Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XXVI

"Lo que se interponga en nuestro camino, lo derrotaremos."

Brad simpson

"Que seas el menor, no significa que debas ser más débil, hijo." dijo el hombre furioso, escupiendo su enojo en la cara de su pequeño hijo.

"Lo sé", respondió el pequeño con la mirada fija en el suelo.

"¡PUES DEMUESTRAMELO!", gritó.

El pequeño tembló, sus ojos se cristalizaron, quería correr lejos ahí, a los brazos de su madre.

Sin tan solo tuviera una...

"¿Cómo lo hago?", preguntó en un susurro.

"Muestra que eres digno que portar mi apellido. Nacistes para mandar no para obedecer" dijo rudo.

"Si. Si papá", susurró sumiso.

"Bien. ¡Lárgate antes de que me arrepienta y te suelte un golpe!" gritó.

El niño salió corriendo de la oficina de su padre, cerrando la puerta de golpe.

La puerta se cerró, sonando fuertemente.

Él abrió los ojos de golpe.

- Buenos días, hermano. - habló Cristian sonriente, caminando hacia él.

Brad se acomodó en la cama, soltando un largo y pesado suspiro.

- ¿Qué haces aquí?, ¿No deberías de estar en París? - cuestionó.

- ¿De qué sirve ser de los hombres más ricos del país si no puedo ver a mi familia? - respondió con su característica sonrisa encantadora, que transmite poder.

- Jesús, tienes la sonrisa de él - dijo Simpson molestó.

- Vamos hermano, no estés de malas, es un hermoso día para estar de mal humor.

- ¿Ya me vas a decir que haces aquí? - preguntó.

- Quería verte - respondió sentándose en la cama junto a él.

- Claro - susurró rodando los ojos.

- Bien. Quiero saber que sucedió con el favor que dice hace un tiempo. ¿Qué pasó con el oficial? - cuestionó.

- Sobrevivió. - susurró aún más avergonzado

Cristian bufó.

- Me enteré que arriesgaste a Kenia, la mandaste a matarlo al hospital, me puedes decir, ¿Qué carajos estabas pensando cuando diste esa orden? - preguntó un poco molesto - ¿No sabes que nos arriesgaste demasiado con eso? - cuestionó.

- Lo siento. Sé que fue estúpido, no eres padre para hablarme como él.

- No, no soy él, pero soy él que está a cargo de Dorne y no puedes hacer cosas sin mi permiso.

Brad se molesto, frunció el ceño con aquellas palabras de su hermano.

- Dorne es tan tuyo como mío, tengo derecho a tomar decisiones, he mantenido esto en pie tanto o más que tú.

- Hermano...

- ¡No!. - gritó Brad - No eres tan bueno como crees, si no fuera por mi, la policía ya te hubiera atrapado desde hace mucho tiempo. Dejame decirte que eres muy obvio dejando pistas, idiota. - dijo furioso.

- Si. Y tú pusiste todo en riesgo por tus estúpidos celos y juegos de idiota con aquel oficial.

- No son celos ni juegos, es una venganza.

- Venganza. - bufó Cristian riendo sin humor, igual que su padre. - Ya no eres un niño de preescolar para pensar en venganzas tontas. - escupió.

- Tú me apoyaste en esa venganza tonta.

- Porque soy tu hermano, solo por ello.

- ¡Que te den por culo!, ¡Vete de mi casa!. - gritó molesto.

- Me debes mucho Brad. - habló Cristian poniéndose de pie. - Te guste o no, papá me dejó a cargo y tengo más poder que tú.

- Veremos cuanto te dura. - escupió el menor.

- Sigo tus pasos hermano, sé cada cosa que haces e incluso en las que piensas.

- ¿Si? Demuéstralo.

- Sé quien es Kendall y que tú muy idiota le confesaste a ella todo la verdad sobre quien eres, sobre que es Dorne.

Brad tragó en seco.

