado un paquete con los pasteles en forma de un pez.

—Bien, tranquilo — Agarró el correcto y se ganó la sonrisa del pequeño—¿Llevamos dos?


El niño sintió que con esa pregunta le habían regalado el universo completo, cuando Heeseung podía comprarle algo, solamente podía comprar uno pequeño para compartir con sus hermanos.

—Gracias Hoon hyung— Sonrió contento—

El mayor solamente sonrió emocionado con el apodo.


—🛩️—


—Jae — Llamó Jungwon a su hermano mayor mientras no despegaba su vista de la televisión.

—¿Qué?

—Siento que nos estamos olvidado de algo

—¿De qué?

—No lo sé


Hubo silencio por un tiempo y lo único que se escuchaba era la canción con un personaje de una cerdita bailando.


—Sunoo hyung— Escucharon la voz de su hermano mayor yendo hacia la cocina.

—Dime, cariño— Se hizo presente la voz de Sunoo

—¿Viste a Ki?— Preguntó y los menores abrieron los ojos en grande—Porque pensé que estaba en su habitación y no está

—¡Nos olvidamos de Riki!— Susurró desesperado el niño

—Te dije que teníamos que ir a buscarlo en vez de ponernos a jugar— Regañó el pequeño


—Descuida, fue con Sunghoon a hacer las compras

—Ah, está bien


—Tramposo, le dijimos que afuera no se podía esconder

—¿Ustedes que tanto murmuran ahí?— Dijo Heeseung con una voz autoritaria

—Dejamos a.. — Jaeyoon no pudo terminar su frase porque Jungwon se encargó de taparle la boca

—Estamos compitiendo sobre quién es mejor, si Olivia o Peppa pig— Sonrió—Jae dice que Peppa pero obviamente no sabe lo que es bueno


El mayor los miró extrañado, de no ser porque Sunoo lo llamó ya hubiera descubierto todo.
Jaeyoon se caracterizaba por hablar demasiado y ser muy lengua suelta, por lo que siempre termina diciendo la verdad de alguna forma u otra.


—🛩️—


—Sunie, te traje las cosas que me pediste— Llamó Sunghoon a su esposo mientras dejaba las bolsas en la mesa

—Gracias— Le sonrió, iba a darle un pequeño beso pero estaban los niños -que se habían unido para ser pequeños cocineros- —¿Y Ki? 

—Ahí viene— Apuntó a la entrada de la cocina y venía un Riki muy feliz con sus dos paquetes grandes de taiyaki.

—Seungie mira— Dijo sin parar de saltar—Tengo dos paquetes de taiyaki grandes y son para mí.


—¿Por qué a él le compraste algo y a nosotros nada?— Saltó Jae con los brazos cruzados haciendo un puchero.

Heeseung iba a regañarlo, no le gustó mucho el tono que usó para el mayor pero no pudo porque en seguida Sunghoon corrigió amablemente al pequeño y después le mostró que había traído sus galletas favoritas y los cereales de colores que le gustaban a Jungwon.


—¡Galletas! Jaeyoon quiere galletas— Habló en tercera persona mientras se acercaba peligrosamente a ese paquete.

—Jaeyoon no come galletas hasta después de almorzar— Le dijo el pelinegro agarrando el paquete y guardándolo en la alacena.

—Nooo — Dijo dramáticamente mientras se arrodillaba en el piso

—Ki, dame los paquetes para guardarlos — Le dijo el mayor al pequeño.

—No— Frunció el ceño tiernamente mientras hacía un puchero


El mayor tiro un pequeño suspiro y realizó una mueca. Se agachó para estar a la altura del pequeño para así poder susurrarle.

—¿Y si los escondemos en el refri?— Habló bajo—Así nadie los encuentra— Mientras le guiñaba el ojo

Riki hizo un gesto característico de él al abrir sus ojitos y su pequeña boquita.
Miró a su alrededor y todos lo estaban mirando, así no podía esconder bien a sus ositos.

