El tan esperado día había llegado, aquel día donde al fin sueltas tu vida de estudiante, donde concluyes una etapa más, donde darás paso a vivir como todo un adulto.
Era temprano por lo tanto desayunó antes de irse a casa de sus amigos, pensaba arreglarse allá con ayuda de los chicos. La ceremonia sería a las 10 am, concluiría al rededor de las 12 pm, después de aquello sería la sesión de fotos de la generación y de ahí solo faltaría el almuerzo. La ida hacia la cabaña de Yoongi sería al rededor de las cinco de la tarde, ninguno de los amigos de Hoseok sabía como decirle sobre a donde irán, ni si quiera sabían como este iba a reaccionar a ver a Yoongi por allá.
Cuando llegó con sus amigos estos ya estaban casi arreglados, aún tenían que portar una especie de "uniforme" que en realidad esa un smoking del mismo color.

No entraré a detalle debido a que será un día largo para todos. Cuando los chicos terminaron la señora Jung y Kim decidieron tomarle fotos a sus hijos, Seokjin los acompañaba con una enorme sonrisa. Los cuatro posaban ante las cámaras de las señoras, aquellas cámaras instantáneas donde las fotos salen apenas las tomes. Todos se miraban más que felices, el mayor feliz por que su hermano y sus amigos cumplieron una de sus metas en la vida, los novios felices de que cumplieron una de sus muchas metas en pareja; y Hoseok, el feliz de saber que todo su esfuerzo suyo y de su madre valió la pena, que aquellos días donde tenía que trabajar para pagar su colegiatura eran recuerdos, los días en que su madre trabajaba el doble de su turno para darle la educación que merecía. Hoseok estaba más que feliz por ver a su madre orgullosa de él.

—¿Ya nos iremos?—preguntó Jimin a lo cual su novio asintió.

—Estoy muy orgulloso de ustedes.—habló el mayor de todos mientras le daba un abrazo a cada uno.

—Lo quiero mucho.—le dijo Hoseok mientras estaba en los brazos de su fiel amigo. Un amigo que a pesar que tuvieron un romance aquella hermandad nunca se quebrantó, aquel cariño entre ambos nunca se desvaneció, que desde el día que se conocieron ellos son y serán amigos inseparables.—Lo quiero tanto.—era inevitable que unas lágrimas no cayeran por sus mejillas, tantos años con su hyung, su hyung que todos los días lo apoyó y le demostró lo que era el amor.

—Te amo hyung.—sollozó Taehyung cuando su hermano lo abrazó. Desde pequeño admiraba a su hermano mayor, desde pequeño deseó ser como su hyung. Ver que Seokjin estaba orgulloso de él le llenaba el corazón de alegría.

—Te aprecio demasiado cuñado mío.—fue el turno de Jimin que igual lloró entre los brazos de su hyung. Seokjin era el reflejo de aquel hermano que siempre quiso pero nunca tuvo, un hermano que puedes contarle lo que sea, que te aconseja; un hermano que te quiere a pesar de todo. Eso era Seokjin para Jimin.—Ustedes son mi única familia de ahora en adelante.—tan solo dijo la verdad. Jimin ya no tenía familia más que los Kim y Jung.

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—¿Y solo piensas ir así?—preguntó su amigo.—No es una fiesta infantil, Yoongi.

—Tampoco es una met gala.—contestó.—No quiero llevar smoking.

—Pues llevarás.—a veces pareciera que Jungkook es el mayor de esa amistad.

La ceremonia ya estaba iniciando así que los chicos debían apurarse, Yoongi se cambió y se puso algo más formal para que su amigo no lo regañase. Hablaron al chofer y en menos de 5 minutos ya estaba allí, el fotógrafo que Yoongi había contratado ya estaba en la universidad haciendo su trabajo, la gente de servicio ya estaba en la cabaña terminando la sorpresa y limpiando aquella. Los chefs aún no estaban preparando el festín para los chicos pero en unas horas quizá sí, la reservación en el restaurante ora almorzar ya estaba lista. Yoongi ya tenía todo listo.

—¿Contrataste la camioneta?—preguntó Namjoon.

—Mierda.—dijo. Ya sabía que algo le faltaba.—¿Jungkook no puede llamar?—El mencionado negó.—¿Por qué?

—Es tú deber.—se cruzó de brazos. Al parece ese día Jungkook estaba enojado con su mayor.

—Contrátala o te despido.—amenazó.

—Despídeme y me llevo a Nam.

—Contrátala o le cuento al manager que tú fuiste quien atropelló a su perro.—Nam y Jungkook se sorprendieron.

—Espérame 5 minutos y tendrás tu camioneta.—Yoongi sonrió.—Y fue culpa del perro, está tan pequeño que no se veía en los espejos. La camioneta que se había olvidado era la que los transportaría a los 7 y a sus amigos hasta la cabaña, era esencial y si no fuera por Namjoon no habría manera de que se transportaran.

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Todos se encontraban ya en la universidad, en aquel auditorio donde se hacen los eventos importantes que en este caso sería la graduación de aquella generación. Ya estaban pasando algunos otros salones a recibir su título. Los chicos estaban sentados esperando su llamado mientras que Seokjin, Namjoon, Jungkook y Yoongi se encontraban en los asientos de invitados, gracias a ello Hoseok todavía no veía a Yoongi ni a los demás. La sorpresa sería cuando él pasara a recoger su título viera a sus amigos y a su ex novio.

El salón ya había sido llamado al escenario, los amigos estaban hasta el fondo, casi no veían al público.
Comenzaron a llamarlos por orden de lista, el director de la escuela se encargaba de entregarle el título a los alumnos, había un momento de palabras y otro donde familiares o amigos subían a felicitarlos y tomar las fotos. De los chicos el primero en ser llamado fue Taehyung.

