Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 10. La fiesta de las dark rooms.

EXPLICACIÓN DEL CAPITULO FANTASMA.

Subí el capitulo en la mañana pero recibí la notificación de que inflingia las reglas de la comunidad, asi que lo bajaron.

Por eso lo he vuelto a reescribir por lo que paso de ser hard a ser algo ligero.

Espero lo disfruten, no olviden comentar y darle a la estrellita.

Chao. ♥️

...

—Hey...—me sacuden el brazo. —mierda, Asmodeus, levántate. —distingo a la perfección la voz de Alexander a mi lado. Sin embargo sigo sin poder mover un solo musculo. —carajo, trae a Galia.

—¿Yo, que?— escucho a mi hermana un poco lejos.

—ven

Unos tacones se acercan a mi. Y de pronto su chillido y el olor de su sangre invade la habitación.  ¡Quiero moverme, ya!

—toma, come— y la acerca a mi. Un par de gotas caen en mi boca. Siento poco a poco mi cuerpo despertar. Trato de moverme y solo logro alzar el dedo índice de la mano derecha.

—esta despertando— anuncia Killdrem.

—A...Alex. —escucho la voz adolorida de Galia.

—Cállate

Más y más sangre caen, mi sistema lo va aceptando y rápidamente puedo empezar a mover mis extremidades así que le tomo la cabeza y la acerco más. Cuando recupero por completo mi cuerpo, cambio mis dientes y desgarro la piel de su cuello. Abro los ojo y la observo con la mirada rojiza. Ella esta siendo sujetada de los brazos por Alexander y Killdrem mantiene quietos sus pies y empuja su cabeza sobre mi. Clavo las garras en su piel y me alimento de su pánico y desesperación. Mi cuerpo deja de ser gris para tomar color. Sus ojos se vuelven hacia mi, completamente blancos al igual que su piel.

—ya basta— Alexander la arranca de mi y la tira a lo brazos de Killdrem. —llévatela. —Killdrem asiente y sale arrastrándola.

Compartimos miradas. Me analiza.

—estoy bien— afirmo. —¿Como lograste entrar?

Sonríe de lado.

—ventajas de ser el líder— alza el mentón, orgulloso. Y yo no hago más que alzar las cejas en un gesto de sorpresa. —es hora de volver a casa, hermanito.

...

—¿Y papá?— un vampiro de cuarto nivel me entrega mis pertenencias y mi ropa en una bolsa. Las tomo y seguimos caminando al vestidor. Es la misma ropa que cuando me apresaron, cuando ella mato a Estefany.

—ha subido— los guardias que pasan nos hacen reverencia y mantienen la cabeza abajo al ver a Alexander. —vuelvo a ser el líder. —los mira con desprecio y continua avanzando, esta vez delante de mi. Nadie se atreve a verlo directo a los ojos, prefieren pasar casi corriendo.

Nada comparado cuando recién entre que hasta me retaban con la mirada. De leguas se nota que a mi no me tienen miedo. Quizás solo provoco lujuria y respeto pues no me tocaban y me daban la mejor comida, eso hasta queme sentenciaron y me durmieron.

A Alexander y a Killdrem siempre les temen, pero es por porque son los mayores y están locos. Pueden estar hablándote normal y de repente se detienen a escuchar su mente y de un momento a otro se abalanzan sobre ti.

—Pero, ¿La corte lo permitió así como si nada?, se supone estaría doce...

—me he pasado por el culo lo que han dicho y te he ido a despertar. Ahora no solo la puta rubia amenaza nuestras cosas, hay otra mujer a la que llaman Revenge. —me señala dentro del vestidor y voy a cambiarme la fea ropa verde.

—¿Que?

Suspira poniendo los ojos en blanco unos segundos. Se cruza de brazos.

—Debes ayudarme.

...

—llegamos— ni siquiera estaciona bien, baja empujando la puerta con fastidio.

Todo el edificio está construido en forma de semicírculo y una elegante fuente en medio adornada de detalles azul marino.

—hiciste un buen trabajo. —lo sigo hasta entrar a la empresa. Ya hay empleados de un lado a otro. Nos saludan al entrar, yo respondo cordial pero Alexander como siempre los ignora.