—Ve a esconderlos, yo los distraigo.


El menor asintió rápidamente y se dispuso a buscar un lugar en el fondo del refri para esconder sus más preciados tesoros y Sunghoon se quedó cerca de su esposo.

Obviamente los más pequeños no le siguieron el juego, pero Sunoo se encargó de distraerlos.


—Yoonie ¿Quieres empezar a lavar la lechuga?— Le preguntó para distraerlo

—¡Sí!— Respondió emocionado


Los más pequeños estaban parados cada uno en una silla debido a que por su estatura no alcanzaban para poder lavar los vegetales.

Jaeyoon y Jungwon estaban emocionados porque Sunoo les dijo que ellos podían hacer formitas a su comida, el mayor le mostró varios moldes para darle forma al arroz. Jae se emocionó al ver a un perrito y obviamente fue el primer molde que se guardó para él, mientras que Jungwon se agarró el primero que vio.

Mientras tanto Heeseung controlaba a que el arroz no se pasara tanto para poder dárselo a los pequeños.


—Ya los escondí— Le susurró al mayor tirándole suavemente del pantalón

—Muy bien— Sonrió al ver lo adorable que se veía el niño.

Este llevó uno de sus deditos a su boca soltando un "Shhh" y Sunghoon repitió la acción.


—¡Seongie!— Gritó Riki al ver a su hermano mayor pasar por la cocina.

Este como reflejo y costumbre, alzó al menor mientras le sonreía.


Los mayores miraban por primera vez la sonrisa de Jay o por lo menos que no sea una sonrisa sarcástica o burlona como siempre le muestra a ellos dos.

—Fui al supedmecado con Sunghoon hyung— Apuntó al mayor pero Jongseong no volteó—Te trajimos el jugo de sandía y el curry que te gusta, solamente para ti— Sonrió

—No era necesario— Los miró por fin—Pero gracias— Dio una pequeña mueca, que tal vez no era tanto pero esa pequeña mueca quería ser una sonrisa y el matrimonio no podía evitar tener una emoción interna.

—¿Quieres cocinar con nosotros?— Le preguntó Sunoo con un aura algo insegura por la respuesta del menor.

—No, está bien— Rechazó inmediatamente—Iré a mí habitación

—¡Vamos a hacer comida de animalitos y vamos a comer en la sala Seongie!— Le dijo su hermano Jaeyoon muy emocionado.

—¡Sí y vamos a ver una película!— Le siguió Jungwon—Hee se queda, tú también quédate— Le pidió


Miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba a la mira de sus hermanos y de la pareja. Era algo estúpido pero entró en pánico y se sintió bajo presión.

—No, no tengo hambre— Bajó a su hermano—Sigan con lo suyo, yo me voy


Sin más se marchó dejando a los mayores un poco desanimados, pero sabían que tenían que darle su tiempo para que pudiera acostumbrarse. Heeseung al notar que su ánimo bajó decidió interponerse y decir:

—Descuiden, él es así con las personas nuevas, con el tiempo va a.. — No pudo terminar porque una voz infantil se interpuso.

—Mentira, Seongie no es así con casi nadie y cuando hablo con él me dice que él a ustedes los odia — Dijo inocentemente


—Lee Jaeyoon — Regañó su hermano menor

—¿Qué?— Preguntó confundido—Los odio, ellos no son mis padres como para que me digan que hacer— Dijo mientras hacía un intento de voz grave—Estábamos todos ahí ¿No te acuerdas?

Los tres lo miraban con el ceño fruncido y el niño no captaba que tenía que callarse.

—Perdón

—Descuida, cariño, lo entendemos— Sonrió el rubio —¿Ya está listo el arroz?



—🛩️—



Sunghoon se despertó a mitad de la noche porque su estómago le rogaba y suplicaba por un bocadillo. Se levantó con cuidado de no despertar a su esposo, que dormía tranquilo a su lado.

