Capítulo III
El sonido del despertador sonó por segunda vez, aunque ChanYeol ya captó eso. A pesar de que pudo evitar el molesto ruido, se extrañó porque su compañero de habitación no se despertaba aún.
—BaekHyun.
Rodó sobre la cama para apagar el despertador que continuaba resonando. El castaño siguió durmiendo cómodamente sobre su cama mientras tenía las sábanas hasta los hombros. ChanYeol, extrañado por la actitud del chico, se acercó un poco más a la orilla para enterrar su dedo índice en la mejilla del más bajo. Este no respondió de inmediato, a lo que decidió continuar con su molesta acción. Fue toda una travesura.
—ChanYeol...
Se quedó estático. El quedo gemido de BaekHyun hizo que se mareara momentáneamente. El castaño permaneció con los ojos cerrados, la boca ligeramente abierta y las mejillas sonrojadas por lo cálido de las mantas; todo eso hizo que el chico se viera sumamente tierno e inocente.
ChanYeol se posicionó boca abajo sobre el colchón y apoyó ambas manos bajo su barbilla para mirar al otro, quien siguió durmiendo. Ni siquiera estuvo un poco consiente del manotazo que le dio a su mano para que dejara de molestarlo.
Para la suerte casi inexistente de ChanYeol, ese día no tenía clases tan temprano en la mañana, por lo que podría disfrutar de estar unas horas más acostado entre su propio calor. Sin embargo, se preguntó si el castaño tendría clases desde temprano.
—BaekHyun —volvió a llamar, esta vez alzando un poco más la voz.
El susodicho, aún durmiendo y con los ojos cerrados, gruñó y se acomodó sobre el colchón, quedando boca arriba para luego empezar a abrir los ojos con pereza y pestañear un par de veces para espantar el sueño.
El invierno empezaba a hacer acto de presencia durante esos días, así que la luz natural a la 6:30 de la mañana no era mucha.
—¿Qué hora es? —susurró el más bajo para luego darse vuelta y volver a su posición inicial, mirando hacia su compañero de cuarto.
ChanYeol tomó el reloj y se lo mostró. El chico hizo una mueca con los labios y achinó los ojos como si no pudiera ver, agregando que su cabeza se fue ligeramente hacia atrás gracias a que no lograba distinguir los números digitales del objeto por lo cerca que se encontraba. Ante sus ojos se vio sumamente divertido, tanto así que quiso reír y burlarse de él.
—¿Tienes clases ahora?
—¡Oh, Yeol, tu voz! —BaekHyun hasta se esforzó en levantar la cabeza de la almohada para verlo entre la penumbra.
—¿Yeol? —se mofó con la intención de no concentrarse en lo asombrado y fascinado que se vio su compañero de habitación por su aparente voz.
—Lo siento si te molestó. —La disculpa no sonó muy adolorida, así que ChanYeol no le tomó mayor importancia.
—¿Tienes clases esta mañana? —volvió a repetir la pregunta.
Se giró para quedar boca arriba sobre el colchón y apreció el techo color crema, el cual no tenía más gracia que esa, ser de color crema.
—Tengo una clase antes del mediodía. —ChanYeol también tenía aquella clase. Frunció el ceño y volteó la cabeza para mirar al otro chico, quien se refregó los ojos con las manos hecha puños y abrió la boca en un bostezo—. Me despertaste demasiado temprano.
—Sonó el despertador, pero no te levantaste. —Se encogió de hombros—. No sé tu horario. Pensé que irías tarde a alguna clase.
—Gracias por preocuparte —fue lo que contestó el mayor mientras pestañeaba unas cuantas veces, al parecer aún no estando completamente despierto.
—¿Seguirás durmiendo?
—¿Qué esperas que haga a las siete de la mañana?
ChanYeol mostró una media sonrisa al darse cuenta que el chico era más atrevido. Conocer un poco más de BaekHyun no le haría mal.
—No lo sé. —Volvió a mirar el techo y acomodó las mantas sobre sí—. No creo que pueda volver a dormir.
