- Te estas divirtiendo?- Justin se acerca a Lucy por la espalda, quien se sorprende al tener la cercanía de él.

- Umm... Si- Lucy lo mira durante algunos segundos mientras se servía un vaso de coctel. Tenía sus mejillas algo rojizas debido al efecto del alcohol. Recordó por un momento cuando ambos se habían besado hace unas semanas. Recordó lo ebria que estaba, y lo ebrio que estaba el. – Quizás ya no deberías beber más – Lucy lo detiene colocando su mano sobre la de él con la que sostenía la botella.

Justin dejó la botella a un lado en la mesa y la miró fijamente, con una leve sonrisa en su rostro.

- Vas a controlarme? – Justin se acercaba a ella lentamente, como si estuviese acechando una presa – Porque me gusta que me controlen...- Lucy sabía que era un juego, pero no podía evitar sentirse intimidada por el.

- Justin... - Sintió como los nervios comenzaron a invadirla.

- Jajajaja! Tranquila!- Justin se reía a carcajadas mientras acariciaba suavemente su cabello. Lucy comprendió que después de todo seguía siendo el mismo – Quizás deberías tomar un poco para relajarte-. Este le sirvió un vaso y luego se marchó hacia donde se encontraban Cloe, Alan y Alex.

Desde lo que había sucedido entre ambos que Lucy se sentía acechada por Justin. Él había dicho que le diera la oportunidad de conquistarla de alguna forma, de demostrarle que él podía ser alguien para ella. Justin le ha dado su espacio y ha ido lento pero aún así, Lucy sabe que ahora las cosas son diferentes. Miró el vaso que este le había servido.

- Quizás solo deba dejarme llevar de una maldita vez...- Lo bebió de un solo trago.

Al cabo de unas horas, todos comenzaron a marcharse a sus hogares. A Francis le preocupaba que Lucy hubiera desaparecido del lugar de un momento a otro. Se acercó a Duncan y Erick para preguntarles.

- Oigan chicos, y Lucy?-.

- Oh, tu cómplice? Debe estar por ahí, secuestrando a alguien por dinero o que se yo- Duncan estaba bailando mientras sostenía su vaso derramándose.

- Oye Erick, has visto a Lucy?-.

- Ah... Zzzz- Erick se encontraba durmiendo en un sillón.

- Demonios...- Pensó Francis.

Por otro lado, Lucy se encontraba caminando por la finca. El terreno era amplio, por lo que se había alejado lo suficiente de donde estaban los chicos.

- Oye, esos tragos estuvieron de maravilla- Su demonio aparece a su lado, en el mismo estado de ebriedad en el que se encontraba Lucy.

- Siii, que maravilla. Emm, y porque nos alejamos?- su ángel también apareció, ebrio obviamente.

- Porque... No queremos... Que Justin en un arrebato nos bese de nuevo, o si? Jajaja- Les responde Lucy.

- No queremos? Yo sí quiero cumplir mi sueño de la adolescencia- Respondió su demonio.

- Ahh, estoy demasiado ebria para rebatir eso- respondió su ángel.

- Mmm... Es que es verdad, si estaría bueno besarlo otra vez...- Dice Lucy.

- Viste como te miró hace un rato? Ese chico no solo quiere besarte- le dice su demonio.

- Siii, él quiere algo más... - Lucy comenzó a apretar su pecho con sus brazos, en un auto abrazo.

- Que hay de Francis?- dice el ángel.

- Oye... No se supone que tú debes llevarme por el camino correcto? Jajaja-.

- Insisto, estoy demasiado ebria como para discernir...-.

- Sii... Francis es especial, y Justin también... Aaahhh, los quiero a los dos a la vez! Jajajaja- Lucy da vueltas sobre sí misma.

- Y Nathaniel?- pregunta su demonio.

- Ufff, entonces quiero tres a la vez!-.

- Oye, bájale a tu libido. Me refiero a que Nathaniel está ahí, al frente tuyo-.

Y efectivamente, Nathaniel se encontraba frente a Lucy a unos cuantos metros, mirándola con cierta preocupación. Se acercó hacia ella rápidamente, observandola algo confundido.

- Je... Hola...- Lucy lo miraba con una sonrisa que no salía de su rostro.

- Oye... Que haces aquí, ya es muy tarde...- Le dice este con un evidente tono de preocupación.

- Que haces tú aquí, horas extras o algo así? Jajaja-.

- Oye, hablo en serio, debes volver a tu casa...- Nathaniel toma el brazo de Lucy, sin embargo, esta se zafa de su agarre.

- Tu deberías volver a tu casa, que acaso no tienes vida?- Aquellas palabras hirieron en parte el orgullo de Nathaniel, quien solo miró hacia un lado con evidente molestia. – No... No quise decir eso...-. Lucy se notaba arrepentida.

- Ya no importa... Haz lo que quieras...- Nathaniel se disponía a marcharse, pero no podía, él no podía dejarla ahí sola. En eso, escuchó un sollozo que comenzó a intensificarse.

- Lo siento tanto!- Lucy comenzó a llorar con fuerza mientras cubría su rostro con sus manos. Nathaniel comenzó a sentirse incómodo con la situación.

- Ya...- No sabía muy bien que hacer para que el llanto de Lucy cesara.

- Soy una tonta! Como puedo ser tan cruel!? Merezco ser la burla de todo el mundo!- Lucy no paraba de llorar. Nathaniel la tomó de un brazo y la acercó hacia él, proporcionándole un dulce abrazo. Esto hizo que el llanto de Lucy se detuviera sorpresivamente. Estuvieron abrazados durante algunos segundos, en los que Lucy se preguntó si aquello que estaba viviendo era real o producto de su imaginación.

- Por favor ya deja de llorar, es realmente incómodo...-.

- Lo siento...-.

- Te llevaré a casa...-.

Nathaniel colocó un brazo tras Lucy y comenzó a caminar con ella hasta llegar cerca del jardín principal de la finca. En este solo se encontraba Francis llamando al número de teléfono de Lucy. Se levantó para ir a buscarla, pero justo en eso ve llegar a Nathaniel junto a ella.

Este al principio no supo que sentir, al verlos llegar juntos y abrazados, miles de pensamientos comenzaron a pasar por su cabeza. Se sentía incómodo de alguna forma, y también molesto, pero no entendía del todo la razón de esto.

- Oye! – Francis se acerca rápidamente a donde ambos se encontraba.- Que crees que estás haciendo?-. Nathaniel lo miró con molestia.

- Que no lo ves? La estoy ayudando a caminar, está muy ebria...-.

- Claro idiota. Por eso crees que puedes aprovecharte de ella?-.

- Qué?-.

- Suéltala, la llevare a su casa-. Francis intenta tomar a Lucy, pero Nathaniel la aleja de él.

- Oh, claro que no-.

- Dije que la sueltes...-.

- Escucha, yo no le hice nada a Lucy, ella está muy alcoholizada y yo solo estoy cargándola hacia el auto. Yo mismo la llevaré a casa – Nathaniel le responde tajantemente.

- Estás loco? No dejaré que a una de mis trabajadoras se la lleve un desconocido!-.

- Y qué? Vas a llevarla tú? Un tipo que con suerte ha visto un par de veces?- Nathaniel contenía de alguna forma su ira hacia él.

- Acaso tú la conoces más? Eh?- Francis le proporciona un leve empujón a Nathaniel, pasando a llevar levemente a Lucy. Este estaba alterado, el alcohol también se le había subido a la cabeza en cierta forma, y la preocupación por su amiga lo ponían en alerta.

- Pues yo trabajo a diario con ella, imbécil... No soy un pobre tonto inmaduro que ni siquiera sale de su casa...- Aquellas palabras habían herido el ego de Francis. Pero Nathaniel tenía razón. Bajo su percepción y la de todos sus trabajadores, Francis siempre era prácticamente un desconocido, y a este le aterraba la idea de abrirse al mundo. Simplemente se rindió y decidió hacerse a un lado.

Por otro, Lucy prácticamente estaba inconsciente debido al alcohol, con suerte podía caminar y mantenerse de pie. Nathaniel la subió cuidadosamente al auto, por suerte, Francis le había dicho antes de irse donde vivía.

Al llegar a su casa, Nathaniel llamó varias veces a la puerta.

- No... No hay nadie...- Le responde Lucy, en un leve momento de lucidez. Nathaniel busca en su bolso alguna llave para abrir la puerta. La encuentra, la lleva a su habitación y la recuesta en su cama, quitándole sus zapatos. Luego le deja un pequeño tarro a su lado, donde Lucy comienza a vomitar.

- Lo... Lo siento mucho...-.

- Esta bien...-.

- Debiste dejar que Francis me trajera...-.

- Claro que no. Porque te habría dejado en manos de ese tonto?-.

- Porque... prefiero perder la dignidad con el...Que contigo...-. Aquellas palabras había hecho ruido en la mente de Nathaniel.

- Acaso te doy miedo?-.

- Jaja... Claro que no... - Lucy se acerca peligrosamente al rostro de Nathaniel – Yo no le tengo miedo a nada...-.