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Vigilados Por Chihiro

Izuku: Bien, ya casi llegamos. Comentó con tranquilidad mientras ajustaba la cesta en la que llevaba a los bebés dormidos. A su lado, Rem caminaba con una expresión tranquila, aunque de vez en cuando echaba un vistazo hacia la cesta para asegurarse de que todo estuviera en orden.

Rem: Espero que tu madre no se haya esforzado demasiado para prepararse. Dijo suavemente, sus ojos mostrando un destello de preocupación.

Izuku: Mamá está encantada de ayudarnos. Además, siempre insiste en que la familia es lo primero. Respondió con una sonrisa mientras cruzaban una calle tranquila rumbo al edificio de departamentos.

Desde una distancia segura, Chihiro los seguía, escondiéndose entre los arbustos y detrás de postes de luz. Apretaba los dientes con determinación, su curiosidad creciendo con cada paso que daban.

Chihiro: ¿Qué está pasando aquí? ¿Quién es esa mujer? No parece ser de U.A., y menos alguien con quien Izuku trabajaría. Además, ¿por qué actúan como si tuvieran un secreto? Esto no tiene sentido.

Izuku y Rem llegaron al edificio de departamentos donde vivía Inko. Izuku sacó las llaves, abrió la puerta principal y sostuvo la entrada para que Rem pasara primero. Antes de entrar él, dio un vistazo alrededor para asegurarse de que todo estuviera tranquilo, sin darse cuenta de que Chihiro estaba escondida detrás de un árbol cercano.

Izuku: Mamá seguramente ya está lista para recibirnos. Dijo mientras cerraba la puerta detrás de él.

Rem: Agradezco su hospitalidad. Es más de lo que podría haber pedido. Comentó con un tono humilde mientras subían las escaleras hacia el tercer piso.

Chihiro, que había esperado a que la puerta del edificio se cerrara, frunció el ceño. Estaba más decidida que nunca a descubrir qué estaba sucediendo. Esperó un momento hasta que un vecino entró al edificio y aprovechó la oportunidad para colarse detrás de él, comenzando a subir las escaleras con sigilo.

Chihiro: ¿Por qué Izuku la trae aquí? ¿Es esta la casa de su familia? Pero, ¿por qué tanto misterio? Miu nunca mencionó a esta mujer. Y si fuera algo normal, ¿por qué Izuku actuaría como si tuviera algo que esconder? Murmuró mientras se detenía en el rellano del segundo piso para escuchar.

Izuku y Rem llegaron a la puerta del apartamento de Inko. Antes de que Izuku pudiera tocar, la puerta se abrió revelando a su madre, quien los recibió con una sonrisa cálida.

Inko: ¡Izuku, Rem! Pasen rápido, los estaba esperando. Dijo mientras los invitaba a entrar.

Izuku: Gracias, mamá. Dijo mientras entraba, asegurándose de que Rem estuviera cómoda y que la cesta con los bebés quedara en un lugar seguro.

Chihiro, escondida detrás de la barandilla del tercer piso, intentó asomarse sin ser vista. Aunque no podía escuchar la conversación desde su posición, sus ojos se abrieron de par en par al ver la escena: Izuku entrando al apartamento con una mujer que sostenía lo que parecía ser una cesta, tratándola con un cuidado inusual.

Chihiro: ¿Qué lleva en esa cesta? No puede ser... ¿bebés? No, no tiene sentido. ¿Qué hace Izuku cargando algo así? Y esa mujer, ¿por qué parece tan cercana a su familia? Esto no tiene nada que ver con Miu. Necesito respuestas.

Con el ceño fruncido, Chihiro decidió esperar afuera del edificio, escondiéndose en un rincón desde donde pudiera vigilar la salida. Aunque la idea de quedarse rondando le parecía absurda, su curiosidad y frustración la obligaban a quedarse.

Chihiro: Siempre es lo mismo. Miu siempre está rodeada de héroes talentosos, entrenando con el mejor de U.A., y ahora Izuku actúa como si estuviera ocultando algo. Pero no importa. Voy a averiguar qué está pasando aquí. Murmuró mientras se cruzaba de brazos, preparándose para lo que fuera necesario.

Izuku: Mamá, ya llegamos, comentó mientras sostenía cuidadosamente la cesta donde los bebés dormían plácidamente. Rem caminaba detrás de él, con un leve aire de timidez en su expresión.

Inko: ¡Izuku, Rem! Exclamó con una sonrisa radiante mientras abría la puerta del apartamento. Dio un paso hacia adelante, emocionada al verlos. Pasen rápido, no quiero que los pequeños se enfríen.

Izuku y Rem entraron al departamento. Inko cerró la puerta detrás de ellos y rápidamente dirigió su atención a la cesta. Su rostro se iluminó aún más al asomarse y ver a los bebés. Con cuidado, extendió los brazos hacia ellos.

Inko: Ay, miren nada más a estos angelitos. Dijo mientras tomaba a uno de los pequeños en brazos con ternura, meciéndolo suavemente. ¡Qué grandes están ya, aunque solo tengan un mes!

Rem: Gracias por recibirnos, señora Midoriya. Dijo con una leve reverencia, aunque su mirada estaba fija en los bebés, asegurándose de que estuvieran cómodos.

Inko: Rem, querida, ¿cuántas veces te tengo que decir que me llames Inko? Respondió con una sonrisa, luego cambió al segundo bebé, abrazándolo con el mismo cariño. Son perfectos, tan tranquilos. ¿Se han estado portando bien con ustedes?

Izuku: Sí, mamá. Bueno, tanto como pueden portarse bien a esta edad. Dijo con una risa ligera mientras acomodaba la cesta vacía en un rincón. Aunque de vez en cuando, se despiertan a medianoche todos al mismo tiempo.

Inko: Eso es normal, Izuku. Tú también eras así cuando eras bebé. Respondió con un tono maternal mientras seguía abrazando a los pequeños. Después, miró a Rem con calidez. ¿Y tú, Rem? ¿Cómo te has sentido?

Rem: Estoy bien, gracias. A veces es un poco abrumador, pero Izuku siempre está ahí para ayudar. Respondió suavemente, aunque un destello de gratitud apareció en su mirada hacia Izuku.

Inko: Sé que sí. Izuku tiene un corazón enorme, igual que tú. Dijo mientras colocaba al bebé de nuevo en la cesta y ajustaba las mantas. Luego los miró a ambos con ternura. Quiero que sepan que estoy muy orgullosa de lo que están haciendo por estos pequeños.

Izuku: Gracias, mamá. Hicimos esto porque sentíamos que era lo correcto. Dijo con una expresión seria, pero cálida. Ellos necesitaban un hogar, y nosotros estábamos listos para dárselo.

Inko: Y lo están haciendo maravilloso. Respondió con firmeza antes de voltear a ver a Rem. Rem, eres una madre increíble. Y no tienes que cargar con todo tú sola, ¿entiendes? Aquí tienes a una familia que te apoyará en todo.

Rem se sorprendió un poco por el gesto, pero pronto correspondió al abrazo, con una pequeña sonrisa apareciendo en sus labios. Izuku observó la escena con una mezcla de tranquilidad y gratitud hacia su madre.

Izuku: Gracias, mamá. Sabía que aquí estaríamos bien.

Inko: Siempre tendrán un hogar aquí. dijo con firmeza, volviendo su atención hacia los bebés. Ahora, ¿quieren algo de comer? Puedo preparar algo mientras descansan un poco.

Izuku: Suena bien pero ya nos vamos mamá solo vinimos a ver si podrias cuidar unos minutos a mis hijos, respondio ndió mientras Rem asentía, ambos aliviados de estar en un lugar tan acogedor.

Inko: Como me negaria a cuidar de estos angeles, djo mientras le jalaba los cachetes a Ayaka

Es un capitulo corto lo se pero es más porque tuve crujía hace 1 semana y escribir desde el celular esta medio de la fregada

Y apenas ayer me dejaron volver a la normalidad tomara tiempo pero chat Gpt por suerte me hecha una mano con mi ortografia

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