Vel toma el cuchillo y se corta la mano, sangre dorada brota de su herida y empapa la pierna de Claire, Sofía la mira, pero no dice nada, ahora entiende que fue lo raro que vio en ella cuando se conocieron, es un ángel, caído, pero un ángel.

—Ponte esto —Vel le da una cadena con un dije a Sofía que sin rechistar se la pone—, siéntate en la moto y toma a Lucifer, pase lo que pase no dejes que él se acerque o morirá.

Vel se coloca al lado de Claire con sus manos sobre ella, comienza a sanarla, hace mucho que no lo hace, hace mucho que no es un ángel, pero imposible olvidar su primera naturaleza. Una luz brota de sus manos y todo lo que esta a su alrededor comienza a morir, excepto Sofía, Lucí y la moto que se mantienen intactas. Está tomando la energía y vida de lo que la rodea, le quitaron el poder de curación que emanaba de su interior el día que la exiliaron, por ende tiene que tomar la vida de algún lado.

Como dijo Vel, el gato lucha para liberarse y correr hacía Claire, pero Sofía no lo deja, gruñe y refunfuña, la rasguña y se crispa, pero ella no lo suelta.

—Sofía, el sol —le dice Vel y cae desmayada al costado de Claire.

Claire despierta de repente y se sienta viendo para todos lados, la enorme y vistosa casa ha desaparecido en una montaña de escombros, un círculo de muerte las rodea a ella y a Vel que esta desmayada a su lado, se acerca a ella, la abraza e intenta despertarla.

—Vel, vel despierta, por favor, despierta ¿Qué hiciste, Vel?

—Nos salvó la vida con Luci.

El gato liberado corre finalmente a Claire ronroneando, ella siente un dolor en su pierna y ve su herida terminando de cerrar.

—Tenemos que llevarla al sol —dice ella levantándose con dificultad mientras intenta cargarla—. Luci sé que estás cansado, pero nosotras estamos agotadas ¿Puedes cargar a Vel y llevarla hasta la moto?

El gato asiente, se transforma en una enorme quimera, la carga con delicadeza como hizo con Claire y la deja sobre la moto en el vehículo adaptado para ella. La acomodan, ella se sube como piloto.

—Por favor sube, siento que voy a desmayarme en cualquier momento.

Sofía sube con Luci en un tamaño normal entre sus brazos, y las saca de ahí, maneja con mucha dificultad hasta el poblado, mientras lucha para que no se le cierren los ojos, Sofía de durmió completamente agotada a su espalda. Lo único que Claire logró decir al dejar la moto en la puerta de la iglesia y ver al sacerdote fue "ayuda"

Claire siente una mano cálida entre las suyas que la acaricia, y otra en su frente, abre los ojos y nota como el sol entra por la ventana y la ciega.

—¿Cómo te sientes? —Le pregunta Vel con una sonrisa.

—Tengo hambre —le responde y escucha dos risas, nota que la otra es de Sofía que le acaricia el rostro.

—Eso en su lengua es estoy bien —se acerca y la besa en la boca, sin importarle nada—. Te estábamos esperando, nos preocupaste, llevas tres días durmiendo.

—¿Qué pasó? —le sonríe y mira a Vel, siente un ronroneo en los pies y Luci se levanta para acomodarse cerca de ella.

—Estuvieron tres días adentro de esa maldita casa, con Luci intentamos entrar, pero cada intento de destruirla o crear un hueco hacía que la casa se regenerara sola —exhala pesadamente—. Creí que cuando entraramos estarían muertas.

—¿Tres días? Apenas fue un momento para nosotras.

—La bruja debe haber creado una especie de desface temporal, por eso estaban tan cansadas, tu protección las cubrió a ambas y supongo que por eso aguantaron más.

Claire asiente entendiendo y se queda callada viendo la mano de Vel entre las suyas.

—De verdad tengo hambre.

Ellas comienzan a reír de nuevo y se agarran la cabeza. Sofía va por una bandeja de comida para ella, Vel se sienta a su lado.

—Fuiste muy valiente y...

—Si algo así vuelve a pasar de nuevo, elige a Sofía —le dice mirándola a los ojos—, prometemelo.

—¿Qué? ¿De qué hablas?

—Por favor, eres un ángel.

—¿Recuerdas eso?

—Sí, recuerdo bastantes cosas. Por eso si estamos en alguna situación así nuevamente...

—No, no te voy a prometer un carajo, ni a ti ni a ella —se levanta enojada— ¿Qué les pasa por la cabeza a ambas? ¿Acaso los humanos no tienen sentido de la preservación de la vida? No voy a elegir a una por encima de la otra, no lo haré, así que no seas tan ridícula de pedirme algo así. Vete derecho tú y tus estúpidas ideas de sacrificarte en nombre del amor a la verga —se levanta indignada— ¿Qué clase de estupideces piensan estás dos? ¿Acaso les faltó ácido fólico en el embarazo o qué? —sale hablando sola enojada.

«¿Me dijo ridícula y me mandó a la verga? sí, lo hizo. Pero al parecer Sofía también se lo pidió ¿Con ella se habrá enojado igual?».

Enojada sale dando un portazo, poco después entra Sofía con una bandeja llena de comida, ahora le toca a ella responder algunas cosas. Le deja la bandeja de lo que ella devora casi todo.

—Espera —le toma la mano—, no te vayas todavía.

