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Los rayos de luz pegaron en su rostro. Abrió lentamente sus ojos, topándose con la imagen de Yoongi dormido, aquella misma imagen de cuando entró al coche. Con sus brazos cruzados a la altura de su pecho y su cabeza levemente cayendo por su hombro. Con sumo cuidado se fue levantando. Se paró de allí y con la misma manta que hace unos segundos lo cubría, tapó a Yoongi.

Rápidamente fue hasta su habitación donde rebuscó una muda de ropa limpia que se llevó hasta el baño. Cerró con seguro la puerta antes de comenzar a desnudarse, quería evitar algún tipo de incidente del cual luego se pueda arrepentir. Se metió a la ducha dejando que la lluvia artificial cayera sobre su desnudo cuerpo.

Y después de esa ducha relajante vistió algo cómodo para pasar el día allí junto a Yoongi. Su siguiente parada fue la cocina, apenas Hoseok salió del baño se percató de que Yoongi ya estaba despierto y que seguramente estaba bañándose igual. Decidió hacerle unos panqueques para desayuno. Eran rápidos, simplemente vertía la mezcla que previamente había preparado muy rápido, la vertía en un sartén de Teflon con algo de mantequilla. Hizo la cantidad de ocho, los puso en un lindo plato y aparte en otros dos platos estaba la crema de ayer que había sobrado y en otro estaban unas fresas picadas. Los puso en la misma mesa de ayer, puso un vaso y un plato en el lugar que era de Yoongi al igual que en el suyo, en el centro estaban los alimentos y a un lado la bebida. Trató de hacer que todo se viera lindo.

—Buenos días, hyung.—dijo alegre al ver a Yoongi entrar con una toalla en su cabellera.

—Hola, Jung. ¿Hiciste el desayuno?—dijo al ver la mesa llena.—Pudimos haber pedido algo de servicio a la habitación.

—No me molesta, hyung. Venga, desayune.—dijo señalando a la mesa frente a él. Yoongi hizo caso y se sentó frente a él.—Perdón si ayer me dormí. Estaba cansado.

—No importa, yo también me dormí.—mintió.—¿Podríamos ir y comer en el sofá ? Quiero ver algo en el televisor.—dijo a lo cual Hoseok asintió.

[🍁]

—¿Quieres salir?—preguntó Yoongi.

—¿Podemos?—

—Claro, si quieres. Podemos ir a da un pasea tú y yo.—tú y yo nada más....

—¿Y si nos ven juntos? Ya andan haciendo teorías por lo del pastel.—dijo.

—Es Kolé.—dijo.

—¿La conoces?—

—Sí, es Halsey. Somos amigos, me ha seguido desde debut y le he agarrado un cariño inmenso. Ella sabe todo y nos defenderá ante todo. Ella es dulce.—dijo Yoongi con una sonrisa.

—Está bien. ¿Y a dónde quieres ir?

—¿Disney?

—Estás loco, no. ¡hay demasiada gente!

—Vamos, no pasa nada. Nadie sabrá, en los parques de Disney no hay paparazzis.—trató de convencer.

—Pero hay fans, hay gente, Yoongi. No quiero escándalos.—dijo a lo cual Yoongi sólo apartó su mirada.—Por favor. ¿qué si empieza a llover?

—Corremos.—

—Yoongi yo no creo que..-

—Hoseok, viniste hasta china ¿y quieres quedarte sentado en éste apartamento? Podemos quedarnos aquí o salir a los parques Disney y hacer que éste se convierta en un lindo viaje para ti y para a mí. No importa que hablen, siempre lo harán. Sólo pido salir, pido pasar tiempo contigo. Sólo pido que dejes de pensar en lo que dirán, y pienses en ti.

—¿Disney? Está bien.—Yoongi alzó sus brazos y gritó un fuerte genial.—Pero no quiero subirme a nada peligroso.—dijo con un puchero.

Yoongi salió de un salto de aquel sofá y corriendo fue hasta su habitación. Hoseok podía jurar que Yoongi a pesar de ser mayor que él, a veces solía comportarse como un niño. Hoseok recogió los platos y cubiertos y los llevó hasta el lava trastes. Después fue hasta su habitación donde buscó algo de ropa más abrigada y algunos accesorios. Estaba cambiando todo lo de pequeña bolsa a una bolsa un poco más grande cuando alguien tocó a su puerta.

—¿Jung? El coche ya está abajo, deprisa.—dijo Yoongi.

Ya en el coche Hoseok se percató de que había olvidado su pila portátil y su billetera.—¿Cómo puedes olvidar tu billetera?—preguntó Yoongi. La billetera es lo primero que debes de llevar a todas partes ¿por qué la olvidaste por segunda vez?.

—Es tú culpa ¡me apresuraste!.—dijo.—Devolvámonos.

—No, ahora yo pagaré y ¡ah! antes de que digas algo, no me importa si estás de acuerdo o no.—dijo Yoongi haciendo que Hoseok sólo se cruzara de brazos indignado.
Llegaron a los parques Disney de Shanghai, para su sorpresa este no abundaba de gente. Eso era bueno. Los dos bajaron antes de ponerse sus cubre bocas. Caminaron por toda la zona viendo a sus alrededores, tomaron algunas fotos hasta que después decidieron parar a compran unos helados. Yoongi gustoso pagó por los helados, por las bebidas y por el algodón de azúcar que Hoseok quería. Después llegaron a una tienda de recuerdos. Compraron varias cosas para ellos y otras las regalos.

Estaban caminando, el atardecer empezaba a notarse al igual que varía gente comenzaba a dejar el parque. En la mano de Yoongi iba un refresco de uva, en la mano de Hoseok iba su algodón de azúcar. Mientras que sus dos manos libres iban agarradas. Yoongi estaba tomando el meñique del menor con su mano. Así iban caminando por todo el parque sin importarles las miradas o que alguna foto de ellos pudiese estar ya circulando por las redes sociales. Trataban de concentrarse en ellos, éste fin de semana era suyo. Debían de pasarla genial, todavía faltaba para que Yoongi terminara su tour y regresara a casa.

—¿Quieres algo más?—preguntó Yoongi.

—Podríamos ir allá.—señaló quitando la mano de la de Yoongi.—Se ve divertido.—estaba señalando algo parecido a un túnel que en realidad era una montaña rusa.

—¿Enserio quieres ir?—dijo. Pero no si quiera logró escuchar una respuesta ya que esté lo había tomado del brazo para llevarlo corriendo hasta aquel lugar. La fila era corta, habían dos familias con sus niños pequeño.—los niños están usando cascos de seguridad ¿deberíamos también nosotros?—dijo tomando uno.

—No somos niños, Yoongi.—dijo quitándole este.—Vamos.—lo llevó hasta un asiento.

El juego comenzó a moverse, aquel carrito iba algo rápido pasando por las vías. Ambos estaban riendo y gritando en algunas bajadas repentinas, se sentían bien. El viento golpeando sus rostros, sus manos entrelazadas debido al repentino miedo que éste juego había causado en Hoseok. Sus manos no ocupadas estaban en el aire moviéndose al compás de este. Después de una gran bajada entraron a un túnel oscuro donde la intensidad del juego iba bajando. Sintió un leve apretón en su mano y éste era de Hoseok que al parecer tenía miedo de aquel túnel. Lo único que pudo hacer Yoongi fue poner su otra mano encima de las suyas entrelazadas. Le regaló una mirada y unas palabras que lo calmaron: "estoy contigo". Y esa sonrisa característica de Yoongi que enamora a cualquiera.

—Yoongi y-yo..—quiso decir Hoseok. Pero la mirada del mayor lo hipnotizó. Esa mirada que se conectaba con la suya, ambos se miraban y se transmitían mucho con tan poco. Eran miradas sinceras.—Yoongi.—volvió a balbucear. La mirada de Yoongi ya no estaba en sus ojos, ahora estaban en sus labios, automáticamente la de él también fue a los labios lindos y rosas que el rapero portaba.

Ambos iban acercándose con la misma intención. Con paso lento y sin dejar de mirar al contrario. Sus corazones palpitaban tan fuerte que parecía escucharlos. Y su mundo volvió cuando se dio cuenta que estaban a milímetros, sus respiraciones se entre mezclaban y se miraban a los ojos a tal grado de que ambos podían verse en el reflejo del otro.

Y así fue. Sólo pasó.

El túnel acabó y la luz de los faros les apuntó trayéndolos de nuevo a la realidad.

—¿Ibas a decir algo, Jung?—dijo Yoongi apartándose ya de ahí. No quería hacerlo. No si Hoseok no sabía de sus sentimientos.

—¿Y-yo? Na-nada.. Solo t-tengo frío.—dijo. Su nerviosismo podría notarse a kilómetros.

—Después de aquí podríamos ir al apartamento y pedir algo de pizza.—dijo a lo cual el menor asintió.

[🍁]

La noche cayó al igual que las gotas de lluvia. Habían terminado de cenar cuando decidieron ir cada quien a su habitación. Hoseok quería estar solo para poder llamar a Jimin. Quería la compañía del chico, la necesitaba mejor dicho. Los estruendos sonaban, la habitación se alumbraba con cada relámpago que la lluvia traía. Su ansiedad empezó, no sabía cómo guardar la calma, podía ayudar a otros pero no podía ayudarse a sí mismo.
Jimin no le contestaba y estaba rindiéndose, un gran trueno cayó haciendo que él saltara del susto. Sus manos temblaban y no sabía qué hacer, se enrolló en una manta y se cubrió los oídos con sus manos.

—¿Jung?—¡cierto! Tenía a Yoongi. Tan rápido cómo pudo abrió la puerta y lo jaló del brazo hasta caer en aquel colchón.—¿H-Hoseok?

—C-cuídame.—balbuceó con miedo.

—¿A-ah? ¿Temes a la lluvia?—Hoseok asintió. La habitación se iluminó con un relámpago. Hoseok clavó aún más sus uñas en el brazo de Yoongi.—Recuéstate.—dijo. Hoseok temblando hizo caso y se recostó aún más arriba. Yoongi hizo lo mismo pero apoyó su espalda en la cabecera de la cama, quedando sentado.—Tranquilo, estoy aquí.—dijo calmando. Con sus manos empezó a jugar los cabellos del menor dándole caricias. En verdad le gustaba hacer eso.
Un relámpago se formó y sintió como Hoseok se abrazaba a una de sus piernas. El relámpago cayó en alguna parte haciendo un gran estruendo. Y después de aquello la luz se fue.

—¡Yoongi!—gritó. Yoongi a como pudo trató de abrazarlo para decirle que él lo cuidaría.—haz que pare..—suplicó.—por favor..—

—No puedo, Hoseok. A-al parecer es una tormenta eléctrica. Tranquilo, ya pasará.

Los grandes estruendos seguían sonando, la lluvia golpeaba con la ventana haciendo un sonido mayor. La noche era oscura, sin estrellas o si quiera luna, la única luz que provenía eran de los relámpagos que se formaban en el cielo para después caer en la tierra.
Después de casi una hora iba disminuyendo, la respiración de Hoseok se hizo más tranquila y el agarre qué tenía en la pierna del mayor se fue soltando. Estaba dormido.

Yoongi dudó pero al final tenía que hacerlo. La luz no había vuelto así que tenía que salir y ver qué tal estaban sus amigos. Con sumo cuidado salió de la cama. Tuvo que subir por las escaleras hasta el apartamento de sus amigos. Cuando llegó tocó la puerta y los chicos salieron.

—¿Yoongi? ¡¿Qué haces aquí?!—preguntó Jungkook después de invitarlo a pasar.

—Quería ver qué tal estaban bien.. Ah y quería de.-

—¡No! Ve ahora con Hoseok, te necesita.—dijo rápido.

—¿Por qué?

—¡¡Yoongi!! Él no tolera las tormentas, no puede quedarse solo o.. ¡Ve para allá!

—Amor, la tormenta ya pasó.—dijo Namjoon.

—¿Qué sabes, Jungkook?—preguntó Yoongi.—Y quiero que me digas, o no me iré de aquí.

—N-no puedo decírtelo. Es mejor que él te diga, Yoongi. Entiende, ve con él.—dijo preocupado.

—Jungkook, sino me dices no me iré.—desafío.

—Es preferible que él lo diga. P-pero está bien. Te contaré pero no debes de decirle, él te lo dirá cuando esté listo.—comenzó a decir.—Me hablo con el amigo de Hoseok, Tae. Me contó mucho sobre Hoseok, cosas que quizá tú no sabes.—

—Al grano, Jeon.

—Hoseok es adoptado.—Yoongi abrió los ojos como plato.—Cuando tenía seis o siete años sus padres salieron a celebrar su aniversario. Hoseok como hijo único quedó en su casa, era algo tarde y el ya estaba dormido. Ese día había una tormenta, se levantó por los sonidos de los truenos y fue hacia la habitación de sus padres. Ellos no estaban, pasó la noche sólo llorando, ahí fue donde su ansiedad llegó y desde esa edad, él muerde sus dedos al punto de hacerlos sangrar y eso a causa de su dermatofagia . Al día siguiente sus padres no llegaron, ni al segundo día. Fue hasta el tercero que decidió salir de su casa, fue  casa de sus vecinos y preguntó sobre sus papis. De sus padres no se supo nada más, no se sabe si fue abandonado en su propia casa o si los padres tuvieron algún accidente de automóvil aquella noche. Hoseok tuvo que ir a un orfanato donde dos meses después una pareja los adoptó.—terminó de redactar. La sala de iluminó y cayó un trueno. Sonó tan fuerte que se podía jurar que se escuchó como si hubiese caído en el hotel.—¡¡Hoseok!!—gritó.

A cómo pudo salió corriendo de allí, las escaleras las bajó corriendo mientras escuchaba más estruendos caer.—¡Mierda!—cuando al fin llegó al último escalón, ni si quiera esperó a tomar aire y siguió corriendo hasta su apartamento. Abrió la puerta como pudo y aventó de ésta para que cerrara sola. Fue hasta el cuarto de Hoseok y para su sorpresa él no estaba ahí.

—¡Hoseok!—gritó cuando lo vio en una esquina del cuarto con una cobija cubriéndolo todo. Se sintió mal al haberlo dejado solo.

Podemos decir que Yoongi no es él más musculoso ni el más fornido. Pero a cómo pudo cargó del chico que estaba hecho bolita en el suelo y lo llevó hasta la cama.—¡¿Por qué me dejaste?!—reprochó. Podía ver que el chico tenía sangre en sus dedos.—No debías dejarme.—le golpeó en su brazo.

—A-auch... l-lo siento en verdad, perdón bebé.—dijo. Lo atrajo hacia él y lo abrazó.—

Separaron el abrazo para mirarse. Hoseok limpió sus lágrimas y bajó su cabeza. Yoongi con su mano tomó del mentón a Hoseok haciendo que el alzara la mirada. Los dos se miraban a los ojos y antes de que algo los interrumpiera. Yoongi plantó sus labios en los ajenos. Un pequeño roce de labios.

—Y-Yoongi.—balbuceó.

—Lo siento, no te dejaré nunca más, Jung.—dijo.

Hoseok sonrió y sin pensarlo dos veces se acercó al mayor y le dio un beso. Moviendo sus labios delicadamente para probar el sabor de los ajenos, para sentir lo suaves que eran y lo bien que se sentían.

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Perdón por la tardanza:(

Pero quería hacer un poco
de historias sobre Hoseok
ya que creo que no sé
sabe nada de él (?

No sé cómo haya quedado
espero y lea guste

120⭐️

Les quiero dar las gracias a todos
los que me felicitaron y también
les quiero dar las gracias por todo
el apoyo que ha recibido esta historia

Una última cosa, le falta mucho para un final. Espero y me sigan aguantando un par de meses más :3