☁️12☁️
—🛩️—
—Ese tal Jongseong es intenso por lo que me cuentas.
Sunoo suspiró candado y miró a su compañero.
—No tienes idea, Taehyun —Lo miró—Anoche tuvimos una discusión y terminó llorando.
—¿Por qué? ¿Qué pasó? —Le preguntó si compañero con el ceño fruncido.
—Salió de la escuela y se encontró con su madre, ni siquiera sé cómo ella tenía idea de la dirección, pero se lo llevó.
—¿Por qué está libre?
—Por buena conducta —Rodó los ojos molesto y soltó un quejido.
El mayor soltó una risa sarcástica al no poder creer lo muy injusto que era el mundo.
—¿Y qué pasará con la adopción?
—No lo sé, mañana supuestamente tendremos una reunión con la mamá de los chicos y.. —Suspiró cansado—Cambiemos de tema, hyung, me desanima hablar de todo esto.
El pelinegro sobó la espalda del menor para darle apoyo. Después del horrible día que había pasado ayer, este estaba decaído, por un momento se había hecho la ilusión de que estaba acercándose más a Jay y que tal vez más adelante, en un futuro no tan lejano, puedan adoptarlos y luego aparece esa mujer para romper sus esperanzas.
—Entonces dime, Sun, ¿Cómo te fue en tu aniversario —Lo codeó.
El rubio lo miró con el rostro fruncido que era producto de su confusión, faltaba semanas para que se cumplieran los diez años de matrimonio y sabía que el mayor no se refería a su aniversario de noviazgo porque ese había sido hace meses en dónde el único regalo que se dieron fue un tierno beso a escondidas, unas palabras tiernas y un cálido abrazo.
—Hyung ¿Qué dices?. Faltan unas semanas para mí aniversario —Dijo con un tono seguro.
Taehyun lo miró confundido, ya llevaban años trabajando juntos aún después de su subida de puesto y él no tenía mala memoria, recordaba como Sunoo le hablaban muy animado de su aniversario de bodas.
—No, Sunoo, tu aniversario fue la semana pasada.
—¿Huh? Claro que no, mi aniversario es el veinticuatro.
—Kim Sunoo, ya estamos a treinta.
Con un poco de desespero sacó el celular de su bolsillo para verificar la fecha y en definitiva, había casi una semana desde la fecha de su aniversario con su esposo.
Había olvidado su propio aniversario.
¿Por eso el mayor estuvo algo distanciado estos días? ¿Por qué no le habrá dicho nada?
Estaba sintiendo un gran cargo de conciencia, se estaba preguntando ahora mismo si era de todo su culpa, en ningún momento Sunghoon le nombró lo de su aniversario pero ambos estuvieron muy ocupados por sus trabajos, no sé veían tanto por la diferencia de horarios, además de que Sunoo siempre les estaba organizando las cosas del colegio a los más pequeños y su esposo los ayudaba con sus tareas porque era que le tenía mayor paciencia para eso.
—Mierda —Maldijo —¡Olvidé mi aniversario, hyung!
—🛩️—
Sunghoon se encontraba con Heeseung junto a los tres pequeños en el cocina comedor, estaban haciendo la tarea mientras que comían lo que el mayor había ordenado ya que su esposo no estaba y la cocina no se le daba mucho.
Jongseong aún no le decía alguna palabra a él o a Sunoo, hoy solamente se dedicó a ignorarlos y a encerrarse en su habitación, tal y como lo hacía antes.
Como no quería que el menor se quedará sin comer pidió una comida a parte y se la dejó en la puerta de su habitación, tocó unas veces y le avisó de que le dejaba comida después de eso el menor le abrió la puerta, arrebatándole la bolsa y cerrándole la puerta en la cara sin darle oportunidad de verlo, mientras soltaba un amable "Si necesitas algo más puede decirme".
Ahora ya abajo, estaba siendo la mascota de Riki, el menor estaba a caballito suyo mientras su Papá Hoon le daba de comer.
—¿Jae, terminaste con las sumas? —Miró al menor que estaba escribiendo unos números en unas cuentas que le habían dejado.
—Sí —Agarró su libreta, mostrándole al mayor su trabajo—¿Están bien?
Se puso a verificar cada cuenta, tampoco eran tan difíciles, cómo Jaeyoon estaba a penas a prendiendo las cuentas eran con números pequeños así que las hizo mentalmente de una manera veloz.
—Mmm, fíjate —Le devolvió la libreta tomando un lápiz para marcar sus errores—En estas dos te faltaron sumar números.
El menor lo miró confundido mientras trataba de sacar la cuenta con los dedos de sus manitos.
—Haz como te dije, Jaeyoon —Le habló tranquilo y sin un gramo de impaciencia—Acá ya dibujaste ocho palitos ¿Sí? —Lo miró y el menor asintió—Entonces ¿Cuántos palitos se tienen que agregar para que sean doce?
El menor agarró un lápiz de su cartuchera y comenzó a contar cómo le había dicho su hyung y se dio cuenta que le habían faltado dos números más para que le dé el resultado.
—¿Cuatro?
Le preguntó con cierto tono de inseguridad porque él nunca se había destacado por ser bueno en matemática, se sentía mal cada vez que tenía que pedir ayuda porque su hermano Jongseong no le tenía mucha paciencia y Heeseung muchas veces no se encontraba con ellos.
Al ver la sonrisa que su papá le dedicó se sintió feliz y con su corazón cálido.
—Sí, muy bien —Le acarició sus cabellos—Ahora vamos con la otra.
—La hago yo solito —Lo interrumpió—Ya sé cómo se hace esto —Habló confiado.
—De a cuerdo —Le sonrió y se alejó de la tarea del pequeño mientras escribía bien el resultado.
Mientras el mayor le estuvo explicando al menor esa cuenta, Heeseung no podía parar de ver tal escena, era como ver a un padre con su pequeño hijo. No quería precipitarse y ya encariñarse con él y con su esposo, pero le era imposible cuando ellos trataban tan bien a sus hermanos, le conmovía el tan solo que trataran de comunicarse con él y con Jongseong porque ya con los pequeños lograban entenderse.
De a poco la pareja estaban entrando al corazón de los cuatro.
—¿Pasa algo? —Reaccionó cuando Sunghoon lo estaba mirando.
—Ah —Dio un pequeño salto—Sí, ¿Hyung, la tangente era la suma de cateto adyacente y.. ?
—Cateto opuesto, sí —Siguiendo la frase respondiendo a su duda.
—Hyung, quiero postre —Habló el niño que montaba su cuello.
Desde aquella noche y el día siguiente Riki no volvió a llamarlo papá, supuso que lo había asustado con su reacción pero por un lado estaba aliviado, no quería que lo llamara así enfrente de sus hermanos, podrían sentirse incómodos en especial los mayores.
—Le dije a Sunoo que trajera helado —Miró hacia arriba encontrándose la carita de Riki—Así que espera un rato que ya debe estar viniendo ¿Sí?
—Oki doki —Soltó tiernamente.
—Jungwon —Escuchó la voz de Jaeyoon que llamaba a su hermano menor—¿A quiénes dibujas ahí? —Miró el dibujo que se hermano menor estaba haciendo.
—En el jardín me dijeron que dibuje a mí familia —Explicó sin dejar de pintar un cielo de color celeste.
Jae se acercó a ver el dibujo de su hermano, a él le gustaba criticar la manera de dibujar de Jungwon pero se quedó perplejo al contar siete personas y no cinco. Claramente sabía quiénes eran cada uno pero recordó aquél día en el que llamó por accidente a Sunoo "Papá" y el mayor le había dicho que no era muy apropiado que le dijera así aunque por dentro este esté gritando eufóricamente de alegría por esa linda palabra.
—Pero nosotros somos cinco —Habló—Y ahí dibujaste a dos personas más.
—Es porque éste es papá Sunnie y éste es papá Hoon, tonto —Le dijo señalando a dos figuras que se veían más grandes que las otras.
