NARRADOR OMNISCIENTE.

En cada historia es fundamental que se manifieste el encuentro de dos personas desconocidas que, por casualidades del destino, notan como sus caminos se cruzan uno con el otro hasta transformarse en uno solo; sin importar en qué lugar suceda y cuál es la razón de dicho acercamiento, de esa forma es como siempre comienza todo. Por lo tanto, conocemos a la perfección sus sensaciones y emociones; sus miradas se conectan, creando fuegos artificiales imaginarios que los rodea por completo. Se les dificulta su respirar y sienten como sus corazones aceleran sus latidos que pueden ser escuchados hasta a un kilómetro de distancia. Sus bocas se secan y sus pupilas se dilatan tanto que es casi imposible saber cuándo termina ésta y comienza su iris. Sus cuerpos son más ligueros y parecen flotar sobre nubes esponjosas y suaves que los trasladan a un espacio más tranquilo y relajado. Sienten un bonito hormigueo recorrer centímetro tras centímetro de su anatomía, erizando cada poro de su piel. Esto y mucho más ocurre en milisegundos cuando dos seres humanos están destinados a encontrarse. 

Suena a romanticismo puro, pero ¿Qué ocurre cuando nada de lo anterior dicho se siente? ¿Qué sucede cuando, en vez de sentir las típicas mariposas revolotear dentro de tu estómago, sientes un escalofrío recorrer tu cuerpo acompañado por un helado sudor? ¿Y si, en vez de fuegos artificiales, ves tu perdición grabada en las pupilas del otro? ¿O si tu anatomía se tensa por el miedo y solo deseas correr y huir lejos? ¿Qué pasa cuando dos desconocidos se conocen en un lugar oscuro, frío y solitario?

Dos personas encontrándose por primera vez en una sesión de terapia, precisamente en un psiquiátrico.

Ambos tan diferentes, pero a la vez tan iguales.

Algo poco común y también un tanto diferente. Algo nuevo y extravagante... algo oscuro queriendo ser descubierto.

Porque no todo lo que elegimos es fácil, normal y sano. No todo es lo que parece ser... no cuando no sabes quién es quién.

La cuestión es tratar de cuidar aquella pequeña, pero poderosa, parte oculta en nuestras cabezas; la frágil mente, o dejar de saber cuándo terminan las alucinaciones y comienza la realidad.

Porque cuando la cordura le da lugar a la locura, eso solo termina en la demencia absoluta.

¿Qué sucederá cuando el tiempo pase y las cosas cambien?

¿Habrá algo de realidad entre tanta fantasía?

¿Hay que ser fuertes o simplemente soltarse y dejarse llevar por la situación?

Bienvenido a la historia donde hasta el más cuerdo y sano puede convertirse en la persona más loca e inestable del mundo, con ideas descabellas solo para conseguir lo querido... o más bien, para recuperar lo que antes tenía y que, por azares de la vida, perdió.

Nota de autor: De antemano pido disculpas por las posibles faltas de ortografía que se encontrarán a lo largo de la historia.
Sin más que decir, comencemos...

GAM