La tormenta rugía afuera, y el sonido de los truenos hizo que varios de los bebés se inquietaran en el cuarto de Izuku y Rem. Izuku los observaba con ternura, tratando de calmar a los más asustados.

Izuku: Tranquilos, pequeños, todo está bien, acariciando suavemente la cabeza de Rin, quien lo mira con ojos grandes y se aferra a su brazo en busca de seguridad

Rem, meciendo a Inko en sus brazos, murmuraba palabras suaves quien empezo a calmarse, de entre todos era la que mas le... bueno todo le daba miedo, mas los sonidos fuertes

Rem: Shh, pequeña... La lluvia siempre pasa, hablo meciendola en sus brazos a la par en que ella se aferraba con menos fuerza.

Yasu, usualmente sonriente, miraba la ventana con expresión de susto, sus labios temblando, solo para Yuki ponerse frente a el para poner su sombrero en el suelo y golpearlo con su barita magina sacando de el una vaca miniatura para Yasu quedarle biendo olvidando sus miedos.

Yuriko, quien siempre estaba en las piernas de Izuku quien la alzo y la cargo para mirarla a los ojos con una gran sonrisa, mientras le acariciaba el pelo.

Izuku: La lluvia es solo una canción fuerte, pequeña, hablo mientras la acostaba en su hombro mientras que Kaori, ya se habia agotado la energia estaba profundamente dormida en una esquina, arrullada por la tormenta, aunque de vez en cuando se movía inquieta. Izuku fue hacia ella y la cubrió con una manta suave, asegurándose de que estuviera cómoda, Eshima por otra parte al ver a Yuriko acurrucada en los brazos de Izuku, gateó hacia él, levantando sus manitas para que también la cargara, para Izuku sonreirla para alzarla con su otro brazo.

Izuku: Aquí estás bien, Eshima, hablo para voltear a ver Rem quien tarareaba una melodia suave a Inko quien dejo de aferrarse para sus ojos cerrarse quedando dormida, a la par Naoki y Azaky estaban intentando seguir la melodia intentando bailar, pero igual empezaron a cansarse.

Pero desconocido para ellos esa lluvia no iba a tener quien la detuviera... al menos no ahora.

Tlalock: a mi ni me vean de una vez digo.

El sonido constante de la lluvia seguía resonando en las ventanas, creando un ambiente melancólico y nostálgico en el salón de la Clase B. Izuku se acomodó en su asiento, observando cómo algunas gotas se deslizaban por el vidrio. Estaba pensativo, con la mente a kilómetros de distancia, recordando la última vez que había dejado a los bebés. Aunque eran recién nacidos, parecían tener una sensibilidad especial al sonido de los truenos, y él se preocupaba de que la tormenta los estuviera asustando en casa.

Itsuka, siempre perceptiva, notó la expresión distraída de Izuku y se acercó con una sonrisa amable.

Itsuka: Midoriya, ¿te preocupa algo? Te noto... como ausente.

Izuku la miró, dándose cuenta de que su preocupación era evidente, y forzó una pequeña sonrisa.

Izuku: Ah, sí, perdona. Es que... a veces pienso mucho, y este clima siempre me pone pensativo. Supongo que la lluvia tiene ese efecto en muchos de nosotros.

Su respuesta hizo que algunos de sus compañeros se interesaran en la conversación. La lluvia creaba un ambiente especial que permitía charlas más relajadas y cercanas. Fukidashi, buscando animar un poco el ambiente, dio un gran aplauso que resonó en el salón.

Fukidashi: ¡Ey, chicos, propongo que dejemos la melancolía y pensemos en algo emocionante! dijo mientras manifestaba en el aire la palabra "¡ACCION!", como si fuera director de cine ¿Qué opinan de una aventura en un día de lluvia? Como cuando los héroes enfrentan villanos en tormentas épicas.

La propuesta de Fukidashi arrancó algunas risas y asentimientos, era imposible no sentirse animado con su energía.

Sin embargo, mientras los demás hablaban de escenas épicas y luchas imaginarias, Izuku seguía pensando en los bebés en casa, especialmente en Inko y Nana, que siempre se sobresaltaban con cualquier ruido fuerte, en casa, ellos dependían mucho de su presencia para calmarse, y saber que él no estaba ahí lo mantenía inquieto.