—Pues yo sí. Hagamos silencio, ¿está bien, ChanYeol?
Rio suavemente al ver que el otro cerró los ojos y se adentró más por debajo de las sábanas.
ChanYeol no supo qué hacer. Entendió que BaekHyun quiso continuar durmiendo y obviamente no lo impidió, pero ¿qué se suponía que haría él? No era una persona demasiado paciente, especialmente si no podía hacer nada en el transcurso que tenía que esperar.
Solo estuvo unos segundos en la cama cuando se vio envuelto en una frustración que él mismo creó. Pateó las sábanas de mala gana unas cuantas veces, logrando destaparse. Tomó su teléfono que cargaba sobre la mesita de noche y lo desconectó para que lo ayudara a matar el tiempo.
Parecía tener las notificaciones acumuladas en la bandeja de entrada, cosa que ChanYeol le importó muy poco, al fin y al cabo siempre terminaba con el celular lleno de avisos sobre cumpleaños de alguien que apenas conocía, sumando los mensajes de grupos que siempre olvidaba de leer y una que otra llamada perdida.
No era que ChanYeol fuera una persona popular o excesivamente social, pero el chico siempre estaba tan desconectado de su teléfono y preocupado de otras cosas que terminaba con el celular en el fondo de su mochila o perdido entre su ropa sucia.
No le interesó en particular adentrarse a Facebook, pero cuando estaba tan aburrido como en aquel momento, saber qué mierda hablaba la gente quizás lo distraería.
Trazó el dedo de abajo hacia arriba por sobre la pantalla táctil que estaba mínimamente iluminada para no dañar su vista o concentrarla demasiado.
"Byun BaekHyun parece seguir insistiendo. ¿Qué deberíamos hacer para que nuestro querido Baekkie aprenda que no debería meterse con los novios de los demás...?".
ChanYeol se acomodó mejor sobre el acolchado y elevó el teléfono para ponerlo a la altura de su cabeza. Esa acción era peligrosa, especialmente porque a veces causaba uno que otro golpe en el rostro, pero pareció mucho más ensimismado con el refulgente aparato.
"¡Maldición! ¿Por qué lo sigue haciendo? Debería darle vergüenza".
"Al principio pensé que las habladurías sobre BaekHyun eran solo chismes, pero al ver que lo hace otra vez..."
"Puto" "Sumiso" "Gay".
Movió más rápido el pulgar por el borde derecho del celular para bajar en la página digital.
Una foto. Era solo una maldita foto, la cual estaba dividida a la mitad. En la primera se veía a Baekhyun saliendo por una puerta marrón que tenía puesta sobre la madera un letrero de 'área restringida', lo cual era lo que menos importaba, especialmente porque esta se trataba de la habitación donde el conserje guardaba las escobas.
En la segunda foto se apreciaba el mismo cuadro, solo que el personaje cambió y se pudo distinguir a un chico que más de alguna vez vio entre clases.
"¡Yo también vi salir a otro chico de allí!".
Frunció el ceño mientras intentaba acercar el celular a su rostro para tener una mejor visión de aquella fotografía que se publicó en los comentarios.
Bien, sí. Había otro chico en la foto que salía por la misma puerta.
Luego, cuando siguió bajando por la página, se percató de las demás fotos.
No comprendió del todo, así que empezó a buscar similitudes. Mismo lugar y todos los chicos que salieron en las fotos parecieron asustados, mirando a la derecha y a la izquierda una y otra vez.
Después de un tiempo acabó por suspirar mientras ladeaba la cabeza y fruncía el ceño sin entender por qué la gente hacía tanto alboroto.
"Seguro que se acostó con todos ellos".
ChanYeol no pudo evitar rodar los ojos y apretó los dientes con fuerza. Ahí iba de nuevo la gente ignorante e insensata. Qué molestia. Eran estúpidos, definitivamente. Si tan solo se enteraran de que el chico el día anterior estuvo toda la tarde en la habitación no dirían lo mismo.
Una melodía famosa que sonó desde algún lugar de la habitación entre la oscuridad lo asustó, logrando que estúpidamente el duro celular cayera sobre el puente de su nariz. Se sobó la parte afectada con el dedo índice y el pulgar por varios segundos mientras apretaba los ojos. Sintió que las lágrimas se le acumularon debajo de sus párpados.
—¡Me llaman!
ChanYeol brincó del susto y alejó la mano de su rostro para abrir los ojos. Se sentó en la cama mientras apoyaba las palmas sobre el colchón por detrás de su espalda para recargar su peso.
BaekHyun se movió de un lado a otro con rapidez mientras levantaba los pies más alto de lo habitual, como si saltara o algo por el estilo. Fue tan cómico que ChanYeol no pudo evitar carcajearse, porque el chico se movió de una esquina a otra por la habitación buscando el dichoso aparato.
—Deja de reírte —regañó el chico mientras se volteaba a mirarlo e hizo un puchero.
—¿Por qué no te quedas quieto y escuchas con atención? —preguntó burlesco a la vez que se sentaba derecho y cruzó las piernas sobre la cama.
El castaño bufó, pero de igual manera le obedeció. Ambos pusieron atención al sonido y buscaron la luz que supuestamente tenía que emitir el teléfono.
—No sé dónde está... —se quejó el mayor mientras arrastraba los pies hasta su cama para luego pegar manotazos frustrados a las sábanas.
ChanYeol suspiró al escuchar que el aparato dejó de sonar, aunque solo pasaron unos segundos cuando este volvió a escucharse de nuevo por la habitación.
Sin haber claro indicio de que el teléfono se viera a simple vista, decidió levantarse de la cama para buscarlo, pero solo logró poner los pies en el suelo cuando lo encontró. Se dejó caer boca abajo sobre el piso alfombrado que había entre las dos camas y estiró la mano izquierda para tomar el aparato que estaba debajo de la cama de su compañero de habitación. Justo en el momento en que llegó a alcanzarlo algo cayó con fuerza sobre su espalda y no necesitó demasiado tiempo para reconocer qué era.
—¡Mierda, Baek!
El aludido gimió y pareció retorcerse sobre su espalda—. ¡Maldición, Yeol! ¡Me duele!
ChanYeol jadeó por el dolor que empezó a sentir en uno de sus omóplatos.
—¡Deja de gritar!
BaekHyun rodó sobre su espalda y cayó justo a su lado boca abajo sobre el suelo. Su pelo castaño estaba totalmente desordenado, tenía los labios entreabiertos por los jadeos y gemidos que salía desde lo profundo de la garganta mientras que con una de sus manos se fregaba la sien.
—¡Mi teléfono! —El más bajo ni siquiera pareció preocuparse de su dolor y solo arrancó el celular de su mano.
BaekHyun se levantó con dificultad y se encaramó sobre él mientras tiraba de las mantas para subirse a la cama, todo esto aún manteniendo su teléfono entre la oreja y el hombro, pisando más de una vez su espalda, y él no contuvo las ganas de quejarse con gruñidos.
ChanYeol rodó sobre el suelo y quedó boca arriba, siguió gimiendo y tirando del pantalón de BaekHyun que se asomaba por el costado de la cama en un intento inútil por llamar la atención del más bajo.
—¿Cómo?
Dejó de insistir y se sentó con rapidez al escuchar lo angustiosa que sonó la voz de su compañero.
No pudo evitar gruñir entre dientes a la vez que pasaba una de sus manos por sobre su hombro para tocar el lugar donde sintió dolor.
—N-No... no es...
BaekHyun bajó la cabeza y se rascó el costado de su cuello al mismo tiempo que escuchaba el regaño a través del celular, incluso ChanYeol pudo escuchar los gritos masculinos producidos desde el otro lado de la línea telefónica.
—P-Pero...
—¡Basta! —El pelinegro se removió incómodo sobre el suelo y miró hacia otro lado—. ¡Te vienes a casa!
