Capitulo 17. El cielo o ¿el infierno perfecto?
Me observa de una forma que...me hipnotiza.
Entra directo a mi cabeza y se graba en mi mente sus fieros ojos. Me siento ida. Navegando al horizonte y a la deriva.
-¿Y si no quiero?- ida pero no tonta.
-¿Que parte no entiendes? No estas en posición de negarte. Tu sangre nos...
-no me importa que tenga la misma de ustedes, sigue siendo MIA, así que déjame en paz
-mira o me das tu sangre o...
-o que- lo reto tranquila alzándome de hombros. Intento salir de su prisión pero me lo impide.
-te regrese tus recuerdos, que no se te olvide
-si, pero tu mismo me los borraste.
-eras demasiado frágil en esos momentos
-¿Y ahora ya no?
Niega.
-damela ahora mismo, ah pero antes quitale el embrujo que casi me mata la otra vez.
-sigue bebiendo de bolsa, dejame en paz-vuelvo a tratar de salir y lo vuelve a impedir.-No, eso me defiende de ti.
Frunce el ceño. Respira furioso.
-me enfermas- gruñe, me toma del mentón y gruñe bajo -te juro que me enfermas
-después de todo lo que me hiciste pasar te lo mereces, eso y mas.
-Estas loca
-primero me ibas a vender
-pero no lo hice- sonríe como niño bueno.
-¡dejaste que me subastaran!
-Asmodeus te rescató
-¡dejaste que él me tratara mal!
-¡Y nos llevaste a la quiebra! ¡ Además volviste loco a mi hermano!
-¿Y se te olvida que casi me violan por tu culpa?, ¡Maldito imbecil!-le iba a abofetear pero me detiene la mano antes de siquiera tocarlo.
-descubriste cosas, sabes demás. -se alza de hombros.
-¡Pero...!
-¡Shhh!- pone un dedo sobre mis labios. -eres muy dramática
-¿¡Dramática!?- le grito a la cara.
Y de pronto empiezo a marearme, a ver borroso y mi vista se oscurece por completo, alterándome, poniéndome los pelos de punta.
-¿Alexander? ¿¡Que esta pasando!?-me pongo histérica. Forcejeamos pero no me deja salir de su agarre.
-me hiciste enfadar- dice como si nada.
-¿¡Que me has hecho!?, ¡No veo nada!- del refri sale un ruido de estallamiento y salto asustada aferrándome a su playera. -¡Alexander!
-calla, es tu culpa, no me conviene estar cerca tuyo, me pones mal
-ahora resulta que yo tengo la culpa, imbécil. Regrésame la vista.
-nop, a menos que...
-¡Vete a la mierda con tus condiciones!
-entonces no hay vista- se separa de mi y lo vuelvo a tomar de la playera. -es una pena que una actriz que inicia su carrera de pronto se quede ciega. -se burla.
Hago puños furiosa. Arg.
-podría dejarte así para siempre- canturrea.
-ni te atrevas estúpido, imbécil, maldito hijo de...
-eh, eh, eh, un insulto más y te encierro en algún cuarto rojo.
¡Aaarg! ¡Lo voy a matar!
-podría aprovecharme- delinea mi cuerpo con el dorso de la mano. Se me eriza la piel ante su tacto. -no me vendría mal otra esclava
-eres un cerdo
-hm jum y uno que se va a dar un banquetazo con tanta carne fresca. -habla como loco. Más de lo que está. Su tono de voz ahora parece de algún personaje de una película de terror.
Trago saliva. Si es capaz, muy capaz.
-ni se te ocurra. Regrésame mi vista y mi...- de pronto siento una especie de polvito en la garganta y toso en repetidas ocasiones tratando de quitarlo. Cuando lo logro le quiero decir que se vaya bien lejos pero...nada sale de entre mis labios. Mi garganta parece haberse apagado y solo me deja emitir quejidos desesperados y algunos balbuceos.
-así me gusta más.
Estoy a punto de tener un ataque de pánico. Lloriqueo y forcejeo por zafarme de el.
-te dije que...-y es arrancado de mi con una fuerza descomunal.
