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—Somos un completo desastre — Habló Sunoo hacia la mujer

Bae cruzó sus piernas y miró fijamente a la pareja que estaba en frente de ella.

—Exacto, están haciendo un pésimo trabajo.

Eso dejó impresionados a los chicos, tenían todas las esperanzas con que le iba a dar alguna palabra de aliento.

—Oh, esperábamos que..

—¿Qué? ¿Qué les dijera que están haciendo un maravilloso trabajo? ¿Qué no importa?— Mandó una mirada afilada—No, claro que no.

Sintieron como si sus madres los estuvieran regañando.

—Todo estaba yendo muy bien pero de repente empezó a ir mal

—Es normal, tranquilos— Los calmó—Miren, me dijeron que los niños últimamente ya no huyen de ustedes ¿No?

Eso era cierto, después que aquel día en el que tuvieron ese pequeño incidente, Jae no volvió a comportarse de esa forma.

—Sí, exacto.

—Bueno, eso no es por ustedes.

Esa mujer tenía una gran habilidad para subir pero al instante bajar el ánimo de las personas.

—Es por Heeseung — Aclaró—Al parecer aún no logra despegarse de ese cargo que tiene con sus hermanos y no va a permitir que ustedes tomen el mando.

—Hemos tratado de que nos tenga confianza para que nos deje acercarnos a los pequeños pero no lo estamos logrando

—Les vengo diciendo esto hace tiempo, tienen que demostrarle que puede confiar en ustedes

—¿Y cómo hacemos eso?— Preguntó el alto confundido—Usted misma dijo que no nos va a dejar tomar el mando

—Pensamos que ya lo habíamos logrado pero volvió a desconfiar cuándo.. Oh— Se dio cuenta del error que habían cometido al no poder controlar a los niños adelante de Heeseung —Wow, eres muy buena

—En fin —Dijo Bae, mientras sacaba unos papeles—Estuve ordenando lagunas cosas ayer y me di cuenta que a Jungwon le falta darse una vacuna.

—¿Cuál específicamente?

—La de la varicela— Contestó—Aprovechen esto, tal vez le puedan demostrar a Heeseung que puede confiar en ustedes — Ambos asintieron—¿Y cómo les va con Jongseong?— Notó que no habían hablado de él—Me hablaron de todos menos de él.

—Todo sigue igual —Bae no quería escuchar más, se sentía como una maestra en primaria cuando explicaba mil veces un tema y los alumnos no entendían.

—Es demasiado distante, siempre está a la defensiva y es muy difícil acercarse a él

—Sí, esas son unas de las razones por las que no adoptan mucho a los adolescentes — Confesó la señorita—Recuerden que un adolescente no es lo mismo que un niño pequeño, se les va a facilitar un poco acercarse a los más pequeños porque ellos están necesitados de afecto al igual que los adolescentes, no me mal entiendan, pero la gran mayoría de ellos manifiestan eso con el enojo y el rechazo.

Se sintieron muy mal al escuchar eso, también agregando el hecho de que Jay era el que más apegado estaba a sus padres y que hace mucho que no recibía algún tipo de afecto que sea maternal o paternal.

—Tienen que aplicar con él lo mismo que a Heeseung, demuéstrenle que puede confiar en ustedes y que no es un extraño en esa casa.

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Jungwon estaba muy asustado, abrazaba a su hermano mayor. No quería darse esa vacuna.

Debido a que no podían dejarlos con nadie, la pareja optó por llevarlos a los cinco a la clínica. Ahora mismo estaban en la sala de espera, Jae y Riki estaban jugando en una pequeña sala de juegos mientras Jongseong los acompañaba.

Sunoo al ver que el niño estaba muy asustado, decidió acercarse, llegó hasta Heeseung y se agachó un poco para poder ver a Jungwon.

—Cariño, ya no estés así, te prometo que va a ser un leve pinche, ni siquiera lo vas a sentir.

Segundos después un niño salió llorando y gritando después de darse la vacuna. Y eso no tranquilizó mucho al niño, sus ojitos comenzaron a cristalizarse y comenzó a hipar.

—N-no quiero — Limpió sus lágrimas

—Pero es para que no te enfermes — Agregó el pelinegro poniéndose en la misma posición que su esposo—¿Tú te quieres enfermar acaso? — El menor no quería enfermarse, por lo que negó con su cabeza—Entonces tienes que ser valiente y dejar que te den la vacuna.

—Lee Jungwon — Llamaron, ya era su turno

El niño comenzó a soltar quejidos, se sujetó más a su hermano así que el adolescente no tuvo más opción que llevarlo él mismo porque tampoco se dejaba cargar por Sunoo o por Sunghoon.

Llegaron a la puerta junto con la doctora que los iba a atender.

—Solo adultos pueden entrar al consultorio.

—Tengo dieciséis años no soy tan..

—Por favor — Pidió la doctora—Son políticas del hospital

Heeseung le lanzó una mirada de odio a la mujer, podría tener razón pero no se sentía bien si dejaba solo a su hermanito.

Sunoo se acercó al menor para que le entregara a Jungwon y claramente este dudó mucho en si dejárselo o no.

—De acuerdo, muchas gracias — Sonrió Sunoo, levantándose con el menor en brazos.

—A ustedes — Devolvió la sonrisa

Salieron algo incómodos, porque Jungwon se reusaba a soltar a sus hyung's.

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—Heeseung ya cálmate, entró a un consultorio no a una secta satánica clandestina— Rodó los ojos el muchacho.

—Tenía miedo

—Ash ¿Por qué eres tan pesado? — Miró hacia una dirección y vio a los adultos con el niño en brazos— Mira, ya salieron y tú ni cuenta por estar haciendo tu.. — Para cuando miró hacia su hermano, él ya estaba dirigiéndose hacia los mayores—Drama

Se acercó preocupado hacia su hermano, que estaba siendo cargado por Sunoo y tenía su carita apoyada en el hombro del mayor mientras éste le acariciaba la cabecita.

—Wonnie, ¿Cómo estás, pequeño?

—Estoy bien — Le mostró una pequeña mueca queriendo ser una sonrisa.

—Lo hizo muy bien — Siguió rubio

—Ven conmigo, Wonnie — Extendió sus brazos para que el pequeño vaya directamente hacia él.

El niño quedó dudando si ir con su hermano o quedarse con Sunoo. Hee era muy cómodo pero su hyung también lo era y podía oler su rico perfume —la única fragancia que su hermano tenía era la del desodorante— y además Sunoo hyung era muy calentito.

—¿Me puedo quedar con Sunoo hyung? — Abrazó más al mayor

Tanto el rubio como Heeseung se sorprendieron por la pregunta del pequeño, Jungwon nunca antes se había negado a que su hermano lo cargara.

—Sun, tienes que poner tu firma— Le habló su esposo sacándolos de su burbuja.

—Ah, sí — Tenía al menor en brazos y no sé sentía cómodo firmando así —Wonnie ¿No quieres ir con tu hermano así puedo firmar el papel? — Lo miró y el menor simplemente respondió estirando los brazos y no precisamente hacia Heeseung.

—Sunghoon hyung— Llamó el menor

Inmediatamente reaccionó y alzó al pequeño. Jungwon abrazó su cuello como si fuera un pequeño osito perezoso.

Mientras tanto Heeseung se sentía muy abandonado por parte del menor, nunca imaginó que su hermanito se sintiera seguro en los brazos de alguien más. Tal vez Sunoo y Sunghoon no eran tan malos.

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Después de que llegaron y organizaron todo en la cocina, la pareja fue hacia su habitación, pasando antes por las de los chicos.

Fueron a la habitación de los más pequeños, Jaeyoon dormía con los pies en la almohada y su cabeza en dónde se supone que tenían que ir los pies —por suerte la cama tenía una barrera para que no se cayera— Ki dormía abrazado a un peluche y Jungwon estaba completamente desmayado y con su luz de noche prendida.

Cada vez que se iban a acostar pensaban en ir a darle un beso de buenas noches pero querían que los niños se sintieran en confianza para dejarlos.

Cerraron la puerta y se fueron a ver a Heeseung, dormía boca abajo y con las sábanas hechas un desastre, en la otra habitación, Jongseong dormía desparramado por toda la cama mientras tenía su celular prendido, teniendo conectados unos auriculares y de ahí salía una melodía.
Cerraron la puerta y se retiraron para por fin irse a su habitación.

Cuando Sunoo entró, se estremeció, hacia mucho frío en esa habitación, el viento solía ponerse más fuerte y frío cuando una tormenta fuerte se acercaba.

—Hoonie, cierra la ventana, tengo frío.

El mayor hizo caso, cerró la ventana y justo a tiempo porque a penas lo hizo y ya se largó a llover fuertemente mientras se escuchaban algunos truenos.

Se recostaron e iban a abrazarse de no ser porque escucharon un fuerte relámpago y se asustaron dando un pequeño salto.
Sunghoon se carcajeó por la tierna reacción de su esposo, así que lo abrazó para "consolarlo".

—Tú también te asustaste — Le gruñó pero se volvió a asustar por otro trueno que sonó—¡Mierda!

Al mayor le daba mucha gracia por como Sunoo se asustaba, daba pequeños saltos y se tapaba el rostro. No podía evitar verlo tan tierno.

—Sunnie.. — Iba a decirle algo pero escuchó un grito que venía del pasillo—¿Qué fue eso?

Habían visto suficientes películas de terror como para imaginar que era algún demonio del más allá que iba a por ellos para secuestrarlos y que sean su tributo como carne humana para sus jefes del más allá.