Los presentes miraron impresionados por esas palabras claves que había soltado el pequeño y ahora mismo el mayor de todos era un cúmulo de nervios, tenía miedo por la reacción de Heeseung.
—Papi ¿Por qué Jungwon te puede llamar papá y yo no? —Preguntó Riki con un tono berrinchudo mientras hacía un puchero y cruzaba sus pequeños bracitos.
—Heeseung —Ignoró por completo al más pequeño y se dedicó a mirar al hermano mayor—Escucha yo no les pedí que me llamen así, pero Sunoo y yo vamos a hablar con ellos para explicarles que..
—Está bien, hyung —Lo calmó—Supongo que era algo que iba a pasar ¿No? —Dijo mientras rascaba su nuca.
—¿No te molesta que me llamen así?
—Mmm —Se quedó pensativo unos micro segundos—No, la verdad no, tú y Sunoo han sido más padres estos últimos meses de lo que mi madre y mi padre lo han sido en años, así que.. supongo que gracias por eso —Sonrió sin mostrar sus dientes para seguir escribiendo en su libreta.
A éste punto a Heeseung ya no le importaba ser así de directo, sin ninguna pizca de vergüenza para expresar sus emociones como sus hermanos menores ya hubiera llamado por esa linda palabra a sus hyungs desde hace mucho tiempo.
—Papá —Lo llamó Jaeyoon —En la escuela había un niño que estaba diciendo que en el aniversario de sus mamás él tuvo que ir a la casa de su abuela y que su abuela lo llevó a un parque de diversiones gigante —El menor habló tan rápido que a penas se le entendió mientras hacía un gesto con sus brazos indicando que algo era muy grande.
Sunghoon miraba con atención al niño como si tratara de descifrar algún código secreto con máxima seguridad.
—Le pregunté el nombre pero me dijo que no se acordaba —Hizo un puchero.
—¿Qué es un aniversario? —Preguntó Jungwon confundido.
—Es cuando se cumplen años con algo o con alguien—Respondió el mayor mientras dejaba a Riki en una silla.
—Oh —Dijo por la nueva sabiduría que tenía—¿Cuándo es tu aniversario con papá Sunoo?
Se quedó helado al escuchar esa palabra así que trató de responder lo más natural posible.
—El veinticuatro de este mes —Contestó amablemente.
—Hyung —Esta vez lo llamó Heeseung—Veinticuatro ya pasó, hoy es treinta —Sacó su celular y le mostró la fecha de hoy—¿Ves?
El mayor abrió los ojos tanto como se lo permitía y se llevó su mano a su boca para evitar soltar alguna grosería y odiándose al darse cuenta que había olvidado su aniversario con el bajito.
—Uy, olvidaste tu aniversario, papi —Habló Jae—Eso es algo muy malo según las novelas.
Luego de eso Sunoo apareció con los dos kilos de helado que su esposo le había pedido por mensaje. Recibió los saludos de los menores y se los devolvió con gusto.
Obviamente no tenía el valor para mirar a su esposo a la cara, se sentía demasiado avergonzado y culpable por haber olvidado una fecha tan importante.
Por otro lado Sunghoon estaba sintiendo lo mismo y ver qué su esposo no lo miró sino por unos segundos lo hizo sentirse aún peor.
Sunoo abrió el refrigerador para poder sacar una pequeña botella con agua y tomarla con sus manos temblorosas.
—Sunnie hyung —Lo llamó Jaeyoon.
—¿Qué ocurre, cielo?
—¿Estás triste?
—No —Frunció las cejas confundido—¿Por qué me preguntas eso?
—Pensé que ibas a estar triste porque Sunghoon hyung se olvidó de su aniversario —Soltó con su voz suave e infantil sin ningún filtro dejando a todo el mundo tenso, esperando por la reacción del rubio.
—¿Te olvidaste de nuestro aniversario?
No se dio cuenta que lo había preguntado con un tono lastimero y de inmediato tenía en frente a Sunghoon pidiéndole perdón.
—Sí —Contestó nervioso—Escucha, cariño..
—Ay, que alivio.
Sunoo como muestra de su gran peso sacado de encima, llevó su mano a su pecho mientras soltaba un suspiro totalmente aliviado y borrando todo pensamiento de que era el peor esposo del mundo.
Al ver que su pareja lo miraba confundido, se acercó para explicarle sutilmente que él también se había olvidado de su día especial.
—Yo también lo olvidé, amor —Lo miró—Me hicieron darme cuenta hoy en el trabajo.
Los dos se encerraron en su burbuja de amor, que por cierto, ya la estaban teniendo abandonada.
—Perdóname, soy un esposo terrible.
—No, yo lo soy, debí haberlo recordado —Tomó el rostro de su amado mientras acariciaba sus tiernos mofletes pálidos—Tú estás teniendo muchos cambios de horario en el trabajo, es entendible.
—Pero tú estás siempre llevando a los niños a todos lados y también el trabajo te tiene agotado—Acarició el ancho pecho de Sunghoon.
—Los dos son unos esposos terribles, papis —Habló la dulce voz de Jaeyoon—Debe ser por eso que son pareja —Sunoo miró aterrado al menor por esa palabra dicha—No me mires así, papá, nos van a adoptar así que los podemos llamar así —Dijo sonriente y sus hermanos miraron directamente a la pareja.
—¿De qué habla? —Preguntó el hermano mayor.
—¿Nos van a adoptar? —Preguntó emocionado Jungwon, dando un salto de su lugar.
—¿Ya les puedo decir papás? —Preguntó Riki con la misma emoción.
La pareja empezó a temblar por los nervios al no saber cómo responder tantos bombardeos de preguntas, los menores se veían demasiado felices y Heeseung solamente se mostraba confundido. No tenían idea de como explicarles a esas lindas caritas que no era posible que pasara tal cosa.
—Chicos, por favor escuchen —Habló Sunoo—Nosotros los queríamos adoptar pero..
—¿Cómo qué nos van a adoptar? —Esta vez se hizo presenta la voz de Jongseong con una bolsa de comida en la mano y con su ceño fruncido mostrando molestia y algo de confusión.
Maldita sea ¿Qué tenía el mundo en contra ellos para seguir poniéndolos bajo presión?
Sin duda no fue una linda noche de aniversario atrasado.
—🛩️—
Después de esa muy incómoda conversación en dónde tuvieron que responder cada una de las preguntas que los menores les arrojaban en cara, específicamente las preguntas más complejas venían de los hermanos mayores, quienes estaban cruzados de brazos, uno con la expresión seria y otro con su ceño intimidante.
Una cosa llegó a la otra y terminaron por revelarle que era posible de que volvieran con aquella mujer y que seguramente vayan a un juicio para debatir sobre su custodia.
Los más pequeños se quedaron algo desconcertados por aquellas preguntas, se habían ilusionado demasiado al imaginar que Sunoo y Sunghoon iban a ser sus papás, Heeseung se mostraba inconforme y preocupado por haber escuchado que volverían con su madre y Jongseong trataba de esconder los más que podía su sonrisa ante eso.
A la mañana siguiente no hubo muchos ánimos, casi nadie habló desde que salieron de la casa hasta que llegaron hasta la puerta de las respectivas escuelas.
Ahora estaban esperando en la oficina de Joohyun a qué ella llegara, Sunghoon mordía su labio con nerviosismo mientras movía rápidamente de arriba hacia abajo su pierna derecha.
Sunoo para calmarlo acarició la rodilla de su pareja pero aún así él en vez de mostrarse nervioso, se veían claramente signos de enojo.
Sabía que la expresión de su marido no era un juego, si notaba que él estaba molesto era mejor no hablarle pero está vez tenían una reunión y no quería que explotara en frente de la madre de los chicos.
—Sunoo, trata de controlarte ¿Está bien?
—Yo tengo control de mí mismo, Sunghoon.
—Sabemos que eso es mentira —Se cruzó de brazos—Por favor, tu enojo se puede notar a kilómetros.
—Tú sabes que no controlo mis expresiones y te juro que tengo tantas ganas de mandarla a la mierda que..
Al darse cuenta que el tono de su esposo estaba elevando por cada palabra que decía, decidió interrumpirlo—Concentra todo ese enojo y sueltas cuándo estemos en el auto —Le hizo unas señas con su mano derecha y el menor entendió y miró aún molesto hacia alguna parte de la habitación.
Después de unos largos y tortuosos minutos, escucharon que la puerta era abierta, se pararon de sus lugares a pesar de que Sunoo fue el que tardó unos segundos en hacerlo. Cuando se dieron vuelta se encontraron con Bae y al lado de ella había una mujer, tenía el cabello corto hasta los hombros y su vestimenta era sencillamente aceptable.
—Señores —Habló Bae—Ella es Seonhee, la madre de los chicos.
Se saludaron con una reverencia y procedieron a sentarse para iniciar esa dichosa reunión.
—Así que ustedes son los que estuvieron cuidando a mis pequeños —Habló por fin y Sunoo ya quería que se callara, cada palabra dicha fueron como taladros en sus oídos.
—Somos sus padres sustitutos, sí —Dijo el rubio con su voz firme y profunda.
—Bien —Soltó la trabajadora social para calmar el ambiente—Me alegra que por fin se conozcan, la señora Lee tenía mucha curiosidad por conocerlos.
—Sí —Sonrió—Quería decirles que me siento muy agradecida por lo que han hecho con mis hijos, no sabría con que pagarles sinceramente, creo que no todos los agradecimientos del mundo me bastarían.
Sunoo no quería ser muy rudo pero por alguna extraña razón esa mujer le daba mala espina, era asquerosamente amable y le repugnaba bastante. Podía notar que era una persona falsa que sólo les estaba lamiendo las botas.
—No es necesario que nos agradezcas, no le hicimos con el fin de hacerle un favor a alguien, lo hicimos por nosotros y porque nos interesa el programa. Además nos encariñamos, somos muy felices con ellos —Respondió Sunghoon.
—Oh, está bien —Volvió a mostrar descaradamente su sonrisa—Pueden ir a visitarlos si quieren, cuando ya estén conmigo.
El pálido sintió esa ligera provocación y le dieron unas ganas inmensas de iniciar una discusión.
—¿Y qué te garantiza que se irán contigo? —Preguntó Sunoo manteniendo su ceño fruncido.
Seonhee lamió sus labios y se recargó un poco más sobre el escritorio para tener una pelea de miradas amenazantes con el rubio.
—Durante todos estos años estuve limpia, en ningún momento recaí, ya tengo un lugar seguro en dónde criar a mis hijos —Se encargó de remarcar esa última frase—Y según la abogada ya tengo todo listo para que me entreguen la custodia, es mi derecho por ser su madre.
—¿En qué momento fuiste su madre cuando los dejabas solos con el borracho de tu marido?—Soltó sin aguantarlo, recibiendo un regaño por parte de su esposo pero que poco le importó porque seguía con su mirada amenazante hacia la mujer—¿En dónde están los derechos de ellos?
—Yo sólo quiero a mis hijos devuelta —Soltó con una voz más tranquila al recordar la presencia de la trabajadora social.
—¿Para qué?
—¿Cómo qué para qué? Para hacer las cosas bien está vez, quiero comenzar desde cero con mis niños.
—Dos de ellos ya no son niños, son adolescentes —Aclaró—¿Y realmente quieres hacer bien las cosas? O ¿Realmente lo haces por el dinero que te garantiza el gobierno?
Sunoo no era alguien ingenuo e inocente, él sabía perfectamente que el gobierno le pagaba un salario a las personas con problemas de drogadicción, problemas de alcoholismo y entre otras más estaban las mujeres maltratadas y que estaban solas con sus hijos, algo que le parecía perfecto pero esta mujer junto a su esposo eran quienes tenían a sus propios hijos viviendo en condiciones críticas.
Cada quién le brindó una expresión distinta, Bae lo miraba con algo de enojo, Sunghoon con temor a que dijera algo más y por último Seonhee le brindó una mirada que expresaba enojo pero poco tiempo después su mirada fue siendo triste que no ablandó a Sunoo para nada, a lo contrario, se puso más firme aún siguiendo con el duelo de miradas.
—¿Qué estás tratando de decirme?
—Que no confío en ti.
—¿Y por qué tendrías que hacerlo? ¿Crees que yo confío en ustedes para que se queden con ellos? —Se estaba alterando pero decidió calmarse y suspirar—Sólo quiero ser una buena madre para ellos, son mis hijos, no suyos, yo soy su madre biológica.
Al parecer no se cansaba de recordarle eso.
—Yo no creo que las personas como tú cambien.
—¿Qué estás insinuando?
—Eres una pésima madre y también una mierda de persona —Soltó sin más—Ni siquiera sé si una cosa como tú pueda llamarse madre.
—Señor Kim, por favor —Habló Bae con su voz pacífica—Guardemos la calma.
—No pienso dejar que los chicos se vayan con esta mujer, señorita Bae—Dijo apuntando a la madre de sus niños—No quiero que vuelva a lastimar a mis..
—Discúlpame, cariño, te recuerdo que ellos son mis hijos no tuyos —Sonrió con arrogancia.
Se mordió el labio inferior para evitar gritarle a la mujer que estaba al frente suyo ¿Cómo podía ser tan cínica? No le daba ni un poco de confianza, sentía que les estaba entregando a sus niños en una bandeja de plata y las cosas no eran así.
En su mente se le vinieron varios escenarios horribles en dónde le pasaban cosas horribles a ellos estando al cuidado de esa mujer.
El ambiente se estaba tornando demasiado tenso y lleno de enojo así que Joohyun decidió dar por terminada la reunión.
Ya dentro del auto, el mayor esperó unos segundos para poder escuchar a su esposo estallar.
—Sunoo..
—No me digas nada, Park —Dijo molesto mientras tomaba el puente de su nariz—¿Quién se cree que es? ¿Piensa que somos sus niñeros acaso?
A pesar de que el mayor estaba igual de molesto que su pequeño esposo debía mantener la calma y ser sereno para poder mantener tranquilo a Sunoo.
Estaba de acuerdo con su esposo pero no apoyaba la forma en la que se expresó, eso les podía generar complicaciones al momento de hablar ante la jueza.
—No debiste excederte así y menos adelante de Bae.
Suspiró estresado y miró a su esposo—¿Crees que eso nos afecte? —Miró preocupado a su pareja.
—No lo sé —Suspiró—Pero no creo que los niños se queden con nosotros por mucho tiempo.
Frunció el ceño por lo muy pesimista que había sonado eso pero su esposo tal vez tenía razón y aún así no planeaba rendirse tan fácilmente.
—Escucha, sé que no es nada justo —Aclaró antes de que el menor protestara—Pero por lo que yo recuerdo, la señorita Bae dijo que las posibilidades de que se queden con nosotros eran pocas.
—Sí, ya lo sé, no me lo recuerdes.
—¿No crees que tengamos un porcentaje mínimo para que se queden con nosotros? —Le preguntó el mayor
—No lo sé —Hizo una pequeña mueca—Hay que ver qué quieren ellos también, no podemos simplemente decidirlo y ya como su fueran paquetes que los llevas de aquí para allá.
—Trata de que un juez escuche eso —Se recostó en su asiento.
—Te dije que tenía un mal presentimiento —Reclamó.
Ninguno se atrevió a decir otra palabra y se quedaron en silencio por unos minutos mientras analizaban todas las cosas que habían pasado a lo largo de estos meses, por fin lograron acercarse a los chicos por completo y ahora tendrían que dejarlos ir. A pesar de que eran pocas, la esperanzas de que puedan adoptarlos, ahí estaban, pero sus golpes de realidad los recibían muy diario.
—Los voy a extrañar —Confesó el mayor mirando por fin a Sunoo.
—Yo también, sólo nos que disfrutar lo más que podamos ¿De acuerdo? —Le dijo mientras se volvía a acomodar—Tratemos de no ilusionarnos porque esto realmente me está cansando.
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