—Salen hoy mismo en dos combis, van a ser las primeras en llegar al pueblo, y van a combatir a esta demonia. Lo ideal es que intenten averiguar su nombre y que es lo que quiere. Ella no debe ser expulsada, sino más bien encerrada en el artefacto y por lo que más quieran como con cada artefacto, que su sangre no los toque o sus almas quedarán atrapadas con el demonio, y créanme, no vamos a abrir el artefacto y correr el riesgo para liberar un alma, salvando miles.

La hermana superiora deja sobre el escritorio, un baúl de madera que adentro posee un rosario con cuentas de madera rojas, bendecido en oración por monjes tibetanos, budistas, por pastores judíos y curas católicos, siete de los principales de cada religión o dogma por siete días rezando si parar mientras se lo iban pasando por las manos para impregnarle cada integrante su energía y oraciones por siete horas siendo reemplazado por otros siete sin romper el rezo.

Anastasia se arrima a tocarlo y la madre habla.

—Lo llevará, Claire Constantine —estira la mano dándole un golpe a la rubia y toma el cofre, sonriendo victoriosa—, no está a discusión. Aunque no les guste, en cuento a poder energético, Claire tiene el de mayor rango. Vayan preparar sus bolsos con todo lo necesario, necesitaran cuidarse entre ustedes, esta demonia trabaja en enjambre y traten de no lastimar a los poseídos —suspira—, pueden irse, éxitos.

Claire y Anastasia salen por la puerta al mismo tiempo y chocan quedan casi trabadas. La rubia pasa primero y sale furiosa, Claire la llama y ella voltea para hacerle la seña del sexo oral.

—Chupala, rubia engreída.

—Claire, deja de provocarla —le dice su compañera y la sigue al cuarto— ¿A dónde vas?

—Tengo mis cosas en tu cuarto, tengo que ir a buscarlas.

Se lleva su bolso y en poco tiempo ya lo tiene armado con ropa limpia y todo su kit, repuesto y listo.

—¿Cómo es que tan rápido...? ¿Sabes qué? No me digas, no quiero saber que casi cada mujer aquí te dio algo para armar tu bolso —llega Sofía a su lado.

—¿No te recuerda a Warrior Nun? Podríamos ser Bea y Eva, pateando traseros. Solo ví la primer temporada, pero en cuento llegue me veo la segunda.

«Se nota que no has terminado de verla, porque sino sabrías en que términos quedan, Eva y Bea»

Suben a la combi y Anastasia está a punto de sentarse al lado de Sofía, pero Claire pone su bolso, se pasa por encima de su compañera y se sienta de ese lado, quedando en medio, Ana blanquea la mirada y escoge otro lugar. A veces es una adulta y se comporta seria como tal y otras veces como el 90% del tiempo, es algo infantil. Llegan de noche al pueblo, hermoso momento del día para aparecer. El pueblo está a oscuras, y no es solo porque es de noche, es que literalmente, no hay luces en las calles, ni en las casas.

—Genial que gran momento para llegar, yo voto porque hagamos marcha atrás y nos larguemos de aquí, para volver en la mañana —dice Claire— ¿Quién vota por seguir respirando?

—Varias levantan la mano temblando.

—Si quieres ser cobarde y quedarte aquí, entonces hazlo —la compañera de Anastasia, toma su bolso y pone un pie afuera, en cuanto lo hace la oscuridad se la traga y ella grita, la castaña cierra las puertas y evita que Anastasia salga—. ¡Oh no! se llevaron a Dobby.

—Claire, ten un poco más de respeto, alguien acaba de morir.

—¿Murió? —pregunta una chica joven.

—Bueno fue muy claro su grito de desesperación mientras algo se la llevaba en la oscuridad —le responde Claire—. Ya me dieron ganas de fumar.