—¿Y si es un espíritu del más allá? — Le dijo a su esposo tapándose con las mantas.

—No digas tonterías, eso no es real, Sun — Se levantó y fue hasta la puerta.

El rubio también se acercó, se asomaron y pudieron ver a Jungwon hecho bolita en la puerta de su habitación y podían escuchar como el pequeño estaba sollozando.

Ni siquiera lo pensaron y fueron directamente hasta el infante, quién no podía parar de llorar.

—Wonnie, cariño.

—T-tengo miedo — Dijo con sus manitas en sus oídos

Le habían informado que a Jungwon le daban demasiado miedo los ruidos fuertes, pero jamás imaginaron que se pusiera de esta manera. Nunca antes lo habían visto tener los ataques porque Heeseung era el que siempre lo consolaba.
Lo acogieron rápidamente y lo llevaron a su habitación.

Ambos abrazaron a Jungwon mientras le acariciaban la espalda para que se calmara.

—Ya está, cariño — Le habló suave—Estamos aquí, no te va a pasar nada.

Jungwon estiró su brazo para agarrar la mano del mayor, al parecer le gustaba tomarla, de alguna manera lo hacía sentir más protegido si sentía que los dos estaban con él.

Tal vez fue porque cuando tenía estos pequeños ataques, su hermano Heeseung era quién lo acurrucaba entre sus brazos y Jongseong lo tomaba de la mano.

Su llanto y respiración se fueron calmando, trataba de no concentrase tanto en los truenos que sonaban de fondo, por suerte Sunoo estaba tapándole los oídos para que no se escuchara tan fuerte.

Ni siquiera pensaron en aplicar en las distintas tácticas que les dio Bae por si el menor tenía uno de esos ataques, lo único que pensaron fue en cuidarlo y protegerlo. Tal y como fuera su hijo.

Escucharon que la puerta era fuertemente abierta. Era un Heeseung con todos sus pelos alborotados, recién levantado y con una mirada de desesperación.

—¡Jung..!— Se tapó la boca al ver que el menor estaba completamente dormido en los brazos de Sunoo.

Ya había regulado su respiración y estaba completamente sumergido en el sueño.

—Ya se durmió — Susurró mientras acariciaba al menor.

Heeseung se acercó y se arrodilló para poder ver a Jungwon y se veía tan tranquilo. Se puso demasiado nervioso al no ver a su hermano durmiendo en su cama, después de haberse despertado con la fuerte tormenta no pudo evitar en pensar en que tal vez se hermano pudo haber tenido un ataque.

—Vayamos a acostarlo — Habló Sunghoon en voz baja para no despertarlo.

Se levantaron con mucho cuidado y llevaron al pequeño a su habitación, lo recostaron suavemente sobre su cama y lo taparon para que no le de frío.

Cuando ya lo había recostado, el menor se acurrucó entre las sábanas y soltó un suspiro mientras se acomodaba. Se aseguraron de que esté completamente dormido y ya los tres salieron sigilosamente de la habitación

—¿Qué hacías levantado?— Le preguntó el mayor después dejar entreabierta la puerta de la habitación.

—Me desperté por la tormenta y pensé que Jungwon me necesitaba

Se sintieron mal por un momento, pensaron que le estaban sacando el lugar al menor de cuidar a sus hermanitos.

—Ah, perdón por eso

—Sí, lo escuchamos llorar y..

—No, descuiden — Interrumpió el menor—Gracias por ese gesto, Wonnie nunca antes se había calmado con alguien más que no seamos Jay o yo

—Bien, ve a acostarte, ya es tarde

—Sí.. hasta mañana

Estaba teniendo impulsos de ir a abrazar a la pareja, pero sentía que era algo repentino. Al final ignoró todo eso, se dio vuelta para ir directamente hacia ellos y atraparlos hasta donde sus brazos podían, lo mayores tardaron un poco en responder por lo imprevisto que fue eso pero al final terminaron correspondiendo.

De no ser porque era de noche y estaba Heeseung con ellos, hubieran saltado de la gran emoción que tenían, sus corazones estaban dando un montón de bombardeos y la felicidad les había subido al límite al ver que por fin el menor hacía ese tipo de contacto hacia ellos.

—En serio, gracias — Se separó de ellos y ya se fue a su habitación

Se aseguraron de que el menor cerrara por completo la puerta, se miran entre ellos y comenzaron a reír y a dar pequeños saltitos de felicidad. Obviamente tratando de que su emoción no se haga muy ruidosa.

—¿¡Amor viste lo que fue eso!? — Susurró un poco fuerte

—Sí y.. a dormir— Dijo Sunoo mientras le fruncía el seño a Heeseung que los veía desde la puerta riendo.

El menor hizo caso y para que no los vuelvan a descubrir, ellos se adentraron a la suya y ya ahí pudieron dar sus saltos de emoción mientras se tomaban de las manos.