Estaba algo dormido así que se alteró cuando llegó a la cocina y escuchó un ruido. Rápidamente prendió la luz y se dio cuenta que había migas por todo el piso.

Siguió el rastro y llegó hasta un pequeño Riki todo sucio, mientras comía sus bocadillos.

—Ki, no, no— Lo alzó y lo sentó cerca del lavabo —Pequeño, estás todo sucio —Se acercó a una parte en dónde guardaban algunas cosas de limpieza—Quédate ahí— El menor asintió y siguió comiendo.

Sunghoon agarró unos trapos, los mojó y comenzó a pasarlos por el cuerpo sucio del niño, luego de que terminó enjuagó.


—Ya está — Miró a Riki que ya se había comido todo el pastel —¿Terminaste?— Sonrió

—Sip

—Sigues un poco sucio, Ki. Vamos a bañarte— Lo alzó pero lo mantuvo lejos para no mancharse.


Llegaron al baño y sentó a Riki en el retrete y como era pequeño, sus piernitas quedaban colgando en el aire.


—Quédate aquí, iré a buscarte ropa.

—Oki doki— Dijo de una forma infantil moviendo sus piernas.

El mayor sonrió y fue a la habitación de los niños, trató de ser lo más sigiloso posible, con cuidado que Jaeyoon no se despertara y tenía más cuidado por él porque Jungwon estaba en el quinto sueño.


Abrió con cuidado el placar de la parte del menor para poder sacar una ropa para dormir, ya cuando tenía todo cerró el mueble con el mismo cuidado y cuando estaba a punto de salir vio como Jae con los cabellos despeinados, se levantaba bruscamente para quedarse sentado en la cama.

Se quedó quieto como si fuera una estatua.

Jaeyoon miró directamente al mayor y eso lo puso más nervioso.

—Bah— Soltó con una voz finita antes de tirarse nuevamente a la cama y dormirse.

Suspiró aliviado y salió de la habitación. Jae solía decir palabras o hacer ruidos sin sentido cuando dormía.


Llegó al baño y Riki estaba de la misma manera como lo había dejado, no se movió de su sitio.

—Eres obediente— Hizo un a mueca y se acercó al pequeño quién le sonreía—Vamos a sacarte la ropita, ven.

El niño alzó los brazos para que el mayor le quitara su camiseta y así hizo hasta quitar todas las prendar del pequeño, lo sentó en la tina y al dejar que el agua salga. Eso se ganó la tierna expresión de sorpresa de Riki.

Papi, mira, agua —Apuntó


Había quedado en trance.
¿A caso le había dicho "Papi"?
Sentía que iba a desmayarse, no podía explicar lo feliz que estaba.

Hizo lo posible para que su sonrisa no saliera muy a flote pero no lo pudo controlar.


—¿Cómo me dijiste?— El pequeño al escuchar esa pregunta no tardó en formar una expresión triste y con ojitos de cachorro—No, no, no, cariño no te pongas así.

—No te enojes papi

—No me enojé— Le mojó el cabello para lavarlo—Vamos a lavarte el pelo ¿Cómo es que te manchaste ahí?

El baño había terminado rápido pero Riki quería seguir en el agua tibia jugando y el pelinegro no se podía negar a esa carita tan adorable. Ya cuando el pequeño empezaba a quedarse dormido, Sunghoon lo sacó envolviéndolo con un a toalla, lo secó, lo vistió y ahora estaba sentado en su regazo mientras le pasaba el secador de pelo.

Este ya estaba dormido con la cabeza apoyada en el hombro de Sunghoon, él lo llevó a su habitación y lo recostó en su cama.

—Mmmg— Se quejó el pequeño

—Ya, pequeño, duerme que mañana tengo que ir a trabajar— Le susurró mientras lo arropaba—Hasta mañana, Ki— Le dejó un besito en la frente

—Hasta mañana, papá

El pequeño se dio vuelta y se durmió, mientras un muy emocionado Sunghoon salía y daba pequeños saltos en el pasillo.

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