Narra Javi:

- Vienes tú demasiado feliz ¿no? - comenta Melen y yo niego con mi cabeza mientras me siento en el banco para colocarme las botas - he terminado ganando la apuesta ¿a que si?

- Eso tendrás que hablarlo con Aynea, que igual que os comunicáis para poneros en mi contra lo podéis hacer para ver que tal lo resultados - respondo encogiéndome de hombros - por cierto el finde tenemos comida con mis padres y quieren que vengas.

- ¿Ha sido cosa tuya? - pregunta y yo vuelvo a negar con mi cabeza mientras me levanto del banco - ¿y a donde vamos?, porque tendré que ir preparado para dar una buena impresión.

- Tienes que elegir tú - informo mientras camino para salir de vestuarios - porque ya que voy a invitar yo tendrás que decidir tú algo.

- Lo sabía - grita y yo río caminando hacía el terreno de juego para empezar el entrenamiento - no corras Javier Puado Díaz porque vas a tener que explicármelo todo con pelo y señales.

- Yo no te pido explicaciones cuando duermes con mi hermana - reprocho cuando se coloca a mi lado y Melen me mira sonriendo - y sé que duermen juntos, que mi piso será pequeño, pero que el tuyo es mucho peor, que como en Navidad nos toque comer allí no sé donde nos vas a meter a todos.

- ¿Sabes lo curioso?, que has estado tan ocupado con Aina que ni siquiera sabes que ya me he cambiado a la casa de las afueras que te dije y hasta tu hija ya la ha visto antes que tú.

Narra Lena:

- ¿Dónde has dormido hoy? - pregunto y Aynea hace una mueca mientras termina de hacer la cama de Aina - recuerda que he pasado mucho tiempo en esta casa y solo hay dos dormitorios, si Aina se ha quedado con el mío, ¿dónde habéis dormido mi hermano y tú?

- Tu hermano tenía una apuesta con Óscar y por petición popular de tu querida pareja he tenido que dejar que duerma conmigo - contesta y yo la observo sonriendo - Lena son muchos años, sé cuando quieres preguntarme más cosas pero ni tu misma sabes lo que quieres saber.

- ¿Ha sido solo por la apuesta con Melen? - interrogo curiosa y mi amiga asiente con su cabeza - no me mientas Aynea López, que como dices tú son muchos años la una con la otra y sé que me escondes algo por ahí.

- Ya te lo dije el otro día Aina se ha acostumbrado a esta vida nueva con vosotros muy pronto y después de lo que terminamos pasando lo que menos quiero es que mi hija siga con irregularidades a lo largo de su infancia que es cuando más tendría que disfrutar - argumenta y yo asiento con mi cabeza varias veces - ¿qué se supone que debo decirte Lena?, porque así vamos a terminar antes.

- Que has dormido con mi hermano porque sigues sintiendo cosas por él por ejemplo - explico y ella niega con su cabeza - vamos Ayn, te conozco no dejarías dormir a alguien a tu lado por la noche si no tuvieras la suficiente seguridad con la otra persona y si se trata de alguien del sexo masculino ambas sabemos que no ibas a dormir con nadie por el que no sintieras nada como si fuera solo un juego estúpido y más tratándose de mi hermano.