-¿¡Que mierda te pasa!?- ruge Jean, mi salvador.
-¿Que?, ¿Ahora si muy santo?, Si es lo que les hacías antes de comértelas, ¿O no hermanito?
-¡Con ella no!, Joder. -me toma de la cintura y me pega a el. -tranquila, cálmate.- Acaricia mi cabeza. -no es real. Estas bien. Shhh, tranquila.
- eres un puto dilema. -murmura Alexander con voz grave detrás de mi, por lo que me asusto aun más.
-ella lo provoca. -responde Jean. Lo abrazo por el cuello.
-joder...-me tenso. ¿Que hace Killdrem aquí también?
-quítaselo- le ordena Jean.
-no
-ahora
-y una mierda...
Mi garganta parece despertar y carraspeo para liberarla.
-Alexander, quiero mi vista ahora mismo- me escondo en el cuello de Jean y él me abraza. Alexander suspira pesado.
Abro los ojos despacio, mi vista vuelve a ser borrosa y se va aclarando despacio.
-¿Ves lo que provocas?- dice Alexander con los brazos cruzados y recargado a un lado del refri, con pose chulesca, y Killdrem esta recargado en la puerta viendo la escena y mirándome como si fuera comida.
-ahora resulta que es mi maldita culpa, ¿No?, ¿Sabes que?, Vete a la mierda. -tomo a Jean de la mano y caminamos a la puerta.
-Solo una vez, ¿Si?- pide relajado.
-no me vuelvas a hablar, ni a ver ni a tocar.
-Tayna- me llama y volteo sin saber porque. Les da un rápido vistazo a sus hermanos y clava los ojos en mi. Se lame los labios. -solo una vez, lo prometo.
-no- y continuo a la puerta.
-entonces les abriré el cuello a todos
-no funcionan tus chantajes conmigo-nos detenemos en la puerta.
Suspira.
-¿Que tengo que hacer?- farfulla.
-la pregunta es, ¿Que estarías dispuesto a hacer? -sonrío orgullosa. Otro punto para mi.
Es aqui donde me aprovecho. Esta desesperado y yo ansiosa por hacerlo pagar. Quiero venganza.
Se queda viéndome fijamente. Pensando. Se rasca la nuca con fingido nerviosismo. Frunce el ceño y voltea a verlos de nuevo.
-ya se pueden largar- dice Alexander.
-ella es mía- le advierte Jean pegándome a él.
Y en un abrir y cerrar de ojos, me jala hacia el y abre un portal el cual atravesamos en un segundo. De pronto estamos en la habitación donde estaba hace un rato muriéndose, solo él y yo.
-que quede claro que no te voy a dejar...
-acuéstate
-¿Que?
-dije, acuéstate- me cruzo de brazos maquinando un plan. Uno perfecto.
Frunce el ceño pero se recuesta sobre la cama y cruza los brazos con fastidio.
-tampoco te voy a hacer un oral- refunfuña.
Lo ignoro y le saco las fundas a la almohada, servirán para un ligero agarre. Como si no supiera que de todas formas se va a soltar. Las hago rollo y le alzo primero un brazo para amarrarlo a un extremo de la cabecera de la cama y luego el otro brazo al otro extremo. Y él solo me observa en silencio sin perderse detalle.
-¿Y ahora?- me subo a ahorcadillas sobre su abdomen. Le alzo la playera y araño su torso. Encoge el estomago. Y sonríe de lado.
Le pego una tremenda bofetada que enseguida me arde la mano. Aprieta los dientes borrando la sonrisa de inmediato. Le regreso la cara con otra bofetada. Inhala con furia. Está a punto se soltarse pero rapidamente tomo la pistola que esconde en la cinturilla de detrás en su pantalón y le apunto a la cara.
-no te muevas.
-¿O que?, ¿Me dispararás?, ¿Tan idiota te has vuelto que ahora crees que me puedes lastimar con eso?
Le quito el seguro al arma.
-solo sé que si disparo te dejara medio tonto y me aprovechare de eso. Pero antes quiero que...-me acerco a su oído-...traigas a tus creaturas bizarras que les gusta los cambia formas -me rio. -he escuchado que la primera vez les duele- susurro enderezandome. Se queda en silencio, escaneando mi rostro con seriedad.-el trato es este: o los traes o me dejas morderte- juego con el arma, delineando su torso.
-¿Que no has escuchado que me estoy muriendo de hambre?- responde molesto.
Me alzo de hombros.
-yo tambien tengo hambre pero toma tu tiempo para pensarlo...-mientras, voy observando su cuerpo, ansiosa.
Me pregunto que significaran todos sus tatuajes. Hay runas extrañas y rostros horrorizados, ahora me percato que también hay algunas frases y nombres en otro idioma. No hay uno que me resulte agradable de hecho me causan escalofríos pero debo admitir que le quedan, le dan ese toque de chico malo que me atrae de alguna manera. De la punta de los pies hasta el cuello. Exceptuando sus partes intimas, todo su cuerpo esta lleno de ellos.
-ninguno- y se zafa dando un fuerte tirón a ambos amarres. Se lanza sobre mi y el disparo se oye por todo el lugar.
En su lado izquierdo, cerca de las costillas se forma un agujero que sangra a borbones. Le lleva la mano ahi y se queja como si le doliera.
-carajo
Me muerdo los labios. Se ve tan...maravilloso.
Se inspecciona con detenimiento la herida y clava los ojos en mi. Una oleada de calor me invade. Su sangre cae sobre mi. Lo toco con vehemencia, me empapo los dedos y lo lamo. Sabe tan bien.
Quiero morderlo.
-dame de tu sangre- murmuro. Observo su cuello fantaseando.
Sube en mi, se mete entre mis piernas y me presiona con su cuerpo contra el colchón. Me aprisiona las manos a los lados de la cabeza y me besa con furia. Arranca mi ropa y mete los dedos a mi feminidad, me acaricia bruscamente y eso no hace más que molestarme.
Solo era sangre, ¿No?
-basta- digo entre el beso pero me ignora. Acaricia mis muslos y sube para amasar mis senos. Vuelvo a luchar para liberarme. Que pasa con él, Dios mío. -sueltame- me ignora. -¡Sueltame!- batallo para alejarlo de mi.
Me pone las manos detrás de la espalda se deja caer sobre mi impidiendo moverme con libertad. Baja la mano un segundo para tocarme.
-¡Alexander!, ¿Ahora eres un maldito violador?, ¡Sueltame!
Y así, sin mas me penetra de golpe. Lanzo un grito de dolor al aire y cubre mi boca de inmediato. No estoy ni preparada, duele. Sin embargo mientras se mueve salvajemente muerde y succiona mis senos y una corriente se excitación me envuelve. Se sujeta de mis hombros para darse mas apoyo y se mueve tan...bien que me deja anonadada un momento.
Fija sus ojos en mi y un agradable calambrazo me hace suspirar. Me suelta la boca y me da una fuerte bofetada que me voltea la cara, mi mejilla arde, no me deja decir nada porque enseguida me besa. Mete la lengua y recorre mi boca. Baja una mano para acariciar mi feminidad y elevarme al cielo.
-Alexander...-gimo su nombre.
-Shhh- se separa lo justo para dejarme sacar las manos. Regresa a besarme. Lo jalo del cabello para separarlo de mi. Sus pupilas se dilatan mientras se queda observándome. Se detiene un segundo y vuelve al ataque esta vez poniendo la mano sobre mi cuello y apretando lentamente.
Me esta gustando, madre mía, me esta gustando. Que estoy haciendo.
-con que te gusta jugar, eh. -sale de mi para ponerme boca abajo y darme una nalgada. Me alza la cadera y arqueo la espalda, pega mi cabeza al colchón y se arrodilla detrás de mi. Se vuelve a clavar tan hondo que me hace gritar de placer. Un escalofrío me recorre. Me alza y vuelve a cubrir mi boca, se aferra a mi cintura para moverse de prisa, sin miramientos.
Respiro agitada. Cierro los ojos para más, ida. Escucho sus jadeos. Como deseo que este aquí Jean, me gusta que lo dos me...
-perra maldita- me nalguea una y otra y otra vez. Gimo y grito. Abro más las piernas, siento sus testículos cada que se acerca. Su pelvis choca contra mi haciendo un excitante ruido. El sudor nos cubre. Destapa mi boca.
-Alex...si, si, así. -suelta mi cuello y me abraza por la cintura para pegarme la espalda a su torso. Abro los ojos. -más, más, no te detengas.
-¿Lo sientes?, ¿Sientes esto?- masculla apretando los dientes.
-¡Si¡
-¡Gime mi nombre, puta!- palmea mis pechos.
-¡Alexander!- grito envuelta en placer.
-eso es- susurra en mi oído. Echa mi cabello a un lado e inclina mi cabeza. Siento su respiración agitada en mi cuello, me eriza la piel. Me preparo psicológicamente para sentir sus colmillos, preparo mi sangre para ser tomada de nuevo, sin embargo pasa su lengua y succiona con delicadeza. Jadeo cerrando los ojos. Mi cuerpo hierve de una excitante forma. Lo acerco a mi para besarlo. Me suelta y me azota contra la cama. Abro los ojos de inmediato. Se acuesta de lado y me obliga a imitarlo, me alza una pierna y se adentra de nuevo. Envuelve mi cuello otra vez y me presiona contra el.
-Alexander...
-¿Quieres más?
-¡Si!
-grita que eres mi perra
-no
-entonces me detengo...
-¡No!
Estoy a punto de llegar al bendito orgasmo.
-no te oigo- canturrea divertido.
-no lo diré -jadeo
Me suelta y se arrodilla debajo de mi trasero. Sujeta su polla y me da unos golpecitos con ella en la nalga. Muerdo mis labios. Esa imagen, esta escena.
-entonces me detengo -repite.
-¡Vuelve aquí!
-¿Que me das a cambio?- sonríe arrogante, alzando una ceja.
Me pongo boca arriba y abro las piernas. Le hago seña de que se acerque e inclino la cabeza.
-tu elige- meto la mano a mi centro. Tengo que llegar al orgasmo si o si. Me acaricio y clava los ojos ahí. Se lame los labios. Se acaricia de arriba a abajo despacio. Nos tocamos mirándonos fijamente. Alternando la mirada entre el acto y los ojos.
Sube hasta mi cabeza y se corre en mi boca. La mete y la succiono. Echa la cabeza atrás y suelta un gemido que me estremece. Cuando termina, baja y me jala del cabello para inclinarme la cabeza y ahora si siento sus colmillos atravesar mi piel. Mis piernas tiemblan cuando por fin llego al orgasmo.
-¡Ahh!,¡Tayna!- se queja separandose de mi. Dejandome ver su boca manchada de sangre.
He metido el dedo en la herida del disparo. Al estar débil no se ha sanado rapido.
-yo tambien me alimento del sufrimiento, como tú-lamo mi dedo -ups -digo con fingida inocencia. Aprieta la mandibula. -tu turno de pagar- y hundo de nuevo el dedo.
-¡Ahh!, ¡Coño!
...
Hay bastante gente afuera. La música se escucha a todo volumen. Busco a Jean entre tantos bailando y charlando no lo veo por ningún lado.
Alexander baja las escaleras detrás de mi más relajado y sanado.
Voy a la cocina en busca de algo para beber. Me ha dado bastante sed.
Encuentro un dispensador y me sirvo en un vaso pensando que es agua y resulta ser vodka. Huele demasiado. Bueno. Me alzo de hombros y me lo bebo. Quien sabe a donde se dirige Alexander, supongo que a buscar a la Diosa.
Veo por la ventana y es cuando distingo a Jean junto a una pelinegra bailando demasiado cerca.
Salgo de la cocina dispuesta a arremeter contra ellos pero una mejor idea se forma en mi cabeza.
Afuera es otra música. Un genero más movido que me hace acalorar de inmediato. (Quiero bailar -ivi queen). La chica está de frente a él, me pego por detrás a ella y le tapo la boca antes de morder su cuello. Jean jadea sorprendido y ella se queja de dolor. No me importa. Me alimento lo más que puedo hasta que Jean la aleja de mi, lame su cuello para sanarlo y se la entrega moribunda a un tipo que pasa charlando con otros.
Me uno a él en un beso y bailamos al compás de la música. Restregándonos y mordiéndonos los labios sin sacarnos sangre. Rodea mi cintura y me da vuelta para que pegue mi cadera a el. Continuo bailando sintiendo como se endurece cada vez más.
-¿Que tal estuvo allá arriba?- habla en mi oído. Muerde el lóbulo y lo lame después.
-Alexander es salvaje- respondo echando la cabeza atrás, en su hombro. Se rie.
-le gusta causar dolor
-entones ya sé de donde lo saque-
Vuelve a reir.
-¿mi turno?
-soy toda tuya
-huum, a mi en ves de dolor me gusta causar placer- gime divertido. Esconde la cabeza en mi cuello, se aferra a mi cintura. Meto la mano entre su cabello y lo atraigo a mi para besarlo. Sabe demasiado a vodka combinado con, creo que tequila.
Me ayuda a bajar con sensualidad y sigue los movimientos de mi cadera. Veo en la puerta a Alexander y a Killdrem platicar hasta que me miran y siguen mis movimientos.
Me siento cohibida por sus fuertes miradas y a la vez excitada por el ambiente.
Termina la canción y nos acercamos a una mesa donde están todas las bebidas.
-te prepararé algo
Me siento a esperar a su lado mientras se escucha otra canción (burn it up- wisin y yandel ft R. Kelly). Mezcla dos botellas y me da el vaso. Lo tomo y me lo termino. Él igual se prepara uno y lo bebe mirándome. Sus ojos brillan. Lo delineo completo. Estoy tentada a bajarle la bragueta y que me folle la boca.
Rayos, no se que me pasa.
-¿Otro?- me sirve más e igual lo termino.
Volteo buscando a Alexander, ya no está ni el ni Killdrem.
-¿De donde ha salido tanta gente?- pregunto viendo como prepara otro trago.
-Killdrem lo organizó para alimentarnos- dice como si nada.
Observo a todos. Me desabrocho los primeros botones de la blusa de la Diosa que me dio Alexander porque mi ropa de plano ya eran puros tirones de tela. Me abanico con la mano. Hace calor.
-¿Calor?- pregunta Jean clavando la vista en mi escote.
-bastante
-vamos a servirnos y después te doy otro tipo de calor- me lanza una mirada pillina, sonrío y me jala a los que están bailando -elige uno. -Bailamos mientras los veo fascinada.
-¿Solo uno?
Se ríe.
-seremos cuatro
Una sonrisa cruza mi rostro. Una agradable sensación me recorre. Me siento muy bien.
Elijo al de ojos cafés claro que me mira de reojo. Me acerco a el y lo arranco de su novia o amiga o lo que sea.
-¡Oye!- ella enseguida se queja y Jean le acaricia la mejilla.
-Shhh- la observa a los ojos y ella parece ser hipnotizada.
Los llevamos adentro y...
-¡Tayna!- escucho a Alexander llamarme desde la cocina. -¡Es urgente!
Miro a Jean y el asiente. Dejamos a los chicos en el sofá y vamos.
-estoy aquí
-tengo hambre- pone sonrisa de niño bueno. Se cruza de brazos
- te daré en un vaso y me dejas en paz.
Frunce el ceño pero asiente.
Rodeo a Jean y saco un vaso de vidrio de la repisa. Me muerdo la muñeca y dejo caer la sangre que sale.
-yo también quiero- pide en voz baja Killdrem entrando a la cocina.
-yo quiero otra cosa- ronronea Jean tomándome de la cintura y pegándome a su cuerpo.
Le extiendo el vaso a Alexander y este lo toma para beberlo sin despegarme la mirada de encima.
Jean me empuja contra la isleta y se pega a mi espalda, besa mi cuello restregándose por detrás.
-Jean...- le recrimino sintiéndome arder.