—Este certificado es sólo un papel, una hoja de papel donde refleja todo tu esfuerzo como estudiante y tú superación como persona. Este papel refleja los 20 años de tu vida que has pasado como aprendiz, 20 años donde diferentes profesores te han enseñado, donde has aprendido todo lo necesario para que hoy en día seas quien eres. Kim Taehyung, te entrego tu título universitario. Llegaste tan lejos y llegarás aún más. Sigue así.—ambos hicieron una reverencia. Taehyung tomó en sus manos aquella bonita carpeta y unas flores como premio.—Puedes decir algunas palabras para los nuevos estudiantes.

—Estudiar 20 años para este papel.—lo miró.—Muchos pueden decir eso, pero como dijo el director de esta institución, este simple papel refleja todo el esfuerzo que hice, este papel es la meta que me propuse desde muy pequeño. Solo tengo que decirles que si pueden, sé que es cansado, es estresante pero créeme que al final valdrá totalmente la pena.—sonrió, hizo una reverencia y se devolvió a su lugar.

Siguieron pasando los alumnos hasta que tocó Jimin, las palabras dichas por el director fueron casi las mismas, le dieron su título y las flores, pasó a decir sus palabras y no fueron más que estas:—No siempre tendrás el apoyo de todos, eso lo sé muy bien y tú deberías de saberlo. Tú, estudiante, no te rindas, si alguien no te apoya yo estoy aquí, sé lo que se siente estar solo y por eso quiero decirte que no dejes lo que te hace feliz. Estudia la carrera que quieras, estudia para superarte como persona si eso es lo que buscas, estudia para que el día de mañana dependas sólo de ti y de nadie más. Será abrumador, pero la luz siempre está al final del oscuro túnel.—con su reverencia se despidió y fue hasta donde su novio, tomó su mano y siguieron esperando a que todos pasaran.

Llegó el momento donde llamarán a Hoseok, su nombre sonó a través de la bocina que estaba en aquel lugar. Cuando escuchó su nombre caminó hasta el frente donde miró todo su alrededor. Se posó frente al director dando una reverencia, el anciano decía las palabras antes dichas, Hoseok la había escuchado ya varias veces así que miró un poco al público y fue ahí donde lo vió. Estaba sentado justo en medio Seokjin y Namjoon, estaban de el lado derecho en la primera fila de invitados. Su cabello castaño, su smoking negro, la sonrisa en sus labios, las flores en su regazo y su mirada que chocaba con la suya. Él había cumplido su promesa, estaba ahí.
Cuando recibió su carpeta y flores caminó hasta el micrófono sin dejar de ver al castaño. Tenía los ojos cristalinos y el de verdad quería ir para abrazarlo. Entró en razón apenas el castaño le hizo la señal de que hablara.

—E-eh yo...—se estaba poniendo nervioso y eso era lo que menos quería. Suspiró y trató de calmarse.—Estamos aquí para cambiar el mundo.—dijo primero.—Todos tenemos un propósito en esta vida, todos estamos aquí para dejar nuestra huella en la tierra.—sonrió.—Te invito a que no te rindas, habrán demasiados obstáculos, demasiadas confusiones y problemas. Pero oye... todo es temporal, el dolor no vivirá siempre en nosotros, ni el estrés que sentimos como estudiantes. Nada de eso durará en nuestras vidas, confróntalo y cuando estés aquí justo donde yo estoy, te darás cuenta que las desvelas, las horas de estudio, las semanas de exámenes y aquello, todo aquello no fue en vano. Estudia si te apasiona, estudia si quieres superarte. Tienes todo en la palma de tu mano, aprovéchalo y te aseguro que llegarás a ser todo lo que te imaginas.

Nuevamente con una reverencia se retiró. Los aplausos se presentaron y logró ver cómo Min igual estaba demostrando su orgullo con el choque de sus palmas. Los tres graduados bajaron y volvieron a sentarse en sus respectivos lugares. Como a la media hora ya todo había terminado, los chicos estaban por volver a subir y tomar sus fotos de graduación.

—¿Quieres que venga?—habló Taehyung.

—Necesito que venga.—dijo. Su amigo hizo una señal dirigida a Jeon, ellos se estaban acercando al lugar y Hoseok sentía como su corazón palpitaba, extrañaba tanto a Yoongi.

—Felicidades Hobi.—Jungkook fue el primero en abrazarlo y darle unas palabras de felicitaciones.

—Muchas felicidades Jung.—el siguiente fue Nam dándole un abrazo al chico. Los chicos pasaron a felicitar a sus amigos.

—Felicidades solecito.

Ambos se miraron con una sonrisa de oreja a oreja, estaban a sólo un paso de juntar sus cuerpos en un cálido abrazo, a un paso de volver a sentir aquel sentimiento que tanto anhelaban.

—Estoy orgulloso de ti.

Nuevamente unas palabras dichas por el castaño, Hoseok no resistió más y se acercó para abrazar a su hyung. Puso ambos brazos por arriba de sus hombros abrazándolo, mientras que el castaño rodeaba su cintura apretando. Se extrañaban, se necesitaban tanto.—Te extrañé.—murmuró el menor mientras sollozaba.—Te extraño.—volvió a sollozar.—

—Estoy aquí.—trató de calmarlo.—Hablaremos después bebé, no quiero que salgas llorando en las fotos de tu graduación.—le dijo.—Cuando estemos en casa te prometo que te contaré todo.—

—Ya estoy en casa.—le murmuró abrazándolo aún más fuerte.

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Este capítulo está dedicado
a todos  los estudiantes.

En estos tiempos todo es
difícil, no se rindan, solo
es temporal. Lxs quiero🐶