Caos Del Dia
Izuku caminaba en dirección al dormitorio donde estaban Rem y los bebés, con los pensamientos revoloteando en su mente después de su inesperado encuentro con la chica del cabello azul.
Rem: regresó más tarde de lo habitual, Izuku quedo quieto un momento, para al ver su reloj de All Might de la era de bronce marcandole que llego una hora mas tarde, aunque tuvo que reaccionar debido a que la mas mandona de los midoriyas estaba golpeandole la zapatilla con su sonaja, para el irse a quitar las zapatillas mojadas.
Izuku: Lo siento, Rem. Me detuve a ayudar a alguien.
Rem frunció ligeramente el ceño mientras se acercaba, tomando la mochila mojada que él había dejado sobre la mesa.
Rem: Izuku-sama deje las cosas en el baño, no ensucie lo limpio, hablo llevando la mochila al baño.
Izuku: Gomenasai.
Rem: Al menos deberia pensar en usted, no queremos que se enferme de un resfriado.
Izuku: Es-es que estaba e-em-papada.
Rem lo observó con una mezcla de interés y algo más, algo que ella misma no terminaba de entender, bajo la mirada mirando a los bebés seguir a Izuku para deformar su cara en un gesto más propio de una amiga que de una sirvienta, todo mientras colocaba la mochila en la ducha para que se escurriera el agua.
Rem: Aun así, deberías ser más cuidadoso. No sólo por ti, sino por los bebés, no tienen como aguantar una gripe oh un resfriado
Izuku: Lo-lo siento creo que eso es lo que habria hecho... creo que incluzo sin ser un heroe.
Se acercó a su cama donde los mas pequeños dormían tranquilamente, Sena y Suzuna estaban abrazadas como siempre, mientras Yasu dormía con una sonrisa, aferrado a su inseparable mameluco de vaca, Shiro balbuceaba algo en sueños, y Nana, como de costumbre, parecía que se reía mientras dormía.
Izuku: pero aun siendo heroe ellos son lo más importante para mí.
Rem se quedó a su lado, observándolo mientras acomodaba las mantas de los bebés. Sus ojos se suavizaron mientras lo veía interactuar con los pequeños, su voz baja y llena de cariño.
Rem: Y tú lo eres para ellos.
Izuku giró la cabeza hacia ella, sorprendido por el comentario. Rem desvió la mirada rápidamente, como si se hubiera traicionado a sí misma.
Rem: Digo... es obvio, eres su padre siempre eres y seras su super-heroe.
Izuku asintió, aunque algo en su pecho se sintió extraño, una calidez que no entendía del todo, algo que igual se encendia en Rem de poco a poco.
En otro punto de la escuela, Juvia estaba en su dormitorio. Las emociones del encuentro con Izuku seguían burbujeando dentro de ella. Su mente no dejaba de repetir las palabras que él le había dicho, la amabilidad en su voz, la forma en que la había mirado.
Juvia: Izuku-sama...
Con manos firmes pero llenas de emoción, continuaba cosiendo pequeñas muñecas de tela. Frente a ella ya había una con cabello verde y un traje simple, cuidadosamente bordado.
Juvia: Nadie más en este mundo entiende a Juvia como Izuku-sama.
Se levantó con la muñeca terminada y la sostuvo frente a ella, admirando su trabajo.
Juvia: Juvia hará todo lo posible para ser digna de él.
El aula del curso general estaba envuelta en el habitual bullicio matutino. Izuku Midoriya, con su mochila sobre un hombro, atravesó los pasillos de la U.A. con paso titubeante, tratando de ignorar las miradas curiosas de los estudiantes que ya estaban acostumbrados a su presencia. Ser transferido temporalmente a los cursos generales por el plan de Nezu era un desafío mayor de lo que había anticipado.
Al llegar a la puerta del aula, respiró hondo. "Un nuevo día, una nueva oportunidad de adaptarme", pensó, intentando motivarse. Al abrir la puerta, lo primero que notó fue a Shinso Hitoshi, quien estaba desplomado sobre su escritorio en el fondo del salón.
Izuku: Shinso-san, llamó suavemente mientras caminaba hacia él, ¿Estás bien?
El único movimiento de Shinso fue el ligero levantamiento del cuaderno que cubría su rostro. Izuku lo miró con preocupación.
Shinso: No molestes, Midoriya... murmuró con una voz apagada. Desde que te transfirieron, la presidenta nos ha puesto correa a todos.
Izuku: ¿Correa? preguntó Izuku, ladeando la cabeza.
Shinso finalmente bajó el cuaderno, revelando su rostro cansado. Aunque siempre parecía agotado, hoy su expresión era la de alguien que había sobrevivido a una semana de pesadillas.
Shinso: Sí, correa. Misaki Ayuzawa es más estricta de lo que parece. Siempre ha sido intensa, pero contigo aquí, parece que está en modo heroína profesional 24/7.
