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El secreto de Rem

Izuku se despertó sobresaltado al escuchar un leve quejido proveniente de la cuna cercana. Observó cómo Inko comenzaba a moverse inquieta, su diminuto rostro arrugándose en una expresión de angustia. Con cuidado, se incorporó, levantándola en brazos antes de que pudiera romper en llanto. La acunó contra su pecho, hablándole en un susurro calmado.

Izuku: Tranquila, Inko... todo está bien. Papá está contigo.

Inko: A-ha... ahh, dejando escapar un balbuceo débil, relajándose poco a poco, para Izuku acariciar su espalda, caminando hacia la sala para no perturbar el sueño de los demás bebés. 

La luz tenue de una lámpara reveló la figura de Rem sentada en el sofá. Estaba abrazando sus piernas, con la mirada perdida en el suelo y un aire melancólico rodeándola.

Izuku: Rem... ¿qué haces aquí a estas horas?, hablo asustando a Rem quien levantó la vista asustada al escuchar su voz, para al ver a Izuku y a Inko dormida en sus brazos intentar esbozar una sonrisa, la tristeza era evidente en sus ojos, aun cuando los cerro para que no viera lo rojo en sus ojos, elrastro de lagrimas resaltaban por la lampara.

Rem: No podía dormir... Eso es todo, no es nada importante, hablo con su sonrisa amable que no engaño a Izuku, era una sonrisa que no solo se veia quebrada, estaba temblando y la voz propia de Rem mostraba que no estaba nada bien, para Izuku fruncir el ceño, se sentó a su lado, ajustando a Inko en sus brazos mientras estudiaba a Rem con preocupación.

Izuku: No parece que sea solo insomnio. ¿Quieres hablar de ello?, hablo mientras se acomodaba en el sillon y a Inko quien empezo a balbucear entre sueños pero Rem desvió la mirada, sus manos temblaban ligeramente mientras jugueteaban con el borde de su vestido. 

Rem: No quiero molestarte, Izuku. Solo es... algo del pasado. Nada que importe ahora.

Izuku mantuvo el silencio, respetando su espacio, pero sin apartar la mirada, Rem cerró los ojos, como si luchara contra los recuerdos que la invadían, cualquiera que estuviera hai pudria ver el como una lagria caia junto con que la chica mordia su labio inferior con rabia, para despues de algunos minutos en silencio ella tranquilizarse y dejó escapar un suspiro largo, el peso emocional reflejándose en cada palabra que dijo.

Rem: Hace años, cuando todavía vivía con mi hermana...
Se detuvo, sus labios temblaban como si decirlo lo llevara a ese momento.

Izuku: Tomatelo con calma.

Rem: Estábamos en una redada contra villanos... Todo parecía bajo control hasta que cometí un error... Mi falta de concentración puso a todos en peligro... pero especialmente a Ram, su voz se quebró al mencionar el nombre de su hermana, y sus manos se cerraron en puños sobre sus piernas.

Rem: Un villano se dirigió hacia mí. Era demasiado rápido, demasiado fuerte... y yo estaba paralizada por el miedo... Ram, como siempre, fue más valiente... Saltó frente a mí, y rebibio todo el golpe, no murio pero paso algo aun peor, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras su mirada se perdía en el vacío, como si eso mismo pasara frente a ella, perdió su cuerno... su orgullo, la fuerza de sus poderes... por salvarme.

Inko balbuceó suavemente, como si percibiera la tensión en el ambiente, Izuku acomodó a la bebé contra su pecho, mirándola mientras consideraba cómo responder.

Izuku: Rem, no es tu culpa... Tomaste decisiones en un momento de peligro... No puedes culparte por eso, hablo sintiendo un poco de dolor en su pecho, para Rem volverse a morder el labio mientras abrazaba sus piernas con fuerza, volviendo a llorar con mas fuerza.

Rem: Ram nunca me culpó... jamas me desprecio en el orfanato, jamas me vio con furia, jamas me dijo nada malo, ja-jamas, hablo para empezar a quebrarse en mil pedasos mientras su voz se distorcionaba, pero sé lo que significaba su cuerno para ella, perdió parte de sí misma por mi debilidad, volviendose su voz aun mas quebrada, pero aun asi se que odia con toda su alma.