- Y tú por alguna razón no has hecho nada con ella, dejas que ella tenga la oportunidad de hablar y echar de cabeza tanto tiempo de trabajo, ¿Por qué hermano? - preguntó.

- Eso no te importa. - dijo entre dientes.

- Bien. Te lo diré, tu querida omega le confesó al superior Swift la verdad.

- Eso no es verdad. Swift está muerto.

- ¿Tú por qué crees? - preguntó sonriendo victorioso. - Nadie es más inteligente que Dorne.

- Lo mataste. - murmuró.

- Si, ahora está a cargo su hija, la ciega. - dijo con humor. - Una omega ciega, ¿Cómo alguien así va hacerse cargo de una estación de policías? - rió.

- ¿Por qué no me dijiste que lo ibas a matar? - preguntó Brad.

- Prioridades. - respondió encogiéndose de hombros - Ahora querido hermano, hazte cargo de esa chica, creo que la lección que le diste no fue suficiente.

- Pudrete - gruñó.

Cristian rió una vez más.

- Para que no me odies hermanito, te daré un regalo más. Uno muy bueno, esta noche, la vieja casa de la familia.

- ¿Qué es? - cuestionó.

- Ya lo verás. Solo voy a decirte que será tu última oportunidad de mostrar que tienes a Dorne en tus venas. - dijo dandole un golpe amistoso en el hombre a su hermano - Hasta la noche hermanito. - susurró sin dejar de sonreír.

Brad lo odiaba como no debía de hacerlo, sabía que no era correcto, que era la única familia que le quedaba, pero no podía evitarlo, el odio por su hermano se escapaba de su ser y tarde o temprano iba a sacarlo por completo.

Y es ahí cuando demostraría que él no tiene a Dorne en sus venas.

Él es Dorne.

Y pronto su hermano iba a saberlo.






⚓⚓⚓








En la estación, 11:00 pm.

Louis estaba confundido, demasiado.

Camila no había ido al trabajo y no respondió ninguno de sus mensajes ni llamadas, eso no era común, además de que sentía una tensión en el ambiente.

Algo andaba mal, podía sentirlo.

Además de eso, Louis se encontraba preocupado por algo más.

Estaba preocupado por Kendall, sabía que algo estaba mal con la chica, no es que Louis la vigilara o algo por el estilo, simplemente era algo que él intuía por el aspecto que tenía.

El cabello de omega era opaco, su semblante era casi pálido, sus ojos estaban apagados y su aroma...

Su aroma era lo que más le angustiaba.

Kendall no tenía ningún aroma.

Eso estaba mal por cualquier motivo, podía ser por que chica usará supresores o por que perdió a su bebé, lo cual lo angustiaba mucho.

- Kendall. - se atrevió a hablar, caminando hacia la omega.

La chica lo miró asustada y retrocedió un paso.

- ¿Qué quieres, Louis? - preguntó.

- ¿Estás bien? ¿Todo va bien con el embarazo? - preguntó lo más suave posible para no asustar a la chica.

- Eso no te importa Louis, déjame en paz y aléjate de mí. - dijo alterada.

- Tranquila - susurró el omega. - No quiero hacerte nada, solo quiero saber si necesitas algo, puedo ayudarte en lo que quieras.

- No, no puedes ayudarme. Ni siquiera puedes ayudarte a ti mismo. - dijo con la mirada baja.

- ¿Por qué dices eso? - preguntó.

- Louis, vete de aquí, tú y Harry, por favor.

- Kendall, ¿Alguien te lastimó?, ¿Lastimo a tu bebé? - insistió.

- Le harán daño al tuyo si no me haces caso. Vayanse lo más lejos posible.

- No entiendo nada. - negó.

- Solo, mantente lejos de mí, por favor. - suplicó retrocediendo más.

- Kendall.... - habló Tomlinson, pero su voz se detuvo con el sonido de su celular sonando.