—estoy hasta las trancas. —refunfuña. Subimos al elevador. Todo esta impecable, como antes.  —empresas, edificios, club, infierno y mis trabajos...no estoy de humor.

—ya me encargo yo. —me peino con las manos. Mi piel se ve pálida. —y déjame a Tayna, me las va a pagar.

—¿Ya no la amas?— me dedica una sonrisa socarrona a través del espejo del elevador.

—se ha pasado.

Una vez que llega al piso, caminamos a mi oficina. Huele a nuevo. Los muebles están todavía cubiertos con plástico. Se mantiene la misma imagen de antes excepto por mis trofeos. Joder, lo que me costaron. Mi escritorio esta lleno de documentos y es ahí donde Alexander se acerca y rebusca.

—necesitaras una asistente— saca unas llaves de entre el desorden de papeles y me las entrega. —aquí están las llaves de tu palacio. Me deslindo de esta mierda.

—hecho, gracias.— examino mi oficina. Que recuerdos.

—la tal Revenge pelea del lado de los imbéciles que atacaron aquí así que supongo que la puta rubia la conoce.

—¿Sabes donde puedo encontrarla?— me siento en mi silla detrás del escritorio

—ni puta idea. No la he visto desde que te encerraron.

—Vale.

...

Abro la jaula despacio y me asomo dentro. La encuentro comiendo del pecho de un desdichado. Me sonríe. Su cuerpo esta sucio y manchado de sangre pero aun así luce sexy.

—¿Saldré?— se acerca gateando.

—Ponte tu piel de humana, me acompañarás a tierra.

Su sonrisa se alarga.

—Gracias, amo.

...

Me desanudo la corbata frente al ventanal que da a la ciudad de mi oficina. El cielo ha oscurecido y hay pocas estrellas brillando, como si supieran lo que va a pasar. Parecen esconderse para evitar ver la blasfemia que esconderán las paredes de mi club. No puedo evitar excitarme al recordar esas imágenes, esas obscenidades.

Unos tacones pisando fuerte y de prisa me hacen voltear a la puerta. Se abre con fuerza y Galia entra rugiendo furiosa. Anda hasta mi y trata de darme un bofetada pero le alcanzo a detener la mano.

—¡Manchaste mi maldito vestido!— ruedo los ojos y la suelto.

—tienes mas— sacudo mi camisa del torso. No quiero que se arrugue.

—¡Era Channel!

—vete, Galia— subo las mangas de mi camisa y las doblo perfectamente sobre mi antebrazo. Me saco la corbata y la pongo sobre el escritorio.

—me debes un vestido— se cruza de brazos.

—si, si, anda afuera. —le hago gesto con la mano y me dirijo al ascensor. Viene detrás de mi. Abro los tres primeros botones de la camisa y presiono la planta baja.

—¿A donde vas? — habla ya tranquila.

—al pecado —Se le sale una pequeña sonrisa al oírme mencionarlo. —¿Me acompañas?— alzo una ceja.

—voy contigo— me codea.

Llegamos abajo y caminamos al pasillo rojo pero antes de entrar me encuentro con mi demonio personal: Abrahel.

Me entrega unas hojas blancas con escritura a mano revuelta por todo el papel. Parecen apuntes. Come una manzana mirando de vez en cuando a los lados. Mi equipo de seguridad no se pierden sus movimientos.  Porque lleva poca ropa mostrando sus curvas y porque cualquier persona que se me acerque pasa por su aprobación.

—Esta noche no los necesitare cerca. —asienten y uno de ellos lo comunica por el apuntador en su oído.

Reviso las hojas.

Tayna esta en un jet privado en las afueras de la playa. A convertido a cerca de diez hombres para que sean su seguridad, y seis mujeres que ahora son sus sacerdotisas han llegado con ella por si mismas.

Es conocida por ser una dama peligrosa entre las bandas criminales. Su "grupo" esta conformado por mas de veinte hombres. El líder es un hombre al que llaman Sinner. A él y a ella los tratan como dioses. Pero ya me huelo el porqué. Ambos son seres sobrenaturales que manejan a todos a su antojo.

Me acaricio la barbilla. Ya entiendo. Esto, más la información que me trajo Cruell en la mañana me ayudarán a formar un plan.