Izuku se inclinó ligeramente hacia ella, colocando una mano en su hombro.

La firmeza de su contacto parecía atravesar la barrera de culpa que Rem había construido con los años.

Izuku: Inko le teme a todos, y aunque siempre me juegue trabesuras Ayaka, jamas me pasa por la cabeza regresarla, es mi hija, y aunque luego peleen se que en un punto ellos se necesitan unos a otros, tal como yo los necesito para sentirme completo, tu hermana jamas te odia oh odiara, pero yo no puedo decirtelo por ella... debe decirtelo ella en persona, Rem lo miró, sus ojos llenos de lágrimas, pero esta vez también había un destello de algo más: esperanza. Inko, ajena al drama emocional, emitió un suave balbuceo, captando la atención de ambos. Rem dejó escapar una risa ligera, secándose las lágrimas.

Rem: Gracias, Izuku... No sé qué haría sin ti, Izuku sonrió, acunando a Inko mientras la pequeña comenzaba a quedarse dormida nuevamente.

Izuku: Siempre estaré aquí, Rem, no tienes que enfrentar esto sola, el silencio llenó la sala, pero esta vez no fue incómodo.

Fue un silencio de alivio, de comprensión, Rem permitió que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro, aceptando, por primera vez en mucho tiempo, que quizás podía empezar a perdonarse a sí misma.

Izuku: Rem, necesitas hablar con Ram. No puedes seguir cargando con esto sola, Rem bajó la mirada, sus manos temblando ligeramente mientras las mantenía entrelazadas en su regazo.

Después de unos segundos de silencio, respondió con voz baja.

Rem: No puedo hacerlo sola, Izuku. Si voy, necesito que tú y los bebés vengan conmigo, no podría enfrentarla sin ustedes, hablo para Izuku quedar perplejo con la condición, claramente porque no se esperaba eso. 

Izuku: Rem, llevar a los bebés no es fácil, apenas tienen un mes Buaaaaa necesitan atención constante, hablo
Rem lo miró con un atisbo de desesperación en sus ojos, pero Izuku continuó hablando, esta vez con un tono más suave y tranquilizador.

Izuku: Pero podemos hacerlo. Los llevaremos con nosotros y a la gran mayora los dejaremos con mi madre, es claro que llevar a mas de 3 bebes seria sospechoso,  Rem se quedó en silencio, sorprendida por la disposición de Izuku... Su mente aún dudaba, pero las palabras de él parecían despejar parte de sus miedos.

Finalmente, suspiró, asintiendo ligeramente.

Rem: Está bien. Pero no sé cómo voy a enfrentarla.

Izuku: No tienes que hacerlo sola, Rem, estaremos contigo, pase lo que pase, Ram es tu hermana, y estoy seguro de que lo entenderá,  Rem asintió de nuevo, esta vez con un poco más de determinación.

Aunque el miedo seguía presente, el apoyo de Izuku y la presencia de los bebés le daban un motivo para intentarlo, con esa pequeña chispa de esperanza, finalmente empezó a considerar el encuentro como un paso necesario para sanar su corazón.

Izuku: Ahora regreso, Iida-san, Bajando por las escaleras cargando una cesta de cobijas, siendo visto por todos en la sala comú, me ausentaré y regresaré el lunes. el anuncio, tomando por sorpresa a varios de sus compañeros, ire a regresar las cobijas que me llevé por accidente.

Iida: ¿Seguro, amigo? Ajustó sus lentes mientras lo miraba con seriedad.

Izuku: Sí, no te preocupes. Solo visitaré a mi mamá, la extraño un poco, hablo acomodando su cesta para mas comodidad, Mineta que estaba hasta ese entonces observando desde un rincón, empezó a acercarse lentamente con una mirada de desconfianza.

Mineta: ¡No te creo! parandose frente a Izuku, señalándolo con el dedo, puede que engañes a todos aquí, pero a mí no... Seguro vas a cortejar a alguna chica.

Izuku: ¿Q-qué? ¿De qué hablas? dando un paso hacia atrás, claramente confundido y nervioso.