-¿Si?
Killdrem clava sus ojos en mi escote y Alexander observa sin perder detalle como su hermano me inclina sobre la isleta y me sube el vestido.
-Jean, basta. Nos verán, aquí no. -trato de salir de su agarre pero me encierra con sus brazos a los costados
-están ocupados- muerde y lame el lóbulo de mi oído. Mete la mano en mi entrepierna y gimo bajo echando la cabeza atrás.
Sus miradas sobre nosotros me calientan aun mas. No se si es por la sangre que me desata o por tener a tres hombres follandome con la mirada.
Killdrem me amasa los pechos. Me lamo los labios. Jean hace a un lado las bragas, se baja la bragueta y lo siento entrar despacio para descontrolarse en las embestidas.
-¡Je...!- me cubre la boca con su mano. Me aferro a la orilla de la isleta. Killdrem baja el escote para sacarme los pechos y lamerlos sin delicadeza. Alexander se acerca para dejar el vaso vacío sobre el fregadero y se queda viendo. Jean me suelta la boca y se aferra a mi cintura.
-Nos verán...-susurro. Luchando contra mis sentidos, voy perdiendo.
-lo peligroso es mas divertido. Imagina que...-comienza a decir Jean, agitado.- ven como entre todos te atendemos
-o como te castigamos- dice Alexander antes de voltearme la cabeza ligeramente hacia el y darme una cachetada. De inmediato siento la mejilla caliente y con ardor.
No sé que pasa conmigo pero...me gusta.
Moral humana, apagada.
Gimo su nombre. Cierro los ojos disfrutando de las atenciones. Lo siento batallar con algo y finalmente me da vuelta obligando a Jean a salir para clavarse en mi por adelante. Jean resopla y se escupe en la mano para adentrarse por detrás. Lanzo un jadeo de sorpresa al tenerlos a ambos.
Madre mía, que estoy haciendo...
No pienso más, pareciera que mi mente se ha desconectado. Solo disfruto las salvajes embestidas mientras aguanto gemir en alto.
Y entonces llego al orgasmo pero ellos continúan usando mi cuerpo. Me debato internamente entre dejarlos o exigir que me suelten.
Y de pronto algo los alerta y me sueltan de prisa. Jadeando y respirando agitados se dispersan por la cocina. Escucho pasos entrando por lo que corro a esconderme detrás de la isleta para vestirme.
-Dice la Diosa que le lleves algo- dice Jake a Alexander y este solo asiente tratando de normalizar su respiración. -¿Que te pasa?, ¿Que les pasa?
Todos estamos igual.
Me arreglo rápido la blusa y la falda que tambien es de la Diosa, subo mis bragas y me peino con los dedos.
-¿Tayna?, ¿Que haces ahí?- Jake se acerca por detrás y yo salto en mi lugar, asustada.
-no querrás saber- dice divertido Killdrem.
Me levanto y le sonrío como niña buena a Jake. Este niega y rodea los ojos. Me lanza una mirada de regaño pero no puedo verlo de otra manera más que sumamente caliente. El ambiente, el momento, la tensión. Tengo hambre.
Debo salir de aquí o ellos desaparecer de mi vista, ahora.
-cógetelo, Tayna- Me alienta Killdrem dándome un leve empujoncito hacia Jake.
Jake niega repetidas ocasiones.
-estoy con Selene, no lo olvides- alza las palmas de las manos hacia mi.
-no puedes pero quieres y ella quiere pero no puedes, que te cuesta...
-ni te acordaste de ella la otra noche...-susurro y no se porque lo hago. Porqué dejo salir aquello que nos unió en aquel hotel donde aguardábamos para su tercer concierto de la gira.
Killdrem abre la boca sorprendido.
-impactante- murmura en voz baja.
-fue...-comienza a decir Jake pero se calla buscando una palabra para describirlo.
Me río bajo.
Killdrem me empuja contra Jake. Y el niega.
-estas ebria- farfulla rápidamente Jake.
-no mucho- rodeo su cuello para acércarlo a mi y lo beso.
Últimos capítulos
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro