Annie.

—¿cómo vas en la escuela?

Golpeó el mueble con estrés y torció la boca.

—Regular, papá.—Contestó la rubia.

—Me sorprende tu independencia, Annie.—Confesó orgulloso. Se acomodó en la silla y sorvió de su tasa de café.

Vivían lejos pero se conectaban cuando podían.

Su padre, debido a condiciones médicas, no pudo acompañar ni apoyar a Annie en su nuevo hogar como hubiese querido, pero se las arregló para que Annie lograra llegar a la universidad y estudiara una carrera profesional.

Carrera que, por cierto, Annie no quería ni terminaría trabajando en ello en realidad.

Luego de 3 malditos años fingiendo querer su profesión esperando adaptarse y aceptar que eso es lo que quería que fuera su padre, comprendió que su silencio la condenó, y ahora, debía terminar la carrera, porque marcha atrás no había, y ya estaba a la mitad de la carrera.

El hombre entrecerró sus ojos.

—Aveces me pregunto, ¿cómo es qué aún tienes para comer?

Se tensó.

—Ya sabes.—Encogió los hombros.— Trabajo para pagar la renta, comida y cosas de la universidad.

—Nunca me has dicho en que trabajas.

No creo que quieras saberlo.

—Solo puedo decir, que es bien pagado.—Aseguró.

Su padre suspiró. Le intrigaba demasiado saber cual era el dichoso empleo de Annie, pero esta nunca se lo decía.

—Esta bien. Debo ir a dormir. Te am-

—Adiós, también te amo.—Cortó la llamada.

Eso de mentirle al hombre que la educó no era fácil, sobretodo porque era astuto, pero prefería callar que era una actriz porno antes que provocarle un infarto a su pobre padre.

[...]

Mikasa.

Luego de una no muy larga pelea con Ymir en la cancha de Básquetbol, Mikasa procedió a atarse las agujetas y quitarse la sudadera del equipo.

Cualquiera podía conseguirla, pero solo los jugadores oficiales de la universidad poseían un logo tan especial como el de la asiática en la manga derecha y su nombre escrito en la parte trasera.

Eren y Armin se acercaron para ofrecerle agua. Entre risas y juegos, Eren comentó algo.

—Mamá seguido pregunta por ti.—Posó las manos sobre sus caderas.—¿Por qué no has ido a visitarnos?

Rascó su mejilla, nerviosa.

—No eh tenido tiempo.

—Esta noche tenemos una cena especial, ¿Por qué no vienen?—
Abrazó a Armin por el cuello.

—Creo que podría ir.—Sonrió Mikasa.

Extrañaba mucho la calidez en el hogar de los Jeager.

[Pornstar]

Esa noche. Mikasa pasó por Armin en su moto. La verdad ni a Eren ni a Armin les gustaba subirse a ese tipo de cosas, y más si el conductor era Mikasa, pero Armin vivía un poco lejos y no querían llegar sudados.

La fría brisa ayudó en el camino, pero despeinó un poco a ambos.

Al llegar, la cena estaba casi lista.

Carla los recibió con gusto y ahora los 3 adolescentes veían una película en la sala. Mikasa estaba lejos de ambos chicos, procurando no hacer mal tercio.

Deslizó su mano hasta su bolsillo y revisó las notificaciones.

Un mensaje cualquiera de Sasha, y 2 mensajes de Ymir, preguntando por la tarea, pero ni siquiera ella la hizo.

Revisó la hora.

L_White_Ann ya debía estar dormida. Le mandaría un correo por pura joda y esperó sonriente a que contestara.

—¿Estás enamorada?

Preguntó Carla entrando a la sala. Eren y Armin voltearon a verla.

Mikasa negó sonrojada.

—Es el novio, ¿verdad? Por eso sonríes así.—Dijo Grisha, sonriendo.

—No. No tengo novio.—Se tapó la cara.

Todos rieron al ver su reacción, pero los dejó con la duda. Tomaron asiento en la mesa y comenzaron a servirse. Sintió el teléfono vibrar en la chaqueta, así que lo revisó discretamente bajo la mesa.

Tienes un correo nuevo de L_White_Ann.

—Hola, mi amor.

No eran novias, por más que lo parecieran. Simplemente era un apodo que había surgido entre ambas en medio del coqueteo, pero debía admitirlo, le gustaba que la llamara así.

Esperaba que ese apodo fuera solo para ella y nadie más.

Muy en el fondo esperaba poder conocerla algún día, pero eso era estupido.

Las probabilidades de toparse con alguien del internet son casi nulas y a la vez, muy peligrosas, ya que nunca sabes con exactitud qué tipo de persona es en realidad.

Mikasa Ackerman amaba el peligro, y hacer cosas estupidas. Aunque para los ojos de muchos ella fuera una persona fría y reservada, la verdad es que era...Un tanto morbosa.

—Mikasa.—Le llamó Armin.

Alzó la vista y guardó el celular.

—Lo siento.

—¿Todo bien?

—Claro.

Algún día esperaba toparse con ella en serio. Al menos ver su verdadero rostro o cuanto mucho poder escuchar su voz con mejor claridad.

Ella, solo ella y nadie más.

Hump, Imbecil. Es una actriz porno. No eres su único espectador y ella jamás aceptaria a mostrarte quien es...

Se levantó de la mesa y llamó la atención de todos por accidente.

—Iré al baño.

¿O tal vez...si?