XXIII
"Si morimos, moriremos, pero primero, viviremos."
✝
Estación, 7:00 pm.
- ¡Louis! - se escuchó a alguien gritar el nombre del omega.
El castaño frunció el ceño y levantó la vista del piso para mirar quien lo había llamado.
- Oh Kendall - susurró bajo algo desorientado.
- Yo quería decirte lo mucho que siento la perdida de Shawn, me disculpo por no poder ir al funeral. - habló rápido la omega, algo nerviosa.
Louis seguía con el ceño fruncido, con la mirada fría analizando a la omega, algo le decía que había algo malo con la chica.
- ¿Qué te pasó en el mentón? - preguntó él mirando el pequeño moretón en el rostro de la omega.
Kendall se puso notablemente nerviosa y tensa, comenzando a tartamudear.
- Yo... es... este... nada. - dijo nerviosa. - Un accidente. - dijo finalmente.
- ¿Quién te golpeó? - preguntó directo sin creer en la respuesta de ella.
- Nadie - susurro. - Tengo que irme.
- Espera. - habló Louis tomando a la chica del brazo.
Kendall soltó un chillido de dolor y se soltó bruscamente del toque del castaño.
- No me toques - dijo molesta.
- Kendall, ¿Alguien te ha golpeado? ¿Quién es? Puedo ayudarte. - dijo Louis suave con un poco de preocupación en su voz.
La omega negó repetidas veces con la cabeza, bajando la mirada asustada.
Las sospechas de Louis crecieron cuando se percató de un detalle muy delicado.
Kendall no desprendía ningún aroma.
- Si necesitas algo, tu bebé, bueno, el hijo de... - habló Louis confundido por aquel detalle.
- ¿Él no te lo ha dicho? - interrumpió.
Louis frunció aún más su ceño y negó.
- No necesito nada Louis. - dijo secamente.
- ¿Todo va bien con tu embarazo? - se atrevió a preguntar.
Louis pudo notar a la omega palidecer ante su pregunta.
Algo no andaba bien definitivamente.
Kendall no respondió.
- ¿Es Brad? ¿Él te tiene amenazada o algo así? - preguntó.
- Louis, no te metas en más problemas. - susurro.
- Kendall, sé todo lo que pasó. Si tú dices la verdad, él no podrá hacerte nada - explicó - Tienes que hablar.
La omega negó.
- Por favor, Shawn murió, su muerte no merece quedarse impune, necesito de tu ayuda para...
- Louis. - lo interrumpió - No la haré, me importa mas mi vida. Shawn está muerto, yo no seguiré sus pasos.
Louis tenso su mandíbula, eso lo molestó.
- ¿Vas a dejar que él se salga con la suya? - pregunto.
- Quiero vivir Louis, tú deberías de querer lo mismo. No te metas con él, no es tan débil como piensas, puede hacerte daño.
- Ya lo hizo - dijo firme. - Casi mata a mi alfa y mató a mi amigo. No le voy a tener miedo.
- Te equivocas al no tenerlo.
- ¿Qué te hizo? - preguntó Louis mirando a la omega, mirando el miedo en los ojos de la chica.
- Nada. Solo, dejalo, no te metas en su camino y él no tendría por que matarte.
- No le tengo miedo a eso - negó Louis.
- ¿Por qué? - preguntó Kendall.
- Soy policía, mi madre ha muerto, una de las personas que más quería ha muerto. Yo aprendí a morir hace mucho tiempo. - respondió.
- Tienes una familia Louis. No puedes morir - susurró.
- El que sea consciente de mi muerte, no significa que debo morir ahora. - piensalo Kendall, alguien como Simpson no puede seguir vivo y mucho menos libre, debemos hacer algo y tú tienes la verdad en tus labios, tú decides qué hacer con ella. Hablar y hacer lo correcto o quedarte callada y dejar que alguien de mierda este libre.
- No es tan fácil como crees - negó ella.
