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Capítulo 7

- Me estás diciendo que quieres... Que aumente el sueldo de Lucy? – Samantha parecía incrédula ante la petición de su hijo, mientras que Francis se notaba nervioso e inquieto al hablar del tema.

- Pues... Lo digo porque siento que el trabajo con los animales es más complejo, osea, ni siquiera sabemos cuánto le paga mi papa a Nathaniel por su labor acá, desde que llegó a la finca que su presencia ha sido un total misterio, y creo que al tratarse de un linaje de equinos tan importante como el que tenemos, creo que el sueldo debe estar acorde a la importancia de las labores... - Francis había planeado con anticipación su discurso para lograr convencer de alguna forma a Samantha.

- Oh... Dios mío, Francis... Ya lo entiendo todo – Samantha parecía afligida.

- Ah... Si? – Un escalofrío recorrió la espalda de Francis.

- Has sentado cabeza y ahora quieres preocuparte por las labores y administración de la finca! -.

- Eh? -.

- Ahhh, como crece mi muchacho! Ya eres todo un hombre! – Samantha se abalanza hacía Francis de la emoción, abrazándolo fuertemente.

- Mamá! – Francis intentaba apartarla de él de alguna forma, sin embargo, el abrazo de su madre era sorprendentemente fuerte.

- Hijo... Tienes toda la razón... - Samantha se aparta un poco de él y lo mira a los ojos. – Es hora de que comiences a tomar las responsabilidades de este lugar -.

- Que!? Mamá, nada de eso! Tu siempre has administrado la finca, y es lo que más te apasiona! -.

- Eh? Pero creí que ahora querías tu tomar las decisiones del lugar -.

- No! Lo único que quiero es que le subas el sueldo a Lucy! -.

Un silencio incómodo se forma entre -ambos.

- Seguro que no hay ningún otro motivo personal para aumentar su sueldo aparte de que consideras que su trabajo debe ser mejor remunerado por el cuidado de los equinos? -. Su madre parecía sospechar que algo no andaba bien, sin embargo, Francis intento cerrar el tema lo más pronto posible.

- Estoy seguro, y ya no quiero hablar más del tema -.

Por otro lado, Cloe, Alex y Lucy se encontraban cortando algunas ramas de vid en el predio para organizar el crecimiento del árbol.

- Ahora ve... Hazlo – Cuchicheaba Cloe al lado de Alex señalando a Lucy con su mirada.

- Qué? Claro que no – Respondía Alex en voz baja.

- Ve y discúlpate con Lucy!... -.

- Ya te dije que no quiero hacerlo... Sería una disculpa falsa porque no siento que deba disculparme por nada!...-.

- Lucy se ve triste y tú has sido muy grosero con ella desde que llegó -.

- Bien! Lo haré! Pero no será real! Será una ilusión que no durará mucho tiempo porque nadie en la finca puede negar que es una chica obesa y horrenda y que su ropa es horrible!-.

Alex lanzó aquellas duras palabras sin ningún tipo de tacto mientras hablaba con Cloe, sin embargo, no se percató de que Lucy estaba detrás suyo, ya que venía a devolver las tijeras de podar a Cloe. Alex se voltea de manera orgullosa, dándole la espalda a Cloe, no obstante, se encuentra sorpresivamente cara a cara con Lucy, quien empuñaba las tijeras de podar en dirección a Alex. Este reacciona de manera horrorizada al verla armada.

- Aaaaah!!! No me mates!!! – Alex se aferra a los brazos de su hermana con miedo, sin embargo, Lucy no parecía con la intención de apuñalarlo; simplemente estaba ahí, devolviendo las tijeras de podar a Cloe.

- Tranquilo, no te mataré... Ni siquiera perdería mi tiempo en eso... - dijo Lucy con total solemnidad.

- Vaya, creo que te asustaste hermanito. Jajaja! – Cloe aprovechó el susto de Alex para burlarse de él.

