- ¿Estás segura de que no quieres ir? -mamá insistió por quinta vez en el día-

- Estoy segura, voy a estar bien con mis tíos, mamá - la abracé-

La oportunidad de viajar a Zaun había llegado mucho más rápido de lo que creía, mamá hacía viajes muy seguido a Freljord, ya que tenía a una clienta muy importante, Aurora, siempre que íbamos a esa región regresábamos con más dinero de lo juntáramos en un mes en Demacia, y ahora que dentro de 2 semanas se realizaría la boda de mi tía, era más que necesario el dinero, no solo para el regalo, sino para la ropa que nos pondríamos, y las vacaciones que tomaríamos después de esta, usualmente mamá me llevaba a todos sus viajes, pero esta vez decidí quedarme con mis tíos con la excusa de pasar más tiempo con ellos antes de que se vayan a vivir a Piltover.

- Ok, el rubio pasará por ti en media hora, ¿ya empacaste? -asentí- solo son 5 días y una vez que regrese iremos a comprarnos un lindo atuendo para la boda de brillitos ¿ok?

- Si mamá, vete tranquila, puedo arreglármelas por 5 días -intente no sonar nerviosa- ya verás que una vez que regreses todo estará arreglado -sonreí-

Después de una despedida mucho más larga de lo necesario, con un millón de recordatorios y un abrazo que duro casi 10 minutos, mamá por fin se fue, era hora de iniciar la primera fase del plan.

Con mis pertenencias listas, mis ahorros y la nota puesta en la mesa, era momento de encontrar un barco que me llevara a Zaun, por lo poco que había investigado del lugar era que se encontraba cerca de Piltover, y si quiero llegar a Piltover sería atreves de dirigible o un barco y si no quería ser descubierta por mamá el dirigible queda descartado.

- No se admiten niños sin un adulto -ok, primer obstáculo-

Con lo que no contaba era que en Demacia eran estrictos a la hora de que un menor viajara solo, después de todo Demacia siempre ha sido un lugar con 3000 reglas, entonces si no podía viajar de manera legal, seria de contrabando, y que mejor que aprovechar el sigilo que ser un infante.

- Ya está listo el cargamento -grito un señor corpulento- lo de la popa irá a Piltover, la cubierta debe ser entregado en Zaun y lo de babor va a aguas estancadas -dio órdenes a un par de señores- sin retrasos que se les descontarán

Objetivo localizado, viajar en barco nunca ha sido de mis cosas favoritas, más tomando en cuenta que me marea el movimiento del océano, pero se deben de hacer sacrificios ¿no?, ventajas de viajar así es que me ahorre el dinero del viaje, lo malo perder todo un día para llegar a Zaun aparte de que me tengo que estar escondiendo y moviendo cada 5 minutos porque hacen guardia como si trajeran oro. Una vez que saque las entrañas en uno de los contenedores y estuvieron a nada de encontrarme, logramos llegar a la primera parada Piltover.

- ¿Alguna novedad? -pregunto una señora con cabello rojo y uniforme azul-

- Sin novedades, cargamento de Demacia - mientras la señora de uniforme escribía, los demás revisaban el barco junto a más hombre de uniforme-

Una vez que el cargamento fue bajado y revisaron por segunda vez el barco, logramos salir del puerto de Piltover para dirigirnos a Zaun, aunque no fue mucho el trayecto, ya que se encontraba prácticamente pegado al de Piltover, aunque los puertos si eran diferentes, mientras el Piltover había mucha vigilancia, en Zaun no era tanto y el cargamento era mucho menos que el anterior, no fue difícil escabullirme para bajar del barco.

Sin duda Zaun no era como Demacia, se veía más tranquilo, no había soldados en todos lados, y no había tantas reglas, se veía más colorido, grafitis a lo largo de las calles, personas que viajaban en una especie de patineta voladora, había algo en el ambiente que lo hacía sentir pesado, pero no sofocante, era como una ciudad subterránea que estaba poco a poco saliendo a la superficie, tras caminar un poco más entre las calles, logre divisar un bar, se veía moderno, como si hubiera sido remodelado hace unos años, se llamaba bottled wishes, era lo más llamativo de la calle, como si fuera un lugar de reunión.

Hay que perdí un día aún no creía que estaba en Zaun, el lugar donde creció mi mamá, donde los abuelos murieron, quería hacer tantas cosas, pero sabía que no me podía fiar de esta ciudad, a lo largo de los viajes con mamá, aprendimos a no creernos todo lo que vemos, aunque por ahora Zaun parezca pacífico, todo lugar tiene su cielo e infierno, y era mejor no arriesgar, necesito buscar un lugar para alojarme y donde pueda comer, para continuar con mi búsqueda.

Estaba por pasar por un callejón, cuando alcancé a oír una pelea, al asomarme solo vi a 3 niños de mi edad molestando a un niño mucho más pequeño que nosotros.

- Menso, no puedes defenderte solo, siempre corriendo con tu papi -el chico que parecía el líder empujo al más pequeño-

- Si menso, por tu culpa nos regañaron, ahora tendrás que pagar las consecuencias por hablador - los 3 chicos acorralaron al menor-

No podría dejar que lastimaran al más pequeño, era injusto, no era una pelea limpia, y sin pensarlo entre al callejón.

Mamá dice que tengo el alma de una luchadora, una imprudente y alborotadora, que parece que busca pelea por donde va, usualmente no pienso igual, pero esta vez sin duda comprendo mucho mejor esa frase.

Sin pensarlo mucho solté un puñetazo al chico más alto de los tres, para después patear al más gordo, mientras el líder reaccionaba y me jalaba del pelo, me aventé a él, mientras los otros dos intentaban tirarme al suelo, entre jalones, golpes y mordidas logre hacer que los 3 salieran corriendo como viles cobardes que eran, y al girarme logre ver al niño que había defendido, se veía asustado, esperando el momento para cuando yo decidiera qué hacer con él.

- ¿Te encuentras bien?, ¿te lastimaron? -soné lo más cautelosa que pude- no quiero hacerte daño -levante las manos- solo no se me hizo justo la pelea, eran más grandes y eran 3 contra 1.

- Tu mochila -al voltear a verla, ya no estaba, no me había dado cuenta de que los cobardes niños se la llevaron- lo siento es mi culpa -enseguida volteé a ver al chico, era un niño no mayor a 7 años, tez morena, cabello blanco con rastas, con la cabeza mirando abajo, estando a punto de llorar-

- ¿Por qué tendrías la culpa? - era una pregunta genuina, él no me había pedido que me metiera en la pelea, ni me había robado la mochila, y dudaba que él hubiera provocado a los niños en primer lugar- solo discúlpate cuando tus acciones provoquen un problema, si no son tus decisiones las que provocaron el problema, no es tu culpa -mamá solía repetir mucho esa frase, tanto para ella como para mí, si no es tu culpa, no es tu problema-

- Pero por ayudarme se llevaron tus cosas - protesto el niño- mamá tiene razón siempre arruino las cosas-empezó a llorar-

- Tú no decidiste que ellos te atacaran, tú no decidiste que yo me metiera en la pelea, ni decidiste que ellos me robaran la mochila, no son tus decisiones, por lo tanto, no es tu culpa -proteste enojada, ¿qué clase de madre le enseña a su hijo que él arruina todo? Una loca sin duda- no dejes que las personas te hagan sentir mal, incluso si son tus padres -lo mire con un poco de lástima, no era justo para alguien tan pequeño cargar con un peso así- mamá dice que sin importar lo que hiciste en el pasado, nunca es tarde para construir algo nuevo, no creo que tú seas una persona que arruina todo, y aunque lo seas no es tarde para mejorar.

Ok, lo admito darme la vuelta para salir de la manera más épica posible para una niña de 10 años, después de soltar una de sus mejores frases, fue por dramatismo, pero ahora que estaba fuera del callejón, en una ciudad que no conozco, sin dinero, ni ropa, me daban tantas ganas de regresar y rebobinar el tiempo, antes de que me robaran la mochila, pero no había vuelta atrás, no quedaba otra más que regresar por donde vine, tal vez si lloro lo suficiente pueda hacer que mis tíos no le digan nada a mamá sobre mi pequeña aventura.

-Papá también dice esa frase -me volteé asustada para darme cuenta de que era el niño- y para alguien quien valga la pena construirlo -me sonrió- soy Benzo.

- Soy Hope -sonreí-