XIII
"La gente aprende a amar sus cadenas"
✝
Paz.
Tranquilidad.
Hogar.
Louis despertó, abrió los ojos lentamente, respirando paz, el aroma del alfa impregnado en su piel y en el ambiente, un fuerte brazo rodeando su cintura, sosteniéndolo firmemente contra el cuerpo ajeno, con su espalda pegada al pecho del otro y la tranquilidad que sentía su omega de estar así.
Lastima que no pude estar en esos brazos por mucho tiempo.
El omega se giró lentamente para mirar el rostro de Styles, no pudo evitar sonreír al ver el relajado rostro del alfa, con los ojos cerrados, podía sentir la respiración tranquila chocar en su rostro.
Louis trago en seco, tomó el rostro del alfa entre sus manos y le dio un casto beso en los labios, el sabor salado y dulce de los labios ajenos combinándose con el suyo, haciendo a su corazón latir con fuerza por la emoción.
Sonrió nostálgicamente separándose de Harry, saliendo de la cama con movimientos suaves para no despertar al alfa.
Styles se movió acomodándose mejor en la cama, sin abrir los ojos y sin sospechar que se había quedado solo.
Louis tomó su ropa rápidamente, colocándosela lo más rápido posible, sin hacer demasiado ruido.
No quería irse, pero tenía que hacerlo.
El omega se asustó un poco cuando miro la cantidad de mensajes y llamadas perdidas que tenía de parte de Camila.
Su amiga estaba preocupada por él.
Antes de salir de la habitación Louis camino a la cama y le dio un beso en la frente a Harry, en forma de despedida.
Con la poca dignidad que le quedaba salió de ahí, sin mirar atrás, lo último que quería era arrepentirse de lo que pasó la noche anterior o peor aún, querer repetirlo.
Louis tomó su teléfono y decidió llamar a Camila, antes de que la chica lo fuera a buscar a su departamento o que sus ganas de golpearlo aumentaran.
Uno, dos, tres timbres del teléfono y la voz de la omega alterada se escuchó del otro lado de la línea.
- ¡¿En donde carajos estas?! - gritó Camila.
Louis intentó no reír mientras bajaba por las escaleras del hotel.
- Tranquila. Estoy bien - fue lo único que pudo responder el omega sin que la risa escapara de su garganta.
- ¿Estás bien? Por dios. ¡¿QUÉ PASA CONTIGO?!, por un momento creí lo peor, por ejemplo, que te habían secuestrado para vender tus órganos.
Louis rió esta vez.
- Eres una dramática - respondió saliendo del hotel y comenzando a caminar.
- ¿Dramática yo? - preguntó indignada la chica. - Desapareciste de la fiesta sin avisar. Eres omega y estás en cinta, ¿Cómo quieres que no me preocupe?
- Ya te dije que estoy bien - gruñó Louis.
- Si, pues no me importa - dijo molesta.
- No te enojes - rió el omega.
- ¿En dónde te metiste?. Te llamé a tu departamento y tampoco respondiste, es obvio que dormiste ahí.
Louis tragó en seco.
- Larga historia - susurró - ¿Cuál era la urgencia por localizarme? - desvió el tema.
- Necesitas ir a una revisión, por lo de tu embarazo, para checar que todo esté bien. Ya hice una cita con el doctor, la cual es en dos horas, así que mueve tu trasero. Te quiero en mi casa en menos de una hora, Tomlinson - advirtió.
Louis sonrió.
- Bien. Ahí estaré - susurró.
- Y ni crees que se me olvida. Me debes muchas explicaciones - dijo Camila divertida.
Louis rió incómodo.
- Te veo en unos minutos amigo, adiós - se despidió la chica.
- Adiós - susurró Louis dando por terminado la llamada.
Louis suspiró y apresuró el paso.
Él le debe una larga explicación a su amiga.
⚓ ⚓ ⚓
- Hola - susurró Louis en el umbral de la casa una vez que la puerta se abrió.
- Hola - respondió Camila con los brazos cruzados y una ceja levantada, esperando alguna explicación.
- ¿Nos vamos? - preguntó Louis inseguro.
La omega rodó los ojos y asintió, tomó su bolso y salió de su departamento.
- ¿En dónde estabas? - preguntó Camila una vez que comenzaron a caminar.
El omega pasó saliva y desvió su mirada hacia el piso.
- En ningún lugar importante - susurró.
- Claro - murmuró Camila mirándolo - ¿Me crees estúpida acaso? - preguntó molesta.
- ¿Qué?, no - susurró él negando con la cabeza, esquivando la mirada furiosa de su amiga.
Camila soltó un pesado suspiro.
- Estabas con él, ¿verdad? - susurró más tranquila.
- No - mintió.
- ¡Vamos Louis!, ¡Apestas a él! - gritó deteniendo sus pasos.
Louis se detuvo igual y alzó su mirada.
Camila estaba con el entrecejo fruncido y sus ojos fijos en él.
- Bien - suspiró el omega - Si, estaba con él - admitió.
- ¿Por qué? - preguntó ella suavizando un poco su mirada.
- Por qué...
- ¿Pasaron la noche juntos? - interrumpió.
Louis mordió su labio inferior y asintió con los ojos cerrados, esperando el regaño por parte de su amiga.
- Louis - susurró acercándose a él - ¿Por qué lo hiciste?, creí que querías alejarte de él.
- No puedo Camila - susurró - Lo intento pero no puedo, es como un imán, atrayéndome a él siempre, con una fuerza que no puedo controlar - sollozó.
Lágrimas comenzaron a salir de sus ojos azules.
- Lo necesito, mi omega lo necesita cerca. Cada vez que estamos cerca no puedo evitar tocarlo y sé que él siente lo mismo.
Camila lo miró e hizo una mueca con los labios y lo abrazó.
- Está bien. Tranquilo, lo entiendo - susurró ella - Tú en realidad no querías cambiar de compañero, ¿verdad? - preguntó.
Louis negó con la cabeza.
- Solo lo hiciste por que yo te lo dije - afirmó ella, sintiéndose culpable por ello.
- No quería decepcionarte y por eso pedí el cambio de compañero. En realidad alejar de esa manera a Styles no estaba en mis planes y ahora creo que mi omega es el afectado con todo esto.
- Lo siento tanto, Louis. Es culpa mía. Yo y mis tontas ideas.
- No Camila - negó. - No es tu culpa, nada esto lo es, tú sólo estás siendo la mejor amiga que puedo pedir en estos momentos.
Camila sonrió.
- Lo amo tanto - sollozo limpiando sus lágrimas - Anoche. Te juro que no lo planee o algo por el estilo, solo paso.
- ¿Qué sucedió exactamente? - preguntó.
Louis tragó saliva.
- Él y yo...
- Basta Lou - interrumpió Camila - No tienes que decirme nada, creo que es obvio.
Louis hizo una mueca con los labios.
- No te estoy juzgando - habló de inmediato la omega al ver la cara de su amigo - Es tu alfa, lo entiendo.
- Él me abandonó - susurró.
Camila negó.
- No lo creo. ¿Cómo fue que terminaron juntos anoche?
- Bueno - susurró Louis - Ya era noche y me harte de la estúpida fiesta, así que me fui de ahi y él fue detrás de mí.
- ¿Y después? - inquirió la omega.
- Él me dijo que era muy noche para ir a casa y que sería mejor ir a un hotel y acepte - susurró avergonzado - Al inicio el intento dormir en un sillón incómodo y eso me conmovió, así que lo invite a dormir en la cama conmigo y paso lo que tenía que pasar.
Camila sonrió de lado.
- Esta bien, supongo - susurró ella insegura - Si sus lobos se necesitan, va ser inevitable que no estén juntos. Además, ustedes se aman, ¿no?
- Yo lo amo, pero él...
- Perdón por interrumpirte, pero yo creo que él igual te ama.
- Pero él me engañó con Kendall, cuando ya me había marcado. No puedo perdonarle eso - susurró triste.
- Louis... - susurró Camila - ¿No has pensando que Kendall puede estar mintiendo? - preguntó insegura.
- ¿Mintiendo? - repitió.
- Si, osea... Styles y tú tienen una unión muy grande, no creo que él fuera capaz de hacer eso. Ella puede mentir.
- ¿Mentir sobre su bebé? Eso es muy grave, no la creo capaz de hacer algo así - negó el omega.
- Puede ser una opción - murmuró la chica encogiéndose de hombros.
- No. No intentes defender a Styles.
- No lo defiendo, solo digo que es una opción.
Louis se quedó callado.
¿Podía ser posible?
¿Qué tal si Styles nunca lo hubiera engañado?
Ellos podrían estar juntos de nuevo.
Con su bebé.
Felices.
El omega sacudió aquellos pensamientos de su mente, no quería hacerme más ilusiones y terminar mas roto de lo que ya se sentía.
- No quiero pensar eso - murmuró.
- Está bien - asintió Camila - Tenemos que ir a una cita, futuro padre - animó.
Louis sonrió y asintió.
- Vamos - susurró la omega y comenzó a caminar.
El omega la siguió.
Ir a consulta médica de control de embarazo era algo que normal hacían alfa-omega, pero claro, Louis no podía hacer eso.
El omega trato de no ponerse triste al ver las parejas enamoradas en la sala de espera, emocionadas y alegres.
En ese momento le encantaría estar con el padre de su hijo, pero bueno, era algo imposible.
- Louis Tomlinson - anunció la enfermera.
El omega se tenso y se levantó de su lugar junto con Camila y entraron al consultorio.
Era un doctor joven, de alrededor de unos veinte, tal vez treinta años máximo, pero atractivo, de ojos azules y cabello castaño.
- Louis Tomlinson, ¿verdad? - preguntó el doctor sonriente.
- Si - asintió.
- ¿Viene con su pareja? - preguntó confuso el hombre.
- No, ella es mi amiga.
- De acuerdo - murmuró el doctor sin querer incomodar al omega. - ¿Cuánto tiene de embarazo? - preguntó.
- Más de un mes, creo, ¿Dos meses? - respondió inseguro.
- ¿No sabe cuánto tiene de embarazo? - preguntó asombrado el doctor.
Louis negó avergonzado.
- Está bien. Le mandaré hacer unos análisis de sangre, que nos dirán cuánto tiempo tiene con exactitud, no se preocupe.
- Gracias. - susurró.
- Tengo que hacerle esta pregunta, perdón si lo incómodo - habló el médico con absoluta calma.
- Está bien.
- ¿Tiene pareja estable? - preguntó en un susurro.
- Si, bueno, algo así - susurró inseguro.
- Bien - murmuró el hombre - ¿Está marcado? - cuestionó.
Louis asintió.
- ¿Puedo ver su marca?
- Si - susurró Louis moviendo un poco su camisa para que el hombre pudiera ver la marca.
El doctor se acercó a él e iluminó la marca con su pequeña linterna de mano.
- Él que lo marcó es su pareja destinada, ¿Verdad?
- Si. - respondió.
- Bueno, estar marcado es una gran ventaja - sonrió el hombre.
- ¿Cómo supo que fue mi pareja destinada y no otra persona la que me marcó? - preguntó el omega curioso.
- Las marcas tienen un tono en específico para identificar cuando es una marca temporal, unión forzada o unión verdadera y permanente, como la suya.
Louis no pudo evitar sonreír.
- Además, cada vez que un alfa reabre la marca es por qué quiere hacer más fuerte su unión a su omega. Así es más difícil que su unión se rompa.
Louis tragó seco.
Styles había reabierto la marca dos veces.
- ¿Mi marca no puede ser borrada? - preguntó algo asustado y feliz a la vez.
- No lo creo. Muy difícilmente, sería muy peligroso para usted.
El omega respiró profundamente, controlando el grito de frustración de su garganta.
Estúpido Styles.
Ahora no podría eliminar la marca.
- Supongamos doctor, que mi alfa quiere marcar a alguien más. ¿Podría hacerlo?, ¿Qué pasaría conmigo? - preguntó asustado ante la idea de Styles marcando a Kendall.
- Él no podría hacerlo - negó con simpleza - Por lo mismo que son destinados y usted está marcado. Al momento que él intente marcar a alguien mas su alfa no se lo va a permitir y si lo hace, usted va a sufrir un dolor muy fuerte, que le puede provocar un aborto espontaneo, pero su marca queda intacta.
- ¿Aborto? - susurró asustado con la voz temblorosa.
No. Él no quería que eso pasara.
Harry no podía marcar a Kendall.
- El dolor puede ser muy grande, más cuando la marca ha sido reabierta varias veces.
Louis quería llorar en ese momento.
- ¿Y qué pasaría con la otra omega? - pregunto débil.
- Nada. Simplemente no es marcada, se hace un leve moretón en su cuello, pero desaparece casi al instante.
- Así que el único afectado sería yo - afirmó.
- No - negó el doctor. - Ambos. Están unidos, él va a sentir dolor igual.
Lagrimas traicioneras comenzaron a salir de sus ojos.
- ¿Todo está bien? - preguntó el doctor preocupado.
- No - sollozó - Mi pareja y yo estamos separados.
