Capítulo 4
Llegó el día.
Miró el reloj de pared por última vez y se acomodó en la silla.
A_Red no tardó en conectarse, sin embargo, ninguna de las dos podía ver o escuchar a la otra persona si esta no activaba la función.
A_Red fué la primera en hablar, y Annie agradeció aquello, pues esta vez simplemente no sabía cómo comenzar.
—Hola, preciosa.
Se escuchaba igual que siempre ¿es qué acaso no sentía nervios?
—Hey, ¿white? ¿Sigues ahí? —La escuchó reír.—¿Estás nerviosa?
Encendió el audio.
—Un poco.
—Relájate, solo será un momento. Eh visto cada parte de tu cuerpo a profundidad, preciosa. Así que, no entiendo a que le temes.
Respiró hondo, y tomó un vaso de agua para refrescar su boca. Esta vez, Annie, no tenía maquillaje, y A_Red, se suponía, no tenía el antifaz.
Solo tenían que encender la cámara...
—¿No tomarás capturas de mi, verdad?—Preguntó Annie.
—Ni siquiera se me había ocurrido, pero gracias.—Sonrió.—A la cuenta de tres, ¿Está bien?
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Esto no está pasando...Por favor, vida, dime que no es quién yo creo que es.
Negó. Negó una y mil veces mientras el pánico la invadía por completo.
¿Por qué?
—¡Mierda¡—Sujetó de su cabello, alterada.—¡Mierda! ¡mierda!
Caminó en círculos.
Annie no articulaba palabras desde hace rato. No podía. No hacía el más mínimo movimiento pero en su adentro ocurría todo.
Si las cosas no fuesen tan caras, la azabache ya habría arrojado la computadora por la ventana con todo y ella misma.
Annie era, y siempre fué L_White, así como también, Mikasa Ackerman siempre fué A_Red.
Maldición.
Se habían estado tocando y coquetenadose todo este tiempo frente a sus compañeras de clase sin imaginar lo pequeño y asqueroso que era mundo aveces.
Tomaría tiempo digerir la sorpresa, incluso tal vez nunca puedan.
Fué entonces, que A_red, o más bien, Mikasa, rompió el incómodo silencio.
Se acercó a la cámara y suspiró para llamar la atención de la chica rubia.
—No diremos nada ¿O sí, Annie? —Se rascó la cicatriz. Esa que había estado pasando desapercibido por el maquillaje cubriéndola.—No es una amenaza, pero me parece necesario aclararlo.
—Por ello ni te preocupes.
Se desconectó.
Pero por desgracia, cuando más quieres alejarte de algo, más lo atraes.
Durante la clase de Historia, el profesor Ackerman, realizó equipos de 3 para realizar un proyecto. Mikasa y Annie quedaron sin compañero, por eso mismo, serían solo ellas.
Annie no tenía ganas de siquiera hablarle a la azabache, y a Mikasa le daba igual esa materia, igual tenía que ir a cursos para pasarla y realizar actividades escolares para subir puntos, por eso mismo no se tomaron la molestia de ponerse de acuerdo en realizar el proyecto.
La realidad es que no podían evitarse por siempre.
Durante el descanso, Reiner y Berthold dejaron sola a Annie para comprar su desayuno cuando una mano la tomó fuertemente por el hombro y la asustó. Decidida en darle un golpe, Annie giró para ver quién era.
—¿Podemos hablar?
—No me toques Ackerman.—Se alejó
Era extraño mirarla a los ojos por ahora.
—¿Ahora no quieres que te toque, Annie?—Arqueó la ceja.
—¿Qué quieres?
—¿No te gustaría que habláramos en privado?
De la nada todos en la cafetería las estaban mirando, pues cada que permanecían cerca se creaba una atmósfera de tensión, sin saber exactamente por qué, pero era difícil no mirar.
Se levantó de su asiento y caminaron por el pasillo hasta los baños. Durante el camino, Annie pudo sentir la mirada de la azabache analizarla de arriba a abajo, hasta detener descaradamente la mirada sobre su trasero.
Ese trasero que no dejaba de maravillarla, aún después de haberlo visto un millón de veces en sus vídeos.
—Si sigues mirándome así te arrancare los ojos, Ackerman.—Colocó el seguro.
Mikasa la miró extraño y a la vez coqueto.
—Te recuerdo que eh llegado a ver más que eso.
Leonhart sintió las piernas flaquear por momentos, y las mejillas arder de vergüenza y enojo a la vez.
—Solo callate.
Abrió la puerta, y entraron.
—Vale.—Dijo Annie.—Ya estamos aquí, ¿qué quieres?