Esa vez no pudo evitar mirar hacia su compañero de habitación, quien apretó con fuerza los ojos y se sobó el tabique nasal.
—¡Eres un idiota, BaekHyun! ¡Debes dejar ya esa mierda! ¡No quiero...! —ChanYeol se sentó de un salto delante del mayor y le arrebató el teléfono de las manos para cortar la llamada.
El contrario levantó el rostro hacia él y de inmediato se pudo percatar de los ojos cristalinos que tenía el chico.
—No debiste hacer eso... —murmuró el castaño para después bajar la cabeza.
BaekHyun se llevó ambas manos al rostro y se fregó un par de veces la cara mientras los quejidos se hacía cada vez más sonoros. ChanYeol mientras tanto jugó a morderse el labio inferior, pensando en qué debía hacer en ese momento.
—¿Quién... era?
Su compañero de cuarto se largó a llorar de un momento a otro, asustándolo. Se puso de rodillas sobre la cama y abrazó a BaekHyun, apretándolo con fuerza para atraerlo hacia su cuerpo. El castaño no rechazó el gesto y estiró ambas piernas, pasándolas por entre las suyas que aún seguían flexionadas. ChanYeol apretó los labios, logrando convertirlos en una sola línea para luego agachar la cabeza y ponerla a un costado de la de BaekHyun.
—ChanYeol... —El más bajo tenía el rostro apegado a su pecho, pero no por eso pudo evitar que pusiera ambas palmas abiertas sobre su cuerpo y lo empujó en un intento de alejarlo de él.
—No me sueltes. —Su voz ronca y seria sonó demasiado adusta.
BaekHyun sollozó con más fuerza y pasó los brazos temblorosamente por sobre su torso para luego dejarse caer de espaldas, llevándoselo consigo. ChanYeol no supo cómo acomodarse con confort sobre el cuerpo del contrario, por lo que para el más bajo los movimientos en busca de una buena postura no pasaron desapercibidos.
—Lo siento, no fue mi intención —dijo BaekHyun con la voz congestionada mientras alejaba su cuerpo con ambas manos.
—¡No! Quedémonos así. —ChanYeol volvió a aferrarse al chico y terminó por apegar completamente su cuerpo con el de su compañero, aunque evitó que todo su peso recayera sobre el otro.
—No es necesario —insistió el mayor con la voz ahogada por tener el rostro enterrado en su pecho.
Él no contestó y pasaron unos segundos hasta que sintió el suspiro cansado de su compañero de habitación.
—¿Sabías que un cocodrilo no puede sacar la lengua? —Al no obtener respuesta prosiguió—. ¿Sabías que el ojo de un avestruz es más grande que su cerebro?
BaekHyun no pudo evitar levantar su rostro hacia ChanYeol para mostrarle su ceño fruncido, como si lo regañara por decir cosas que no venían al caso.
Él rio al ver la expresión de su compañero y se separó lo suficiente, aunque solo un poco, para así pasar los pulgares sobre las mejillas mojadas del más bajo. Este se estremeció ante el contacto y miró rápidamente hacia otro lado, evitando así su mirada y sonrisa.
El castaño terminó por tomar suavemente sus manos para alejarlas de su rostro, pero solo obtuvo que dejaran de tocar su cara. El mayor se quedó mirando sus ojos y ninguno de los dos pareció salir de su especial burbuja hasta que BaekHyun acarició con los pulgares sus manos.
—¿Sabías que eres un idiota? —susurró el más bajo antes de girar su rostro para no mirarlo mientras se sonrojaba.
A ChanYeol le pareció totalmente encantador, así que no tomó demasiado tiempo para que volviera a retomar el hilo de la conversación.
—¿Crees que soy un idiota? —Luego de hablar apegó los labios y figuró que movía el aire dentro de su boca, enviándolo de una mejilla a otra.
—No me hagas gestos tiernos. Sigues siendo un idiota.
Bufó, pretendiendo ocultar su sonrisa, y expulsó el labio inferior hacia afuera en un intento de enternecerlo.
Ambos se quedaron viendo a los ojos hasta que BaekHyun desvió la mirada y arrugó la nariz con una aparente molestia. ChanYeol, quien no comprendió qué le pasó, se alejó para sentarse sobre la cama.
El castaño tosió de un momento a otro y él inmediatamente se asustó. Ayudó al chico a sentarse cómodamente sobre el colchón.
—BaekHyun. —El aludido dejó colgar ambas piernas por el borde de la cama y se agachó a la vez que ponía las manos sobre sus rodillas, aún tosiendo—. Baek, ¿estás bien?
Este no contestó y de verdad pareció ahogarse.
—Fuego —logró murmurar el más bajo y ChanYeol cayó de rodillas delante de él para intentar ver su rostro.
—¿Qué? ¿De qué hablas? —Lo desesperado de su voz se hizo notar de inmediato.
BaekHyun ahora tosía de vez en cuando, le costaba respirar y sus ojos lagrimeaban. A él le pareció que estaba mucho más estable, o al menos eso pensó hasta que el chico intentó ponerse de pie. Se afirmó de la cama, pero solo logró dar un paso y cayó.
—BaekHyun —llamó al notar que el castaño cayó de rodillas, pero no se levantó y acomodó la cabeza sobre la cama.
—Inha-a... —El susodicho hizo un gesto con las manos cerca de la boca—. Inha-ala...
A ChanYeol le temblaron los labios y no supo qué hacer, entró en pánico al ver que el chico se recostó en el suelo mientras se afirmaba de las mantas de la cama.
—Una cosa —se apresuró a contestar y se acercó a BaekHyun—. Necesitas algo, dime qué es y lo buscaré por ti.
Cuando le acarició el brazo el chico empezó a toser fuertemente mientras se retorcía en el suelo. BaekHyun mantuvo la mano derecha arrugando su propia camiseta por sobre la zona del pecho.
—¿Dónde está lo que necesitas? —La voz de ChanYeol fue grave y demandante—. ¿Está en el baño?
Apretó los labios cuando vio que el chico abrió la boca para contestarle, pero no salió ninguna palabra. Luego, al ver los ojos llorosos del castaño derramando las primeras lágrimas, no pudo evitar que el corazón le saltara asustado. Estaba mal; BaekHyun de verdad necesitaba su ayuda.
—M-Male-e...
—Tu maleta. —Ni siquiera se levantó del suelo, solo gateó y se movió con tropezones torpes hasta el armario, donde ambos dejaron los grandes objetos.
ChanYeol se vio obligado a pararse para tomar la maleta que se encontraba en la parte superior y, para su mala suerte, sus manos estaban tan temblorosas que el objeto se le cayó al suelo. Sin prestarle demasiada atención al suceso, se volvió a tirar de nuevo al piso alfombrado para abrir con rapidez la maleta, encontrándose todo desordenado por la previa caída.
—¡Baek, ¿qué es?! —Arrastró la maleta hasta un costado del chico, pero este permaneció con los ojos cerrados—. BaekHyun... —El nombre de su compañero de habitación salió con un tono de voz demasiado bajo y tembloroso al no ver respuesta por parte de él.
Pudo ver perfectamente cómo la lágrima que corrió por el rostro del chico brilló gracias a la luz que entraba por la ventana. Ya amaneció.
—BaekHyun... —susurró, zarandeándolo para que se moviera—. Vamos, levántate. Me estás asustando... BaekHyun...
¡Tenía que hacer algo! No podía quedarse ahí al ver que el chico cayó inconsciente a su lado.
Pasó con cuidado el brazo derecho por la nuca de BaekHyun y el izquierdo por la parte trasera de sus rodillas. Le costó un poco levantarlo, y no porque el chico fuera pesado, sino porque sus piernas eran las que flaqueaban al pensar en el estado del chico.
Cuando estuvo encaminándose hacia la puerta esta fue abruptamente abierta, encontrándose de frente con uno de los profesores que les daba clases, quien usaba una mascarilla médica.
—¡Tienen que salir, hay fuego en el departamento...! ¿Q-Qué paso?
ChanYeol no se detuvo ni para mirarlo y aprovechó que la puerta estaba abierta para pasar por ella, teniendo sumo cuidado con BaekHyun, pero apenas estuvo afuera de su habitación se vio envuelto en un humo gris que lo hizo toser. A pesar de eso y de que sus ojos ardieron, no se detuvo y apretó más al chico entre sus brazos para correr por el pasillo. Las escaleras las bajó más rápido de lo que esperó, encontrándose con todo el alumnado masculino del departamento amontonado en la recepción.
Más de uno volteó a mirarlo o a preguntar qué pasaba, pero ChanYeol era ChanYeol y ya hablamos de que él no necesitaba escuchar cosas que no le interesaban o que eran irrelevantes.
Sintió alivio cuando vio las puertas de cristal y apresuró el paso hacia ella mientras intentaba pasar entre el tumulto de gente.
—No puedes salir, está lloviendo demasiado fuerte.
—¡¿De qué mierda está hablando?! —No pudo evitar gritarle al guardia de seguridad que resguardaba la puerta—. ¡Déjeme salir!
—Lo siento, yo no...
ChanYeol levantó una de sus piernas y le pegó una fuerte patada al cristal. Para su suerte, la puerta no estaba cerrada y se abría gracias a "empujar y tirar", así que solo tuvo que apoyar la espalda en el vidrio para lograr salir con el castaño en brazos.
La lluvia caía de tal manera que pudo imaginarse que las rápidas gotas eran agujas. Sí, dolía. Y aun así solo se encargó de cubrir lo más que pudo el rostro de BaekHyun y caminó a paso rápido hacia el departamento de medicina con cuidado de no resbalarse.
Sabía que en el edificio tenía una pequeña e improvisada sala de urgencias donde atendían a estudiantes de la misma universidad o incluso a ciudadanos que vivían en el pequeño pueblo que quedaba a unos diez minutos de la facultad. Para su suerte, cuando pasó por las puertas automáticas que daba la entrada al hospital agradeció encontrarse con una variedad de doctores.
—Ayuda... —Él mismo supo que su susurro apenas logró escucharse, pero los labios le temblaron demasiado como para formular algo coherente.
Sintió que una mano se posó en su espalda y pudo notar a un joven castaño a su lado. ChanYeol pareció atontado y no logró moverse hasta que el chico le pegó una suave palmada en la espalda.
—Recuéstalo en la camilla. —Inmediatamente obedeció y lo dejó con cuidado sobre la superficie.
El chico prosiguió a sacar el estetoscopio que colgaba alrededor de su cuello para acercarse hasta BaekHyun y revisarlo.
El ceño fruncido del aspirante a médico hizo asustar a un más a ChanYeol, quien se quedó estático a un lado, temblando por los nervios y el frío que poseyó todo su cuerpo previamente húmedo.
—¡Doctor!
Un hombre canoso se volteó hacia el chico y él supuso que sería un profesor, así que solo debería estar tranquilo, BaekHyun estaba en buenas manos y en un lugar donde se podían conseguir todos los implementos necesarios para mejorar su condición. Solo debía esperar y estar tranquilo...
—No está respirando.
Dio un paso atrás al sentir sus piernas flaquear.
Luego todo pasó demasiado rápido. Más doctores y enfermeras se agruparon a su alrededor. Distintas bolsas que se administraban por vía intravenosa se movieron por sobre las cabezas de los demás para engancharlas en lo alto del soporte que estaba a un costado de la camilla.
Vio cables, muchos cables, de distintos colores y que conducían a distintas máquinas. Después todo empeoró, porque los doctores se veían más preocupados y luego ChanYeol pudo notar cómo con unas grandes tijeras cortaban la camiseta a BaekHyun y cómo luego el joven doctor se subió sobre la camilla para realizar los procedimientos de emergencia.
A ChanYeol le pareció venir un espasmo que hizo que todo su cuerpo se sintiera aún más débil y tembloroso.
—Disculpa, necesito que nos dé información sobre el paciente... —Giró su cabeza hacia su derecha para ver al castaño que tomaba un sujetapapeles tamaño carta y un lápiz en su mano derecha.
Su boca estaba levemente abierta y le faltaba el aliento. Ni siquiera se dio cuenta que salió del tumulto si anteriormente estaba ayudando a BaekHyun.
—Se-e lla-llama...
—Respóndeme correctamente... —El chico frunció el entrecejo con preocupación y le puso ambas manos sobre los hombros a pesar de que este era más bajo—. Tranquilízate, ¿sí? Tu amigo de verdad está mal. Necesito que me digas qué pasó.
ChanYeol apegó los brazos con fuerza a sus costados para mantenerse rígido y que no le temblara el cuerpo.
—Byun BaekHyun. Es mi compañero de cuarto. —Tomó una bocanada de aire antes de continuar y vio cómo el chico tomaba nota—. De un momento a otro empezó a toser y me dijo que había fuego... —Eso pareció llamar la atención del médico—. De hecho, en nuestro departamento hubo un incendio o algo por el estilo, la cosa es que me mandó a buscar algo, pero no lo encontré. Cuando lo vi desmayado solo reaccioné a traerlo aquí.
—¿Te mandó a buscar algo? —Él asintió con rapidez—. ¿Te dijo qué era?
—Le costaba hablar... —Su voz pareció entrecortarse y tuvo que toser, pero aun así esta no cambió—. Inhala... —Se tomó el tiempo para morderse el labio inferior con fuerza al sentir las ganas de llorar—. Fue lo único que me pudo decir.
El chico frunció el ceño y bajó la mirada un momento mientras golpeteaba el lápiz con la tabla en la que escribió.
—¡Doctor! —El joven médico se acercó hasta la camilla mientras el más viejo le ponía una mascarilla de oxígeno a BaekHyun—. El chico puede tener asma.
—¿Asma? —ChanYeol sintió un leve mareo al escuchar la voz desgastada y preocupada del doctor.
—Traeré el inhalador para saber qué tipo de medicina es la que se administra. —El castaño se acercó a él y lo tomó del brazo—. Necesito que me lleves a tu habitación para buscar la medicina de BaekHyun.
—¡No! yo-o... voy a ir. —ChanYeol se soltó del agarre del chico y pestañeó unas cuantas veces para hacer estable su visión y no perderse en el mareo que sintió—. Quédate con BaekHyun y cuídalo, por favor.
El aludido asintió sin dejar de mirarlo—. No te demores demasiado. Esto es importante.
—¡Ah! ¿Podrías llamar a los padres de Baek para que se pongan al tanto de su salud? —El contrario hizo una mueca apenada y miró de reojo hacia la camilla y a todas las personas que estaban a su alrededor.
—No creo que pueda. El incidente que pasó en su departamento no fue dicho a ningún familiar de los estudiantes. El director no quiere dejar una mala imagen.
—¿Mala imagen? —Se burló sin gracia alguna—. ¿Cómo pueden decir eso cuando un alumno está en esta condición?
—¡Lo sé! Pero yo y los doctores no podemos hacer más que ayudar al paciente. —El chico hizo una mueca con los labios, mostrando su desacuerdo con los superiores—. Solo ve a buscar su inhalador. BaekHyun está fuera de peligro, pero aún no está estable.
ChanYeol terminó por asentir para luego correr hacia las puertas de la sala de urgencias, dándose un golpe en la nariz cuando intentó pasar por estas cuando aún no se abrían del todo. El efecto del golpe lo dejó aún más mareado de lo que estaba anteriormente, sin embargo, aun así se echó a correr debajo de la lluvia que pareció ser cada vez más densa, clavándole las agujas en los hombros cubiertos únicamente con su camiseta de pijama, la cual estaba sumamente húmeda.
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