- Asustarme? Ja! Seguro sería demasiado agotador para ella tan siquiera acercarse para matarme! Jajajaja! – Alex era orgulloso, y no iba a sentirse humillado de ninguna forma por Lucy. Sin embargo, esta solo lo ignoró y siguió su camino. – Ohhh, mira quién tiene miedo aho... - Sus palabras son interrumpidas por un fuerte golpe de puño en su cabeza por parte de Cloe.

- Alex, eres un idiota! -.

Al cabo de unas horas, todos los trabajadores se reúnen en el patio principal para esperar a Samantha y terminar así la jornada de trabajo. Cloe, Alex y Justin se sentaron juntos para conversar diversos temas, mientras que Lucy se sentó en un lugar apartado. Justin la miraba de manera constante, preocupado por ella; quería hablarle, saber como había ido su día, sin embargo, no se atrevía después de todo lo que había sucedido. Cloe se percata de su preocupación.

- Pasó algo entre ustedes dos? – Pregunta ella con seriedad.

- Oh... Claro que no... -.

- Déjala, ella desde que entró es así. Mejor que ni nos hable, arruina nuestra estética – Dijo Alex con altanería.

- Estética? – Cloe parecía molesta y confundida a la vez. No entendía para nada la forma tan extraña que tenía de pensar su hermano. Mientras que Cloe sermoneaba a Alex, Justin no podía quitarle los ojos encima a Lucy, recordaba constantemente el beso de la otra noche, jamás pensó que algo así sucedería en su vida. Ya había besado antes, pero no a aquella chica que había generado en el sentimientos tan confusos como maravillosos.

En eso, ve como Alan se acerca a Lucy .

- Porque estás tan sola, pequeña? – Le dice dulcemente.

- No me agrada tu hermano – Lucy le responde con un puchero.

- A mi tampoco me agrada, pero no tienes que amargarte por eso. Mira, te traje esto – Alan le entrega una flor violeta a Lucy ante la preocupada mirada de Justin.

- Eh... Gracias? – Lucy la recibe algo confundida.

- Quiero que sepas que a diferencia de mi hermano, yo creo que eres una chica muy atractiva y quizás la más hermosa que ha llegado a esta finca. Me siento halagado de tener en mi trabajo a una belleza como tú – Alan era incómodamente sincero.

- Ehhh... - Lucy sentía que su cabeza explotaría, no creía que Alan en algún momento podría decirle esas cosas. Era demasiado intenso.

- Alan! – Justin aparece tras él y lo toma por el cuello, en un abrazo constrictor. – Aquí estabas, tu hermana te estaba buscando por todos lados, jajaja -.

- J... Justin... no respiro -.

- Ven aquí, jajajaja – Justin se llevó a Alan consigo, mientras Lucy los veía a ambos. Por un momento pensó que Justin no quería que ella estuviese acompañada por el de alguna forma, pero en cierta parte lo agradeció ya que la intensidad de Alan la estaba sofocando.

Al cabo de un rato, llega Samantha y les entrega las instrucciones a sus trabajadores para el siguiente día, dando pie a que estos pudiesen retirarse hacia sus hogares. Lucy comenzó a caminar para salir del predio. Iba saliendo de las últimas, cuando de pronto, siente como una mano jala de su brazo hacia un rincón de la entrada entre árboles y arbustos.

- Shhh! – Era Francis -.

Lucy, a pesar de que tenía pactado un acuerdo con él, sentía extraño dirigirle la palabra con naturalidad, el aún era casi un desconocido para ella, pero le emocionaba la cercanía que ambos estaban generando, lo que hizo que miles de pensamientos cruzaran su cabeza a la vez.

- Vaya... Esto es tan íntimo, si nos encontraran aquí sería un escándalo! Jijiji – Lucy se perdió unos segundos en sus pensamientos ante la mirada confundida de Francis.

- Ehh... Hola? – Francis llamó su atención.

- Ah, si... -.

- Ok... Escucha, ya hablé con mi madre sobre tu aumento de sueldo -.

- Si? -.

- Si... Y no le gustó para nada la idea, pero bueno, ya sabrás que tuve que convencerla arduamente para lograr mi objetivo, espero que eso sume muchos puntos para mi liberación – dijo Francis mientras se cruzaba de brazos.

- No sabía que nuestro acuerdo estaba basado en un sistema de puntos – Lucy ahora también se cruza de brazos.

- Pues ahora lo está! -.

- Tu no me das órdenes! -.

Había tensión entre ambos, pero Francis decidió ceder ante la negativa de Lucy.

- Muy bien... Sobre eso de ser... Tu falso novio... - Francis se sentía nervioso, al igual que Lucy, quién sintió como su rostro se ruborizaba. – Que se supone que debo hacer? Quieres que... Te bese? -.

Aquellas palabras lograron hacer que el corazón de Lucy palpitara con fuerza en su pecho, Era la adrenalina? Los nervios del momento? Tenía ahora el poder para ser besada por un chico increíblemente guapo.

- Besarte? Pfff, mejor dile que se saque la ropa – Su demonio aparece a su lado.

- Como puedes decir eso! Estamos en horario familiar! Además, mira como la pusiste! es demasiado fuerte esta situación para ella – Su ángel aparece a su lado para defenderla de su demonio.

- Fuerte! Por favor, Lucy ya le vió todo! -.

- Es distinto verlo tras una pantalla que al frente tuyo! -.

- Oye...-.

Francis logra sacarla de sus pensamientos mientras su ángel y demonio desaparecen. Se percató de que había estado en silencio mucho tiempo, por lo que decidió responderle para no parecer que no tenía el control de la situación.

- Por supuesto que no! – Respondió Lucy.

- Ufff... Gracias a dios... - Dijo Francis en voz baja mientras suspiraba.

- Que!? – Lucy parecía alterada. No quería besarlo, no en una situación como la que estaban, pero tampoco quería sentirse como si no fuese deseada.

- Nada...-.

- Crees que no merezco que alguien me besé? -.

- Yo no dije eso... -.

- Agradeciste el no poder hacerlo! Supongo que sería una verdadera pesadilla besarme, no es así!?- Francis miraba a Lucy confundido; veía sus ojos llorosos y sintió miedo de provocar tristeza en ella, se cuestionó sus propias palabras, sus propios pensamientos. Lucy se veía enojada, pero a la vez realmente triste.

- Hola hola camarada! – Aquella voz interrumpió la escena. Duncan y Erick aparecen en la entrada saludando a Francis. Este por otro lado, aún no se descolocaba totalmente de la situación, por lo que los saludo de manera vaga.

- Ah... Hola... -. Respondió.

- Hola albóndiga, eres una de las acosadoras? – Duncan le dirigió la palabra a Lucy. Esta lo miró de manera fulminante, con su rostro enrojecido y sus ojos llorosos. Caminó rápidamente hacia la salida para alejarse de ellos.

- Lucy! – Francis la llamó, sin embargo, esta ni siquiera volteó a verlo.

- Vaya, esa sí que da miedo... - Dijo Duncan con total naturalidad.

- Era una amiga tuya, Francis? – Pregunta Erick con algo de preocupación. – Porque de ser así, te comportaste como un idiota Duncan -.

- Eh? – Duncan parecía confundido. – Lo era Francis? -.

- Solo... Olvidenlo. A que vinieron? -.

- Te tenemos una sorpresa – dice Erick.

- Una sopresa? -.

- Adivina quienes van a trabajar en la finca...-.

- Quie...nes? – Francis pregunta con cierto miedo.

- Nosotros!!! – Erick y Duncan responden al unísono.

Por otro lado, Lucy secaba sus lágrimas con un pañuelo que traía en bolso. Bajo del autobús donde viajaba y al llegar al paradero, se percató de que Justin estaba sentado en una banca a unos pocos metros de ella. Ambos se miraron durante algunos segundos. Lucy lo vio con la cremallera de su abrigo subida hasta el cuello por el frío de la noche y el la vio a ella con sus ojos hinchados, claramente porque había estado llorando.

- Lucy... - Justin se levantó de la banca rápidamente. – He esperado todo el día para poder hablar contigo...-.

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