
Capitulo 15.- Negan
╰──➢DOS SEMANAS DESPUÉS.
Daryl observó a Drako dormir, le gustaba verlo de esa manera tan pacífica, era como si no hubiera ningún mal acechándolo en su mente. Y también le gustaba verlo despierto y ver sus ojos mieles, le gustaban sus ojos dorados porque siempre brillaban como si fuese oro derretido.
El miedo que había sentido cuando pensó que no iba a regresar ante los planes de Rick aún abundaban su pecho, no podía simplemente no regresar porque Drako le necesitaba y no podía dejarle solo e incumplir su promesa.
Rick y Daryl se habían encontrado a Jesús, mismo con el cual terminaron haciendo la especie de un trato en el cual los llevó a su comunidad y ahí elaboraron el plan de asesinar a Negan junto a su gente.
El plan estaba en marcha y ese día en la noche partirían hacia ello.
— Drako — susurró Daryl en su oído — Es hora.
Drako no se movió hasta que Daryl le llamó tres veces más, los ojos dorados del chico le vieron y simplemente lo abrazó con fuerza de la cintura.
— Es hora de que los demás nos marchemos y de que te despidas de Tara — indicó Daryl — ¿Recuerdas?
— Si, pero no quiero que te vayas — señaló Drako en voz baja — Tengo miedo.
— Nada va a pasarme — le aseguró Daryl — Veras que todo marchará bien y que yo regresaré contigo como siempre.
— ¿Y si no es así?
— Va a ser así — indicó Daryl — Es una promesa.
Drako entonces lo soltó para que Daryl se levantará, el chico se sentó en la cama mientras lo veía calzarse su chaleco.
— Ven — llamó Daryl — Vamos.
Drako le miro, la mano de Daryl se estiró en su dirección y fue entonces que la tomó para ser guiado por Daryl a la salida.
Habían días en los que Drako podía estar completamente bien y otros en los que le daba una fuerte recaída depresiva, pero habían sabido llevarlo bien y Denisse había sido de mucha ayuda, junto con Tara.
— Primero comeremos algo — indicó Daryl cuando ambos estuvieron en el comedor — ¿Te parece bien?
— No — respondió Drako — Quiero dormir.
— Tendrá que ser después de que me vaya — dijo Daryl soltándolo para ir hacia la cocina con la mirada de Drako siguiendo sus movimientos — Veremos que a preparado Carol.
— No quiero comer nada — dijo Drako sentándose con lentitud en la mesa — Nada de ella.
Daryl entonces soltó un suspiro y se quedó ahí parado sin hacer nada pensando en algo.
— La última vez que comiste algo de ella...
— Puso gotas para dormir en una galleta que tú comiste — señaló Drako — Me quiere hacer daño.
Si, eso era muy probable con Carol pero la mujer sabía que era importante para Daryl por lo cual no le haría daño alguno.
— Debes de comer algo y tomarte tus medicamentos — dijo Daryl — Lo siento, Drako, pero si no lo haces no me iré de aquí y si no me voy de aquí entonces no conseguiremos comida para los demás.
— No comeré nada entonces — soltó Drako después de una pausa — para que no te vayas.
Daryl tan solo resoplo cuando su intento de persuadirlo no funcionó, por lo que se dio vuelta y buscó entre la alacena algo que Drako pudiera comer, lo que sea.
Sus ojos pudieron captar un paquete de galletas escondido entre las latas, sin perder tiempo fue que lo tomó para luego servir un vaso de agua y dejarlo frente a Drako.
Daryl le miró a la espera de una mala reacción y al no obtenerla fue que avanzó hacia el baño del piso de abajo para tomar todas las pastillas que Drako tomaba para su tratamiento.
— Come y toma — indicó Daryl abriendo el paquete de galletas y tomando una bajo la atenta mirada del otro — Sin veneno, ni nada.
— Lo siento, Daryl — murmuró Drako con los ojos llenos de lágrimas.
— ¿De qué hablas, Drako? No has hecho nada y no necesitas disculparte por nada — le aseguró el otro en un tono tranquilo.
— Lamento ser una carga.
— No lo eres — dijo Daryl al instante — Ni siquiera debes pensarlo.
— ¿Que pasará si algún día no estás?
— Siempre voy a estar — prometió — Y siempre regresaré por ti.
Drako asintió con la cabeza y bebió del agua al igual que se tomó sus pastillas para luego comer una galleta.
Y eso era cierto, Daryl siempre iba a encontrar la forma de regresar hacia Drako le costará lo que le costará.
Drako no quería que Daryl se fuera y eso era raro porque normalmente se negaba al principio pero después le dejaba ir, en ese momento era diferente y Daryl no estaba completamente seguro del porque pero verlo así lo hacía sentir nervioso.
— No sé si deba irme, Drako — murmuró Tara sobando el brazo de su gemelo con cariño — No quiero dejarte solo.
— Estaré bien — aseguró Drako — Daryl estará conmigo.
Y Daryl ya se lo había dicho a Tara, de que no se debía preocupar por irse porque él se encargaría de Drako como lo había estado haciendo desde que lo encontró.
— Si, pero.. no se, es extraño — indicó Tara rascándose la nuca — Eres mi gemelo.
— ¿Y?
— ¿No sientes nuestra conexión? — preguntó Tara señalándose para luego señalar a su hermano.
— La sentí cuando ibas a despertar — indicó Drako — Es una sensación rara.
— Es por eso que no quisiera apartarme del todo — dijo Tara — Cada vez que estoy muy lejos de ti siento un vacío raro en el pecho, eso sentí la vez que te perdí en el bosque.
— Yo no sabía que sentir porque las voces son las que tienen toda mi atención — asintió Drako —.. pero yo estaré bien.
Tara soltó un suspiro y asintió con la cabeza para luego abrazar a su hermano con fuerza.
— Te quiero, Drako bebé — dijo Tara con un deje de diversión.
— Yo también — respondió Drako cuando su hermana la soltó — Que te vaya bien.
— Igual, cuídate mucho — dijo Tara finalmente antes de alejarse completamente para subirse a la caravana con Heath. Ya se había despedido de Denise — Tal vez te traiga un regalo.
Daryl entonces se acercó a Drako una vez que le vio solo, al instante el chico lo abrazó de la cintura con fuerza.
— Tendremos una buena misión, ya lo verás — le aseguró Daryl cuando Drako le soltó levemente — pero ya es hora de partir.
— ¿Quien es él? — señaló Drako cuando noto a Jesus subiendo cosas a la caravana — ¿También lo ves?
— Desgraciadamente si — resoplo Daryl viéndole de forma recelosa — Con suerte no lo volveremos a ver después de hoy. Así que eso no es un problema.
— Bien — soltó Drako viendo a Jesús de forma desconfiada.
— Adiós, Drako — se despidió Daryl — No olvides comer ni tomar tus medicamentos y recuerda que te quedarás en casa de Denise en lo que regreso, ¿bien?
— Si — asintió el otro — Entiendo.
— Estaré de regreso más rápido de lo que pienses — dijo Daryl finalmente.
Drako ya no le respondió y Daryl se inclinó a besarle la frente con cariño antes de finalmente alejarse de él para partir junto a los demás.
— Ven, Drako — llamó Denise estirando su mano hacia el para que la tomara — Hay que hornear galletas, será divertido.
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