¿𝗘𝘀 𝗮𝗺𝗼𝗿?
Dolía demasiado.
Jamás pensó que iba a sentir un dolor así pero como el guerrero que era tenía que saber lidiar con el dolor aunque esta vez no era un dolor físico sino un dolor que jamás había experimentado hasta la fecha. Pero no debía dejarse arrastrar por esas emociones como si fuera un crío, no, él era un guerrero, uno de los generales de K'uk'ulkan, llevaba toda la vida preparándose para ser el mejor de los mejores y tenía que estar por encima de asuntos tan banales como las emociones amorosas.
Pero el vacío que le dejó que Dayami cumpliese su palabra y se alejase de él era insoportable pero era mejor conformarse con verla desde la lejanía. Hermosa e inalcanzable. Prefería mil veces verla lejos de él pero feliz que estar junto a él y crear un conflicto que no llegaría a nada bueno.
Sin embargo su lado egoísta le gritaba y le pedía que fuese con su hermosa princesa guerrera, que tomase aquel delicado rostro entre sus manos y besar sus labios, labios que muchas veces imaginó a que sabrían pero era un fruto prohibido. Dayami era prohibida.
»»————- ❃ ————-««
—¿Qué te ocurre? Llevas días apagada Daya— Dorma observó a su hija mayor quien había apoyado la cabeza en el prominente vientre de su madre sintiendo como su futuro hermano se había estado moviendo hasta hacía escasos momentos. Desde que Attuma le habló con tanta dureza dejando claro que se alejase de él Dayami era cierto que había disimulado delante de su familia, menos Naab, pero a su madre era imposible engañarla porque las conocía mejor que nadie y sabía cuándo algo estaba mal en ellas.
—Nada. No te preocupes.
—Claro que me preocupo— Dayami emitió un leve sonido de agrado al sentir los dedos de su madre acariciando su cabello.
—Madre, deja de preocuparte por todo el mundo y deja que alguien se preocupe por ti. Todo el mundo está centrado en mi hermano pero no en ti y eso incluye a K'uk'ulkan.
—Créeme tu padre se preocupa y mucho. Yo estoy bien tranquila— aunque aquel nuevo embarazo fue tomado por sorpresa pero Dayami no olvidaba que su madre llegó a perder un hijo como consecuencia de una herida en su vientre en un conflicto con una población que se revolvió siendo aplastados. Muy rara vez pasaba porque todo el mundo estaba satisfecho con el reinado de K'uk'ulkan pero claro el poder cegaba y llevaba a hacer idioteces como intentar derrotar a un dios.
—Ahora dime Dayami, ¿qué te ocurre?
—No es nada madre, en serio— Dorma frunció levemente el ceño pero decidió no insistir más, insistir con Dayami cuando se cerraba a hablar de algo, casi siempre algo relacionado con sus emociones, era imposible sacarle algo tenía que ser ella quien diese el paso de hablar.
—Esta bien, no insistiré, pero si quieres hablar de lo que sea sabes que puedes hacerlo— al no estar mirando a su madre directamente a los ojos la joven apretó los labios aún con la cabeza apoyada en el vientre materno, ¿podría decirselo? ¿Podría entenderla?
—Madre....— empezó intentando encontrar las palabras adecuadas —¿Estuviste con alguien antes de padre? Me refiero románticamente.....— era eso ....el afilado aguijón del amor había perforado el corazón de Dayami, sus niñas ya dejaban de serlo y empezaban a conocer ese lado de la vida.
—No. Tu padre ha sido el único a quien he amado y a quien le habría dado mi corazón — Dayami y Naab sabían el comienzo de la relación de sus padres a medias, sabían que su madre no había pertenecido a alguna realeza o había sido hija de algún líder local , que tenían un lugar en la superficie muy especial para ellos que era una playa junto a una pirámide y que fue prácticamente amor a primera vista pues sus padres nunca habían entrado en mayores detalles, literalmente no conocían nada de la infancia de su madre y cuando le habían preguntado está cambiaba de tema.
—¿Y como supiste que lo amabas?
—Tu padre fue el primero que vio en mi ....— “ a alguien más que una esclava ” —a alguien de valía. Él me ayudó mucho en ver en mi más allá de lo quien era y fue cuando tuvimos nuestro primer beso simplemente supe que era K'uk'ulkan con quien quería estar el resto de mi vida.
—¿Con un beso lo supiste?— Dorma asintió y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios con el recuerdo de aquel primer beso.
—Cuando es la persona indicada lo sabes.
—¿Y no te intimidó la diferencia....? Quiero decir, él es K'uk'ulkan ...
—Claro que si me intimidó pero el amor no entiende de esas cosas mi niña.
Dayami no dijo nada sino que se quedó meditando las palabras de su madre y como el amor no era posible controlarse.
¿Amaba a Attuma? Cierto era que se sentía devastada y dolida por como le habló y su rechazo...pero también sentía una inexplicable atracción hacía él y era más allá de lo físico, le gustaba estar en su compañía, simplemente pasar tiempo juntos incluso sin decir nada solo compartiendo la compañía del otro.
»»————- ❃ ————-««
Aún se sentía idiota el mirarla en la distancia. ¿Por qué seguía buscándola si le torturaba el que fuese verla en la distancia? Por una vez Dayami estaba sola, ni estaba ni Naab, ni Namora o mucho menos alguno de sus padres cerca, estaba ella sola mimando a Chéel una orca que Dayami hacía tiempo había sacado de las redes de caza de unos habitantes de la superficie y aunque era una orca salvaje que no obedecía a nadie solo se dejaba tocar y mimar por Dayami al reconocer en esta a su salvadora por lo que con ella era una mansa mascota que llamó Chéel aunque oficialmente no era suya.
—Estas hoy muy traviesa— pudo escuchar Attuma mientras una risa salía de los labios de la princesa cuando fue dulcemente empujada por la orca que traía en su boca una pelota que sospechaba que había robado porque no le conocía ese juguete —¿A quien le has robado la pelota, Chéel? — tomó la pelota lanzándola lejos haciendo que la orca fuese en su busca.
—Mientras no se haya comido a nadie...— la voz de Attuma la alertó pero no se giró a mirarle.
—Vaya te dignaste a hablarme general.
—Quería disculparme por mis palabras el otro dia. No fue apropiado las formas en las que te hable.
—¿Por ser princesa o por simplemente porque sí?
—No quiero discutir Dayami, sólo quería disculparme— la chica se giró para mirarle seriamente, aquellos cambios de idea la estaban volviendo loca, primero la quería lejos y ahora se disculpaba con ella.
—Yo tampoco pero tampoco voy a permitir...— la frase quedó a medias cuando Chéel le dio un suave empujón por la espalda con el morro trayendo la pelota consigo queriendo que se la lanzase de nuevo —Ahora no Chéel. Attuma, me dolió mucho lo que dijiste y como lo dijiste, acepto tus disculpas pero no voy a tolerar que un día me hables bien y al otro te disculpes— un nuevo empujón de la orca hizo que la chica se impulsase un poco hacia adelante chocando contra Attuma quién la sujetó en sus brazos por pura inercia.
—¿Estás bien?— las miradas de ambos se encontraron nuevamente, aquella conexión entre ambos se restableció y recordando las palabras de su madre de cómo gracias a un beso supo que amaba a K'uk'ulkan, Dayami apoyó las manos en el cuello de Attuma con suavidad y acercó su rostro al de él besando sus labios.
Attuma se quedó congelado ante el tacto de los labios de Dayami sobre los suyos, un tacto que hizo que una agradable corriente eléctrica recorriese su columna vertebral y olvidándose de todo rodeó la cintura de Dayami con sus brazos correspondiendo el beso. Un beso en el fondo deseado por ambos, que poco a poco dejaba de ser superficial a un beso más apasionado, ahí en la soledad, escondidos.
Ya todo estaba perdido de intentar estar lejos.
( Fijamos que es Attuma es que el gif es hermoso )
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro