2 Vete a la mierda Kazael
Al día siguiente ambas se embarcan a la tarea de cerrarle el último portal del cuerpo humano a Kazael, pero esta vez Claire no va con el hábito, sino que lleva ropa y zapatillas deportivas, todo de color negro.
—Bien déjame una cuadra antes de la casa, este mierdilla querrá escapar por el patio.
El don de premonición de Claire es su talento especial y predice muchas más cosas de las que le gustaría, o ve casi que a voluntad sobre la vida de la persona, su pasado, presente y futuro. El don especial de Sofía es ver a casi cualquier criatura de otro plano, inclusive fantasmas, demonios, etc pero la peor parte, no era solo verlos, sino también oler su podredumbre, mientras más malévolo el ser, peor olía, el lado bueno es que también podía ver la luz, y la pureza en el corazón de las personas. En Claire ve una luz brillante y grande, siempre irradiando desde el centro de su pecho, pese a su boca sucia, ella no es una mala persona, aunque si tiene malos modales y malos modos de decir las cosas.
—Bien, pero ten cuidado.
—Dame la bendición —le pide antes se bajar del auto. Sofía le hace la señal de la Cruz y besa su frente diciendo una frase de protección en latín—. En cuánto llegues a la casa, entra directo a abrir la puerta del patio o la romperemos.
Ella se baja y se trepa por los techos, corriendo con suma rapidez, le hace seña desde el techo a Sofía, que toca la puerta y señala la parte trasera de la casa desde arriba.
—Buenas tardea soy Sor Sofía, estamos aquí por su hijo. Permiso y disculpen —corre adentro de la casa y abre la puerta, entonces entra Claire dándole una patada en el pecho al chico y tira al joven con los ojos completamente negros, adentro de la casa.
—Te llegó la hora, putito —le mete un puñetazo que lo desmaya y se para—. Muy buenas tardes, padres del energúmeno. Ella es Sor Sofía y yo soy Sor Claire, del Priorato de Santa Mónica, vinimos por que este idiota y sus dos amigos, jugaron con lo desconocido y se les pego un demonio. Necesitamos una habitación, privacidad, y que hagan la comida, tengo hambre.
La madre temblando nos señala una habitación, Claire toma del tobillo al joven y trata de arrastrarlo, pero es muy pesado porque su contextura física es algo grande y está gordito.
—No podías dejar al ropero al inicio, no el hijo de su puta madre demoníaca, tenía que elegir dejarlo para el final. Más te vale que te desprendas de este cuerpo fácil o me voy a poner ruda ¿Sof me das una mano?
Entre las dos meten el cuerpo del chico a la habitación, corren las camas y dejan el colchón en el piso. Claire saca grilletes sagrados y se los coloca, eso le va a dificultar moverse, toma su cabello en una coleta alta y se sienta en su pecho, encendiendo un cigarrillo, Sofía abre una ventana.
—Ay por favor, Sofía, puedes aguantar el olor a mierda de este imbécil, y no soportas el humo del tabaco.
—Respirar su aroma no va a matarme de cáncer de pulmón. Tú y tu tío tienen el mismo mal hábito.
—Pasame el agua bendita —le da un trago a la botella y se la escupe en el rostro del poseído—, bienvenido Kazael, te estábamos esperando.
—Sal de encima mío, monja puta.
—No, no —le da una bofetada— que boca tan sucia tienes. Aborto de demonio mal hecho. Nos quisiste engañar —se levanta quitándose de encima—, me has hecho correr de nuevo —saca su rosario entre medio de la ropa— ¿Sabés cómo vamos a llevar a cabo este exorcismo? Como las putas profesionales que somos.
—Entonces si eres una putita.
—Eso se lo tendrás que preguntar a tu mamá, porque le encanta estar de rodillas entre mis piernas —él enojado la escupe y ella las quita a ambas del medio—. Uy no le gusta que hablen de su mami Lilith. Prepárate, porque listo o no, te voy a dar un putazo Kazael que en tu asquerosa vida demoníaca te han dado.
—¿Ya estás listo para irte?
—Algo así —dice secándose el sudor— ¿Les han dicho que hacen linda pareja? Créanme tengo un don para esto.
—El don de inflarme los dos ovarios. Más te vale que salgas antes del almuerzo, porque créeme que con hambre me pongo de peor humor ¿Por dónde íbamos? —lee su bíblia— Bien acá —se aclara la voz y le tira un chorro de aguan bendita en la boca, que él escupe—, te ordeno y comando que te despojes de este cuerpo, lleno de colesterol y —sienten mal olor y corren a abrir una ventana—... por el amor de Dios ¿Qué comió? Parece que estuvo asaltando tumbas, nadie debería oler así —el demonio hace una risa gutural y luego huele su flatulencia para acercase a la ventana al lado de ella e intentar respirar—. Me vomitas y será lo último que hagas.
Les toma 4 horas sacar Kazael del cuerpo del joven, el demonio pierde la batalla cuando el dueño del cuerpo siente el olor a la comida de su madre.
—Aún no, gordinflón —dice el demonio, intentando tener aún el control.
—En el nombre de Jesucristo y la Virgen María, en el nombre de Dios, te ordeno que vuelvas a lugar a dónde perteneces y dejes este cuerpo.
—Jamás podrán retenernos a todos, somos legiones de demonios, y los humanos son débiles, no puedes salvarlos a todos, Claire, sobrina de Constantine. Sé el secreto que tanto te avergüenza que sepan...
—¿Crees que ella no lo sabe? Dilo, y no me amenaces, pedazo de mierda.
—Como sea volveremos a vernos, y espero que este ship se haga canon. Ah, y lo que ella oculta es...
Sofía le pone la Cruz en el pecho y el demonio luchando desaparece. Ambas se miran agitadas, Claire se para parada al lado de la ventana y respira el aire fresco, un gato negro le maulla y salta a la ventana, ella lo acaricia, el animal parece famélico y enfermo.
—No podemos llevarlo —le dice Sofía guardando las cosas y desatando al joven.
—Te perdiste de conocer mi cochino, sucio y profundo secreto.
Me responde mientras el aire le ondea el cabello, la ropa deportiva le queda muy bien y Sofía suspira deseándola mientras la ve así, siempre la desea en realidad.
—Ni él, ni nadie tiene derecho a meterse en tu privacidad y si tú no me has contado, no tengo porqué enterarme por alguien más ¿Vamos? Ya está la comida.
El adolescente se levanta de un salto y sale de la habitación, al salir ellas, Claire sigue con el gato entre sus brazos pero se baja y escabulle tan rápido que cuando la castaña sale a buscarlo el minino ya no está.
Luego de tener que haber almorzado compartiendo la comida con la familia, Claire sale a fumar al patio y de nuevo aparece el pequeño gatito, ella lo toma entre sus brazos, entonces Sofía sale al patio también.
—¿Te han comunicado de algún otro caso? La verdad que no quiero llegar tan pronto de nuevo al Priorato.
—No podemos llevarlo.
—¿Por qué no? Mira como nos mira con sus ojitos amarillos —le muestra la carita del gato—, yo lo voy a alimentar y limpiaré sus porquerías. Exorcizamos demonios ¿Qué tam difícil puede ser cuidar un gato?
—No lo harás y terminaré haciéndolo yo, no quiero una mascota y un niño al que tenga que estar cuidando. Aparte sabes que a los gatos no le gustan los demonios.
—Mayor razón para llevarlo. Míralo, Sof, Lucifer parece muy cómodo y es tan solo un pequeño gatito.
—¿Lucifer, le pusiste el nombre de la entidad oscura más peligrosa contra la que luchamos?
—Será gracioso cuando lo llame y todos se caguen de miedo —hace un gesto de picardía—. No serías capaz de dejarlo aquí, muriendo de frío, hambre y con riesgos de que algún perro lo mate.
Sofía niega con la cabeza, sabe que es una batalla pérdida, ella se llevará el gatito. Exhala cerrando los ojos y aparece la dueña de casa, que mira al pequeño felino con los ojos grandes.
—¿Qué hacés con eso en brazos?
—¿Me lo puedo quedar? —le pregunta la castaña con una gran sonrisa.
—¿Estás segura? Ni siquiera los perros se le acercan u otros gatos, ese animal es raro.
—Lucifer es muy adorable y tranquilo, solo necesita más amor —lo apretuja abrazándolo y el animal maulla bajito y ronronea—, me ama, me lo quedo.
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