Izuku: ¿Qué tiene que ver conmigo?
Shinso: Todo. Eres Midoriya Izuku, el aspirante a héroe favorito de U.A. respondió Shinso, dejándose caer en su asiento como si el peso del mundo estuviera sobre sus hombros. Ella no quiere que esta clase quede en segundo lugar solo porque tú estás aquí. La subpresidenta, Tang Xuang, es más tranquila, pero créeme, tampoco te metas con ella.
Izuku: E-e-exageras no soy tan bueno, e-ese deberia ser el puesto de Bakugou, oh de Todoroki... ¿Y porque Tang Suang, no la he conocido?
Shinso: Porque es como enfrentarte a mí en el festival deportivo: técnicamente sobrevivible, pero igual de aterrador.
Izuku no pudo evitar reírse nerviosamente. Shinso era bueno para dramatizar, pero había algo en su tono que lo hizo tomar en serio la advertencia.
Sin embargo, antes de que pudiera seguir preguntando, la puerta se abrió de golpe, y la presidenta de la clase, Misaki Ayuzawa, entró con su usual porte imponente.
Misaki: ¡Midoriya! exclamó, caminando con determinación hacia él mientras sostenía un montón de papeles.
Izuku dio un paso atrás, sobresaltado. La intensidad de su mirada era suficiente para ponerlo nervioso.
Izuku: ¿Sí, Misaki-san?
Misaki: Necesitamos hablar.
Izuku: ¿Sobre qué?
Misaki: Bakugou.
Izuku cerró los ojos brevemente, suspirando. Había estado esperando este momento desde su conversación con ella el otro día.
Misaki: Me prometiste que hablarías con él. ¿Y qué pasó? ¡Absolutamente nada! Sigue siendo el mismo cabeza hueca arrogante, y ayer casi hace que alguien derrame un contenedor de químicos peligrosos en el laboratorio.
Izuku: Lo siento... yo...
Misaki: ¿De qué sirve disculparte? lo interrumpió, cruzando los brazos mientras lo miraba con severidad. Si dices que vas a hacer algo, hazlo.
Izuku bajó la cabeza, sintiendo una mezcla de culpa y frustración. Sabía que tenía que enfrentarse a Bakugou, pero también sabía lo difícil que era hacerlo.
Izuku: Entiendo lo que dices, Misaki-san, pero Bakugou no es fácil de manejar...
Misaki: Entonces aprende. Su tono era cortante, pero no malintencionado. Si no puedes controlar a tu amigo, ¿cómo esperas lidiar con villanos reales o incluso con héroes que no cumplan con los estándares? Desde el fondo del aula, Shinso observaba la escena con una mueca.
Shinso: Te lo advertí... murmuró para sí mismo, apoyando la cabeza en una mano.
Antes de que la discusión pudiera escalar más, una voz calmada pero firme se escuchó desde la puerta.
Tang: Misaki, eso es suficiente.
La sala entera volteó hacia la entrada. Allí estaba Tang Xuang, la subpresidenta de la clase, de pie con su característico aire tranquilo. Su cabello corto y oscuro enmarcaba un rostro sereno, y sus ojos parecían analizar todo a su alrededor con una calma imperturbable.
Tang: Este no es el lugar ni el momento para esto.
Misaki: Pero él—
Tang: Ya hasta los de otras escuelas saben como es Bakugou. No es responsabilidad de Midoriya cambiarlo de la noche a la mañana.
Tang entró al aula con pasos medidos, acercándose a ambos. Había algo en su presencia que hacía que el ambiente cambiara, como si un remanso de paz hubiera caído sobre ellos.
Tang: Midoriya, dijo, volviendo su atención hacia él con una pequeña sonrisa, bienvenido al curso general. ¿Cómo te has sentido?
Izuku: Eh, ha sido un poco abrumador, pero estoy bien.
Tang: Me alegra escuchar eso. Tang dirigió su mirada a Misaki, quien cruzó los brazos pero no dijo nada más. Misaki solo quiere lo mejor para todos aquí. A veces su forma de expresarlo puede ser... intensa.
Misaki: No tan intensa como debería ser Bakugou en controlar sus arranques... murmuró, aunque el tono de Tang había logrado calmarla un poco.
Tang: Déjame manejar esto. Tang miró a Misaki con una expresión tranquila pero firme, y la presidenta de la clase asintió después de un momento, retrocediendo un poco. Midoriya, continuó Tang, si necesitas ayuda con algo, no dudes en decírmelo.
Izuku asintió rápidamente, impresionado por la autoridad tranquila de Tang.
Izuku: Gracias, Tang-san.
Tang volvió a su asiento con la misma serenidad con la que había llegado, dejando a Izuku y Misaki en silencio. Shinso, desde su lugar, soltó un suspiro teatral.
Shinso: Y así es como Tang controla a la presidenta de la clase. Te lo dije, Midoriya. No necesita alzar la voz para dominar la situación.
Izuku miró a Tang desde la distancia. Había algo en ella que lo intrigaba profundamente, una mezcla de calma y fuerza que parecía controlar incluso las situaciones más tensas. Había venido al curso general esperando aprender cosas nuevas, pero no había anticipado que sería alguien como Tang Xuang quien le enseñaría una lección valiosa: a veces, el liderazgo no se trataba de quién gritaba más fuerte, sino de quién sabía cuándo y cómo hablar.
La cafetería de la Academia U.A. estaba más bulliciosa que nunca, con risas, charlas y bandejas chocando mientras los estudiantes aprovechaban su descanso. En un rincón algo apartado, Izuku Midoriya y Shinso Hitoshi estaban sentados, disfrutando de una comida tranquila. O al menos, eso parecía ser la intención inicial.
Izuku: Gracias por acompañarme, Shinso-san. Este día ha sido... agotador.
Shinso: No te acostumbres. Esto es U.A.; lo que has visto hasta ahora es solo el calentamiento. Y, honestamente, tu vida parece atraer problemas más que la mía.
Izuku rió nervioso, mientras pensaba en cómo su amigo tenía toda la razón. Antes de que pudiera decir algo más, una voz familiar rompió la calma.
Uraraka: ¡Deku-kun! ¡Por fin te encuentro! Ochaco se acercó con una sonrisa radiante, dejando su bandeja en la mesa de Izuku. Estuve buscándote por toda la cafetería. Quería hablar contigo sobre el entrenamiento de ayer. ¿Qué te parece si practicamos juntos más tarde?
Izuku: Eh, claro, Uraraka-san, pero yo...
Antes de que pudiera terminar, Misaki Ayuzawa, presidenta de los cursos generales, apareció con pasos firmes y los brazos cruzados.
Misaki: Lo siento, pero Midoriya tiene cosas más importantes que hacer. Necesitamos discutir algunos temas urgentes de la clase general.
Uraraka: ¿Ahora? Pero es su hora de almuerzo. Además, esos temas no suenan tan urgentes.
Misaki: Para nosotros, sí lo son. Midoriya debe priorizar lo académico sobre lo personal.
Mientras las dos discutían, una tercera voz suave y serena se unió al caos.
Ibara: Disculpen mi interrupción, pero creo que sería prudente que Midoriya-kun me acompañe. Parece llevar una gran carga, y una charla espiritual podría aliviarlo.
Izuku: N-no creo que sea necesario, Shiozaki-san...
Antes de que pudiera terminar, un nuevo grupo irrumpió en la escena. Las quintillizas Nakano se acercaron, cada una con una actitud única.
Itsuki: ¡Lo encontramos primero!
Nino: No inventes, Itsuki. Solo queremos que venga porque parece que necesita relajarse.
Ichika: Aunque, si nos ayuda con las tareas, tampoco estaría mal.
Miku: Quizás estamos exagerando un poco...
Yotsuba: ¡Midoriya-kun, ven con nosotras! ¡Haremos que te diviertas!
La escena se volvió caótica mientras las quintillizas, Uraraka, Misaki e Ibara intentaban llevarse a Izuku, cada una argumentando su caso.
Izuku: ¡Por favor, no peleen!
En ese momento, Juvia Lockser, que había estado observando desde una mesa cercana, se levantó dramáticamente.
Juvia: ¡Izuku-Sama! No permitiré que estas rivales de amor te secuestren.
Misaki: ¿Rivales de amor? ¿De qué estás hablando?
Juvia: ¡Juvia sabe que todas están aquí para quitarme a Izuku-sama!
Mientras el caos seguía aumentando, Komi Shoko, sentada en una esquina, observaba la escena con nerviosismo. Quería unirse, pero su timidez la frenaba. Finalmente, tomó su cuaderno y escribió algo, levantándolo con cuidado.
Shouko:"¿Puedo sentarme contigo, Midoriya-san?"
Izuku, demasiado ocupado tratando de calmar a las demás, no vio el mensaje, haciendo que Komi se sonrojara aún más y volviera a escribir frenéticamente.
Antes de que alguien pudiera reaccionar, alguien tropezó con la bandeja de Shinso. En un intento por mantener el equilibrio, Izuku retrocedió... chocando de lleno con Noelle Silva, quien llevaba un plato de comida en las manos.
Noelle: ¡¿Qué estás haciendo?!
El impacto fue inevitable. Noelle cayó hacia atrás mientras su plato volaba por los aires, aterrizando con una gracia nada digna de una noble.
Izuku: ¡Lo siento muchísimo! ¡No fue mi intención!
Noelle, con el rostro rojo de ira, lo miró furiosa mientras se levantaba.
Noelle: ¿¡Quién te crees que eres para empujarme así?!
Izuku: Y-yo no quise...
Sin darle tiempo a explicarse, Noelle lo tomó por el cuello de la camisa.
Noelle: ¡Vas a compensarme por esto!
Uraraka: ¡Baja a Izuku ahora mismo!
Juvia: ¡No maltrates a Izuku-sama!
Komi levantó su cuaderno con nerviosismo: "Por favor, no peleen..."
En ese momento, Tang Xuang entró a la cafetería. Su sola presencia hizo que el caos se detuviera instantáneamente.
Tang: ¿Qué está pasando aquí?
Todas se giraron hacia Tang, soltando a Izuku de inmediato.
Tang: Suficiente. Midoriya necesita un descanso, no esto.
Dirigiendo una mirada a Noelle, agregó.
Tang: Suéltalo.
Noelle, refunfuñando, lo soltó.
Tang: Midoriya, ¿estás bien?
Izuku: S-sí, gracias, Tang-san.
Tang miró al resto del grupo con seriedad.
Tang: Dejen a Midoriya tranquilo por hoy.
Todas asintieron, y Tang escoltó a Izuku fuera de la cafetería. Mientras se alejaban, Shinso, aún en su lugar, tomó otro bocado de su sándwich y murmuró.
Shinso: La vida de Midoriya nunca es aburrida... Eso es seguro.
Izuku entró al departamento asignado en los dormitorios de la U.A., cerrando la puerta con un pesado suspiro. Aunque el día había terminado, el caos aún rondaba en su cabeza. Dejó su mochila junto a la entrada y avanzó hacia la sala común donde los sonidos familiares de risas y balbuceos lo recibieron.
Yoshiko, que estaba jugando en la alfombra con su traje de abeja, lo notó primero. Sus ojitos brillaron de emoción mientras extendía los brazos hacia él.
Yoshiko: ¡Aaah!
Izuku sonrió cansadamente, inclinándose para levantarla en brazos.
Izuku: Hola, Yoshiko. ¿Has sido una buena niña hoy?
Desde su rincón, Yasu, con su siempre presente traje de vaca, gateó hacia él con su sonrisa característica, seguido de Shuri, que agitaba sus pequeñas manos emocionado al verlo.
En ese momento, Rem salió del baño con una Jin recién bañada y pelo mojado estando haciendo
Rem: Izuku, llegaste tarde. ¿Todo bien? Pareces agotado.
Izuku suspiró profundamente, dejándose caer en el sofá mientras acomodaba a Yoshiko en su regazo. Miró a los bebés que comenzaban a rodearlo con curiosidad.
Izuku: El día fue... complicado. La cafetería se convirtió en un campo de batalla. Todas parecían querer algo de mí. Al final, tropecé con una chica que ni siquiera conocía y terminé tirándola al suelo. Me siento fatal...
Rem se sentó a su lado, colocando una mano reconfortante en su hombro.
Rem: Estoy segura de que fue un accidente, Izuku. Siempre te esfuerzas tanto por hacer las cosas bien.
Rin, que siempre era protectora de su padre, dejó su manta y gateó para abrazar la pierna de Izuku con fuerza, como si quisiera alejar todos sus problemas.
Sayuri, como siempre seria y decidida, trepó con torpeza al cojín junto al sofá. Levantó una mano como si estuviera dando instrucciones claras.
Sayuri: ¡Bah!
Izuku no pudo evitar reír suavemente mientras acariciaba la cabeza de Rin.
Izuku: Gracias, Rin. Sayuri, creo que entendí el mensaje.
Nana, quien siempre encontraba algo que la hacía reír, comenzó a palmear las manos, riendo ante la interacción de todos. Esto hizo que incluso Izuku sintiera que el peso del día comenzaba a disiparse.
Rem, viendo a Izuku más relajado, sonrió con ternura.
Rem: ¿Por qué no te cambias mientras yo preparo algo para que comas? Parece que necesitas recargar energías.
Izuku asintió, pero antes de levantarse, Shiro se arrastró hacia él, extendiendo las manos para un abrazo. Izuku lo levantó con cuidado, abrazándolo junto con Yoshiko.
Izuku: Gracias, pequeños. No sé qué haría sin ustedes.
Mientras la escena se desarrollaba, los demás bebés comenzaron a unirse, haciendo que la habitación se llenara de risas y balbuceos. Incluso en medio del caos que era su vida diaria, Izuku encontró consuelo y fuerzas en el calor de su familia.
Y los resultados revelaron la ganadora
Ako Tamaki
Y por un comentario de Edward_a08 Agrege a Hinata y Rio Futaba
Si tienen alguna otra idea pueden decirla
Ya por ahora aquí el capitulo
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