—todo sigue igual. —le devuelvo las hojas. —quémalas y entra al juego. —asiente con la cabeza —¿Le enviaste la invitación?

—Oh, si. Esta interesada en conocer al dominus libidin — y sale del lugar riéndose.

...

TAYNA

Balanceo la cadera de un lado a otro, separo las piernas y me muevo al compás de la música. Vuelvo a repasar el lugar. Jake viene acomodándose el saco. No puedo evitar sonreír. Parece que cayo en las garras de alguien.

Estoy a punto de hacerle burla pero un grupo de hombres grita alentándome a continuar. Llevo un conjunto completo transparente con encaje en los bordes, solo me cubre las partes unas bragas y unas ligas entrelazadas para tapar los pezones.

Doy la vuelta y les doy un gran espectáculo moviéndome encima de la barra. El barman solo sonríe desvistiéndome con la mirada.

Hay parejas por aquí y por allá. Y yo solo lo espero a él.

Pasan los minutos y por fin lo veo entrar. Clava los ojos en mi. Le sonrío provocativamente. Paso mi lengua entre los dientes. Le hago seña con el dedo índice que se acerque. Pero me ignora y anda hasta posarse detrás de Jake quien bebe distraídamente en la esquina de la barra.

—¡Close the door!— ordena uno de los guardias y a todos se les ilumina el rostro. Las luces dejan de iluminar blanco para cambiar a rojas y azules, el pasillo cambia a luces negras y se cierran todas las puertas.

Bajo de la barra, confundida. ¿Que pasa? ¿Sera una emboscada?

Volteo hacia los hermanos en busca de respuestas pero estos parecen discutir por algo. Agitan las manos y Jake se ha puesto de pie echando agresivamente la silla hacia atrás. No escucho lo que dicen, creo que se han encerrado en una "burbuja" para evitar que los oigan.

Todos comienzan a dirigirse al segundo piso. Me pica la curiosidad así que me les uno con mi vaso en mano. Subimos las escaleras y se me sube el calor hasta las orejas al ver lo que pasa.

Todas las salas están llenas de las escenas mas bizarras jamás vistas. Mujeres con miembros follando hombres en el piso, chicas encima de hombres en sillas de ruedas o alguno de los dos sin extremidades, ancianas paseándose con chicos jóvenes e incluso veo en la esquina a un par de niños con cara de asustados.

Se me revuelve el estómago.

Todo el pasillo esta lleno de gemidos. Paso hasta el ventanal al fondo, quizás la imagen de la ciudad me ayude a digerir esto. Pero no,  botargas de conejos y cabras follandose mujeres al rededor de una fogata me erizan la piel. Regreso la vista a las habitaciones. Y lo siguiente que veo es a Alexander sujetar los brazos y cubrir la boca de Galia mientras la embiste salvajemente. Ambos de pie. Sí, a Galia, su hermana.

¡Madre mía!

—¿Disfrutando del espectáculo? —volteo a verlo con las mejillas sonrojadas y los ojos brillantes. Mira mis labios y se muerde los suyos. Camina hasta detenerse detrás de mi, mueve mi cabello a un lado.

—¿Que no son hermanos?

—oh, por favor. No te hagas la santa. Al convertirte, tu moral humana desaparece. —besa mi cuello.

—Es...

Alexander voltea y nos lanza una sonrisa perversa que no hace mas que revolverme las hormonas. Galia, por otro lado pega la cabeza al hombro de Alexander y este le muerde el cuello.

—Que escena tan más cachonda, ¿No?

Muerdo mis labios. Mi cabeza me ordena salir de ahí pero mis instintos quieren unirse a ellos.

Una línea de sangre escurre hasta el inicio de sus senos y cuando menos lo veo Jean ya esta lamiéndola.

No debo caer, no debo caer, no debo caer. ¿¡Por que es tan difícil resistírseles!?

Un hombre me toma de la cintura y me pega al vidrio que separa la sala del corredor y me mete mano mientras se restriega. Mi vaso cae al piso haciéndose añicos. Simplemente pego las manos al vidrio y veo por el reflejo a Killdrem sin camisa, azotarme con fuerza la nalga derecha. Hurga en mi feminidad con dos dedos por debajo de las bragas. Necesito apagar lo caliente que estoy así que lo dejo. Me toma del cabello para poner de lado mi cabeza en el vidrio y  me separa las piernas, saco el trasero y me restriego en el. Siento su respiración en el oido.