—Imagino que no has entrado a la página.
—No. La verdad no.—Murmuró.
—¿Entonces no sabes nada de [Inventerun_nom]?
Ese nombre no le sonaba y no le importaba en realidad, pero suponía que hablaba de un usuario nuevo o algo así.
—No.
—Hicieron algunos arreglos en la plataforma. Supuestamente momentáneos.—Agregó.—Ahora solo los primeros lugares ganarán un buen pago, y de tal lugar hacia abajo, solo conseguirá lo que el público guste ofrecer.
¿Qué?
—No interesa.—Titubeó.—No hay nadie como tú o como yo.
Mikasa sonrió nerviosa.
—No. Créeme. En serio es buena.
Pajera de mierda.
¿En verdad era cierto aquello? Tremenda estupidez.
—Y no es la única ¿sabes? Fué como si de un momento a otro todos quisieran ser estrellas porno.—se rió.—Me refiero a que hay más personas.
Más competencia.
Annie rió.
—¿Y? ¿Qué sugieres? ¿Qué trabajemos juntas?
La azabache estaba por hablar cuando Annie negó.
—¿Sabes? No me respondas y ni siquiera lo pienses.
—Tsk, bien.—Encogió los hombros.—Ya veré que hacer.
Suerte, Annie.
[Pornstar]
Habían pasado 3 meses desde que habían grabado algo. Annie había comenzado a trabajar en una cafetería cerca de casa, pero debía una semana de renta y no podía pedirle dinero a su padre.
Intentó conseguir otro trabajo para mantener los gastos pero ciertamente no había mucho empleo, y el que estaba disponible requería experiencia en cosas que Annie no tenía por ser tan joven.
Una tarde, ingresó a la plataforma y tal como dijo la chica Ackerman, notó algunos cambios. Se buscó a si misma en la barra de búsqueda y se sorprendió al ver que ahora estaba en los últimos lugares. A_Red permanecía bajo su sombra y así seguía la lista.
No es que los últimos puestos sean malos, si no quieres ganar dinero, claro.
Mikasa había mencionado que había más gente y era cierto, pero ¡venga! Ella era L_White ¿cómo un día podía estar arriba y de la noche a la mañana, tan abajo? Y al parecer con Mikasa era lo mismo.
Solo fueron 3 meses desde que se ausentaron para cambiar de aires o se sentían indispuestas por diversas razones.
En esos 3 meses Annie cambió de aires para bien, era un empleo decente.
Algunos chicos de la universidad gozaban de echar relajo por las tardes en la cafetería donde Annie trabajaba y era insoportable tener que ver a sus compañeros incluso después de clases.
La propuesta de la Ackerman era sencilla, trabajar juntas.
Si, sencilla.
¿Tener sexo con Mikasa Ackerman?
No es que la chica asiática le desagrade del todo. De hecho, siempre le pareció linda pero algo insoportable.
Tomó una bocada de aire y la llamó. Mikasa no tardó en responder. Se escuchaba agitada y no quería imaginarse por qué.
—¿Annie?
—Deja de respirar como un perro sediento y escucharme.
La azabache suspiró.
—Estaba haciendo ejercicio por si no lo sabes.
—Acepto.
—¿Qué?
—Podemos...Trabajar juntas. Si aún quieres.
—Ah, claro.— Inhaló de su cigarrillo.—Paso por ti mañana después de terminar tu turno en la cafetería para hablar.—Colgó.
Annie rodó los ojos con fastidio.
Mikasa Ackerman era un fastidio.
¿Y quién se cree qué es? ¿Cómo se atreve? Y más importante ¿por qué haría lo que la azabache dijo?
[...]
—Ah..
Introdujo un dedo.
—Mete otro, amor.-Ordenó la azabache con el antifaz.
Acarició la pantalla con el dedo índice y le sonrió. L_White le devolvió el gesto. Involuntariamente.
—¿Así? - Gimió.
—Si, así...Justo así.—Le guiñó el ojo.
Siempre sumisa ante A_Red.
[Pornstar]
Luego de encontrarse y conversar un poco, repasó mentalmente todo. Una y otra vez.
A_Red_Mick y L_White_Ann fueron lo mejor por separado, siempre pareciendo rivales, pero juntas...¿Qué pasaría?
Annie se miró por última vez en el espejo. El maquillaje estaba bien. Arrojó la bata a cualquier lugar de la habitación y miró a la azabache con el antifaz, desnuda y recostada en la cama, con los brazos tras su cabeza.
Se miraron por un momento.
—¿Todo listo?
Solo sería un video.
—Si.
Es solo por dinero.
—Ven aquí.
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