—Está bien.

—¿Te puedo hacer una pregunta? —le sonríe y besa su mano para darle tranquilidad, pero lo que va a preguntarle no es nada tranquilo. Sofía asiente— La bruja dijo una virgen y hasta dónde sé, lo soy, así que dime ¿Con quién estuviste? Porque ambas nacimos y crecimos prácticamente en el priorato —la sonrisa de Sofía se borra e intenta huir—. No te vayas —la toma y la besa, generando que ella deje de luchar—, por favor quiero saber —le pone su cara de arma mortal y Sofía cede.

—Bueno —Vel se queda pegada a la puerta tratando de escuchar ella también quiere saber— en realidad no tiene importancia.

—Para mí es importante.

—Fue con a... —susurra.

—¿Qué?

—Con... —se rasca la cabeza y lo suelta en medio de un susurro.

—Sofía, se clara y dime bien.

—Adele fue con Adele —entra Vel y ambas la miran, entonces se quiere marchar al ver la sonrisa en el rostro de Claire.

—Tú tampoco te vas hasta que tengamos repuestas —observa a Sofía—. Así que Adele y tú eres un ángel.

—Era.

—Tú naturaleza no cambia por haberte caído, fuiste creada por Dios, si nosotras hiciéramos el mal seguiríamos siendo humanas, unas humanas de mierda, pero humanas —le toma la mano—. Vel —ella voltea a verla—, no nos importa que eras o seas, nos salvaste —se percata de algo— ¿por qué nos salvaste? era tu oportunidad de dejarnos morir y librarte del pacto.

—Hasta donde sé si se morían yo también.

—Sabes bien que eso solo aplica a los demonios, ósea los hijos de Lilith, tú no eres un demonio. 

Vel se queda callada y aparta la mirada bajando la vista al suelo, la pillaron en su mentira, la verdad es que las salvó porque quiso hacerlo, porque que murieran en manos de esa bruja asquerosa no estaba bien y porque se culpaba por no haberla sentido, por ir tan inmersa en ellas que no se percato del peligro, porque si, estar cerca de ellas, la hace débil y descuidada.

—Hola, Claire —entra John y al ver a Vel, le lanza un conjuro y comienza a recitar algo en arameo sosteniéndola contra la pared, Claire y Sofía se lo sacan de encima, interponiéndose entre ellas y él— ¡¿Qué carajos hacen ambas sujetas a un ángel caído?! —Vel lo ve con ira e intenta llegar a él— y con ella, la peor de todas.

—Lava tu sucia boca, Constantine, que hasta dónde sé yo te salve el culo algunas veces.

—Y otras por tu culpa casi me matan.

—John, siéntate, deja que te expliquemos y dinos que solución hay —le pide Claire, él toma un cigarrillo, lo enciende y Sofia abre una ventana. Mientras le explican, sus expresiones van de la sorpresa al enojo y luego a la decepción. 

—Tendrías que haber dejado que ella quedara encerrada, sin ofender —le dice a Sofía—. No hay algún rictus para ángeles caídos, es muy difícil atrapar a uno y los guardianes duran como mucho una semana, tiempo suficiente para hacer otro artefacto y... —se calla y se lleva un mano a la frente—, no funcionaría, porque uno o ambos guardianes deben morir para pasar la entidad a otro artefacto —se lleva las manos a la cabeza intentando pensar—. Cuando le pedí a la madre superiora que te cuidara y educara, pensé que te haría más inteligente que esto, debiste dejarla...

—¡Cállate! No me hace falta el sermón de un borracho, inútil y bueno para nada de mi tío suicida y canceroso, así que sino tienes una idea de como solucionar esto, vete, encontraremos la solución por otro lado.

Él la mira levantando una ceja, ciertamente ya no es más esa niña huérfana que le dió al priorato por no ser capaz de cuidarla, y que sabría que estaría mejor con ellas que con una familia, ya que seguro tendría algún don y efectivamente lo tiene.

—¿Quieren una solución? porque ambas se ven muy cómodas con esa cosa.

—Con ella, no es una cosa.

—Encima la defiendes —niega con la cabeza—. Solo hay una solución —mira a Vel— dejar de ser un ángel, ella sabe de que hablo y sabes como dejar de serlo ¿no es así? —entra Lucifer y Constantine da unos pasos atrás— ¿tienen de mascota a una quimera? Pero qué diablos has aprendido en ese priorato, Claire, y aparta a esa cosa de mí, apesta a muerte —ellas no saben de que habla, suponen que los sentidos de él son más agudos, para con los demás porque él también apesta y no es capaz de oler su propio hedor.

—Gracias por nada, John, hicimos un viaje inútil.

—Cuando deje de ser un ángel tal vez hasta puedan casarse —dice con ironía tomando el pomo de la puerta—, por cierto esta sanguinaria que tienen con ustedes de mascota o lo que sea que hagan las dos con ella. Era un alto general allí abajo así que veremos cuanto tienen antes de que alguien las elimine a ustedes ahora que están atadas a ella, si es que esa bruja araña no fue la primera.

—¿No vas a ayudarme en eso al menos?

—Tú te metiste sola en esto, tú sola tendrás que salir, no hay mucho que yo pueda hacer, la única que puede es ella. Adiós.

—Tremendo inútil, no sirvió de ninguna ayuda.

—Así es John —replica Vel.