- Hacer lo correcto nunca ha sido fácil, por eso es lo correcto.
Kendall se quedó callada.
- Tú decides, pero si decides no hacer nada, solo te digo, que yo si haré algo, con o sin tu ayuda. - dijo decidido.
- Si mueres no será mi culpa. - susurró ella.
- Tal vez lo sea, tal vez no. Solo tú lo sabes, ¿No? Al parecer te sienta bien guardar secretos e ignorar la muerte.
- No puedes juzgarme sin conocerme.
- No, pero por lo poco te conozco y por lo que me has mostrado, si puedo hacerlo.
- Tú no vas a matar a Brad - negó ella.
- No, no la haré. - negó igual. - Los peores siempre viven. - susurro.
- Por favor... - suplicó ella.
- Kendall, ya te dije lo que tenía que decirte, tú debes tomar tu decisión y yo la mía. - interrumpió él - Ahora me iré a trabajar - dijo antes de darse la media vuelta e irse.
Kendall suspiró, estaba asustada.
- ¿Qué tanto hablabas con Tomlinson?. - preguntó Simpson llegando a lado del omega, apretando su brazo lastimado.
- Nada - chilló de dolor.
- Mientes. ¿No aprendiste nada? - gruñó.
Ella tembló.
⚓⚓⚓
Después de aquella platica con Kendall, al entrar en la estación lo primero que llamó la atención de Louis fue el llanto de un bebé y un aroma muy dulce, pero familiar.
- ¿Julia? - susurró para si mismo, mirando a su alrededor, sus ojos se fijaron en una figura muy familiar, sonrió y sin dudarlo caminó hacia allá.
- ¡Louis! - gritó la chica dándose la vuelta, sonriendo, con su bebé en brazos, ella lucía radiante, sus ojos brillaban y su piel igual, su cabello era lindo, perfecto y se mantenía delgada, ni siquiera parecía que hubiera estado embarazada tiempo atrás.
Espero verme la mitad de bien de ella cuando tenga a mi bebé, pensó.
- ¿Cómo sabías que era yo? - preguntó él sonriente.
- Te conozco desde tu primer celo, reconozco tu aroma en cualquier sitio. - dijo orgullosa - Apuesto que tu amiguita Camila no puede hacer eso. - agregó sonriendo.
Louis rió.
- Yo también reconocí tu aroma. - dijo alegre. - Y Camila es genial.- defendió.
- Si, pero no más que yo. - bromeó.
Ambos rieron.
- Ella va a escucharte. - susurró.
Julia sonrió.
- ¿Y por qué estás aquí? - preguntó Louis sin dejar de mirar al bebé en brazos de sus amiga, el cual ya había parado de llorar.
- Vine a ver a Niall - respondió.
- Oh, claro, se me hacía raro que vinieras por mí - dijo Louis fingiendo estar ofendido por ello.
Julia rió.
- Tenía tiempo sin verte, ya hasta alfa tienes. - comentó ella mirando la marca en el cuello del chico.
El omega se sonrojó.
- Si, tú ya tienes un bebé en brazos. - contraatacó.
- Tú ni tardas en tener uno igual. - defendió señalando el vientre de Louis con sus ojos.
Louis cubrió su estómago con sus manos.
- ¿Cuándo pensabas decirme? - preguntó ella.
- Pensaba decírtelo pronto. - susurró - Solo que estos últimos días no fueron muy buenos para mi.
- Oh si, Niall me comento un poco de eso. Siento lo de Shawn, era un buen chico, me agradaba. - dijo ella en voz baja.
Louis asintió.
- Ha sido algo muy difícil para mí.
Julia sonrió nostalgia.
- ¿Y vas a presentarme a tu alfa? - preguntó tratando de desviar un poco el tema.
- Él debe de estar ahí fuera esperando. - dijo sonriente, ladeando la cabeza, dejando ver un poco más su marca.
- Adorable. - susurró ella - Debe ser un buen alfa, se ve que te tiene muy feliz. - comentó.
- Si, hace un buen trabajo. - asintió él, con sus mejillas aún más sonrojadas.
- Tus ojos brillan, eso es hermoso. - suspiró la chica feliz.
- Mentirosa. No me brillan - susurró.
- Si, lo hacen cuando piensas en él. - insistió.
Louis rodó los ojos sin dejar de sonreír.
- Me encantaría quedarme a discutir sobre mis ojos, pero debo ir a trabajar.
- Adelante, ve con tu hombre. - dijo Julia riendo.
- Tonta - murmuró el castaño.
- ¡Escuche eso! - gritó ella sin dejar de reir. - ¡Te espero en mi casa para la fiesta de mi bebé! - agregó al ver a Louis darse la vuelta e irse.
- ¡Claro, yo te llamo! - respondió girando su rostro, viendo a su amiga encima de su hombro.
Sonrió una vez más y llevó la mano inconsciente a su estómago.
"Ya quiero que nazca cachorro", pensó para él mismo, curvando un poco más sus labios, deseando ya tener a su bebé en sus brazos y en los de su alfa, pero aún faltaban seis meses.
Pero el tiempo pasa muy rápido, ¿no?
⚓⚓⚓
Domingo.
Louis estaba preocupado, no, más que eso, tenía ese sentimiento de angustia le consumía el pecho cada día más.
El tiempo pasaba y él no había podido hacer nada contra Simpson.
Payne entendía su situación, pero él no podía arrestar a Simpson sin ninguna prueba o testimonio y eso lo estaba volviendo loco.
Pero por otro lado, su vida no iba tan mal, de hecho, todo con Styles iba de maravilla y eso era lo único que lo mantenía cuerdo, con los pies en la tierra y con ganas de seguir adelante con su vida.
Justo en esos momentos Louis y Harry estaban en la cama, el omega tenía su clásica camiseta grande para dormir puesta, solo que ahora estaba un poco alzada por la mano del alfa que estaba bajo ella acariciando su estómago, dibujando líneas imaginarias y caricias tiernas, llenas de amor.
Pero acariciar su estómago no era lo único que hacía el alfa, si no que también estaba admirando cada detalle del fino rostro del omega, aunque lo hacía todos los días, él no se cansaba de hacerlo.
Harry nunca se cansaría de admirar el rostro de Louis.
- Deja de mirarme así. - susurro el omega sonrojado.
- ¿Por qué? - preguntó acercando su rostro al del castaño.
- Parece que me quieres comer - bromeó.
- Oh, vaya que quiero hacerlo - susurró ronco.
Louis mordió su labio inferior y miró al alfa.
Harry lucía hermoso.
Aún con el cabello un poco alborotado, con sus rizos despeinados, él lucía perfecto, más con su camiseta desabrochada por completo que dejaba ver su torso desnudo y sus tatuajes.
- Tal vez deberías hacerlo. - susurró coqueto el omega moviendo su caderas pegadas al colchón, el alfa bajo su mirada al cuerpo el omega.
- Eres alguien que le gusta jugar con mi cordura, ¿No? - preguntó el rizado sacando su mano debajo de la comida del omega.
- Un poco - murmuró sonriendo victorioso.
- Mi omega me vuelve loco. - susurró entrelazando su mano con la de Louis.
- Mi alfa está loco por sí solo. - dijo divertido.
Harry rió y miró el tatuaje de soga que tenía el omega en su muñeca, sonrió aún más al ver que encajaba con su tatuaje de ancla.
El alfa dejó un beso en aquel tatuaje y Louis no pudo evitar sonreír en grande.
El omega acercó su labios a la mano del alfa que estaba entrelazada con la suya y besó el ancla dibujada en la muñeca del rizado.
- ¿Nos vamos a besarnos nuestros tatuajes complementarios? - preguntó el alfa divertido.
- No es mala idea. - susurró el omega sonriendo. - Pero creo que estarías más cómodo entre piernas, ¿No? - dijo coqueto abriendo sus piernas que el alfa se acomodará entre ellas.