- Oh. Eso no es muy bueno - negó el doctor en un susurro - Su omega necesita atención de su alfa, para que el embarazo sea mas pasajero.
Louis sonrió nostálgico.
- Voy a estar bien - susurró limpiando sus lágrimas, sintiendo la mano de Camila en sus espalda, tratando de controlarlo.
- Debe de venir a revisión una mes al mes, los dos primeros trimestres del embarazo. En el último trimestres tiene que venir dos veces al mes, por lo mismo que la fecha al parto es más cercana.
- Está bien doctor.
- Le daré la solicitud para los análisis de sangre.
Louis asintió y tomó la mano de Camila con fuerza.
Ese miedo de perder a su bebé estaba presente en su pecho y dudaba mucho que fuera a desaparecer.
- ¿Qué haré Camila? - preguntó asustado cubriendo su rostro con sus manos, una vez que salieron del consultorio.
- Todo estará bien Louis. Oíste al doctor, Styles no podría marcar a Kendall.
- Si, también escuche que dijo que podría abortar a mi hijo, si Harry intenta hacerlo. No quiero perder a mi bebé, es lo único que tengo - sollozó.
- Tranquilo, no eso no va a pasar - susurró ella - Tienes que decirle a Harry que estás embarazado, para que él no cometa semejante estupideces.
Louis negó.
- No puedo hacerlo. No quiero que sepa.
- Si quieres que tu bebé viva, debes hacerlo.
- Seré un fracaso de padre - susurró triste.
- No lo serás. La omega de Niall puede darte consejos de maternidad - animó.
Louis sonrió.
- Cierto. Creo que hablar con Julia me ayudaría mucho - susurró un poco más animado.
- Bueno amigo. Es Domingo, tú es tu día libre, creo que debes ir a descansar a casa.
- Si - sonrió.
⚓⚓⚓
Camila lo llevó hasta la puerta de su edificio, despidiéndose de un dulce beso en la mejilla y un fuerte abrazo.
Definitivamente Camila era la mejor amiga que podía tener.
La respiración de Louis se atoró en su garganta al llegar al piso que correspondía a su departamento.
Ahí estaba él.
Harry.
Styles estaba sentado en el piso, frente a su puerta, con las piernas cruzadas y un cigarrillo encendido en sus labios.
Louis cerró los ojos, respiro hondo y caminó hacia su departamento.
- ¿Dónde estabas, bonito? - preguntó con la voz ronca, expulsando el humo por su boca.
El omega trago en seco, su mirada chocó con la de Harry, el olor a tabaco removió algo en él.
Tabaco, ahora no. No por mi bebé, pensó.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó Louis cruzándose de brazos con su mirada baja hacia Styles.
- No lo sé. Tal vez vine a buscar a mi omega que me dejó abandonado en una habitación de hotel, sin nisiquiera despedirse - hablo sarcástico, levantándose del suelo.
Louis rodó los ojos.
- Número uno, no soy tu omega. Número dos, no te abandone, nunca prometí quedarme, ¿O si? Y número tres, apaga ese cigarrillo.
- ¿Por qué debo hacerlo? - cuestionó expulsando más humo de sus labios.
- Por qué no quiero ese horrible olor aquí.- mintió - Ahora. Quítate, quiero entrar a mi casa - gruñó empujando al alfa.
Harry rió despacio y tiró el cigarro, apagándolo con la suela de sus zapatos.
- Quitarme si puedes - retó divertido.
- Jódete Styles. No soy para tus juegos - gruño de nuevo, intentando apartar al alfa de la puerta de su casa.
En un movimiento rápido, Harry acorralado al pequeño omega entre la puerta y su cuerpo, Louis soltó un gemido sorprendido.
- Dices no ser mi omega, pero tus ojos brillan al verme - susurró Styles acercando su rostro al rostro ajeno.
Louis tragó en seco y su corazón se acelero.
- Déjame en paz - susurró.
Las manos de Styles se colocaron en la cintura de Louis y pegó más su cuerpo a él.
- ¿Qué me escondes bonito? - susurró acercando su nariz al cuello del castaño.
Louis abrió los ojos sorprendido y sus piernas temblaron.
- Nada - mintió.
- Nada - repitió Harry inseguro en un gruñido contra su piel.
- Harry, yo... - susurró.
- Te necesito - interrumpió Harry - Tú eres mi omega, no quiero a nadie más que no sea tú.
Kendall puede estar mintiendo.
Tienes que decirle a Harry que estás embarazado.
Louis alzó su mirada y de nuevo vio los ojos jade del alfa, aquellos ojos en los que podía perderse por horas.
- Bésame - pidió el omega.
Harry sonrió y lo besó.
Louis sonrió, tomó el rostro del alfa entre sus manos, se levantó de puntas sobre sus pies y siguió el beso con fuerza y pasión.
Los minutos pasaron lentamente para ellos mientras se comían la boca entre ellos, en besos largos y fuertes.
Harry fue el primero en separarse, recargando su frente en la frente del omega, respirando agitadamente, al igual que el castaño.
Louis tomó las llaves y con dificultad las colocó en la cerradura de la puerta, sin decir nada, se dio la vuelta y abrió la puerta del departamento.
El omega se quedó de pie, mirando a Styles, debatiéndose entre lo que debía o no hacer.
Mandando todo a la mierda tomó al alfa de la camisa y lo jaló al interior del departamento, cerrando la puerta de un golpe y una vez más unión sus labios a los del más alto, disfrutando el sabor de sus labios.
Harry terminó sentado en el gran sofá, en aquel en el que tantas veces habían estado juntos, con Louis sentado a horcajadas en su regazo, devorando sus labios.
- Dios. Eres tan caliente - susurró Harry acariciando la piel del abdomen del omega debajo de la camisa.
Louis se sonrojó.
- Alfa. Necesito que me prometas algo - susurró sin soltar el rostro del alfa.
Harry lo miró.
- Dime - respondió.
- Necesito que me prometas que no vas a marcar Kendall ni nadie más, por favor.- suplicó con la voz débil.
- Yo...
- ¡Promételo! - pidió de nuevo - Si no lo haces, te puedes ir olvidando de mi. Te juro Styles, que si tu intentas marcarla a ella o alguien más, no vas a volverme a ver en tu vida. ¿Eso quieres?, ¿Quieres alejarte de tu omega? - preguntó mirándolo fijamente a los ojos.
Harry cerró los ojos y negó con la cabeza.
Louis sabía que estaba mal lo que hacía, estaba chantajeando al alfa, pero estaba desesperado, necesitaba saber que Harry no haría algo así.
Necesitaba saber que su bebé estaría a salvo.
- Te lo prometo - susurró apretando las caderas de Louis.
- No es una broma Harry, de verdad necesito que no hagas eso.
- Lo prometo - repitió besando el cuello del omega
Louis sonrió.
Harry pasó su nariz por todo el cuello de Louis, el aroma era más dulce, podría jurarlo, tenía algo diferente, pero aún no encontraba una respuesta a eso, lo único de lo que era consciente el alfa, era que quería proteger mas y mas a Louis, que nada malo le pasara al pequeño.
- Hueles más dulce, ¿Por qué? - preguntó fascinado con el aroma.
- No lo sé - mintió mordiendo su labio, para evitar gemir por las marcas que dejaba Harry en él.
- ¿Sabes que puedo sentir cuando me mientes? - gruñó.
- Mm... alfa - gimió al sentir la fricción entre ellos.
- Tan dulce - gimió el rizado.
- Basta Harry - susurró Louis poniendo sus manos en los hombros del alfa para alejarlo de su cuello.
Sus miradas se encontraron una vez más, ambas brillaban por el deseo.
Louis suspiró.
- Lo haremos una vez más, ¿De acuerdo?. - preguntó - Una vez más - susurró para el mismo.
- Una vez más - repitió Harry con un nudo en garganta.
Louis gimió y unió sus labios una vez más, el omega pudo sentir lubricante salir de su entrada en automático.
Malditas hormonas.
- Voy a montarte alfa tan bien - susurró coquetamente comenzando a desabrochar la camiseta del alfa.
Harry gruñó.
- Vamos, desnúdate y yo haré lo mismo - dijo Louis llevándose del regazo del alfa para quitarse la ropa.
El alfa se estaba deleitando con los delicados movimientos de Louis quitándose la ropa y las feromonas del omega que llenaban el ambiente.
Louis estaba lubricando, de nuevo.
Eso era algo extraño, pero no le presto importancia.
- Ya quiero sentirte - dijo Louis desesperado regresando al regazo del alfa.
- Debo prepararte - habló con dificultad el alfa al sentir la mano del omega en su longitud, comenzando a estimularlo.
- No. Ahora - chilló Louis.
- No omega, va a dolerte - dijo Harry en un gemido.
- No, quiero ahora mismo - jadeó.
Louis colocó el glande en su entrada y comenzó a moverse un poco, tentándose con la idea de enterrarse por completo el pene de alfa en su interior o hacerlo lentamente.
- Bonito - gruñó Harry al sentir la cabeza de su miembro entrando en Louis.
- Oh. Jesús - jadeo Louis sosteniéndose de los hombros del alfa y comenzó a bajar lentamente por la larga y grande longitud.
- Te ves tan bien así - gimió el alfa - Tomándome por completo - gruñó.
Louis sollozó de placer una vez que tenía todo en su interior, ardía, pero tener a Harry llenándolo valía la pena.
- Mmm... alfa, me llenas tan bien - gimió comenzando a mover sus caderas en círculos.
- Vamos bebé, muévete - pidió Harry golpeando suavemente los muslos rellenos del omega.
Louis asintió, se sostuvo de los hombros del alfa y con ayuda de sus rodillas comenzó a levantarse lentamente, hasta que solo quedó en su interior la cabeza del pene de Harry y bajó de golpe.
Ambos gimieron.
El pecho de ambos estaban agitados, junto con sus corazones.
- Oh. Si - jadeo Louis comenzó a brincar más rápido, follándose él mismo.
- Louis - gimió ronco Harry apretando su agarre en las caderas del pequeño.
- Tan lleno. Me siento tan... ¡Ah! - gimió fuerte, justo cuando su próstata fue golpeada por accidente.
- Creo que es hora que yo me haga cargo de esto - habló Harry ronco, comenzando a guiar los movimientos de Louis, enterrando sus pies en el suelo para comenzar a embestir con fuerza a su omega.
Louis sollozaba de placer con cada embestida, soltando leves gemidos con el nombre de su alfa escapándose de sus labios.
- Oh bebé, si - gimió fuerte el alfa al sentir al omega apretándolo más fuerte, asfixiando deliciosamente su erección.
El omega no podía hablar, su mente estaba nublada de placer, el sonido de su trasero chocando con la piel del alfa lo hacía sentir aún más excitado, junto con los gemidos y gruñidos del alfa.
Louis arañaba los hombros de Harry, sintiéndose cerca.
- Voy a llenarte con mi semilla - gruñó.
Si tan solo supieras que ya estoy lleno de ella, pensó Louis jadeando más fuerte.
- Eres mio. Bonito - jadeo.
- Bonito - repitió Louis en un gemido, sonriendo - Amo que me llames así - confesó cerrando los ojos, brincando lo más rápido que sus piernas le permitan.
- Yo amo llamarte así - respondió Harry - Amo ver como brillan tus ojos hermosos, cuando te llamo así.
Louis gimió.
- Harry. Cerca. Tan cerca - sollozó - Me haces sentir bonito, cuando me llamas de eso modo - volvió a hablar.
- Lo eres - jadeo - Joder. Eres el omega más precioso que he visto y que veré - gruñó aumentando sus movimientos.
- ¿Solo yo? - preguntó incoherente.
- Solo tú - respondió Harry.
Louis se dejó ir gimiendo fuertemente el nombre del alfa, manchando los estómagos de ambos
- Oh mierda. Louis - gimió fuerte y ronco el alfa soltando todo su semen en el estrecho interior del omega.
- Mmm... Harry - jadeo Louis dejando caer su cabeza en los hombros del alfa.
La mente de Harry se nublo de tanto placer, que no se dio cuenta de que su nudo no se formó en el interior de Louis, igual que la noche anterior.
Claro.
No puedes anudar a un omega, cuando ya estás embarazado.
Lastima que Harry no notara ese pequeño detalle.
Por su parte Louis se dio cuenta de eso, al igual que tenía marcas de las manos del alfa en su cadera, pero no le importaba.
Tal vez mañana le costaría caminar, pero eso había valido la pena.
La paz que siente su omega cada vez que está con Harry, vale cualquier precio.
Louis sintió al alfa moverse, escondiendo su cabeza en su cuello, el omega movió su cabeza para darle acceso a Styles.
Gimió al sentir su marca ser besada por el alfa.
Amaba su marca.
Amaba esa unión que tenía con Styles, no podía negarlo.
Una vez escuchó que la gente aprende a amar sus cadenas.
Justamente como él lo hacía.
Estaba unido a Harry, encadenado al alfa, pero amaba eso, era doloroso igual, pero no le importaba.
Él había aprendido a amar la unión que tenía con su alfa y eso nunca iba a cambiar.
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