La omega comenzó a sentirse angustiada, sintiendo su respiración irregular.

- ¿Aló? - dijo Louis respondiendo la llamada.

Un aire frío cruzó por la espalda del omega al escuchar la voz del otro lado de la línea, sintió que el mundo se detenía por un eternidad.

- ¿Eres Tomlinson?, olvida esa pregunta, por supuesto que lo eres. Te diré algo omega, tenemos algo que amas mucho, digamos que es como tu debilidad.

El omega paso saliva, sintiendo su corazón hundirse.

- ¿Quien habla? - susurró con miedo.

- No importa eso, ¿No quieres saber a quien tenemos?

- Si esto es una broma...

El hombre del otro lado de línea comenzó a reír, una risa rasposa, molesta.

- Nosotros no bromeamos, no nos conoces.

- ¿Qué quieren? - preguntó con un miedo consumiendo su cuerpo, comenzando a caminar hacia el estacionamiento tenía un presentimiento.

- No querido Louis, la pregunta es, ¿A quién quieres tú? - respondió el hombre.

- Por favor - suplicó sin saber que pedía.

Kendall lo siguió.

- Bien, decir por favor es un avance. Déjame decirte omega que él no es como tú.

Louis se detuvo de golpe.

Él. Harry.

- Sé que estás embarazo chico, por eso haré esto más corto para tí. - habló el hombre de nuevo.

El omega comenzó a correr, quería ver a Harry, saber que está en el estacionamiento esperando junto a su patrulla como siempre, sonriendo y con sus ojos brillantes al verlo.

Pero no fue eso lo que encontró.

- No. Por favor. - suplicó Louis llegando a su patrulla, cayendo de rodillas.

El auto estaba abierto y sangre fresca en el piso.

Él comenzó a llorar.

- Creo que ya sabés a quién tenemos, ¿Verdad? - dijo el hombre divertido.

- Haré lo que quieran, pero por favor no le hagan nada. - suplicó Louis sintiendo la sangre en sus dedos.

- Eso me gusta - susurró el hombre, sonriendo. - Te daremos una oportunidad para pelear por él, ¿Te parece?

- Si, si, lo que sea. - aceptó sin dudarlo.

El hombre rió.

- Te mandaré una dirección, tienes que venir solo, que nadie te siga. Si alguien se entera de esto, tu alfa recibirá un disparo y creeme que esta vez no voy a fallar.

Louis sollozó.

- Está bien. - aceptó.

- Demuestra que amas a este alfa chico, no queremos una decepción, sabemos todo de ti, cada persona que amas y que te rodea, cómo piensas y todo lo que haces, tenemos ojos en todas partes. Estás advertido.

La llamada se cortó.

- Dios. No. No. - sollozó el omega llorando.

Kendall sentía la culpa en su ser, mordió su labio inferior, no había escuchado mucho de aquella llamada, pero sabía lo suficiente para salir corriendo de ahí.

Y eso fue lo que hizo.

Corrió lejos de Louis.

El teléfono volvió a sonar.

El mensaje había llegado y Louis no se sentía capaz de moverse, sentía que el aire le faltaba.

Que le faltaba su alfa.

Tenía que salvarlo, necesitaba hacerlo, por él, por Harry, por su cachorro.





⚓⚓⚓











Louis sentía frío recorrer su cuerpo, donde lo citaron estaba oscuro y lo hacía sentir inseguro.

- ¿Nadie viene contigo? - preguntó un hombre.

- No, estoy solo. - respondió.

- Manos arriba. - ordenó.

Louis obedeció lentamente.

El omega sintió como aquel beta le quitaba su arma y las esposas que llevaba con él, suspiro al sentir que no le había quitado su placa de policía.

- Sígueme. - habló firme comenzando a caminar.

El castaño asintió y siguió al hombre.

Era una casa abandonada, vieja, el olor a humedad llegaba a su nariz, era casi un escenario de terror, Louis sabía que no nada bueno le esperaba ahí.