—eso es...— susurra en mi oído. Rompe mi conjunto justo debajo para mover mis bragas y me muerdo los labios ansiosa.

—Hey, es mía— Jean rodea mi cintura y me pega a el. Killdrem le gruñe como animal. Volteo y ambos están debatiéndose en miradas amenazantes.

—Suéltame, tu ya no tienes derecho. —le obligo a dejarme y me salgo de entre ellos poniéndome al lado.

—¿Y dejarás que otro te manosee? ¿Tan puta te has vuelto? —Sus ojos se van poniendo rojizos mientras que Killdrem deja ver un indicio de sonrisa. Ahora que lo veo...solo lleva puesto un pantalón de cuero negro y un látigo enredado asoma por uno de los bolsillos. —¿primero Jake y ahora Killdrem?

—no tienes derecho a reclamarme, no somos nada. —su rostro se va oscureciendo.

—¡Eres mia!

—¡En tus sueños! —ya esta, me largo. Pero no doy ni cinco pasos cuando Jean me toma del cabello y me obliga a entrar a la sala donde están Alexander y Galia ahora mordiéndose  los cuellos y manoseándose tirados en la cama. —¡Suéltame!

—¡Ya no te vas a acostar con nadie, ni siquiera con mis hermanos, tú eres mía nada mas! —grita en mi cara y me arroja al piso. No me da tiempo de reaccionar cuando ya esta entre mi piernas sujetando mis manos arriba de la cabeza y mordiendo con saña mi cuello. Lanzo un grito al cielo. Duele horrible. Me revuelvo furiosa y le pega un puñetazo en la cara.

Alcanzo a ver a Killdrem cerrar la puerta y a Galia y a Alexander detenerse para mirarnos confundidos, eso, antes de perder la conciencia.

...

Entreabro los ojos. Vamos pasando por un corredor con alfombra verde oscuro. Me altero al reconocer este piso en las fotos que me enseño Sinner aquella vez donde se veían cosas horrendas. Sin embargo no puedo moverme. Jean me sujeta de la cintura, mis pies arrastran. Las puertas  abiertas dejan ver grupos de hombres reunidos con mascaras grotescas de todos  colores golpeando chicas, acercándoles cuchillos y lo peor, lanzándoles objetos pesados en las cabezas para ser aplastadas mientras ellas solo pueden gritar ya que los demás las agarran de las manos y pies. Y todo esto frente a cámaras.

Esto no esta pasando...no otra vez. El Asmodeus oscuro regreso.

Quiero gritar, quiero moverme y salir corriendo pero mi cuerpo no responde. Me siento flotando, adormecida.

Entramos a una habitación al fondo, esta desocupada pero los gritos a los lados son escalofriantes. Me mueve como si fuera muñeca. Me sienta en una silla de esas como las que tienen los dentistas y amarra mis manos y pies a los extremos. Sube la cámara para que vea al techo y enciende la luz. El horror se hace presente en mi. El cuarto esta lleno de sangre, en el piso, el techo y en las paredes, en todo. Manchas, salpicaduras y gotas.

Lo veo tomar un extraño aparato rectangular y acercarse a mi con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos completamente negros.

—bienvenida a la Dark room, ¿Era esto por lo que tu grupo peleaba? ¿No? ¿Para que quieren mis habitaciones VIP si a la primera están chillando? —y se suelta a carcajadas que me dan escalofrío.

Esto no puede estar pasando, esto es un sueño. Antes las queria pero ahora pienso destruirlas.

La puerta se cierra y tengo a Killdrem y a Alexander a los lados. Tienen los ojos también negros y las garras de fuera.

¡Ayuda!

Entonces Jean me acerca el aparatito al pecho y una descarga me despierta el cuerpo convulsionando.

Miro al techo, lo único que puedo controlar son los ojos. Busco conexión con Sinner o con alguno de los demonios del sentir.

—no te preocupes, no te escucharan aquí.

—¡Ahhh!

—ahora sí hablarás, así sea lo último que hagas.

Cai en su maldita trampa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro