Me deje llevar por la ambición, lo admito. Pero había perdido todo y lo único que tenía era lo más apreciado.

La fama y el dinero me quito el alma, literal. El miedo acabo conmigo. El temor a ser usada de nuevo me hizo reflexionar ¿Qué haría a partir de ahora?

Tengo que volver a los escenarios, pero antes debo reconocerme a mí misma. Debo aprender a controlarme y aceptar que no soy la misma de antes.

Esa noche...Tayna murió.

Si, salí de entre los fierros retorcidos. Resucite de entre las cenizas pero no era la Tayna que esperaban.

Salí con hambre. Mucha hambre.

Esa noche nació la Tayna rencorosa, la Tayna vengativa, la que ya no huye, ahora juega, ahora también es la cazadora furtiva que atrapa presas jugosas y las exprime hasta quitarles la vida. Hasta reclamar su alma como mía.

Y mientras termino de absorber el alma de mi actual presa me pregunto ¿Cuánto tiempo sería bueno dejarles creer que estoy enterrada bajo tierra?

Porque ya llevo días alimentándome de los hombres que me trae Jake, el hermano pequeño de los cuatro. Él fue el que ayudo a salir, a esconderme, ha procesar que había caído en los brazos de la muerte y ella había descubierto que el veneno de los tres demonios mayores de la familia me recorría el cuerpo. Y cuando me mando de vuelta él me ayudó a controlar mis ansias de carne y sangre humana.

Pero debemos volver. Él tiene gira y yo muero por ver las caras sorprendidas de los hermanos.

Oh, dije, muero. Que ironía.

Mis carcajadas resuenan por el abandonado lugar.

Pronto saldré. Volveré a las cámaras y beberé de todos.

Camino a la puerta, arrastrando el sangriento vestido. Las piernas aun me tiemblan, la encía duele y los ojos me arden. Mi cuerpo aún se adapta a su nueva forma. Los colmillos aun no salen complemente y aun no puedo controlar el cambiar el color de los ojos.

Llegará el momento tarde o temprano.

Hollywood me espera, la venganza me espera...