- Entra. - ordenó el beta.

Louis entro, todo era demasiado rústico y la vez elegante, era inexplicable, el aroma a madera del lugar lo tranquilizo un poco, por que se parecía al aroma de su alfa.

- Siéntate, el jefe no tarda en venir. - dijo el hombre, una vez que llegaron a una habitación solitaria, en donde solo había una mesa con armas y unas cuantas sillas. - Si eres listo no vas a intentar, hay cámaras. - informó el beta antes de irse.

Louis pasó saliva, obedeció sentándose en el lugar que le indicaron, cerrando los ojos, rogando por que todo saliera bien y que él y Harry puedan continuar su vida.

"Todo estará bien, saldremos de esto, saldremos de esto", se repetía constantemente en la cabeza.

La puerta se abrió de nuevo, creando ese escalofriante sonido de la madera.

- Hola - habló un hombre más alto, bien vestido, con joyas, una voz más gruesa y un aroma varonil - ¿Sabés quien soy? - preguntó sonriendo.

Louis negó con la cabeza.

- Lastima, yo si te conozco Tomlinson.

Louis se quedó callado una vez más, bajando la mirada.

- Permíteme presentarme. Soy Cristian. - sonrió - Cristian Simpson. - agregó.

- Brad - susurró Louis de inmediato al escuchar el apellido.

- Si, ese es mi hermanito. - dijo el hombre sonriendo, mostrando sus blancos dientes.

- ¿Por qué?, ¿Por qué me hacen todo esto? - preguntó débil.

Cristian sonrió de lado.

- Mi hermano es alguien especial, suele guardarse cada cosa con rencor, bueno, creo que eso ya lo sabes.

Louis dejó que las lágrimas salieran de sus ojos, negando con la cabeza, él era una buena persona, Harry era una buena persona, no merecían pasar por esto.

- Para que veas chico que no soy tan cruel, te dejaré ver a tu alfa. - dijo feliz el alfa.

El omega alzó la mirada, sintiendo el corazón acelerado.

Cristian salió de la habitación, para que un par de minutos después regresará con dos hombres que arrestaban a Styles.

El corazón del omega se hundió en su pecho al ver al alfa en aquel estado.

Harry cayó de rodillas en el piso, con el rostro y ropa manchados de sangre, estaba débil, se sentía cansado y agobiado.

- Harry, amor. - susurró Louis corriendo a su lado, sosteniendo al alfa en sus brazos. - Alfa, escúcheme por favor, vamos a estar bien, te lo prometo, yo te voy proteger. - sollozó pegándose al cuerpo ajeno, tratando de llenarse el aroma del rizado.

- Bonito. - susurró débil.

- No digas nada, solo necesito que te quedes conmigo, por favor. - suplico pasando con cuidado sus manos por el rostro herido del alfa. - Me prometiste que no me dejarías nunca. - susurró.

- No lo haré. - respondió.

- No, no lo harás. Te prohíbo que lo hagas, eres mi ancla, no puedes dejarme. - dijo el omega dejando un beso en los labios del alfa, sin importarle que los estuvieran viendo.

Styles sonrió débil.

- Oh, son una linda pareja, lastima que estén en esta situación. - interrumpe Cristian.

Louis se abrazó más al alfa, se rehusaba a dejar a su alfa.

- Por favor - suplicó el omega.

- Que pase mi hermano. Ustedes dos, afuera, cuiden la puerta. - ordenó el alfa a los otros dos hombres.

- Sí señor. - respondieron ambos saliendo ahí.

- Pase lo que pase Harry, te amo. - susurró Louis al oído del alfa, sintiendo las manos del alfa aferrarse a él.

- Te amo, bonito. - respondió en un susurro más débil escondiendo su rostro en el cuello del omega.

La puerta se abrió una vez más.

Brad entró confundido.

