Fyodor había regresado...

En realidad fue tan sorprendente para todos, incluyendo para Chuuya por supuesto. Fyodor no había informado de su regreso, ni siquiera un indicio de sus intenciones en las veces que se comunicaba, pero ahora estaban en la oficina de su casa. Uno frente a otro, en un silencio sepulcral.

Uno sentado detrás del escritorio solo con algunas hojas entre las manos y un vaso de whisky a medio terminar. El otro parado a un lado de la puerta, tan rígido como una tabla y un poco incómodo por el silencio de la habitación.

Había pasado demasiado tiempo desde la última vez que se vieron... Qué se tocaron y a pesar de ello, Fyodor ni siquiera le dedicaba una mirada. Sus ojos clavados en las hojas de sus manos, observando con un deje de oscuridad en sus ojos.

—¿Porqué volviste de repente?— Chuuya pregunta ya cansado de la incomodidad y los nervios. Sus manos estaban cerradas en puños, a sus costados. Su mirada solemne ocultando el latir preocupado de su corazón, pero sus labios, su boca estaba seca, así que su voz sonó áspera, incluso cansada.

—¿Qué manera de recibirme?— ironiza el hombre sentado. Aún no lo mira, pero al menos sabe que lo escucha. —Mi padre ha muerto; tengo varios asuntos que atender y entre ellos está la negociación con la Port Mafia y el traidor de la organización...

El ambiente se había vuelto incluso más pesado. Fyodor hablaba como un ser sin sentimientos, tan frío y distante que helaba la sangre.

—Lo se— responde el pelirrojo -Pero, no me avisaste...

—Además...— Fyodor se nota un poco impaciente al interrumpir a Chuuya —Aún no aclaramos nada después de que me fuí. Quería hablar contigo lo antes posible.

Dicho eso empezó a sonreír, pero su mirada seguía oscurecida. Chuuya no tenía idea de que pasaba por su mente.

—¿Hablar sobre qué?

—Mhn... Varias cosas, no me gusta estar distanciado de ti, pero en estás semanas he recibido tan pocas llamadas tuyas que no pude evitar asustarme. Pensé que seguías molesto por lo que sucedió ese día y aún sentía la necesidad de resolverlo.

¿Cómo si Chuuya hubiera tenido tiempo de pensar en eso?

No responde y la sonrisa en los labios de Fyodor se desvanece por completo. Su seño ligeramente fruncido le da un toque aterrador.

—... También le pedí unos favores a mis hombres, después de que descubrí algo muy importante, me enteré de algo incluso más interesante...— continúa explicando, pero por algún motivo se detiene; tal vez pensando en que decir o solo intentando controlar algo. Al final suspira y vuelve a hablar —Así que tengo una pregunta Chuuya...

—¿Qué es?

—Yo te dije, te exigí que no te acercaras a Dazai Osamu... ¿Porqué no hiciste caso?

Chuuya tiembla en su lugar, sus manos sudan pero su rostro se mantiene tranquilo aun cuando se percata de que Fyodor aprieta con enojo la mandíbula.

—Te recuerdo que estoy trabajando a su lado, en la investigación del traidor— responde con voz baja y su corazón latiendo ferozmente. Eso se intensifica cuando ve al azabache sonreír y negar.

—Cierto... Lo olvide jajaja— Chuuya traga en seco, no le agrada la actitud del hombre pero lo peor estaba por venir.

Fyodor al fin alza su mirada hacia él. Sus ojos rojos en las esquinas, pero una oscuridad atemorizante en el centro; su sonrisa tan sádica y retorcida que lo hace retroceder inconscientemente un par de pasos, pero se obliga a detenerse después de que el hombre golpea con su puño cerrado al escritorio.

El vaso de whisky tiembla, al igual que todos los objetivos encima del escritorio y por supuesto, al igual que el corazón de Chuuya.

Entonces la mano que sostenía las hojas baja despacio, mostrando lo que observaba con tanto detenimiento.

Fotografías.

Fotografías de él junto a Dazai. No sé podría especular nada de la imagen, pero iban saliendo de un hotel en medio de la noche, lo cual tampoco podía ser justificable.

—Mi padre te pidió que trabajarás con él, pero no que tenías que verlo en otros lugares. Sobretodo en uno como este— parece que Fyodor se burla, o que por su propia cuenta busca una explicación fiable que no involucre lo que su mente piensa. Sin embargo, Chuuya no tiene la intención de desmentir nada.

¿Qué hay que ocultar?

—Entonces... Enviaste a alguien a vigilarme...— dice con desdén. Su compostura se recobra y su respiración se vuelve más lenta, aún cuando Fyodor parece desorientado y molesto.

—Confíaba en ti... Pero me preocupaba él— se levanta de su lugar, dejando las hojas esparcidas encima del escritorio y sin mirarlas más.

—Eso no es confiar— Chuuya se mantiene firme y Fyodor se detiene frente a él, solo a unos sentimientos de distancia con las ganas insaciables de tocarlo pero sin atreverse a hacerlo.

—Chuuya, lo cosa es que ese hombre no es lo que piensas...

Aunque sus palabras son vagas, la curiosidad sube por el pecho de Chuuya e insiste en que continúe.

—Por favor, explícate.

—Supongo que es bueno mintiendo y no debería molestarme contigo por no saber nada de ese hombre... La verdad es que hasta hace poco yo tampoco sabía mucho; pero siempre hubo una razón para que mi padre sospechará de él— al final, Chuuya queda más confundido y no logra entender las palabras del azabache. Por supuesto que Fyodor nota que no sigue el ritmo de la insinuación, así que vuelve a hablar aún cuando el pelirrojo no puede estar preparado para escuchar —Fue digno de un miembro de la Agencia Armada de Detectives...

Su cuerpo se tensa frente a la brillante mirada púrpura del más alto. Ha escuchado de esa organización; la famosa Agencia Armada de Detectives que se encarga de los casos que la policía no puede y que ha estado en conflicto con la Mafia desde hace varios años. Pero hasta el momento no había tenido la oportunidad de verlos y justo ahora, Fyodor decía con total seguridad que Dazai estaba con ellos... ¿Qué debería pensar al respecto?

—Parece que tenías al traidor bajo tus ojos todo el tiempo Chuuya— Fyodor se burla o se queja. La verdad es difícil saberlo con tan poco emoción en su rostro y voz.

—... Eso no puede ser...

—Es la verdad— Fyodor detiene en seco todas las intenciones que pueda tener Chuuya por proteger a Osamu. No está dispuesto a ver cómo la persona que ama, confía en alguien más y no en él. Se obliga a calmarse, suspira y pregunta fingiendo paz —¿Has escuchado de Sakunosuke Oda?

—...

Chuuya no responde, pero Fyodor sonríe.
—Creo que no...— después de decir eso, susurra una frase que deja a Chuuya aturdido antes de volver a alzar su voz —No confía tanto en ti... Era pareja de Dazai Osamu.

En ese momento no sabe cómo reaccionar o que responder porque la verdad es que no sabe una mierda sobre la vida de Dazai. El castaño nunca tuvo la iniciativa por hablar de su pasado y Chuuya no creía tener el derecho de preguntar. Aún así, tener un noviazgo en su pasado no debería ser muy importante, de eso quería convencerse, pero Fyodor está cansado, molesto e irracional.

—Ese hombre llamado Oda trabajaba para la Port Mafia, y al mismo tiempo entregaba información a los de esa agencia... En resumen, era un doble agente que planeaba acabar con nuestras organizaciones. Sin embargo, no fue lo suficientemente meticuloso; no pudo mantenerse oculto y al final, durante una rodada, fue asesinado por los hombres de la Mafia Rusa...
Antes de ese día, se le vió en varias ocasiones junto a un joven hijo de un famoso y rico empresario; no fue difícil saber su relación, aunque no era sobresaliente después de todo, en cuanto murió su pareja no hizo nada durante mucho tiempo y a nadie le interesó su existencia— eso no debería importar, era el pasado y debió quedarse atrás, pero Chuuya sentía el sudor frío recorrer su cuerpo. No sabía qué responder y solo podía pensar en ese hombre de la historia que él no conocía.
—¿Quién imaginaria que el novio de Oda aparecería al lado del jefe de la Port Mafia?— Fyodor continúa con ironía. —Fue una sorpresa...

Chuuya al fin parece reaccionar, retrocede un par de pasos, solo para ser alcanzado por Fyodor que quiere contar todo hasta el final.

—En ese momento nadie de la Mafia Rusa estaba de acuerdo con recibirlo. Obviamente mi padre era el menos feliz, exigiéndole a Mori que matara al chico por ser sospechoso, pero ese hombre se negó. Dijo que Osamu no haría nada que él no pudiera notar y detener.

—¡¿Cómo es que sabes tanto?!— ya no lo soporta y reclama exaltado, no puede soportar ser el único en no saber algo tan importante. En verdad odia sentir que no sabe nada de la persona de la que se ha enamorado tan rápido que es frustrante.

—Mi padre dejo algunas notas antes de morir, además de su propia investigación sobre él... Así que no hay dudas en mis palabras. Sé que trabaja con esos tipos...

Chuuya cierra sus ojos, solo hasta que vuelve a escuchar la voz de Fyodor que lo hace sentir quebrado y utilizado.

—No sé cuál es su objetivo al acercarse a ti, pero me preocupó... Luego de escuchar las palabras de los subordinados, me moleste y al final volví para evitar que te use en mi contra— su voz se vuelve tranquila, tal vez intenta ser reconfortante —... Eso no importa; puedo olvidarlo. Después de todo soy tu prometido y esto se ha acabado. ¿De acuerdo Chuuya?

Nos es como sí necesitará explicar esas palabras, pero aún así Chuuya pregunta con voz apagada.

—¿Qué es lo que quieres que haga?

—... No vuelvas a desobedecer... Lo olvidaré sí no te vuelvas a acercar a él...

—De acuerdo...

Su respuesta es corta y parecía ser el fin de una discusión que duró bastante. No había forma de imaginarse lo que Chuuya diría después...

—Pero... Tampoco me casaré contigo...

—... ¿Qué has dicho?— Fyodor estaba atónito. Finalmente se armó de valor para sujetar al pelirrojo, pero fue apartado brutalmente.

—¡No puedes fingir que nada ha pasado Fyodor!— Chuuya reclama. Su respiración entrecortada y sus ojos azules ardiendo con molestia —Me acosté con alguien más. ¿Porqué fingir lo contrario?; Te engañé y sí quieres dejarme con vida entonces debo agradecerlo con mi trabajo, pero no me interesa y no quiero estar al lado del rey para gobernar... Solo soy un peón, nada más...

Chuuya sale de la oficina y sube a la habitación tan rápido como puede. Tiene miedo y espera ser asesino después de retar de esa forma al nuevo jefe de la Mafia Rusa. Sin embargo solo escucha los gritos del hombre desde el piso de abajo cuando intenta retenerlo.

—¡Chuuya!

También escucha a Fyodor discutir con los guardias de la mansión pero en ningún momento sube a buscarlo. Suspira aliviado, pero roto. Demasiado confundido para pensar con claridad.

Entonces se decide y saca su celular dudando entre lo que quiere hacer y lo que debe hacer. Al final marca a Sigma, el último hombre de confianza que le queda.

Cómo siempre, Sigma responde de inmediato tan servicial y atento.

—¿Chuuya-san?, ¿Qué sucede?

—Sigma... Necesito tú ayuda— aunque no lo quería se escuchó desesperado. Debería golpearse por ser tan débil de corazón siendo un adulto.

—Lo escuchó...

—Necesito que investigues algo y lo confirmes.

Chuuya explica brevemente la información que Fyodor le dió acerca de Dazai y el tal Oda. Aún dudaba de las palabras de Fyodor y necesitaba estar seguro o de lo contrario no podría continuar viviendo.

Sigma fue realmente rápido para conseguir la información. Un día después de hablar con Chuuya, se reunió con él en su casa para discutir al respecto.

—No hay duda Chuuya-san— dijo el hombre de cabello bicolor. Su expresión era extremadamente sería mientras observaba la reacción del pelirrojo.

Sin embargo, Chuuya suspira suponiendo que al final de cuentas Fyodor no mintió. Eso lo hace enfadar y entristecer al mismo tiempo... En verdad... En verdad quiere seguir confiando en Dazai, pero sabe tan poco del hombre que solo complica sus sentimientos.

Después de unos segundos de silencio pregunta con temor. —¿Qué es exactamente lo que sabes?

—En la información que logré encontrar venía todo acerca de la familia de Dazai-san. Por supuesto también encontré su conexión con un antiguo subordinado de la Port Mafia; que en realidad era un agente encubierto— Sigma explica con rapidez, sin detenerse, ni pestañear. —...A pesar de que son pocos datos, estaban muy detallados y explícitos respecto al incidente contra la Agencia de Detectives y la muerte de ese hombre. Es como sí quisieran que sospecharan específicamente de Dazai, pues esa información no se mantiene realmente oculta... La contienen en documentos escritos y organizados por un tal Sakaguchi Ango

—¿Ango?

—Hace varios años era el encargado de las relaciones exteriores de la Port Mafia, hasta que un día desapareció... Se sospecha que también era un traidor, así que no se sabe sí está vivo o muerto.

—De acuerdo... Eso no me interesa— Chuuya dice con desdén tras caminar en círculos en la habitación y sacar un par de lentes obscuros de un cajón.

Sigma lo observa con curiosidad. Sabe que no es necesario decir más y no es como sí tuviera toda la información. Lo más probable es que Fyodor tenía datos que confirmaban por completo la traición de Dazai; con lo que él tenía, a penas se podía especular al respecto.

—¿A dónde va?— pregunta saliendo de sus pensamientos al percatarse de las intenciones del pelirrojo.

—... Iré a verlo...

No es difícil adivinar a quién se refiere pero aún así le preocupa.

—¿Porqué?

—... Al menos quiero que tenga la cara para hablar sobre eso... O tal vez quiero saber su versión...— la última oración fue un susurro que solo con los desarrollados sentidos de un mafioso, especializado en el espionaje se podría escuchar.

—De acuerdo, pero deberá tener cuidado...— Sigma responde, aunque en realidad no sintió que Dazai fuera despiadado, todavía tenían que ser precavidos —Sí en verdad se trata de un traidor, aún no sabemos sus intenciones...

—Lo sé...

Observa a Chuuya guardar un arma debajo de su chaleco y caminar con decisión hacia la puerta.

Entonces se detiene para mirarlo y hablarle.
—Tengo otro trabajo para ti Sigma... Necesito que distraigas a Fyodor...

—El jefe no está en la mansión...

—¿Qué?

—Chuuya-san, ¿No lo sabía?

—Bueno en realidad no lo ha visto desde ayer pero supuse que estaría encerrado en su estudio o en alguna habitación.

Chuuya divaga entre sus recuerdos de las últimas horas. En realidad no había visto al hombre desde la noche anterior, pero eso no le importó.

Sigma es el que continúa hablando.

—Cuando llegué, los guardias me dijeron que el jefe no estaba, así que me permitieron el paso sin mucho problema.

—Esta bien... Entonces llámame en caso de que vuelva.

Está vez, Sigma solo asiente y deja que Chuuya se retire a resolver sus conflictos.

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El pelirrojo sale de la mansión con prisa y sin explicación. No lleva auto y tampoco solicita un conductor o guardias, pero saca su motocicleta del garage y se conduce con velocidad por las calles de la ciudad.

El viaje es rápido, el viento revuelve su cabello pero a él no parece importarle. Su mente es un caos constante y ahora mismo no sabe cómo enfrentarse a ese hombre cuando lo tenga en frente.

A los pocos minutos llega al edificio departamental en el que se hospeda Dazai. Suspira al dejar su moto, y peina sus hebras antes de entrar en el lugar.

El departamento del castaño se encuentra en los pisos superiores y los minutos dentro del elevador le da tiempo de pensar sobre su situación. En realidad no se siente bien, y al menos considera retirarse un par de veces, pero su orgullo es fuerte, así que al final permanece firme a su palabra y llega a la habitación correspondiente.

Solo toca un par de veces a la puerta antes de que está sea abierta. Un rostro adulto pero hermoso lo recibe; los ojos castaños algo cansados y distraídos lo enfocan con rapidez y emanan un repentino brillo al mismo tiempo en el que abre la boca.

—¿Chuuya?; No esperaba tu visita está noche...— Chuuya no responde y Dazai no es idiota así que se percata de que algo no anda bien, porque el pelirrojo evita intencionalmente el contacto visual —Por favor, entra...— pide tras unos segundos de meditación y completo silencio.

Chuuya finalmente hace un ruido a manera de afirmación y se adentra en el departamento solo echando un vistazo al interior, aunque no es necesario, pues ya conoce este lugar mejor de lo que conoce la mansión en la que se queda.

Dazai no puede ver la expresión de Chuuya pues aún le da la espalda, así que decide iniciar con la conversación.

—Supe que Fyodor volvió...— a pesar de todo, eso no es algo de lo que quería hablar cuando se encontrará con Chuuya, pero ahora mismo no sabía de qué más debería hablar. Además, encontró una reacción del pelirrojo cuando dijo esa frase. Se detuvo y tensó visiblemente. Dazai gruñe antes de soltar una simple pregunta. —Él... ¿Te hizo algo?

Chuuya se gira, por unos segundos sus ojos se encuentran aunque en realidad no permite que sea demasiado tiempo.

Entonces asiente a modo de respuesta y antes de que el castaño pueda hablar, él se adelanta.
—Si ha hecho algo... Me ha dicho muchas cosas.

—¿Qué cosas?— Dazai está en medio de la angustia, la curiosidad y la ansiedad. No soporta que Chuuya esté tan silencioso, que se sienta tanto frío en el ambiente a pesar de estar frente a esa persona que le dió calidez en muchas noches.

—Me habló sobre ti y... Sakunosuke Oda...

Los oídos de Dazai sumbaron, sintió una pinchazon en su corazón sin saber que Chuuya sintió lo mismo al ver su expresión.
Frunció las cejas y sus labios permanecieron en una línea recta totalmente tensa.
Finalmente suelta con molestia.

—¿Cómo es que sabes ese nombre?; ¡¿Qué sabe Fyodor?!

Chuuya ya no siquiera tiene tiempo para sorprenderse... Tampoco debe hacerlo porque ya sabía que Fyodor no mintió...

—No se qué tanto sabe...— responde con desánimo —... Pero él afirma que ese hombre era un traidor y que tú eras importante para él... Afirma que también nos traicionaste... Qué fuiste el que provocó el incidente en la fiesta...

—... — aunque debería excusarse, Dazai no tiene intención de mentir a Chuuya. Su silencio se convierte en la respuesta. Él es el traidor.

—Yo no tengo derecho a involucrarme en tus relaciones pasadas, pero ¿Enserio él era tan importante para que te pusieras en peligro?; Entrar a la mafia... ¿Con qué motivo?

—La mafia Rusa ha hecho más de una atrocidad... Y Oda era un hombre bondadoso, no merecía morir bajo las manos del padre de Fyodor. Yo solo quería hundir a los que no les importa la vida humana...

—Soy parte de esa organización...— ¿Qué planeabas?

—Pero eres diferente a ellos Chuuya... No es difícil notarlo después de estar conviviendo contigo. Incluso la Port Mafia es mucho mejor organización que la Mafia Rusa. Mori-san procura no involucrar inocentes en los asuntos de la organización; pero tus jefes son lo opuesto... Sé que te secuestraron cuando eras un niño y que después te dieron a elegir entre la vida de tus padres y tú libertad... Sé que preferiste servirles a ellos antes que ser el que causará la muerte de esas personas... Y también se que Dostoievski te mintió... Al final no cumplió con su palabra... Asesinó a esa pareja a la que una vez les arrebato un hijo y quiso mantener oculta esa información de ti...

Chuuya se quedó sin habla. Su cuerpo estaba tan pesado y en este momento sentía un frío indescriptible. Ya ni se molestaría en preguntar cómo es que lo sabía. Ya estaba cansado de ser el medio de entretenimiento de estos hombres.

Entre mentiras, engaños y traiciones. Chuuya en verdad no sabía cuáles eran sus intenciones.

—¿Tú mataste al jefe?— cambia el tema tomando desprevenido al otro.

Dazai no esperaba esa pregunta después de lo que había dicho, pero no quería quedarse callado.

—Si... Fuí yo...

Justo lo que Chuuya esperaba... Ya no debería haber nada de qué hablar... Ellos dos nunca tuvieron una relación, no tendría porque sentirse mal... Tenía que cumplir con su deber... Después de todo, Dazai era el traidor y debía morir... Sin embargo, Chuuya no podía hacerlo.

Suspira. Dazai nota su conflicto interno pero no interfiere en sus pensamientos. Quién pensaría que Chuuya volvería a soltar una pregunta inesperada.

—¿Qué estabas planeando al acercarte a mi?: De la forma en la que lo hiciste.— como sí tuviera que explicar su pregunta, continúa hablando —Tu curiosidad fue notoria esa primera vez en que nos vimos... Quiero saber que pasaba por tu mente en ese momento.

—Sabia que lo más importante para el jefe de la Mafia Risa era su único hijo, así que quería torturar a ambos de la misma manera en la que ellos me torturaron a mi... Empezando desde abajo... Quería acabar con un tesoro inigualable para el futuro líder...

¿Qué planeaba?

Matarlo... Esa era la verdad... No había nada más, pero entonces porqué se desvío de sus objetivos, porqué llevarlo a la cama.
¿Enserio Dazai era tan maldito como para jugar y divertirse con la pareja de su "enemigo" antes de matarlo?

No podía pensar en otra respuesta pues en realidad Dazai no mostró interés en otra cosa. No sé involucró de más en los asuntos de la Mafia Rusa y tampoco le pidió información de la organización, lo que dejaba la incógnita sobre todo el conocimiento del castaño, pero que para este punto ya no estaba dispuesto a indagar.

Duele... Su pecho duele al pensar que no es más que entretenimiento. Duele al percatarse de que está muy enamorado de Dazai.

—Debiste hacerlo...— responde en un susurro. En verdad creé que morir hubiera sido mejor que esto. Mejor que sentir que algo en su interior se destrozaba.

Dazai sale del shock inicial, se mueve hacia Chuuya con toda la intensión de tocarlo...

—Pero eso ha cambiado Chuuya, yo no...

Un arma apunta hacia él.

Chuuya saco una pistola de su bolsillo interior y apunto a la cabeza de Dazai.

—No te acerques...

—Si no me dejaras hablar... Será mejor que dispares...

Qué burla... Ambos saben que Chuuya no lo hará. Pudo tener un sin fin de entrenamiento, pero nunca se preparó para matar a alguien que ama... Ambos lo saben.

Chuuya baja el arma y camina hacia el frente. Pasa al lado de Dazai, pero no sé detiene, tampoco le impiden el paso... Al final sale del departamento...

—...

El lugar es muy silencioso, frío y solitario.
Dazai quiere beber pero no se mueve; piensa en Chuuya y en Fyodor...

Realmente le preocupa todo lo que el jefe actual de esa organización pueda saber. También le asusta pensar que esta es la última vez en la que podrá ver al pelirrojo...

Y solo vió su expresión destrozada... No está dispuesto a dejarlo ir...

Finalmente... Finalmente pudo avanzar tras la muerte de Oda; tenía nuevas intenciones e intereses... Añoraba proteger al hombre del que se enamoró, mantenerlo a su lado y demostrar sus sentimientos.

Aún tenían que hablar.

Dazai sale del lugar. No pasaron muchos minutos desde que Chuuya cruzó la puerta, tal vez aún podría alcanzarlo abajo...

Primero hablarían, se explicaría, le diría sus sentimientos y lo convencería de escapar juntos... Sonaba fácil. Dazai sonríe...

—Disculpe. ¿Va a alguna parte?

—...

Un grupo de hombres se interpone en su camino. La sonrisa que estaba en sus labios se borró en su totalidad.

—¿Quienes son ustedes?— ni siquiera debería ser necesario preguntar... Sus acentos, sus rostros... —Rusos

Uno de ellos sonríe, aceptando la descripción de Dazai, sin embargo no tiene la intención de presentarse, tan solo se acerca al castaño con pasos lentos pero decididos.

—Tengo un recado para usted... Dazai Osamu.

—¿Un reca...

Se había vuelto distraído... No supo en que momento el hombre saco una navaja y solo lo noto tras sentir el dolor en su abdomen. Aquél hombre saca el arma solo para volver a clavarlo en el mismo lugar.

—De parte De Fyodor Dostoievski, jefe de la Mafia Rusa— susurra el hombre cerca del pide de Dazai. Él a penas logra comprender esas palabras pues repentinamente se siente débil de las extremidades. Hace un esfuerzo y logra separarse de su atacante.
Quiere recargarse en la pared pero al final resbala y cae directo al suelo.
—Esto ha sido solo una advertencia...— continúa el hombre y su carta de despedida es una patada hacia el estómago de Dazai que se retuerce por el dolor.

Escucha un par de risas a lo lejos, ve un par de rostros borrosos. Poco a poco sus ojos se empiezan a cerrar, al mismo tiempo de que deja de escuchar y sentir...

Quiere verlo...

¿A Oda?

Si...

Pero sus labios se mueven y sus palabras son otras.

—Chuuya... Lo siento...

Bueno, bueno, bueno, alguien se tardó mucho en actualizar pero al menos trajo un capítulo más largo de lo normal ?)

Si adivinan que pasará a continuación, les traigo el capítulo más pronto XD JAJAJA

Gracias por leer, si lo siguen haciendo XD

Próximo: Ataduras