Harry sonrió de lado, dejando ver uno de sus hoyuelos.
Louis suspiro por aquella imagen.
- No puedo negarme a una invitación así. - susurró ronco antes de moverse para colocarse entre las piernas de su omega.
- Ya extrañaba verte esa posición. - jadeo Louis acomodándose para recibir mejor al alfa entre sus piernas.
- Y yo extrañaba estar aquí. - gruñó Harry apretando uno de los muslos del omega. - Creo que nací para estar entre tus piernas. - comentó divertido.
- Técnicamente, si naciste para eso.
Ambos rieron.
- Me tienes muy abandonado. - ronroneó el omega jalando de la camiseta del rizado para acercar sus rostros.
- Podría decir lo mismo. - susurró Harry antes de unir sus labios.
Ellos amaban besarse.
Los besos de Harry bajaron a su cuello como siempre, era la debilidad de ambos, el omega jadeaba al sentir sus clavículas ser besadas y el alfa amaba escuchar los jadeos de Louis.
- Amo tus clavículas, son como mi hogar. - comentó Harry dando una pequeña mordida en la zona.
Louis jadeo y enredo sus piernas en la cadera del alfa.
- Alfa. - gimió alto.
En cualquier momento comenzaría a lubricar, lo sabía.
Las manos de Harry terminaron en las caderas de Louis, pegándose más a él.
- Siento esa necesidad de siempre estar marcandote, en todos lados, que todos sepan que tienes alfa, que me tienes a mi. - confesó Harry dejando marcas en el cuello de su chico.
- Tengo a tu cachorro creciendo en mi. ¿Eso no es suficiente? - dijo sonriendo.
- Cuando nazca el bebé, te volveré a embarazar. - gruñó.
Louis ronroneó complacido con eso.
- Podemos ir practicando si quieres. - susurro el omega pasando sus mano por el torso del alfa.
Harry jadeo.
- ¿Cuándo es tu celo, alfa? - preguntó.
- En unas semanas, tal vez días. No tengo celos muy regulares. - respondió.
- ¿Y vas a querer que te ayude? - preguntó Louis en su susurro.
Harry detuvo sus marcas y levantó su rostro con ayuda de sus manos, para mirar al omega.
- Por supuesto que sí, aunque si tu no quieres, lo entenderé, puedo pasarlo solo, pensando en ti. - comentó.
Louis rió.
- Pervertido - susurró sin dejar de reír. - Quiero ayudarte, siempre. - agregó.
- Siempre - repitió Harry volviendo a su labor en el cuello del omega.
Louis jadeo, amaba estar así, podría quedarse así por el resto de su vida, con Harry encima de él, entre sus piernas, marcándolo, amándolo, protegiéndolo.
- Bonito. Amor. - gruñó.
- Alfa. - jadeó.
Y ellos hubieran podido seguir así todo el día si el teléfono no hubiera sonado en ese momento.
Louis suspiró molesto, pero Harry ni se inmuto con el sonido y continuó con lo suyo.
El omega se estiró lo más que podía para alcanzar el teléfono que estaba sobre su mesa de noche, junto a su cama, sonrió cuando lo logró con éxito.
- ¿Hola? - respondió mordiendo su lengua para no gemir.
- Louis - se escuchó una voz tierna del otro lado de la línea. - Soy Valeria, solo queria queria oir tu voz, como no has podido venir a verme, decidí llamarte. - explicó la niña.
Louis abrió los ojos y regaño mentalmente por haber olvidado a la niña.
- ¿Cómo lograste llamarme? - preguntó curioso.
- Soy buena haciendo berrinche. - dijo divertida riendo. - No deje de gritar que quiera hablarte, hasta que Maggie, la directora del refugio accedió a dejarme llamarte. - explicó orgullosa.
Louis rió y empujó al alfa para separarlo de su cuello, pero este se negó a dejar su zona favorita.