- ¿Qué es esto? - cuestionó el menor de los Simpson.

- Esto hermanito es tu regalo. Tu última oportunidad. - habló Cristian orgulloso.

Brad miró a Styles y a Tomlinson, tragó en seco al verlos en aquella situación.

- No entiendo - susurró confundido.

- Ves estas armas. - dijo el mayor señalando la mesa con armas - Puedes elegir la que quieras para matarlos, puedes matar a uno y al otro dejarlo ver como el amor de su vida se le escapa de sus manos.

Brad frunció el ceño.

- O puedes matar uno tú, y yo el otro, no sé hermano, hay muchas opciones para hacer con ellos. Puedes torturar a ambos para siempre. Lo que quieras, está en tus manos.

El menor miró la mesa, pistolas, balas, cuchillos, navajas, entre otras armas de todo tipo.

- Son todos tuyos. Igual sé que el omega siempre te ha gustado, puede ser tu momento con él. - animó Cristian sonriendo.

- Hermano siéntate. - ordenó Brad.

- Genial. Quiero ver el show en primera fila. - dijo alegre sentándose en una de las sillas.

Brad caminó a la mesa y tomó la primera pistola que vió y caminó de regreso, quedando frente a la pareja.

Los miró.

Llenos de sangre, el omega llorando aferrándose al alfa.

Los odiaba, a ambos, por qué sabía que él nunca iba tener algo así, nunca tendría un omega que marcar, que proteger, uno al cual amar.

Nadie se enamoraría de alguien como él.

Nunca tendría un omega ni un cachorro.

Nunca tendría lo que ellos tienen.

Y por eso los odiaba.

Brad le quitó el seguro al arma, haciendo al omega temblar por el sonido.

El alfa alzó su brazo, apuntando con el arma a la pareja.

- Brad, por favor, no lo hagas. - suplicó Louis.

- Vamos hermano, demuestra que eres de Dorne.

Brad apretó los dientes, sintiendo el odio y coraje recorrer sus venas.

- Mi padre me dijo una vez, si vas a cobrarte la vida de un hombre, debes mirarlo a los ojos y escuchar sus últimas palabras. - dijo Brad con enojo mirando a Louis.

- Brad, yo... - hablo el omega.

- ¿Verdad hermano? - interrumpió el alfa girándose a ver a su hermano.

Cristián soltó una risa nerviosa.

- Si, ahora acaba con ellos. - dijo el mayor.

Brad cambio la dirección del arma hacia su hermano.

- Te escucho hermano. - dijo frío apuntando hacia su hermano.

- ¿Qué? - preguntó Cristian confundido.

- Quiero saber tus últimas palabras.

- Es una broma, ¿Verdad? Vamos hermanito, no es divertido.

- Yo no estoy riendo. - dijo frío.

- ¿Vas a matar tu única familia? - cuestionó.

- Yo nunca tuve una familia. - respondió.

Cristian tragó en seco.

- No lo harás. - dijo el mayor firme, tratando de ponerse de pie para irse, pero un bala atravesó su pierna derecha, haciéndolo caer al suelo.

- No, tú no irás a ninguna parte. - dijo Brad. - Este es mi momento, mi última oportunidad, tú mismo lo dijiste.

- Brad, soy tu hermano.- habló el mayor tocando la herida en su pierna.

- Como tú no tienes últimas palabras hermano, yo si quiero que sepas algo antes de morir.

- Hermano. - susurró Christian.

- Yo maté a papá. - soltó de golpe. - Yo cambie sus pastillas por una dosis más fuerte. ¿Y sabes por qué lo hice? No lo hice por heredar Dorne, no. - dijo Brad soltando una risa sin humor. - Lo hice para librarme de Dorne, no soportaba su estúpida frase de "Demuestra que eres de Dorne." - imito - ¡Al carajo Dorne! Yo tan solo quería una vida normal y aunque lo mate nunca puede escapar de esto que soy.