Algo o alguien golpea la combi, ni siquiera pueden ver la combi de atrás que venía a solo unos metros de ellas.  La castaña corrobora la hora, 3 a.m. la hora del diablo, me muestra a Sofía la hora, la compañera de Anastasia, golpea la combi en intenta abrir desesperada.

—No le abran no es ella.

—¡¿Cómo que no?! —grita Anastasia— es mi compañera —y antes de que la castaña se interponga alguien le abre la puerta y esa cosa entra, con una sonrisa macabra.

—Vaya vaya, lo que tenemos acá —dice con una voz que parece tener 5 personas adentro— Claire Constantine.

—¿Nos conocemos de algún lado? No creo recordarte, quizás si me dices tu nombre —la demonio ríe a carcajadas—. Bueno lo intente ¿Qué quierés?

—Tu cuerpo.

—Invitame a salir primero, tengamos una cita —le da tiempo a Sofía de prepararse para atacar mientras ella toma el artefacto—, me dices esas cosas y ni siquiera me has invitado a tomar algo, me haces sentir usada.

La demonio se abalanza contra ellas, Sofía le baña el rostro con agua bendita en cuanto se les quiere tirar encima, pero ella no reacciona, solo se limpia el rostro y ni siquiera se quema, las demás están... ¿En una especie de trance?

Claire cambia de lugar con Sofía y se queda ella frente a frente de la poseída.

—Te importa más ella que las demás —sonríe de manera macabra y la castaña no responde—. Huelo tu miedo en cuánto a lo que acabo de decirte.

—Comí burritos antes de venir debe ser eso. ¿Por qué haces todo esto?

—Estaba aburrida abajo con las legiones y Kazael me dijo que lo expulsaron 3 veces de los cuerpos que poseyó en menos de 24 hs, también mencionó que eres la sobrina de Jhon. Entonces me dije mi misma, mi misma tenemos que conocer a su sobrina. También pensé que sería divertido ver a la cara de Jhon cuándo usara tu cuerpo dejando que lo profanen frente a sus ojos.

—Bueno no puedo dejar que eso pase, le tengo un cariño especial a este cuerpo, como es el único que tengo ¿Entenderás no?

Ninguna de las dos deja de ver a la demonio, pero Sofía ya le puso un huguento al Rosario y prepara unos papiros con sellos para pegarselos al cuerpo, es lo que hicieron con el demonio de grado cinco aquella vez. Sus compañeras parecen responder a las órdenes de este ente, tienen los ojos blancos, tal y como la poseída. La demonio niega y cada gesto que hace es seguido por las demás.

—Creo que mejor me la quedo a ella —señala a Sofía—, es a la única que has cubierto con tu velo de protección y ahora tengo un chiquitín más de interés en ella. Por cierto mandarlas a esta hora de la noche, a un pueblo poseído en medio de la nada y sin luz —se tapa la boca con una mano y al momento de reír se le ve la boca llena de dientes filosos—. Pensé que ibas a oponerte un poco más a mis órdenes, ah y el Rosario sagrado, ahora fuera del Priorato podré destruirlo, gracias por traerlo.

La poseída se le abalanza a Sofía y Claire se interpone, pegándole los papiros, que lo que hacen es que solo se quede en un cuerpo, pero ella no es nada contra la fuerza del mal, aún así evitará a toda costa que llegue a Sofía. Sus compañeras reaccionan e intentan tomarla, pero es inútil, Claire aprovecha la oportunidad y le coloca el rosario en el cuello, también le da un puñetazo.

—Lo siento Dobby —le dice al cuerpo  de su compañera.

Comienzan todas a invocar el rito de exorcismo, la demonio escupe sangre negra que le cae a ella y al rosario.

—¡Dime tu nombre! —le exige.

—Mis amigos me dicen... bueno tú, cariño, puedes llamarme Vel, es el diminutivo de mi nombre, corazón —la atrae hacía ella y la besa a la fuerza. Claire se la quita de encima y se coloca encima de ella en el disminuido suelo de la combi—. Me encanta cuándo quieren ir arriba, porque yo no haré  todo el trabajo —le da una nalgada—. Por cierto, sino te importa tener público, lo haremos aquí.

—¡Dime tu nombre completo, estúpida impía blasfema!

—¿Te gusta decir malas palabras en el sexo? Rico.

Le mete las manos por atrás de la espalda, la pega más a sus caderas, y sube la mano tocándole los pechos mirando a Sofía, viendo como ella se enoja cada vez más. La castaña de cabello corto toma un papiro y se lo pega en la frente, apartándole las manos del cuerpo de Claire, pero la demonio no la deja ir, le toma la muñeca y chupa su mano.

—Estás mucho más deliciosa de lo que pensaba Sofía De Luca. Y por cierto ¿Claire sabe lo que tú y...? —mira a Anastasia, entonces Sofía le tapa la boca lo que provoca la risa de la demonio, pero le muerde la mano y el rosario tiene la sangre de ambas.

Claire la mira, y ambas están asustadas, el objeto tiene la sangre de ambas, si la encierran, Sofía también quedará atrapada. La castaña de cabello largo suspira cerrando los ojos, solo queda una opción y solo ha funcionado una vez, pero uno de los guardianes se terminó volviendo loco y el otro se suicidó. Un pacto, Claire se corta la mano, y baña de sangre el rosario, la demonio ríe, hasta que se da cuenta que no es un exorcismo, sino más bien un ritual de pacto, Claire mira a Sofía y ella asiente con pesar, no tienen más opciones.

—¡¿Qué hacen?! —le pregunta furiosa— ¡¿Están locas?!

Siguen recitando el rito y no le prestan atención, ahora si parece realmente asustado el ente, Sofía como puede dibuja en el pecho de la demonio un símbolo, también en las muñecas, el cuello, muñecas y tobillos.

La camioneta deja de moverse su compañera debajo de ella deja de moverse, Anastasia le quieta a Claire de encima y abraza a su compañera llorando, besa su frente y la arrulla entre sus brazos. Algo mueve la combi y casi todas gritan, pero no ven nada afuera, bueno ellas, porque Claire y Sofía si ven a alguien que está muy enojada, bajan de la combi y la luz comienza a volver de a poco en el pueblo.

—Deshagan el pacto ¡Ahora! O las mataré, mataré a ambas de la peor forma posible.

Les reclama una joven con la apariencia de un vampiro, la piel blanca como la nieve, al igual que su cabello platinado, y los ojos rojos, sus colmillos se ven cuándo ella habla con ira y las uñas de sus manos combinan con su traje negro ajustado al cuerpo y dos cuernos que salen de su frente.

—No podemos —le dice Claire y se afirma en la combi cruzada de brazos.

—¡No quieren que es distinto! Haré sus vidas miserables, asquerosas humanas.

—No podemos porque no sabemos como hacerlo, solo conocemos el rito de pacto, no como romperlo —le responde Sofía—. No nos enseñan esa parte para evitar que liberemos a quién estamos atadas.

—Encadenada a dos inoperantes y pobres intentos de exorcistas ¡Aaaaaah! —grita y ruge— Seré el hazme reír del infierno cuándo se enteren, me sacaran el mando de mis legiones. Las mataré —intenta atacarlas y las cadenas invisibles dónde Sofía dibujó los símbolo la tiran hacía atrás, pero aún así ella lo intenta varias veces y el resultado es el mismo—. Quebrantaré sus espíritus, van a suicidarse, o desear la muerte y luego tomaré sus almas y voy a devorarlas, pedazo a pedazo.

—Suerte con eso, si te pones insoportable, yo puedo ser el triple de peor —le dice Claire— y créeme que quién hará tu existencia miserable, seré yo.

Las mira con odio ellas se suben a la combi dejándola afuera, y emprenden la vuelta al Priorato. Las cadenas que las une a ellas tiran y junto a ella se llevan a la demonio a rastras.