Capítulo 8
Las campanas sonaban en el instituto, dando aviso de que el inicio escolar comenzaba. Era el segundo año de Lucy en secundaria. Su primer año había sido un desastre, no tenía amigos y prácticamente pasó todo ese año sentada en un rincón del aula esperando conocer gente a la que realmente no le importara la apariencia de una persona, si no lo que está realmente podía ofrecer como amistad.
En esta época conoció a Justin. La primera vez que lo vio estaba mirando el cartel sobre la ubicación de las aulas de clases. Se veía hermoso, parecía que emanaba su propio brillo y opacaba a el resto de personas a su alrededor.
Justin siempre fue muy popular; le gustaban los deportes, tenía muchos amigos y un gran club de fans que constantemente le enviaban cartas y chocolates. La primera vez que Lucy tuvo contacto con Justin, esta se encontraba en la terraza de su instituto leyendo un libro mientras comía de su almuerzo. El libro que leía no era cualquiera, era una revista sobre comics de superhéroes los cuáles ella siempre había disfrutado. Justin al ver que esta leía el último número del lanzamiento de la revista, se le acercó.
- Donde la compraste? – le pregunta.
- Eh? – Lucy queda automáticamente pasmada al ver el rostro dulce de Justin mirándola fijamente con una sutil sonrisa.
- Soy fan de Kitty Arc, es mi heroína favorita, creo que supera por mucho a fantasma Dargon o a Toxic Lain -.
- Mi... Mi heroína favorita... También es Kitty Arc - Responde Lucy, prácticamente perdida en la mirada de Justin.
- Enserio!? – Justin se emociona al escuchar eso.
El tiempo pasaba y Justin y Lucy disfrutaban cada vez más tiempo juntos, se percataban que tenían más cosas en común de lo que creían, experiencias parecidas, el mismo tipo de humor. Sin embargo, Lucy comenzó a experimentar sentimientos extraños hacia él, había momentos en los que su cercanía la ponía nerviosa, o en los que podía escucharlo por horas sin aburrirse. Justin era un chico tan interesante, alegre, radiante; No había persona que no disfrutara de su compañía, y Lucy se sentía afortunada y dichosa de tener tal intimidad con él en su amistad, que ambos fuesen a las casas del otro, compartir sus juegos, películas, libros.
Lucy se decidió al cabo de un tiempo, iba a confesar sus sentimientos por Justin, y para eso elaboró una carta, la cual tenía un contenido corto pero conciso. Pensó en entregársela personalmente, sin embargo, no se vio con el valor para hacerlo. Si era rechazada, no quería perder la valiosa amistad que tenía con Justin.
- Oye Justin! – Uno de sus amigos y compañero de Voleibol se acerca a este junto con otros dos chicos.
- Oh, dime Carl – Justin responde con total normalidad.
- Es cierto lo que dicen las malas lenguas por ahí sobre ti? Jaja -.
- Oh... Creo que no entiendo...-.
- Vamos amigos, por ahí muchas personas comentan que tú tienes algo con la gorda del salón C – Dice Robert, otro de los compañeros de Justin.
- Eh? -.
- Tienes algo con ella? Porque de ser así, pues tienes muy mal gusto amigo jajaja –Dijo Steve, otro de los compañeros de Justin.
- Vamos chicos, no sean así con nuestro jugador estrella. Es normal que a veces algunos hombres tengan gustos... Algo exóticos jaja – El comentario de Carl fue como una punzada en el pecho de Justin. Este se sintió increíblemente incómodo, porque a pesar de no tener algún interés amoroso por Lucy, era su más preciada amiga, y el escuchar aquellos comentarios sobre ella le irritaban. Pero no, él no iba a hacer nada para detener eso, no quería perder su círculo social pero tampoco a Lucy.
- Quien les dijo eso... -.
- Encontramos esto en tu casillero – Carl le entrega a Justin una hoja doblada en varias partes. La letra escrita en esta le era familiar. Era la letra de Lucy.
- Esto... - Justin se había quedado sin palabras, no sabía explicar sus sentimientos en ese momento, sentía unas enormes ganas de llorar, se sentía acorralado.
- No solo encontramos esa carta, ella misma lo ha gritado a los cuatro vientos. Es más, dice que tú y ella ya son novios – Aquello era falso, Carl lo decía para formar rivalidad entre él y Lucy, no le convenía que a un jugador estrella como Justin lo viesen pasando demasiado tiempo con una chica simple y poco agraciada.
- Tu y la gorda son novios? – Pregunta Steve de manera sarcástica y burlona.
- Claro que no! – responde Justin de forma prepotente.
- Ah, no? – Carl manipulaba la situación.
- Ella... Solo es mi amiga, yo... Ya tengo novia – Justin quiso zafarse de la situación de alguna forma.
- Vaya amigo, y porque nunca nos la presentaste? – Dijo Robert.
- Es una lástima que Lucy divulgue cosas así sabiendo que tienes novia Justin, deberías aclarar las cosas con ella –.
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- Lucy!! – Justin llega a la casa de Lucy, donde esta se encontraba sola en su cuarto, su madre había ido al trabajo.
- Oh... Ese es Justin? – Pensó.
Justin subió las escaleras y llegó rápidamente a su cuarto. Abrió la puerta fuertemente, quedando cara a cara con Lucy, quien estudiaba en su computadora.
- Justin... - Dijo Lucy, con voz tenue y algo temerosa. Ella veía su rostro enojado, empapado en lágrimas, con sus ojos hinchados y enrojecidos, parecía haber llorado un día entero.
- Que te pasa, eh? – Justin estaba desenfrenado, no podía hablar con calma y eso asustaba a Lucy.
- Qué? -.
- Porque divulgaste todas esas cosas sobre nosotros! Le dijiste a todo el mundo que somos novios? Que querías lograr con eso? -.
- Eh... Justin... Yo no!... –
- Ya lo sé todo, Lucy – Justin la interrumpe – O me vas a negar que esta carta es tuya! – Justin le lanza una bola de papel a Lucy; era la carta que ella había escrito para él.
Ya en este punto Lucy no podía contener las lágrimas, no entendía lo que sucedía. Tanto le había molestado a Justin su confesión? Quizás debió mantener todo como un secreto. Justin, al ver llorar a Lucy, quiso detenerse, quiso parar y encontrar una explicación lógica a todo lo que sucedía; pero se sentía avergonzado, y enormemente decepcionado de ella, bajo la percepción que Carl le había hecho creer.
- Es esto lo que te molesta? Hubieses preferido que nunca hubiese confesado mis sentimientos por ti!? – Lucy se armó de valor para enfrentarlo, a pesar de que sentía que en cualquier momento colapsaría frente a él.
- Creí... Que eras mi amiga... - Un silencio se formó entre ambos por unos segundos. Ninguno podía detener su llanto y solo se escuchaban los sollozos en la habitación.
- Vete de mi casa... - Lucy no quería decirlo, sentía que se arrepentiría después de hacerlo, no quería perder a la persona más importante de su vida – No quiero volver a verte nunca más...-.
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- Quieres ser mi novia? – Justin se sentía un tonto. Eso no era lo que quería, pero se sintió obligado a hacerlo por presión social. Ya había prometido presentar una novia a su equipo de voleibol.
- Ah! Claro que sí! – Renée, una de las chicas más hermosas de su instituto, acepto inocentemente la propuesta de Justin con mucha ilusión. A ella, como a la mayoría de las chicas, le gustaba Justin. Él no había conversado mucho con ella en el pasado, pero ahora se vio en la necesidad de ser su pareja.
Y así transcurrieron los meses en el instituto, hasta que tanto Lucy como Justin se encontraban en tercer año. Justin no soportó los dos meses de vacaciones junto a Renée, por lo que solo duró dos meses con ella y luego finalizó la relación entre ambos.
Justin y Lucy volvieron a hablar a mediados de tercer año, cuando por azar les tocó ser pareja para un trabajo de ciencias sociales. Al principio sintieron que fue lo más incómodo de sus vidas. La madre de Lucy agradeció el volver a tener la visita de Justin en su casa, ya que le tenía mucha estima.
Pasaron los días y Justin y Lucy se volvía más cercanos nuevamente. Justin se disculpó por lo que había sucedido y Lucy aclaró toda la situación, prometiendo entre ambos enterrar ese pasado y volver a ser amigos.
Todo parecía que volvía a la normalidad, el fin del tercer año fue lo más normal y alegre posible. Sin embargo, todo cambio a principios del cuarto y último año, cuando Lucy regresaba de sus vacaciones.
- Y? Que tal tus vacaciones? – Pregunta Justin mientras ambos caminaban por el patio de su instituto.
- No lo adivinarías... - Dice Lucy con notable entusiasmo
- Ummm... Pasó algo nuevo? -.
- Justin... Tengo novio! -.
Dereck Rowan. Un chico simple, aburrido, adicto a los videojuegos y sin mucha vida social iba cada tarde a recoger a Lucy en su instituto. No parecía muy entusiasmado con ella, bueno, al menos sabía que la quería, pero Lucy estaba enamorada, hablaba con él por horas en su teléfono, le regalaba pequeños detalles.
Justin no sabía lo que sentía exactamente con respecto a su relación con Dereck. Al principio la felicitó, y le dijo lo mucho que se alegraba por su relación. Pero sentía que algo no andaba bien con él mismo. Mientras pasaba el tiempo, intentó explicarse que aquello que sentía eran celos porque su amiga ya no pasaría más tiempo con él y dedicaría más tiempo a su novio. Pero no, nada había cambiado, Lucy no dejaba a Justin de lado, le dedicaba tanto tiempo como se lo dedicaba a Dereck.
Entonces que era? Que eran estos extraños sentimientos que sentía? Celos... De amor? No. Justin intentó desechar ese pensamiento de su cabeza, el mismo había rechazado a Lucy hace un par de años. Lo intentó, pero le fue imposible. Con el paso del tiempo se sintió acorralado por sus propias emociones, y como un tonto al no haberla visto de esa forma cuando ella estaba enamorada de él. No era su culpa, simplemente no sentía lo mismo en ese tiempo y la situación se había tergiversado por terceros; pero ahora no podía sacarla de su cabeza, intentó llamar su atención de mil formas, pero Lucy solo tenía ojos para Dereck.
Ya en la actualidad, las cosas cambiaron para Justin a su favor. Lucy ahora no tenía solo ojos para Dereck, ella afirmaba que no tenía ojos para nadie; pero Justin no hiba a dejar pasar la oportunidad para estar con ella. Ahora lo entendía, Justin estaba enamorado de Lucy, ella era la única que lo entendía, que compartía sus mismos gustos, con la que podía ser el mismo. Ella era su alma gemela.
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