- ¿Ya estás mejor? - preguntó preocupada. - Te extraño, sé que no has podido venir a verme, lo entiendo, no te preocupes. Yo te esperaré el tiempo que sea. - dijo.
Louis sonrió.
- Pero dile a la directora que tú vas adoptarme para que no lleven de aquí y yo pueda esperarte. - suplicó.
- Voy para allá pequeña - susurró.
Harry se detuvo y miró al omega con el ceño fruncido.
- ¿De verdad? - preguntó con emoción en su voz - No es necesario, solo necesito que digas que no me den a nadie, para poder esperarte aquí.
- Iré a verte, no tardó. ¿Si? - insistió.
- Claro - chilló de emoción la pequeña.
- Te veo en unos minutos.
- Si, si. Adiós Lou. - dijo feliz.
- Adiós, Vale. - susurró él antes de que se cortara la llamada.
- Supongo que será otro día. - comentó Harry en un tono neutro.
- Iré a ver a nuestra pequeña. Te lo compensare, ¿Si? - dijo Louis acariciando el rostro del alfa.
- Claro que lo harás. El día de mi celo te voy a destrozar, tenlo por seguro. - gruñó apretando la cadera del omega.
Louis jadeo.
- Puedes destrozarme hoy en la noche. - propuso.
- Puedo destrozarte ambas veces. - respondió orgulloso.
- Tonto. - susurró Louis separándose del alfa. - ¿No vienes conmigo? - preguntó.
- Iré con mamá, sino lo hago ella va a creer que la deje para siempre. - dijo sonriendo.
Louis rió.
- Va odiarme. - comentó el omega divertido.
- No, ella te ama.
Louis asintió, porque sabía que Harry no mentía.
⚓⚓⚓
Valeria había saltado de felicidad cuando lo vio entrar y no dudó en abrazarlo muy fuerte y decirle cuánto lo había extrañado, Louis se sintió más que amado por ella.
- Vino una amiga tuya a verme, ella me explicó todo, siento mucho lo de tu alfa y lo de tu amigo. - susurró.
Louis sonrió débil.
- Ya estoy mejor. - susurró no muy convencido.
- Ella dijo que tu amigo era un héroe.
¿Es verdad? - preguntó con inocencia.
Louis asintió.
- Si, Shawn era uno.
Valeria bajo la mirada.
- Me hubiera gustado conocerlo - dijo triste. - Él te salvó, a tí y a tu alfa, eso fue valiente. - agregó.
Eso causó algo en el pecho del omega.
- Si, él era muy valiente.
- El hombre que le hizo eso a Harry, ¿Ya está muerto? - preguntó ladeando la cabeza.
- No, pero yo me encargaré que pague lo que hizo.
Valeria negó y miró a Louis, había miedo en los ojos de la pequeña.
- Tú no eres ese tipo de héroes. No quiero que seas uno. Los héroes hacen cosas estúpidas, y mueren. Yo no quiero perderte, por favor. - suplicó.
- No me vas a perder.
- Tu amiga dijo que no puedes adoptarme si algo malo pasa de nuevo, que tú tienes menos probabilidades de tenerme. - dijo triste.
- Bueno, si es algo difícil, pero...
- Ella me dijo que quería adoptarme. ¿Es buena? ¿No me va a lastimar? - preguntó.
Louis rió y negó con la cabeza.
- Camila no le haría daño ni a una mariposa.
- Si ella es buena, ¿Podría irme con Camila?
- ¿Quieres que ella te adopte? - preguntó algo dolido por la idea.
- Tú me quieres, quieres adoptarme y cuidarme, pero a la ley no le importa eso, solo le importa tu empleo, tu pareja y tu fertilidad. Es estupido. Ellos no van a darme a tí, por que no eres adecuado para mi. - dijo desanimada.
- Valeria, sé que no es justo, pero...
- Si tu amiga me adopta, tú serías como mi tío, ¿No? - preguntó con emoción. - Nos vamos a seguir viendo y queriendo, ¿Verdad?
- Claro. Nada cambia mi amor por ti, linda.
Valeria asintió feliz.
- Muchos niños dicen que yo le haría daño a tu bebé y que por eso no van a dejar que me adoptes. - comentó - Pero te juro que yo nunca le haría daño tu bebé, nunca, no se de donde sacaron eso, ese bebé iba a ser como el hermanito o hermanita que nunca tuve.
Eso le dolió a Louis.
- No soy mala Lou, no lastimaría a tu bebé. - insistió.
- Lo sé pequeña, no creas todo lo que ellos te dicen. Sé que no le harías daño a nadie, eres como Camila, eres buena.
Ella sonrió.
- Tú me crees, eso me basta. - dijo feliz - ¿Camila será mi mami? ¿Me va a querer? - preguntó con sus ojos brillando de ilusión.
Louis sonrió con nostalgia.
¿Cómo alguien podía hacerle daño a un ángel como ella?
¿Cómo podía decirle que era mala?
¿Qué tienen en la cabeza esa gente?
- Ella va a amarte. - aseguró.
La niña sonrió.
- ¡Y tú serás mi tío Louis! - dijo alegre abrazando al omega.
Él sonrió y la abrazó igual.
⚓⚓⚓
Al regresar a su departamento, el alfa lo recibió con una gran comida hecha por él y obviamente una gran rosa, algo que hizo que el corazón del omega se acelerará de alegría.
Y ahora Louis estaba a horcajadas sobre el regazo del alfa, con sus brazos alrededor del cuello, besándose, mientras que el alfa no podía quitar sus manos de los muslos del omega, apretandolos.
- ¿Cómo te fue con la niña? - preguntó el alfa en susurro contra los labios del omega.
Louis suspiró.
- Camila quiere adoptarla - susurró.
- Pero tú quieres adoptarla, ¿No? - dijo Harry confundido.
- Si, pero sabemos que es casi imposible que nos la den a nosotros.
- Por qué somos policías. - susurro el alfa.
Louis asintió.
- Si Valeria quiere ir con Camila, está bien, prefiero eso a que se la den a una familia que no la vaya a cuidar bien.
Harry asintió igual.
- Y tú, ¿Qué hiciste todo el día? - preguntó haciendo movimientos con sus caderas contra la entrepierna del alfa.
- Fui con mi mamá. - respondió con dificultad por los movimientos del omega. - Fui a checarme la herida de la bala. Y te hice la comida.
Louis sonrió complacido por ver como un simple movimiento suyo afectaba al alfa.
- Voy a matar a Simpson por hacerte eso, lo juro. - susurró Louis desabrochando la camisa del alfa acariciando su torso, llegando a la marca de la herida de la bala.
- No quiero que nada malo te pase.
Louis sonrió.
- Te tengo a tí, nada malo va a pasarme. - respondió.
- Eres muy valiente, ¿Lo sabías? No le temes a la derrota ni a la muerte. - dijo el alfa, colocando sus manos en las caderas del omega para guiar sus movimientos.
- El hombre que teme a la derrota ya ha sido derrotado. - dijo con una sonrisa en su rostro.
Harry sonrió.
- Creo que eres más valiente que yo. - comentó el alfa riendo - Tal vez somos más diferentes de lo que pensamos. - agregó.
- Podemos ser tan diferentes como el sol y la luna, pero la misma sangre fluye a través de nuestros corazones, nuestros lobos se aman, como yo te amo a tí. Te necesito, por qué tú me necesitas. - dijo Louis antes de besarlo una vez más.
- Si algo te pasa, mi bonito, me muero. - susurró Harry.
El omega lo siguió besando con una sonrisa en sus labios.
- Eres mío. Mío, como yo soy tuyo. Y si morimos, moriremos. Todos los hombres deben morir, amor. Pero primero, viviremos. - dijo Louis mirando a los ojos a su alfa.
Ellos se besaron una vez más.
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