Habían encontrado a Aaron o más bien, el les había encontrado a todos.

Al principio la mayoría no creía sus palabras sobre esa comunidad que indicaba, pero eventualmente quisieron confiar como última opción por lo que en la noche iban a partir por la carretera.

Y eso hubiese resultado bien pero terminaron desviándose hacia una bodega cuando en dicho lugar habían disparado una bengala.

Al bajar de la caravana notaron a un hombre con la pierna atrapaba bajo una llanta de tractor, entonces le auxiliaron y se dieron cuenta que era Eric el acompañante que Aaron había mencionado.

Tan solo tenían que esperar a que el otro auto regresara a ellos.

Daryl y Tara ayudaron a llevar a Eric al interior de la bodega y lo depositaron en un sillón mientras que Rosita le ayudaba con su pierna.

Un fuerte estruendo les hizo ponerse a la defensiva pero Eric les calmo al instante.

— No es nada alarmante, tan solo es...

Claro que Daryl no le hizo caso y se dejo guiar por el ruido, entonces al abrir una puerta la sangre se le fue y regreso al mismo tiempo a su cuerpo.

Drako había roto un espejo del baño y llevaba los brazos llenos de sangre, la emoción había sido tanta en Daryl que solo lo jalo de un brazo y lo abrazo con fuerza a pesar de que el chico comenzó a removerse inquieto.

— Soy yo, Daryl — dijo una vez que lo soltó — Y estas vivo.

Drako le miro unos segundos, como si le intentara reconocer y entonces la calma vino a su rostro a los segundos para después comenzar a llorar.

— No llores, vamos — indicó Daryl tomándolo de los hombros — ¿Drako? Ven, hay que curar tus brazos.

Daryl entonces lo dirigió fuera del baño y las miradas se posaron en ambos, el castaño se aparto apenas unos centímetros del pelinegro cuando noto algo.

— ¿Drako? — el llamado de Tara lo descoloco completamente y Daryl tan solo frunció el ceño observando lo que parecía ocurrir.

El cuerpo de Drako tembló ligeramente y cuando Tara se disponía acercarse a él fue que su reacción había sido empujarla lejos.

— Drako, soy yo, Tara — señaló la chica — Soy tu hermana, ¿recuerdas?

Era su hermana, pensó Daryl con más calma pero luego recordó lo que sabia de la hermana de Drako y eso le hizo sentir disgustado.

— M- me abandonaste — soltó Drako lo que Daryl había pensado.

— No fue así — dijo Tara — Me metí en problemas y cuando regrese ya no estabas. No te abandone. Regrese por ti y tú ya no estabas.

Drako ya no le respondió y en cambio permitió que Daryl le curara los brazos en silencio.

— Las voces, Daryl — dijo Drako en voz baja — Regresaron otra vez.

— Esta vez no se si pueda hacer algo para callarlas — confesó Daryl — pero al lugar al que iremos tal vez haya lo que necesitas.

— Ya no quiero escucharlas — dijo Drako — quiero que se callen por siempre.

— Yo también quiero que se callen por siempre — dijo Daryl con honestidad — Entonces Tara es tu hermana.

— Me abandono.

— Ella dice que no es así.

— A mi me dicen que no le crea.

— No creo que mienta — admitió Daryl levantando la vista notando la mirada preocupada de Tara puesta en ellos — Te extrañó.

— ¿Lo hizo?

— Es tu hermana, tal vez quiere hablar contigo.

Drako no respondió pero Tara se acerco y tan solo lo abrazo sin siquiera preguntar, claro que Drako la empujo a los segundos y la chica lo soltó.

— Lo siento, Drako, pero eres mi hermano y te había extrañado — dijo la chica y su mirada se dirigió a Daryl — Somos gemelos.

Vaya, eso era hasta más sorprendente de que fuesen hermanos, sabia que los gemelos tenían una conexión muy fuerte entonces comprendió el sentir de Tara al ver a su hermano gemelo de nuevo.

El parecido entre ambos no era tan notorio como se pensaría, el cabello de Drako era negro mientras que el de Tara de un castaño oscuro, los ojos de la chica eran cafes y los de Drako mieles, tenían narices distintas, cejas, labios, todo por lo que no lo comprendía.

— No se parecen.

— No lo hacemos — se rio Tara — Muchos pensaría que somos mellizos pero en realidad si somos gemelos. Compartimos bolsa pero no nos parecemos como todo tipo de gemelos. No es algo raro pero desde luego no común.

— ¿Y tú no tienes esquizofrenia?

— No — respondió Tara — Solo Drako pero fue hereditario. La abuela materna lo tenia, al ser gemelos se pensaba que tal vez yo podría tenerlo también pero no fue así. Solo Drako.

— Es bueno que seas su hermana, ya que sabes cosas que tal vez yo no — señaló Daryl viendo cortamente a Drako quien parecía a nada de quedarse dormido.

— Es raro que duerma sin medicamentos.

— Perdió mucha sangre, creo que es normal y...

— Eh... chicos — llamó Rosita saliendo del baño y mostrando un frasco vacío de pastillas — Lo encontré tirado y vacío en el lavabo.

Entonces no fue difícil deducirlo y el pánico había regresado en Daryl de una forma violenta mientras que el desespero se instalo en su pecho cuando los ojos de Drako se cerraron completamente.

Daryl observo el rostro pacifico de Drako sin poder ocultar su preocupación.

No les había quedado de otra que irse al instante en dirección de Alexandria cuando Aaron les menciono que ahi podían ayudarlo, ni bien llegaron que Pete lo atendió y solo les dijo que había entrado en un coma por sobredosis.

Un maldito coma.

También dijo que había sido una suerte porque pudo haber muerto al instante por una combulsion o un bloqueo en sus vías respiratorias, entonces el coma se veía lejos de ser grave pero lo era.

Aunque claro, siempre iba a estar esa preocupación de si este no llegase a despertar.

Daryl le aparto el cabello del rostro antes de levantarse de su lado y salir de la enfermería, tenia que ver como era esa comunidad antes que nada y ver si realmente se podia confiar en ese lugar.

Lo mejor siempre iba a ser esperar a que Drako despertara, que aquella dosis se drenara de su cuerpo y tener suerte con él.

Alexandria podría ser un buen lugar para Drako y su trastorno.

Tan solo esperaba cosas buenas para él y los demás, pero a Daryl lo que más le importaba era Drako.