Daryl negó con la cabeza ante el disgusto y el estrés de todo lo que había pasado.

Comenzando con el hecho de que había encontrado a su hermano Merle, y el gran detalle era que no era para nada bienvenido en el grupo, en ese caso, Rick prefería quedarse con Drako que con Merle.
Y eso era decir mucho porque no quería a ninguno de los dos en el grupo.

Daryl no comprendía realmente el porque Rick no quería a Drako en el grupo, el chico era bueno y su único inconveniente era su enfermedad. Fuera de eso era un buen chico quien le causaba ternura en algunas ocasiones.

Y luego estaba su hermano Merle quien era un hijo de perra por donde se le viera.

Y ahora tenia que elegir entre los dos, entre el chico que recién había conocido pero con el que se había encariñado con rapidez o en su hermano quien no había visto en tanto tiempo pensando que estaba muerto.

Merle se rio con ganas cuando visualizo a su hermano acercándose en el medio del bosque, festejando por algo que ni siquiera le había dicho.

— No puedo ir contigo — dijo Daryl sin verlo.

— ¿Que dices? — soltó Merle con la incredulidad brillando en su voz — ¿Prefieres elegir al puto comisario? ¡Soy tu hermano!

— Hay alguien que me necesita — optó por decir Daryl porque esa era la verdad.

Drako lo necesitaba pero Daryl comenzaba a creer que el también lo necesitaba. Ambos.

— El puto sheriff puede arreglárselas solo — gruñó Merle — ¿O de quien mierda hablas?

Daryl se encogió de hombros.

— No ire contigo — repitió — Entonces o vienes pero te tienes que adaptar a lo que Rick diga o cada quien por su lado.

— No hablaras en serio — se mofo Merle con un gesto.

Daryl le vio cortamente antes de darse la vuelta para ir de regreso en donde los demás le esperaban y entonces pudo escuchar las pisadas de Merle tras él.

Era simple, Daryl se lo había prometido a Drako, no podia irse y dejarlo en un lugar en donde Rick no le quería añadiendo que el chico ya confiaba en el lo suficiente como para defraudarlo de esa forma. No podia dejarlo y si se iba con Merle iba a tener que llevarlo con ambos, cosa que iba a ser contraproducente a causa de Merle y a causa de no tener un lugar tranquilo para estar.

El camino extrañamente había sido silencioso, Merle y Glenn habían viajado en autos diferentes siendo lo mejor porque ambos se llevaban de una horrible forma.

El viaje hacia la prisión se sintió tenso y solo Daryl pudo sentirse más aliviado cuando visualizaron el lugar a pocos centímetros, por lo menos podría bajar del auto, alejarse de Merle e ir con Drako.

Entonces los autos terminaron de ingresar a la prisión y cuando apagaron los motores fue que bajaron de estos.

Un Glenn furioso había sido el primero en bajar del auto en el que venia azotando la puerta con fuerza y avanzando hacia el interior de la prisión, a los segundos Maggie le imito no sin antes abrazar a su padre e irse de ahi. Las cosas ciertamente no estaban bien en el grupo y la presencia de Merle solo dificultaba las cosas.

— ¿Y Drako? — preguntó Daryl en un murmulló al anciano para que Merle no le escuchara.

Las cejas del anciano se alzaron como si hubiese recordado algo y eso solo ocasiono un mal presentimiento en Daryl.

—.. su dosis — dijo Hershel y eso había bastado en Daryl para comprender que el anciano había olvidado darle su medicamento.

No podia molestarse con Hershel por eso, suficiente preocupación había tenido sin tener idea si su hija o Glenn se encontraban a salvo, entonces no podia reclamarle nada porque lo entendía.

Sin perder el tiempo fue que se apresuro a ir hacia el pabellón donde la celda de Drako se encontraba, en cuanto estuvo frente a ella fue que abrió la celda con rapidez cuando lo observo de una manera agresiva.

— Drako — llamó Daryl intentando mantenerse en calma a pesar de no ser así.

Era una combinación de diferentes tipos de emociones intensas, Drako variaba entre la agresividad, angustia y delirios.
Aquello Daryl sabia que era una recaída con fuerza, la suspensión de medicación de forma abrupta no era algo bueno para pacientes con esquizofrenia.

Drako llevaba sangre en el rostro, tenia el cabello despeinado, grandes ojeras, murmuraba cosas y tenia lagrimas en los ojos.

—.. ¡Déjame! — soltó Drako cuando Daryl le toco el hombro, su respuesta había sido lanzarle un golpe pero el castaño no podia molestarse con ello porque sabia lo que le pasaba.

— Soy yo, Daryl — dijo el otro tomándolo de los hombros con fuerza para impedir que lo volviera a golpear — Esta bien, Drako, solo escúchame a mi.

— Se fue..

— No es cierto, aquí estoy de regreso — indicó Daryl — No escuches a las demás voces, solo la mía.

Drako se intento quitar de su agarre y fue entonces que lo sostuvo con más fuerza a pesar de que Drako intentaba golpearlo de cualquier forma.

— Tranquilo, por favor.. solo escucha..

Drako negó con la cabeza y cerro los ojos con fuerza, para él había sido abrumador el como las voces llegaron de golpe a él de un momento a otro impidiéndole escuchar sus propios pensamientos, luego las alucinaciones y otra vez estuvo como cuando estaba solo en el bosque.

— ¡No se callan! — rugió Drako en su dirección y fue entonces que Daryl lo soltó — ¡Ya basta!.. basta, basta...

Daryl entonces le vio moverse inquieto de un lado a otro repitiendo lo mismo, volteando en diferentes partes viendo cosas en donde no había nada. El castaño fue que decidió ir por los medicamentos del chico para que nuevamente obtuviera su dosis solo que esta vez sin que se suspendiera de forma abrupta.

Cuando estuvo de regreso lo encontró sentado en el suelo mientras se arañaba uno de los brazos con insistencia, Daryl fue rápido en sostenerlo de las manos antes de que se hiriera de una forma más grave.

— Toma esto, vamos — indicó Daryl acercando todas las pastillas a su boca para que las tomara.

Drako negó con la cabeza sin querer tomar nada pero entonces Daryl estuvo a nada de metérselas a la fuerza y en ese justo momento el chico abrió la boca y así pudo dárselas, le dio agua y con ello se mantuvo inquieto varios minutos.

No fue hasta que paso un largo tiempo que su inquietud comenzó a disminuir y sus ojos brillaron intensamente como si se hubiese dado cuenta de algo. Los ojos mieles de Drako vieron a Daryl y frunció el ceño dando dos pasos titubeantes en su dirección.

—.. No estabas..

— Estuve aquí desde que te dio un episodio — señaló Daryl — ¿Te sientes mejor?

— Me dijeron que me abandonaste.

— No iba a hacer eso, no lo haría — respondió Daryl — Si me fuera, volvería por ti.

— Volverías por mi — repitió Drako en voz baja y Daryl fue entonces que lo tomo de la mano para sentarlo en la cama.

— Hershel olvido darte tus medicamentos — dijo Daryl limpiando la sangre del rostro de Drako con un pañuelo — Supongo que las voces regresaron.

—.. me decían muchas cosas horribles — murmuró Drako — Y me golpearon, ¿me crees? Dijeron que tú me quieres hacer daño, ¿eso es cierto?

— Nada de eso es cierto, no te quiero hacer daño — indicó Daryl — Yo te cuidare, ¿bien?

—.. ¿Y me crees? ¿Crees que me han golpeado?

— Creo que te han hecho daño — respondió Daryl y su respuesta basto para Drako quien asintió con la cabeza.

— Me vinieron a ver a mi celda y me dijeron muchas cosas — murmuró Drako — Había una mujer de vestido blanco, ¿quien era?

— No lo sé, Drako — respondió Daryl — Una vez escuche que las personas con tu enfermedad en realidad tenían un don que los demás desconocíamos.

—.. el abuelo me decía que lo que yo veía eran demonios — dijo Drako — Y me ponía a rezar junto a él.

— ¿Y tú que piensas?

— Solo quiero que me dejen en paz — soltó Drako —.. quiero ser como antes.

— ¿Que edad tenias cuando todo comenzó?

— 13.

Era pequeño, un niño, con la edad de Carl y había estado sufriendo desde entonces.

— ¿Y que edad tienes ahora?

— Muchos — respondió Drako sin realmente saberlo.

— Muchos — repitió Daryl en un suspiro — ¿Tendrás algunos 26?

— No sé — respondió Drako — Muchos.

— Bien, muchos — respondió Daryl y los ojos de Drako vieron detrás suyo como si alguien hubiese llegado.

Daryl tuvo que girarse a ver para saber si aquello era cierto o no pero no había nada, tan solo ellos dos y algunas veces era aterrador porque no podia saber si todas las teorías que había escuchado sobre la esquizofrenia eran ciertas o solo era una enfermedad.

Había escuchado que las almas en muerte se comunicaban con las personas con esquizofrenia y esas eran las voces que escuchaban, también que los demonios intentaban comunicarse con ellos para convencerlos de que hicieran maldades, que en realidad eran personas espirituales y confundían la enfermedad con otra cosa.

Demasiados rumores pero de cualquier manera los hechos en ese instante eran que la enfermedad no dejaba a Drako en paz y jamás le dejaría.

— Drako — llamó Daryl posándose frente suyo para que lo viera — ¿Quieres dar un paseo por la prisión?