Cristian se sintió asustado y comenzó a arrastrarse a la salida.

- ¡No! - gritó Brad disparando al pecho del mayor. - Me di cuenta que puedes escapar de lo que eres, pero si puedes matar al quien te convirtió en ello.

- Hermano...

- Nunca fuiste un hermano para mí y nunca lo serás. Adiós Dorne. - dijo frío, mirando a su hermano a los ojos y disparando directo al corazón.

Cristian se desplomó en el piso.

El líder de Dorne había muerto.

Brad soltó un suspiro y comenzó a reír.

- ¿Te gustó el show Louis? - preguntó Brad sonriendo.

El omega se sentía asustado, con su pecho subiendo y bajando.

- ¿No dirás nada tú tampoco? Extraño. Sueles nunca quedarte callado.

Louis bajó la mirada al cuerpo del alfa muerto y negó con la cabeza, estaba perdido.

- Dicen que el dinero puede comprar el silencio de los hombres solo por un tiempo. Una bala en el corazón lo compra para siempre. - habló Brad. - ¿Tú qué opinas? - preguntó.

- Brad, tú...

- Antes de que digas algo Louis. - interrumpió Brad sentándose en donde se había sentado su hermano anteriormente. - Quiero decir que siempre te envidie, a tí y a Styles, ustedes dos eran el recordatorio diario que yo nunca seria feliz. Pero ya no, no más, por fin seré libre. - dijo sonriendo.

- Brad, yo nunca quise...

- Cállate Tomlinson, no me obligues a dispararte en este momento. - interrumpió una vez más. - Quisiera decir también que lamento la muerte de Mendes, que él muriera nunca estuvo en mis planes.

Louis cerró los ojos una vez más.

- Lo siento por eso, supongo - susurró - ¿Tienes algo que decir ahora? - preguntó poniéndose de pie.

- Te odio - dijo Louis firme. - Vas a pagar muy caro todo lo que has hecho.

- Lo dudo - dijo Brad sonriente, apuntando hacia Louis.

Simpson estaba dispuesto a disparar cuando la puerta se abrió de golpe.

- ¡MANOS ARRIBA, POLICÍA DE LONDRES! - gritó Niall entrando a la habitación.

Simpson tiró el arma, alzando los brazos, colocándose de rodillas.

Louis suspiró con lágrimas en sus ojos y se abrazó más a Harry.

- Estaremos bien - murmuró el alfa.

- Si, alfa - respondió.

- ¿Están bien? - preguntó Kendall llegando junto a ellos.

- ¿Kendall? - susurró Louis confundido.

- Louis - respondió ella sonriendo. - Para qué estamos los omegas si no es para apoyarnos mutuamente. - dijo brindándole la mano al castaño.

Louis sonrió y aceptó la mano de la chica.

- ¿Cómo sabían que estábamos aquí? - preguntó el omega subiendo a una de las patrullas.

- Simpsons me contó todo sobre su familia, fue cuestión de analizar lo que estaba pasando para saber a donde te habían traído. - respondió Kendall.

- Gracias, por salvarnos. - susurró Tomlinson.

- Te lo debía, a los dos. - respondió ella.

Louis sonrió.

- Me siento el peor alfa de este mundo. - habló Harry a su lado.

- No lo eres Styles. - dijo Louis colocando su cabeza en el hombro del alfa. - Eres el mejor alfa que podría encontrar - susurró.

- No te protegí, ¿Qué clase de alfa son?

- Somos una pareja, no importa quien es el alfa y quien el omega, estamos para protegernos mutuamente. El que no me protegerás no te hace menos alfa.

Harry sonrió.

- Lo que se interponga en nuestro camino, lo derrotaremos, ambos, juntos - susurró Louis enlazando sus manos.

El alfa lo besó y el omega correspondió el beso sonriendo, sintiéndose a salvo una vez más.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro