Capítulo XVII
¿Debía tomárselo en serio? Las palabras de BaekHyun no sonaron a mentira, pero temió hacer un movimiento en falso y asustar al chico. Prefirió esperar unos segundos, sin embargo, el pelinegro lo miró de forma tan segura que se evaporaron todos sus miedos.
Tomó al contrario de la cintura, con cuidado lo sentó en la cama y se subió lentamente sobre él. El chico no se cohibió por la acción y, mientras se posesionaba de manera cautelosa entre sus piernas, BaekHyun le acarició los hombros con la punta de los dedos.
—¿Estás seguro?
—Lo estoy.
BaekHyun apretó los muslos alrededor de sus caderas, haciendo que sus cuerpos se apegaran más. ChanYeol se meció con lentitud y giró las caderas para crear mayor fricción entre sus cuerpos. El más pequeño cerró los ojos e hizo la cabeza hacia atrás, enterrándola en la almohada. La boca del contrario se abrió mientras soltaba quedos gemidos. Ante ello ChanYeol se acercó y le dio un apasionado beso. De inmediato metió la lengua en la boca ajena y BaekHyun pasó ambos brazos alrededor de su cuello. Se apegó lo más que pudo al cuerpo contrario y movió las caderas. Cuando se detuvo y se alzó, escuchó un quejido por alejarse.
Una vez que se apoyó sobre sus rodillas metió ambas manos por debajo de la camiseta de BaekHyun. ChanYeol perdió consciencia de la realidad una vez que vio la piel blanca del chico. Pasó la lengua por su labio inferior mientras veía sus dedos recorrer la delicada piel. Cuando vio el relieve de las costillas se agachó y pasó la lengua por la zona. Mordió con delicadeza y BaekHyun le pasó los dedos por el cabello. Una de sus manos se adentró por debajo de la camiseta ajena y llegó al pezón del chico. Jugó cuidadosamente con el pequeño botón y dejó pequeños besos por la piel de BaekHyun hasta que llegó a su segundo pezón, succionó este mientras mantenía el estimulante toqueteo en el otro.
Cuando escuchó un gemido por parte de BaekHyun se deshizo de la camiseta que llevaba el pelinegro, dejándola tirada en algún lugar de la habitación. Se acercó al chico y lo besó con entusiasmo. Llevó con rapidez las manos a la cintura del contrario y se desesperó cuando no pudo desabotonar los pantalones. BaekHyun rio y pasó las manos por su propia piel, dejando un recorrido sensual hasta el inicio de sus pantalones y los desabotonó a la vista de sus atentos ojos. A pesar de que lo ayudó, BaekHyun no tuvo ninguna intención de sacarse los pantalones, en vez de eso dirigió las manos al nudo de la toalla que había alrededor de su cintura.
Lo miró atentamente. No sería la primera vez que BaekHyun lo veía desnudo, aunque eso no lo dejó más tranquilo, especialmente por la mirada que le envió el pelinegro mientas se mordía el labio inferior. Era caliente.
El otro se aventuró en desatar el nudo con movimientos lentos y él entró en desesperación cuando recibió una sonrisa burlona por parte de BaekHyun. Cuando quedó desnudo el contrario rodeó su miembro, provocando que cerrara los ojos con fuerza y apretara los dientes. Se sintió tan bien tener las manos de BaekHyun sobre su cuerpo, tan caliente y estimulante.
—BaekHyun —gruñó.
La mano del chico subió y bajó con lentitud en torno a su miembro. Apoyó la cabeza en el hombro del más bajo y maldijo.
—¿Te gusta? —La pregunta no sonó como una realmente, más bien fue una pequeña insinuación, donde el contrario aseguró de lo que provocaba en su cuerpo.
Estaba caliente, maldición. Su pecho albergó una respiración agitada y sufrió una serie de temblores, especialmente cuando la otra mano de BaekHyun se posó debajo de su nuca para morderle el cuello.
—Espera, detente. —Tomó la muñeca del pelinegro y la subió arriba de su cabeza.
Cuando vio la sonrisa de autosuficiencia en el rostro ajeno se apresuró a besar al chico. No le gustó del todo que BaekHyun se dedicara exclusivamente a darle placer a él.
Finalmente, se dignó a luchar contra los apretados pantalones, tiró estos y dejó delicados besos sobre la piel enrojecida que quedó a la vista por el roce que hizo la tela al bajar. Una vez que estuvieron fuera de su camino se echó por completo sobre el cuerpo de BaekHyun, sacándole un gemido que intentó esconder mordiéndose el labio inferior.
Tomó las manos del contrario, las subió sobre su cabeza y meneó las caderas, sacándole quejidos al pelinegro, quien también rotó las caderas y empujó contra él para rozar sus miembros.
—ChanYeol... —Gimió una vez que escuchó su nombre en boca del contrario; pareció una súplica.
Luego de darle un apasionante beso a BaekHyun bajó por su pecho y llegó al inicio de sus bóxers, donde se entretuvo pasando la lengua de un lado a otro por sobre el elástico. Soltó las manos del chico y dirigió ambas a sus caderas para sacarle la única prenda que quedaba. Una vez lo logró vio de inmediato lo duro que estaba su compañero y, luego de deshacerse de la prenda, tomó el miembro del contrario. Dejó un pequeño beso en la punta y BaekHyun se apoyó sobre sus codos para observar mejor la escena. Sacó la lengua y la pasó por su labio inferior con la única intención de calentar al pelinegro, lográndolo de inmediato. El chico se atrevió a elevar las caderas para que su pene tuviera más atención. ChanYeol lo consintió y pasó la lengua por el glande, bajó luego por todo lo largo de su extensión, volvió a subir y envolvió el glande con ambos labios. La siguiente vez que bajó tomó por completo el miembro del contrario, hundiéndolo en su boca. BaekHyun enseguida gimió y se arqueó. Las caderas del pelinegro se alzaron y él continúo con su acción, impulsado por lo caliente que eran los gemidos de BaekHyun.
No se detuvo por nada, ni siquiera por los dedos de BaekHyun que tiraron de su cabello. Solo se dedicó a propinarle sugerentes caricias con la lengua, demasiado extasiado como para siquiera dedicarse a la tensión en el cuerpo contrario.
BaekHyun finalmente se corrió con un fuerte gemido y le tiró el cabello. Él no hizo más que sonreír cuando soltó el pene ajeno, se tragó todo lo que el pelinegro le dio y se aseguró de mirarlo a los ojos mientras lo hacía, creando un ambiente aún más excitante.
—Maldito —susurró BaekHyun con los ojos entrecerrados, aún recuperándose de su orgasmo.
—¿No te gustó, cariño? —se burló con una media sonrisa.
BaekHyun se movió con rapidez y se sentó sobre sus caderas, por lo que quedó con la espalda sobre el colchón. El contrario meció el cuerpo con lentitud, haciendo que su pene se encontrara con la curva de su trasero. Cerró los ojos, superado al ver a BaekHyun restregándose contra él mientras se afirmaba de su pecho. Luego el más bajo se restregó con más fuerza, ante lo cual soltó fuertes gruñidos y se arqueó por lo intenso de la fricción. En un momento no pudo soportarlo más y chorreó el preseminal, ante lo cual invirtió los puestos y dejó a BaekHyun debajo de él. Abrió las piernas del chico y descendió para dejar un beso en el interior del muslo izquierdo del contrario, sacándole un dulce gemido.
—¿Te hicieron esto alguna vez?
BaekHyun se apoyó sobre sus codos para verlo, sin entender por completo su pregunta. El chico solo lo miró con el rostro fruncido, así que ChanYeol subió para dejar un beso sobre sus labios y pasó con lentitud su miembro sobre uno de los muslos del pelinegro. Volvió a tomar el pene del contrario y lo apoyó junto al suyo para masturbar ambos, uno al lado del otro. Sus dientes se apretaron y los fuertes gemidos que BaekHyun intentó contener se escaparon de sus labios.
—Nunca lo he hecho —murmuró el chico con dificultad y él dejó el movimiento para besar al contrario.
—No me refería a eso.
Bajó por el cuerpo de BaekHyun después de recibir un ceño fruncido y se situó otra vez entre sus piernas. Pasó la lengua sobre los muslos y mordió con suavidad, con la intención de dejar alguna marca que al día siguiente comprobara lo que hicieron.
—E-Entonces, ¿a qué te refieres? —ChanYeol sonrió de puro gusto al notar lo afectado que estaba BaekHyun.
Afirmó ambos muslos y enterró la cabeza entre ellos. Pasó la lengua sobre la piel y llegó a su trasero, donde se dedicó a chupetear y morder. Finalmente, enterró la lengua en su intimidad, acarició la entrada con el húmedo músculo y le sacó un fuerte gemido a BaekHyun, el cual resonó en toda la habitación.
Penetró lentamente al chico con la lengua y le sacó un sinfín de quejidos. El pelinegro pareció tener algo por decir, pero entre tantas sensaciones no mencionó ninguna frase coherente.
ChanYeol llevó el pulgar a la húmeda zona y lo movió con lentitud sobre el agujero sin llegar penetrarlo.
—Maldición, Yeol. Deja de hacer esa mierda.
BaekHyun enterró las uñas en su brazo, sin embargo, él continuó con los estimulantes movimientos de su dedo y su lengua contra el agujero del contrario. Cuando lo encontró conveniente, y se percató que su miembro ya no podía más con toda la excitación, se alejó del pelinegro y se alzó sobre sus rodillas. Tuvo la clara imagen de BaekHyun acostado sobre la cama con las piernas abiertas para él. Su pelo sudaba y su boca entreabierta soltaba los gemidos que nacían desde lo profundo de su garganta, los ojos ajenos estaban entrecerrados y lo consideró tan caliente qué ChanYeol se pasmó. Nunca antes tuvo un cuerpo tan hermoso debajo suyo.
El chico extendió ambos brazos, pidiendo un abrazo, y él sin ninguna duda se dejó caer suavemente sobre el contrario para llenarle la cara de besos, sacándole una tierna risilla a BaekHyun a pesar de la situación.
ChanYeol aprovechó la posición y posó su miembro con la entrada del contrario, haciendo que el roce fuera más gustoso gracias al líquido.
—Podemos continuar, ¿cierto?
Escuchó otra vez la risa de BaekHyun y él bajó la mano por el torso del chico, acariciándolo, encontrándose también con el duro miembro de contrario. No había algo que lo excitara más que pensar en darle al chico su segundo orgasmo.
—No te detengas ahora.
Sonrió y enterró la cabeza en el cuello de BaekHyun para morder un poco la zona con la insana necesidad de marcar al chico, para que todos supieran a qué se debía la gran sonrisa que tendría por la mañana.
—¿Tienes lubricante? —preguntó en un murmullo y acarició la espalda del contrario.
—Hay uno en esa bolsa. —El pelinegro besó su cuello y, al no sentir sus caricias, elevó la cabeza para mirarlo—. MinSeok me obligó a comprarlo. No preguntes.
ChanYeol volvió a besarlo y se restregó con más fuerza. Maldición, su miembro estaba tan malditamente duro.
Pasó la mirada por la habitación con la intención de encontrar la dichosa bolsa de la que habló BaekHyun, obligándolo a levantarse de la cama, recibiendo un puchero del contrario.
—Estoy buscando el lubricante, bebé.
El chico aun así no quitó su expresión y ChanYeol se desesperó por no encontrar la dichosa cosa.
Lo pudo ver a los pies de la cama, envuelto en una bolsa negra que tenía detalles rosados.
Cuando tuvo el lubricante en las manos procedió a echarse un poco entre los dedos para esparcirlo, haciendo esto sin quitar la mirada de BaekHyun mientras se aceraba a la cama, encontrándose así con aquellas perlas negras que lo miraron con tanta excitación, poniéndolo aún más duro.
Volvió a posarse sobre BaekHyun y este abrió las piernas, dándole otra maravillosa vista de su entrada enrojecida y húmeda. Llevó los dedos a la zona, se ciñó sobre BaekHyun y posó su dedo medio en la entrada del chico para introducirlo. El contrario soltó un suspiro y él fue cuidadoso con la intromisión. Giró el dedo en el interior del chico con cuidado, sacándole uno que otro gemido. Una vez que lo vio cómodo enterró el segundo dedo; esta vez BaekHyun cerró los ojos y se mordió el labio inferior con fuerza.
—¿Estás bien? —Le dio un delicado beso en la mejilla y detuvo el movimiento de su mano.
—Sí. Solo pasó mucho tiempo desde que lo hice por ultima vez.
¿Mucho tiempo?, se cuestionó. Sin embargo, decidió pasarlo por alto, besó los parpados cerrados del contrario y luego su nariz. Retomó la acción de introducirse dentro del castaño. Luego de tener los dos dedos dentro y moverlos con más fuerza, notó que el gesto de incomodidad o posible dolor desapareció del rostro del contrario, así que se decidió por meter el tercer dedo, sacándole un exquisito gemido a BaekHyun.
—Más...
Mordió la barbilla del pelinegro, movió los dedos en su interior y escuchó sus claros gemidos, los cuales fueron tan estimulantes que lo volvieron loco.
Siguió por un rato más con los movimientos, con la intención de abrir al pelinegro y sintió que él mismo explotaría. Detuvo la intromisión de sus dedos y los sacó del interior del chico.
—BaekHyun, yo...
—Puedes entrar.
Suspiró de alivio sin siquiera percatarse y se posicionó mejor sobre el contrario. Su pene rozó la húmeda entrada y ChanYeol simplemente estuvo ahí, mirando atentamente al pelinegro. Los ojos de BaekHyun permanecieron cerrados y su respiración era irregular.
—No te haré daño —recordó al verlo tan aparentemente nervioso.
—Lo sé, Channie. No debes preocuparte.
BaekHyun le regaló una última sonrisa de aliento y eso fue suficiente para que ChanYeol se posara sobre él y colocara su miembro en la posición adecuada para enterrarse en el chico.
—Sabes que me gustas, ¿cierto? —Besó el hombro ajeno luego de formular su pregunta y continúo enterrándose en él. De reojo vio que el chico asintió—. Me gustas mucho, mucho.
—Lo sé, ChanYeol. Aún no olvido que dijiste que estás enamorado de mí —susurró BaekHyun con los ojos cerrados y se arqueó por la intromisión.
Continuó ahí, introduciéndose con lentitud a pesar de lo caliente que estaba y de cuánto le dolía el pene, sin embargo, quería hacer las cosas bien. Confirmó que le gustaba BaekHyun, que incluso podía estar enamorado, y él no sería tan idiota como para perder a su chico después de un momento tan especial como ese.
Una vez que estuvo dentro esperó que las expresiones de BaekHyun se relajaran y que el chico le hiciera el gesto indicado para que él pudiera moverse. Y así lo hizo. Las cejas de BaekHyun volvieron a su posición original y sus labios se entreabrieron para soltar un gemido de placer; con ello decidió moverse. Lo hizo delicadamente, viniendo así un golpe tras otro mientras los labios de BaekHyun se abrían aún más para soltar todos los gemidos que contuvo en la garganta.
BaekHyun se afirmó con fuerza a su espalda y él se aseguró de dar con fuerza contra el interior del contrario. Intentó hacer que BaekHyun cayera en un pozo lujurioso donde solo bastaba aferrarse a sus brazos para sentirse bien.
—M-Más fuerte.
ChanYeol sonrió y enterró la cabeza en el cuello del contrario, donde mordió una y otra vez.
Sus movimientos fueron más erráticos y ambos se convirtieron en un lío de gemidos y quejidos. Las manos de BaekHyun rasguñaron su espalda mientras decía su nombre una y otra vez, incapaz de saciarse del hombre que estaba sobre él. Las estocadas fueron cada vez más fuertes y certeras, dando por fin a aquel punto que hizo a BaekHyun arquearse y gemir más fuerte de lo normal. ChanYeol desde ahí en más comenzó a dar en ese mismo ángulo, haciendo que BaekHyun se volviera completamente loco.
No pudieron estimar el tiempo que estuvieron así, pero fue el suficiente como para sentirse satisfechos. Sus cuerpos estuvieron tan a gusto entre los brazos ajenos que se mostraron como eran, BaekHyun siendo un gritón a la hora del sexo, además de consentido, y él un enamorado perdido.
ChanYeol no era de aquellos a los que felicitaran por lo buenos que eran a la hora del sexo y nunca vio a alguien que pareciera disfruta tanto de su cuerpo y sus movimientos como sucedió con el pelinegro. BaekHyun eyaculó con una expresión de máximo placer y con ello ChanYeol confirmó que disfrutó más el sexo con hombres, sin embargo, quizás solo fueron sus gustos, quizás solo se encontró con el tipo indicado.
Se corrió unos segundos después, mientras BaekHyun se recuperaba de su segundo orgasmo. Cayó con su cuerpo muerto sobre el ajeno y se apresuró en apoyarse sobe sus antebrazos para no aplastar al contrario. Una vez que tuvo la suficiente fuerza para alzarse salió del interior del chico con cuidado y se dejó caer a su lado, haciendo que este rebotara un poco sobre el colchón.
—¿De verdad estás enamorado de mí? —dijo el chico con un bajo tono de voz y él giró el rostro para mirar al pelinegro, encontrándoselo sonrojado, totalmente despeinado y un poco brillante debido al sudor.
—Eres hermoso. —Sonrió mientras lo miraba. El chico frunció el ceño y se sonrojó aún más—. Y sí, estoy enamorado de ti.
BaekHyun sonrió y los ojos parecieron brillarle, mostrándole a ChanYeol un sinfín de emociones que no pudo calificar.
—También estoy enamorado de ti; lo acabo de confirmar.
El pelinegro se le acercó y ChanYeol abrió los brazos para tener el cuerpo del contrario contra su pecho. Lo apretó con fuerza, acarició su espalda y posó la cabeza sobre la ajena. Dejó un suave beso sobre su cabello antes de cerrar los ojos para descansar.
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