— No.

— Bien — dijo Daryl — Solo que no puedes estar siempre encerrado aquí.

Drako no respondió y eso fue porque ambos pudieron sentir la presencia de otra persona en donde estaban, Daryl entonces se enderezo y se giro a mirar en la entrada donde Rick se había acercado y llevaba ese ceño fruncido de siempre.

Sus ojos vieron a Drako, luego a Daryl.

— Ocurre un problema con Merle — indicó el ojiazul — Lo mejor sera mantenerlo en otro pabellón lejos del resto.

— Esta bien.

— No quiere cooperar, Daryl — dijo Rick — Lo mejor es que vayas y hables con él.

— Voy en un momento — asintió el hombre a la espera que Rick se retirara para hablar con Drako.

— Necesito hablar con él, ¿crees que eso sea posible? — preguntó el ojiazul — Solo hablar.

— Pregúntaselo a él — respondió Daryl de brazos cruzados mientras volteaba a ver a Drako.

Drako estaba tranquilo y solo hojeaba sin realmente leer uno de los libros que Daryl le había dado.

— Drako — pronunció Rick y pasados unos segundos los ojos mieles del chico le vieron — Necesito hablar contigo, ¿crees que podamos mantener una conversación a solas?

Drako frunció el ceño, sus ojos revoletearon alrededor de la habitación, vio a Daryl y luego a Rick.

— Si. Te van a matar — señaló Drako de forma nerviosa — Eso dicen, eso dicen..

— Esperemos que no ocurra — dijo Rick viendo a Daryl — ¿Entonces?

— Sin armas y sin groserías — dijo Daryl finalmente — Cree lo que digo.

— Desde luego.

— Drako, vendré rápido — indicó Daryl — ¿Bien? Tan solo hablare con Merle..

— ¿Quien es Merle?

— Mi hermano.

— No vayas, los hermanos son malos — respondió Drako con ojos brillantes en tristeza.
Daryl sabia que el chico lo decía por su hermana quien le había abandonado.

— Si, pero solo hablare con él y regresare. Estarás aquí con Rick.

— Rick no me cae bien — murmuró Drako y los ojos de Daryl vieron divertidos al chico.

— Te aseguro que solo hablaremos y me ire, Drako — se hizo notar Rick ocasionando que Drako le viera con desconfianza — Solo eso.

Drako entonces asintió con la cabeza y Daryl vio aquello como una buena señal para irse.

Rick se quito las armas y las dejo tiradas fuera de la celda, Daryl los encerró ahi antes de irse y los ojos del sheriff inspeccionaron alrededor sin realmente saber como comenzar a hablar.

— Las voces.. — comenzó a decir Rick —.. cuando las escuchas, ¿que es lo que dicen?

— Dicen muchas cosas — respondió Drako — Hablan al mismo tiempo, en susurros algunas veces y otras gritan, lloran o se ríen. Todo al mismo tiempo y nunca puedo escuchar específicamente que dicen, solo se que me ofenden o me dicen que hacer.

— ¿Y las cosas que miras..? ¿Como comenzaste a darte cuenta de lo que veías era falso?

— ¿Falso?

— Es decir.. ¿que es lo ves? — se corrigió Rick antes de que Drako se sintiera ofendido.

— Veo pares de ojos viéndome en todo lo que hago — murmuró Drako — o algunas veces a personas...

— ¿Y lo has mirado aquí en la prisión?

— Si — respondió Drako —.. hay una mujer de blanco que siempre me mira y no dice nada.

Los ojos de Rick entonces le vieron perplejo, el había querido hablar con Drako porque había estado viendo a Lori y porque había tenido alucinaciones cuando ella murió.

—.. ¿De vestido blanco? — balbuceó Rick y los ojos de Drako le vieron con sorpresa.

— ¿Tu también la has visto? — preguntó Drako en un tono animado, por primera vez alguien veía lo que él — ¿A ti te dice algo?

— Nada, solo.. es mi esposa Lori, murió aquí — respondió Rick — Es extraño que tú la veas y yo también, es raro.

Tal vez ambos veían el verdadero espíritu de la mujer o simplemente sus mentes eran la que los traicionaban.

— ¿También escuchas lo que yo?

— No, eso no — respondió Rick — Solo miro a Lori.

— Lori — repitió Drako — Algunas veces la veo pasar por mi celda y otras se detiene a verme, luego se va.

— ¿Nunca te dice nada? ¿Has intentado hablarle?

Drako negó con la cabeza y Rick tan solo se paso una mano por el rostro ante la frustración.

El pelinegro entonces ignoro su presencia y continuo con su tarea de hojear su libro, esa fue señal de Rick para irse.

Debía estar muy loco como para recurrir a hablar con Drako sobre ello.