A los niños se les ocurrió que la única forma de hablar con sus padres con tal de que les prestaran algo de atención, fue enviando una carta escrita a través del único aparato con el cual pasan la mayor parte del tiempo trabajando, la computadora.

Fueron corriendo al salón de computación de la escuela y aunque no sabían perfectamente cómo funcionaba, sólo pocas cosas, Kaori sabia cómo enviar el mensaje.

Una vez escrito, Kaori lo envió al correo que sabia de memoria de su padre y sus tíos.

Kaori: Ya esta listo, esperemos a que lo vean de inmediato-Dijo contenta

Natsuki: Eres increíble

Hiriko: ¿En serio lo verán?

Toshio: Pasan la mitad del día en esas computadoras, claro que lo verán

Yukio: Oigan ¿No saben a dónde se fue mi hermano? Pensé que él venia detrás de nosotros

Haruki: No lo se. Quizás se perdió

Toshio: ¿Cómo se perdió?

Kenta: Oigan amigos, miren a quien me encontré por los pasillos de abajo-Dijo entrando al salón de computación mientras llevaba a Koji de la mano

Natsuki: ¿Koji? ¿Que haces aquí? Debes estar en la guardería de la Tía Hikari

Koji: Me escape cuando la Tía Hikari recibió una llamada

Haruki: Y no te vio, bien hecho-Dijo mientras levantaba la mano para que le la chocara

Natsuki: ¿Cómo que bien hecho?

Toshio: Eso no esta bien. Debes volver, se preocupara

Koji: Pero mi hermano ya no viene a verme ¿Por que no? ¿No quieres jugar?

Natsuki: Lo siento. No es que no quiera...

En ese instante, la computadora que estaban usando se apago de inmediato.

Toshio: ¿Que hiciste Kaori?

Kaori: No hice nada

Luego, volvió a encenderse y justo desde la pantalla se vieron unos códigos, números que bajaban como si fuera cascada.

Hiriko: ¿Que es eso?

Kenta: Creo que eso es malo. Mejor vayámonos antes de que nos culpen por descomponerla

Natsuki: Espera. Quizás no sea nada. Déjame darle un golpe-Dijo mientras levantaba el puño para golpear la computadora, pero Yukio lo detuvo

Yukio: Espera primo. Quizás sea mala idea. Se podría arruinar

En el instante, un fuerte resplandor salio de la computadora, todos se cubrieron sus ojos, y justo cuando la luz desapareció y pudieron aclarar la vista, se vieron en medio de un bosque.

Natsuki: ¿Eh?

Kaori: ¡¿Que es esto?!-Gritó aterrada

Koji: ¿Un bosque?

Yukio: ¿Lo golpeaste?-Dijo molesto viendo de reojo a Natsuki

Natsuki: ¡No!

Toshio: Este bosque... ¿No es diferente a los árboles que hemos visto por la ciudad?

Kenta: Los veo como árboles normales-Dijo mientras le daba una patada al tronco de un árbol y justo cuando lo hizo, este se sacudió y un enorme digimon bajo de entre las hojas, eran dos Flymon-¿Eh?-Dijo paralizado

Koji: ¿Abejas?-Dijo confundido

En el instante, los dos Flymon amenazaron a los niños con sus enorme aguijones y comenzaron a volar directo a ellos.

Natsuki: No son abejas ¡No lo son!- Gritó mientras cargaba a Koji y comenzó a salir corriendo mientras los demás lo seguían tratando de escapar de ambos digimon

Haruki: ¡¡¿Que son?!!

Toshio: ¡Creo que esas cosas son digimon!

Yukio: ¡¿Que?! ¡¿Cómo lo sabes?!

Toshio: ¡¡Sólo supongo!! ¡¡¿Que son entonces?!! ¡¡¿Abejas mutadas?!!

Justo en frente del camino, vieron un pequeño estanque, se les ocurrió ocultarse ahí. Entraron bajo el agua y ambos Flymon los pasaron de largo. Cuando desaparecieron de entre el bosque, salieron de inmediato.

Natsuki: ¿Estas bien Koji?

Koji: Si ¿Estamos en el Digimundo?

Haruki: Buena pregunta

Kaori: No hay explicación para eso. No hay duda de que debe ser el Digimundo

Hiriko: Pero ¿Por que llegamos así? Yo quería venir con Mamá

Kenta: Es seguro que hay alguna explicación. Sólo hay que regresar a casa

Yukio: ¿Y se te ocurre cómo?

Toshio: De seguro nuestros padres se darán cuenta que no estamos y vendrán a buscarnos

Natsuki: ¿En serio lo crees? Me parece que olvidan el motivo por el cual nos escabullimos para usar la computadora y terminar aquí-Dijo molesto

Kaori: ¿Entonces que hacemos?

Haruki: Creo que si estamos en el Digimundo podríamos buscar a Gabumon y a todos los demás

Hiriko: ¡Es cierto!

Natsuki: Bien, los buscaremos y les pediremos ayuda, no necesitamos de nuestros padres para volver