- Me extrañaste, Francis?- Roxanne estiró sus brazos frente a él. Los ojos de Francis se aguaron y sus mejillas comenzaron a enrojecerse. Rápidamente se lanzó a los brazos de Roxanne, abrazándola fuertemente mientras lloraba.

- Te extrañe muchísimo! Porque te fuiste así sin más! Aaah!- Francis la apretaba tan fuerte con su abrazo que parecía que rompería todos sus huesos.

- No...Puedo...Respirar...- Roxanne ni siquiera podía zafarse del intenso abrazo de Francis.

- Vaya, este tipo es tan patético- decía Duncan, mirándolo a cierta distancia con sus brazos cruzados.

- Porque se demoró tanto en decirle como se estaba sintiendo?- se cuestionó Erick.

- Bueno, espero que no se demore tanto en decirle que quiere volver con ella-.

- Bueno, tarde o temprano tendrán que volver sí o sí. Hay pactado un acuerdo detrás-.

- Si...Pero ya sabes- dice Duncan mirando a Erick.

- Si...Ya lo sé- dice Erick mirando a Duncan.

- A ella ni siquiera le gusta el...-.

Lucy llegaba junto a Justin y Paty para su día de trabajo. Ambos se instalaron en el jardín principal donde Cloe, Alan y Alex estaban presentes.

- Buenos días!- Los hermanos saludan al resto del grupo.

- Buenos días - Lucy y los demás los saludan de vuelta.

- Porque Duncan y Erick nunca están para dar inicio a la jornada

- Por la misma razón por la que Nathaniel tampoco nunca está aquí. Ellos son "aparte" de nosotros los simples peones- dice Cloe mientras se cruza de brazos.

- Aparte?- pregunta Lucy, confundida.

- Claro. Terminan sus labores más temprano, reciben más sueldo que nosotros, si quieren pueden estar presentes en las reuniones, pueden tener descansos cuando quieren. Y así un largo etcétera- dice Cloe.

- Y quienes somos nosotras para reclamar, no? Solo somos los "antiguos" que siempre se han conformado con lo mismo- dice Alan.

- Ya ni me importa. Al final nunca nos han tomado en cuenta. Si no fuera por nosotros esta finca jamás habría salido adelante- dice Alex.

Los hermanos se notaban molestos antes las injusticias que ahora vivían con el nuevo personal. Ellos apreciaban mucho a Samantha, la abuela Rose y a Francis. Pero a medida que el personal crecía, las cosas dejaban de ser como antes.

- Me alegra que ya hayan roto el hielo entre ambos. Francis se demora muchísimo en aceptar sus emociones, y además es súper reservado- dice Samantha mientras cocinaba algunos huevos de su granja.

- Si, lo sé. Ha sido así desde que lo conozco - dice Roxanne.

- Me alegra mucho que hayas venido, querida. Aquí todos te extrañábamos, pero sobre todo el tonto ese de mi hijo. Se ha comportado muy mal últimamente-.

- Si?- Roxanne sentía cierta curiosidad.

- Claro, quiere hacer las cosas a su manera, me miente, no me toma en cuenta. Antes no era así, él y yo éramos inseparables. Pero ahora, ah! Se comporta como un tonto...- Samantha revolvía los huevos con furia mientras hablaba de Francis.

- Que extraño...-.

- Pero bueno, ahora que llegaste tú, supongo que todo volverá a la normalidad, no?-.

- A que normalidad se refiere?-.

- Francis aún sigue muy enamorado de ti- Un silencio se formó entre ambas durante algunos segundos.

- Señora Reed, yo...-.

- Ya lo sé, querida. Pero... Porque no le das una oportunidad? Ya estuvieron juntos una vez, que fue lo que falló? Francis está loco por ti...-.

- Señora Reed... Este es un tema que yo ya aclaré con Francis. Yo lo quiero mucho, fue mi mejor amigo y compartimos muchas cosas, pero... Yo no siento nada por él, nunca lo he sentido y darnos ese tiempo de relación solo hizo que el saliera lastimado... Porque yo no podía forzarme a quererlo- la mirada de Roxanne se entristeció. - Lamento decepcionarla, sé que todo nuestro compromiso está pactado, pero yo solo cumpliré mi palabra una vez que concretemos el matrimonio... Porque nunca será lo que yo quiero en mi vida...-.

- Roxanne...-.

- Discúlpeme señora Reed. Voy a salir a tomar aire...-.

Francis había escuchado toda la conversación tras el marco de la puerta del salón. Cayó derrotado en el suelo, con su corazón hecho pedazos. Él ya sabía cómo eran las cosas, pero aun así no podía obligar a su corazón a dejar de sentir cosas por ella. Sus lágrimas resbalaban una tras otra por su rostro; apoyo su cabeza entre sus rodillas y se abrazó a sí mismo, ahogando su llanto.

- Lo siento mucho Francis... Pero no siento lo mismo que tu...-.

- Qué? Roxanne... No... No puedes hacerme esto...-.

- Francis... Porque crees que nunca he dejado que me toques? O que me beses?... Yo no quiero seguir en esta mentira...No puedo forzar mis sentimientos por ti. Te quiero mucho, te adoro, eres mi mejor y único amigo... pero no más que eso...-. Las lágrimas caían del rostro de Francis, quien no dejaba de mirarla. - Discúlpame... Siento tanto lastimarte de esta forma...-.

- Tu... No sientes nada...- Francis secaba sus lágrimas con sus manos.

- Francis...-.

- Porque me haces esto...snif...Que acaso no soy lo suficiente para ti? Porque me dijiste que sí cuando te lo propuse!...Porque... Dejaste que me enamorara de esta forma...-.

- Moriré si no hago las cosas como tu padre quiere...-.

- Roxanne...-.

- Si aún sientes algo de aprecio por mí... No le digas nada de esto a tu padre...-.

Aquella fue la última conversación que Francis había tenido con Roxanne antes de que esta se marchara al estado de florida, dejando un paréntesis entre ambos hasta su actual reencuentro.

Por otro lado, Lucy se encontraba junto a Nathaniel alimentando a los caballos.

- Si tengo tiempo la próxima semana, te enseñaré a cabalgar caballos, podrías aprender casi las mismas labores que yo y así quizás suban tu sueldo- dijo Nathaniel, a pesar de que Lucy ya recibía el mismo sueldo que él, e incluso más. Obviamente nadie sabía más de esto que su cuenta bancaria.

- Vaya, eso es muy amable, gracias- dice Lucy, fingiendo modestia. - Umm, puedo hacerte una pregunta?-.

- Eres muy curiosa...- dice Nathaniel.

- Oh...Jeje. Bueno, este... Porque nunca estás en las reuniones de personal en las mañana y antes de terminar tu jornada?- dice Lucy.

- Fui contratado por el señor Edward Reed... No por la señora Samantha...-. Responde Nathaniel.

- Edward Reed?-.

- Si... El dueño legítimo de todo este lugar. El esposo de Samantha y padre de Francis-.

- Oh...increíble - Lucy no cabía del asombroso. - Tuviste contacto con él? Cómo es?-.

- Un patán imbécil...-. Responde Nathaniel.

- Oh...- Lucy sintió cierta decepción, aunque ella anteriormente ya tenía una idea sobre él.

- No conocerás a una persona más maldita que él...- continuó Nathaniel. - Ojalá nunca te toque topártelo. Si te toma odio, te perseguirá por el resto de tu vida... Hasta encontrarte... Y posteriormente hacerte desaparecer de la tierra-.

- Eso... Suena terrible. Porque alguien así no está tras las rejas o algo así?-.

- Crees que el dueño de una multimillonaria empresa de automóviles se iría preso? El tipo es inteligente, eso no lo niego, si te desaparece hará lo que sea para salir invicto ante la justicia, además que sobornaría a quien sea... No por nada es uno de los hombres más ricos del continente...- dijo Nathaniel.

- Si es tan malo... Porque aceptaste trabajar para él?- pregunta Lucy.

- Je... Yo no quería trabajar para el...- aquellas palabras había dejado confundida a Lucy. - Tengo mis razones... Quizás algún día te las contaré...-.

Al cabo de unas horas, la jornada laboral había terminado y todos debían marchar hacia sus hogares. Lucy y Paty aprovecharon la tarde para ir a comprar ropa de gala al centro comercial, sin embargo, ambas se topan con Roxanne en la entrada de la finca. Lucy al verla sintió como su rostro se enrojecía luego de lo que había pasado la semana anterior.

- Hola señorita...- Paty saluda con cortesía.

- Hola Paty...- contesta Roxanne.

- Oh... Sabe mi nombre?- Paty estaba sorprendida.

- Si... conozco los nombres de las chicas de la finca... Tú debes ser Lucy - Roxanne dirige su mirada hacia Lucy, quién baja su mirada al suelo.

- Si...- responde Lucy.

- Irán a algún lado?- pregunta Roxanne.

- Iremos al centro comercial a vernos nuestros trajes para la fiesta de gala - contesta Paty.

- Suena divertido... Puedo acompañarlas?- pregunta Roxanne.

- Ummm...- Lucy quería ahorrarse alguna incomodidad con la presencia de Roxanne.

- No conozco a nadie aquí... Y la verdad no tengo amigas. Puedo serles de ayuda para la gala-.

- A mí me parece buena idea, y a ti?- pregunta Paty mirando a Lucy.

- Si... está bien...- dice Lucy, con una leve sonrisa en su rostro.

Las tres chicas se dirigieron al centro comercial. Roxanne les señala una tienda boutique donde había numerosos trajes despampanantes para noches de gala. Lucy quería que aquella noche fuese especial, y volver a acercarse a Francis de alguna forma; extrañaba su compañía, y desde que había vuelto su ex, no había tenido momentos a solas con él como los de antes. Tenía miedo de que la olvidara.

- Que te parece este?- Roxanne toma un traje de uno de los colgadores y lo coloca sobrepuesto en Paty.

- Ahh... Es hermoso, pero no puedo pagar algo como esto...- dice Paty con su mirada entristecida.

- Tranquila... Yo lo pagaré- dice Roxanne.

- Que!? Yo... No puedo aceptar algo como eso, señorita Roxanne...-.

- Tranquila... Es un regalo de amigas, las amigas se hacen regalos, no?-.

- Pero no regalos así de caros... Y a amigas que recién una está conociendo- dice Paty, preocupada.

- Tranquila, enserio... No me cuesta nada pagar algo así. Además, tienen que verse hermosas para la fiesta de gala, aunque ya lo son... Pero tienen que destacar aún más, jeje. Tú también ve un traje para ti, Lucy-.

- Ah...N-no es necesario... yo puedo comprar el mío- dice Lucy. - Es solo que... Aún no me decido cuál utilizare... Todas estas tallas...- la mirada de Lucy comenzó a entristecerse. - Son tallas... Para chicas delgadas...-. Roxanne notó la mirada perdida y triste de Lucy entre los vestidos.

- Tengo algo mejor para ti en otro lugar...-.

- Oh... Enserio?-.

- Es un vestido tan bello, que te sentirás como una reina en tu propio reino cuando entres al salón...-.