Mineta: ¡Admite que es una cita romántica! tomando la cesta de cobijas y la volcó, dejando todo el contenido desparramado por el suelo, algunos ya se la veian venir otros... bueno no hacia farta decir quien ya lo veia mal.

Kirishima: Mineta, eso estuvo muy poco  de hombres, cruzando los brazos, frunciendo el ceño.

Bakugo: Eres un idiota. ¿Por qué siempre tienes que hacer cosas tan estúpidas? estas por romper tu record, mirandolo con desprecio mientras Mineta retrocedía un poco.

Uraraka: ¡Eso no se hace, Mineta! Deku no tiene por qué soportar esto, agachandose para recoger las cobijas, lanzándole una mirada fulminante a Mineta al igual que todos.

Momo: Estoy de acuerdo. Tus acciones son inaceptable.. . Deberías disculparte ahora mismo. Su tono firme hizo que Mineta empezara a balbucear excusas.

Mina: ¡En serio, Mineta! Deku solo va a visitar a su mamá, no todo tiene que ver con tus locuras.

Jirou: Esto ya no es gracioso, tienes que dejar de acosar a los demás con tus ideas absurdas.

Darkvader: Tu obsesión por tus fantasías es un problema serio... Deberías reflexionar, hablo mientras negaba con la cabeza y Darkshadow ayudaba recogiendo algunas cobijas..

Tsuyu: Tal vez deberíamos hablar con Aizawa-sensei sobre esto, kero, su tono tranquilo pero firme dejó a Mineta aún más incómodo.

Izuku: Gracias, chicos, pero de verdad, está bien, solo voy a visitar a mi mamá, sonriendo tímidamente mientras Uraraka le entregaba las cobijas que había recogido.

Uraraka: No te preocupes, Deku. Nosotras nos encargaremos de Mineta. Le sonrió tranquilamente, pero con determinación.

Kirishima: ¡Eso es, Midoriya! No te preocupes por aquí... Disfruta tu visita, dandole una palmada amistosa en la espalda.

Izuku: Gracias a todos, nos vemos el lunes, sonrió antes de salir por la puerta, dejando atrás a Mineta bajo el juicio de sus compañeros, y una Jirou que agitaba sus jacks de forma que parecian la cola de una vibora de cascabel.

Izuku: Haber si no rompo la ventana. Lanzó una pequeña piedra hacia la ventana de su propio, mirando hacia arriba con cierto nerviosismo.

La ventana se abrió lentamente y Rem se asomó, con una expresión tranquila, sosteniendo una gran cesta atada a una cuerda.

Con cuidado, comenzó a bajar la cesta lentamente, asegurándose de que no se balanceara demasiado. Izuku extendió los brazos para recibirla, sus movimientos cautelosos para no despertarlos, cuando finalmente quito las cobijas, vio a sus hijos profundamente dormidos, ajenos a todo lo que sucedía a su alrededor.

Izuku: Están profundamente dormidos, observando sus pequeñas caras, de pronto, una cuerda cayó desde la ventana.

Izuku levantó la vista, pensando que era para subir la cesta, pero antes de poder reaccionar, Rem se lanzó desde la ventana, cayendo al suelo con una gracia impecable y aterrizando de pie, como si fuera lo más natural del mundo, Izuku la miró, atónito, mientras intentaba procesar lo que acababa de ver.

Rem: Vámonos, habló con firmeza, tomando la delantera sin esperar respuesta... Su actitud era decidida, como si saltar desde una ventana fuera parte de su rutina diaria.

Izuku, todavía incrédulo, se giró al escuchar un pequeño sonido. Inko se había asomado desde la cesta principal, medio despierta, mirándolos con confusión.

Izuku: ¿Crees que me enseñe a hacer eso? Murmuró, más para sí mismo que para alguien más, mientras seguía a Rem con la cesta en brazos y una mezcla de asombro y admiración en su rostro.

Izuku: Bien, vámonos. Dijo ajustando la cesta con los bebés dormidos mientras cruzaban las puertas de U.A. Rem lo seguía en silencio, caminando a su lado con un paso tranquilo.

