Te conocí,
y me hubiese gustado partir.
Te aprecié,
pero me hubiera ahorrado un ciempiés.
Te quise,
pero no fui capaz de apartarme.
Te amé,
y me presioné.
Fui buena,
pero lo usaste en mi contra.
Fui bondadosa,
pero hiciste que me atragantara con mis palabras.
Fui alegre,
pero borraste mis sonrisas.
¿Así quieres seguir? ¿Siendo inestable, amargada y mentirosa?
¿Te consideras inteligente? ¿Justa, amable y carismática?
Desde lo más profundo de mi ser,
no me gustaría volverte a ver.
Porque desde hace un mes,
o dos o tres, me contenté.
Por no tener que volver a estar en el ayer.