Shiozaki, quien había estado escuchando en silencio, se unió a la conversación.

Shiozaki: Midoriya, parece que tienes algo importante en la cabeza. ¿Hay algo en casa que te preocupe? Sabes que puedes confiar en nosotros, Izuku se sorprendió por la amabilidad de sus compañeros y sonrió un poco más genuinamente esta vez.

Izuku: Gracias, en serio, chicos. Supongo que es solo el clima... Y bueno, me recuerda a casa, como si... bueno, como si tuviera que estar allí ahora mismo. Pero no quiero ser el aguafiestas. Mejor cuéntenme, ¿qué harían en un día de lluvia?, Kendo y Tetsutetsu se miraron, inspirados por la idea de Fukidashi, y decidieron seguir con la broma.

Kendo: Yo creo que sería como en una película. La lluvia, los truenos, ¡y el héroe enfrentando a una horda de villanos bajo el agua!

Tetsutetsu: ¡Exacto! ¡Imagina enfrentarte a un oponente bajo una tormenta! Cada gota es como una prueba de resistencia, ¡Eso seria lo mas macho que se podria hacer como heroe!

Las risas volvieron a llenar el salón. Izuku también rió con ellos, dejando de lado un poco su preocupación y agradeciendo el momento de distracción que sus compañeros le ofrecían. Sin embargo, en el fondo, seguía preocupado por los bebés en casa, preguntándose si estarían bien con el sonido de la tormenta y esperando que se calmaran pronto.

La tormenta continuaba afuera, pero Izuku sabía que debía dirigirse a los dormitorios para revisar si todo estaba en orden. Abrió la puerta y salió aun con el paraguas no evitaba mojarse, y claro los que jugaban saltando en los charcos no ayudaban.

Izuku: Creo que la lluvia seguira aqui para mañana, hablo mientras cruzaba los jardínes de U.A, solo para vislumbrar (asi se escribe?) una figura a lo lejos completamente empapada de pies a cabeza, el uniforme estaba arruinado y lo que le seguia, para Izuku acercarse, y quitarse su saco, poniendoselo a la chica.

Izuku: ¿Estás bien? No deberías estar aquí bajo la lluvia... podrías resfriarte, hablo mientras ella levanta la cabeza, sorprendida.

Juvia: Juvia... balbucea Juvia... solo quería estar sola, hablo para Izuku cubrirla con su paraguas sacandole un gesto de tristesa, mientras Izuku se plantaba la pregunta del porque le hablo de ella en 3ra persona.

Izuku: ¿Por... por qué estabas aquí sola?

Juvia: Los demás dicen que Juvia es extraña... porque Juvia habla en tercera persona, y ahora tu tambien crees que Juvia es rara.

Izuku: N-no creo que seas ex-traña, tartamudea, sorprendido de escuchar su propia voz al hablarle, todos... todos tenemos cosas que nos hacen únicos, ahora lo mas raro es s-ser normal, Juvia lo miró, sorprendida y sin saber cómo responder. Por primera vez, alguien no la juzgaba por esa peculiaridad. Izuku, aún nervioso por hablar con ella, esbozó una pequeña sonrisa de apoyo, y-yo... yo también tengo cosas raras, supongo, d-de-debes en cuando murmuro en exceso, incluzo yo mismo me veo raro.

La chica lo miró sorprendida. Izuku era la primera persona que no solo no la juzgaba, sino que veía en ella algo especial. Era un sentimiento nuevo, que la llenaba de una calidez que hacía contraste con la lluvia fría que caía a su alrededor.

Juvia: Juvia... nunca ha tenido a alguien que... que la vea así, hablo para Izuku sentirse nervioso sintiendo la presión de hablar con una chica, empezando a ponerse rojo.

Izuku: Pues...  Y-yo creo que eres increíble, que nadie te diga lo contrario, eso e-es lo in-creible de ti, dandose cuenta de lo que diga, no quiero de-decir eso, osea si eres increible pe-pero.

Los ojos de la chica se abrieron de par en par, y su corazón dio un vuelco, mientras Izuku se estaba petateando de nervios. Sentía una mezcla de sorpresa y alegría que nunca antes había experimentado. Nadie había dicho esas palabras tan dulces y sinceras sobre ella. Izuku le sonrió, un poco tímido, pero con una calidez que parecía iluminar su rostro.

-Izuku; pe-pero mejor quedatela, hablo extendiendole su sombrilla, e-estas co-con la ropa mojada, s-sera mejor que vayas a tus dormitorios a cambiarte, mi-mi nombre es Izuku Midoriya

La chica tomó la sombrilla con manos temblorosas, sentía que su corazón latía tan fuerte que podría oírse en medio de la tormenta, aún sin haberse presentado ni conocer su nombre, ya sentía una conexión inexplicable, sus ojos no se apartaban de él, como si temiera que al desviar la mirada el momento se desvanecería, Izuku le dedicó una última sonrisa, un poco tímida pero sincera, y comenzó a alejarse en dirección al edificio, dejándola sola con sus pensamientos.

Juvia: ¿Juvia es increible?,  ¿Juvia es increible para Izuku-sama?

El autor: Santa cachuca ya dijo la frase.

A medida que él se alejaba, algo mágico sucedió las nubes comenzaron a abrirse lentamente, y los rayos de sol tímidamente se filtraron entre ellas, iluminando el jardín, la tormenta, que había sido intensa y persistente, se calmó de repente, dejando un silencio casi sagrado, la chica, aún sosteniendo la sombrilla que Izuku le había dejado, sintió como si el peso de su tristeza se hubiera disipado junto con las nubes.

Juvia: ¿Izuku-sama ama a Juvia por ser increible?, hablo mientras sus ojos aparecian corazones, Izuku ya estaba fuera de vista, pero su imagen seguía viva en su mente, sintió que ese encuentro fugaz había cambiado algo en su interior, apretando la sombrilla con fuerza, la chica sonrió, sintiendo un calor en su pecho que nunca antes había experimentado.

Mientras permanecía allí, bajo los tímidos rayos del sol, el jardín empapado brillaba como si estuviera lleno de pequeñas gemas de luz, reflejando el cambio que había tenido lugar en su corazón. Aún sin saber quién era él, ni si lo volvería a ver, su mundo ya no parecía tan solitario como antes.

Juvia: ¡IZUKU-SAMA AMA A JUVIA!

Su voz resonó en el jardín, y el eco parecía llevar su emoción a todos los rincones del campus, con una mezcla de euforia y determinación, comenzó a correr hacia los dormitorios, sujetando la sombrilla como si fuera un trofeo, cada paso que daba la llenaba de más emoción, y en su mente ya imaginaba su futuro junto a Izuku.

Al llegar a su dormitorio, Juvia no perdió el tiempo. Con manos temblorosas y una sonrisa que no podía borrar, empezó a recoger materiales: pedacitos de tela, hilo y botones. En su mente, solo había una idea clara: debía crear algo para tener a Izuku-sama cerca, aunque fuera de manera simbólica.

Juvia comenzó a armar una pequeña muñeca, cuidadosamente escogiendo los colores que recordaban a Izuku: el verde de su cabello y el blanco y griz de su uniforme,c ada puntada que daba en la tela llevaba un poco de su emoción y cariño, pronto, había terminado su primera muñeca de Izuku-sama, y al sostenerla en sus manos, sintió que le faltaba el aire de tanta felicidad.

Juvia: Juvia... ¡Juvia hará que Izuku-sama se sienta orgulloso de ella!

Sin dudarlo, colocó la muñeca en su mesa y comenzó a armar otra, llena de ideas para crear tantas como fuera posible, mientras sus manos seguían trabajando, su mente viajaba al momento en que él le había dicho que era increíble, y la sonrisa regresaba a su rostro.

Esa noche, su cuarto se llenó de pequeñas muñecas de Izuku, cada una con un toque especial y un cariño diferente. Para Juvia, esos recuerdos y sus muñecas eran la manera perfecta de mantenerlo cerca, sin importar la distancia.

El autor: Ese compa ya esta muerto. nomas no le han avisadooooo

No cabe duda es barriga señor arte

A canijo te...

Mi mente en tiempos de examen es la de megatron

Perdon por estar fuera un rato tuve exámenes me enferme de gripe y estuve de la real patada estos últimos 3 días 4 con hoy