Rem: Asegúrate de que las mantas no se deslicen, hace un poco de viento, comentó mientras observaba a los pequeños con ternura.

Izuku: Tranquila, están bien aseguradas. Mamá estará feliz de verlos, respondió con una sonrisa mientras ajustaba la cesta.

Sin que ninguno de los dos lo notara, Chihiro los observaba desde la distancia, escondida tras una de las columnas cercanas. Había decidido seguir a Izuku después de ver que salía con una mujer que no reconocía, cargando algo que parecía importante. Su curiosidad aumentó al notar lo relajados que parecían juntos.

Victor: Pero bueno que no te quieren en tu casa oh que?, (con voz de skiper)

Chihiro: ¿Quién es ella? No parece ser estudiante de U.A. ¿Y qué lleva Izuku con tanto cuidado? Murmuró mientras comenzaba a seguirlos a una distancia segura.

Mientras Izuku y Rem caminaban hacia la estación de trenes, Chihiro mantenía el paso. Sus pensamientos se agitaban con dudas y especulaciones.

Chihiro: Esto no tiene sentido. ¿Por qué Izuku está con esta mujer? Él pasa tiempo con Miu Furinji, ¿no? Siempre están juntos. ¿O acaso me equivoqué?

Izuku y Rem llegaron a la estación y compraron los boletos mientras Chihiro se ocultaba detrás de una máquina expendedora, observándolos con cuidado.

Izuku: Ya tenemos los boletos. El tren sale en diez minutos. Dijo mientras revisaba la cesta una vez más.

Rem: Todo está bien. Los bebés siguen dormidos. Respondió con una leve sonrisa, aunque su mirada permanecía alerta.

Chihiro: ¿Bebés? ¿Qué bebés? ¿Acaso son... suyos? No, eso no tiene sentido. Pero esa mujer... parece tan cómoda con Izuku. ¿Será su pareja? Entonces, ¿qué pasa con Miu?

Al intentar acercarse para escuchar más, Chihiro tropezó con una maleta dejada cerca de un banco. Al caer, perdió el equilibrio y terminó chocando contra Izuku, quien apenas logró sostenerse para no caer al suelo junto con la cesta.

Izuku: ¡¿Estás bien?! Exclamó sorprendido, mirando a la chica que había tropezado con él.

Chihiro: Lo siento... no fue mi intención. Respondió rápidamente, tratando de no parecer sospechosa mientras se levantaba apresuradamente.

Rem: Ten cuidado. Dijo con firmeza, su expresión se tornó seria mientras evaluaba a la desconocida.

Chihiro: Sí, sí, perdón. Fue un accidente. Dijo, retrocediendo un poco mientras intentaba recuperar la compostura.

Izuku miró a Chihiro por un momento, tratando de recordar si la había visto antes, pero finalmente decidió no darle demasiada importancia.

Izuku: Bueno, ten más cuidado. Dijo antes de ajustar la cesta nuevamente y mirar a Rem. Vamos, no queremos perder el tren.

Chihiro los dejó avanzar unos pasos antes de volver a seguirlos, esta vez con más precaución. Mientras los observaba abordar el tren, sus pensamientos seguían llenos de preguntas.

Chihiro: ¿Por qué no me doy cuenta de nada? Izuku pasa tiempo con Miu, y ahora esto... Esa mujer parece demasiado cercana... ¿Y los bebés? ¿Hablara de sus primos? Miu nunca dijo nada de esto. Pero claro, ella siempre es tan reservada, entrenando con ese chico prodigio de U.A. para ser la mejor... Todo lo hace perfecto... y yo ni siquiera entiendo qué está pasando aquí.

Decidida a averiguar la verdad, Chihiro subió discretamente al tren, encontrando un asiento desde el cual podía seguir observándolos sin ser vista. La curiosidad se había transformado en una mezcla de confusión y sospecha, y no pensaba rendirse hasta descubrir qué estaba ocurriendo.

Y ya regrese y tengo sueño

No Tsukasa ira a conocer a sanpedro

Ta juerte el asunto

Para mi 5ds es el mejor de los Yugi-oh

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